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La Renta 1/2

en Hetero: Infidelidad

      Gracias a todos por su apoyo, aclaro que estos relatos son pura fantasías y lo voy escribiendo como me salen por eso les pido disculpas por todo lo malo, espero que lo disfrute.

      Habían pasado ya 15 días desde el encuentro que tuve con nuestro casero, encuentro que aparte de vulgar y asqueroso me gusto, ya que aquel hombre me había tratado como jamás me habían tratado. En esos días me la pasaba masturbándome día y noche,  hacia el amor con mi marido contándole detalles de aquel encuentro ya que le encantaba… fueron pasando los días y yo no podía sacar de mi mente pene del Sr. Pérez, tenia que hacer algo para volver a disfrutarlo y no podía esperar el próximo pago la renta y muchos menos sin saber si mi marido le tendría el dinero.

      Lo que les cuento paso un día lunes, cuando mi esposo se había ido a trabajar y yo me encontraba demasiado caliente, eran como a las 7 de la mañana y apenas se fue puse en marcha un plan para traer a el Sr. Pérez a la cama. Me fui al baño y tome la manguera de la ducha de mano que tenemos al lado de la poceta (la que uso solo yo para lavarme mis partes intimas) y la jale para romperla pero como no podía romperla busque en la cocina un cuchillo y el mazo de la carne y con eso lo rompí, estaba terriblemente excitada, regrese al cuarto y sacándome las pantaletas me acosté en la cama no sin antes buscar mi consolador que guardaba en la mesa de noche, me masturbe pensando en mi única fantasía, el tener el pene del casero de nuevo, me metí el consolador mientras me frotaba el clítoris desesperadamente, me daba rabia que mi consolador estaba dañado y sin baterias. En eso detuve la masturbación y sin sacarme el consolador de la vagina tome el teléfono y llame al Sr. Pérez, cuando estaba repicando vacile en trancar y olvidarme de todo, pero mas pudo el morbo y la puta que llevo dentro, me contesto:

-        Alo

-        Alo... Sr. Pérez? - pregunto nerviosa

-        Si, quien habla? - me pregunta sin reconocerme la vos

-        Hola como esta, le habla Alejandra, la esposa de Carlos, sus inquilinos, me recuerda? - le digo

-        Como no recordarla ricura - me molesta cuando me dice así pero me excita - si no dejamos de pensar en usted – agrega

-        ¿Quienes Sr. Pérez? - le pregunto extrañada

-        Mi guevo y yo ricura, a ninguna hora dejamos de pensar en ti, nos divertimos mucho con la prenda intima que nos dejaste, por cierto ya la tenemos mas sucia de lo que estaba...

      Aquel comentario por mas que vulgar que fue me excito muchísimo e hizo que me empezara a masturbar mientras hablaba con aquel hombre:

-        Hay Sr. Pérez usted y sus cosas…

-        Pero bueno, a que se debe tan sorpresiva llamada, aun falta para pago de la renta jajajaja - se ríe irónicamente el hombre aquel

-        Lo llamaba para saber si podía hacerme un favor Sr. Pérez... - le digo decidida

-        Dígame para que soy bueno bella dama, pida por esa deliciosa boquita - me dice incomodándome pero sin no dejarme de gustar

-        Tengo un problema en el baño y me preguntaba si usted podría venir a ver si me lo puede solucionar - le suelto avergonzada

-        Jajaja tiene problema con su cañería jajaja - me dice mientras reía

-        En serio, puede venir a revisar, por favor - le digo con la mejor voz de putilla

-        ¿Y tu marido? - me pregunta

-        No esta, esta en su trabajo - le contesto

-        ¿Esta sola?

-        Si, solita... ¿Va a venir? - le pregunto

-        Con gusto ricura, ya estoy saliendo para allá -  me dice emocionado

-        Dale, te espero

      Mientras estuve hablando con el me masturbaba silenciosamente, me imaginaba el miembro de aquel hombre entre mis piernas, me metía el consolador y me corrí como una puta, el corazón se me salía, estaba loca por hacer aquello y mas aun a escondida de mi esposo, pero quería ver, tocar, mamar el guevo del Sr. Pérez, estaba nerviosa así que me metí al baño y me bañe concienzudamente sobre todo en mis partes intima y cuando lo hacia me di cuenta que tenia la cuca súper peluda, como a mi esposo le gusta así no me había dado la tarea de rasurarme, es mas las piernas y las axilas ya necesitaba mantenimiento pero la verdad ya no había tiempo de hacerlo, salí de baño y me puse unas pantaletas blancas tangas, de esas que tapan media nalgas y que se me metían entre las, me puse un sostén de una talla menos que tenia guardado desde hace tiempo y que no lo había botado, como era viejito las elásticas estaban vencida y la verdad no iba a "sostener" mucho, sabia que con el mas mínimo movimiento se me iba a salir una teta jajajaja... y para tapar aquellas "para nada"  intimas prenda me puse una camisa blanca de mi marido que medio transparentaba y marcaba generosamente mi humanidad. Estaba muy nerviosa pero ansiosa de que llegara aquel hombre. Sonó el timbre y suspirando le abrí la puerta, al entrar me ve sorprendido y me dice sonriendo:

-        Buenos días ricura

-        Buenos días Sr. Pérez, pase adelante - le contesto abriéndole paso

      Yo definitivamente estaba loca, como era posible que una chica como yo se ligara con un tipo como ese, vestía mal, olía mal, y me veía con una cara de morboso, era baboso pero solo pensar en lo que tenia entre las piernas hacia que mojara las pantaletas, apenas entro le dije nerviosa:

-        Como esta Sr. Pérez, como le va, gracias por venir...

-        Dime ricura, para que le soy útil? - me dice sonriendo mientras me desnudaba con la mirada

-        Tengo un problema en el baño y me gustaría que lo viera y si es posible me lo arreglara – le digo

-        Vamos a ver ricura - me dice

-        ¿Quiere un cafecito? - le ofrezco

-        Por favor...

-        Ya se lo traigo - le digo caminando a la cocina

      Sentí que se vino detrás de mi a la cocina, abrí la despensa en donde están las taza y como estaban muy alta me puse de puntilla haciendo que se me subiera la camisa y dejara a su vista el comienzo de mis nalgas y por supuesto mi pantaletica metida entre las misma, el hombre tosió y me pregunta:

-        ¿Estas sola?

-        Si Sr. Pérez, estoy solita, mi esposo esta en su trabajo? - le digo con picardía

-        Ya le dije que me llamara Ramón...

      Yo siento que se pone detrás abrazándome maraqueandome y besándome el cuello, yo lo empuje con mi trasero y sirviendo el café le digo haciéndome la estrecha:

-        Quédese quieto y vamos a lo que vino... a qui esta su café...

-        Gracias ricura - me dice apartándose mientras agarraba la tasita

      Salí de la cocina hacia mi cuarto mientras le decía nerviosa:

-        Venga por aquí Sr. Pérez para enseñarle el problema...

-        Y dale... dígame Ramón, me llamo Ramón - me dice el hombre

-        Disculpe, pero me es difícil tutearlo - le digo mientras caminaba

-        Estamos en confianza Alejandra, dígame como usted quiera - me dice el muy baboso

-        Esta bien Ramón jeje - le contesto con una picara sonrisa

      Cuando pasábamos frente a mi cama el hombre me dice sorprendido:

-        Uhiiiii pero miren los juguetes de la señora!!!!

      Me volteo y se me caía la cara de vergüenza, había dejado el consolador en la cama y este lo había agarrado y lo examinaba:

-        Golosa la niña, le gustan grandes no joda - lo huele y agrega - y lo estaba usando, huele rico, huele a hembra caliente jajajaja - agrega riendo

-        Que pena, déme aca, devuélvamelo - le decía tratándoselo de quitar

      El hombre me empujaba con un brazo y lo alejaba de mi mientras reía y lo lamía, yo saltando trataba de agarrarlo sin lograrlo, aquel forcejeo hizo que se me saliera una teta, mientras seguía saltando y forcejeando me la metía en la copa del sostén para que la muy traviesa se volviera a salir del sostén, todo esto para que el viera y se excitara mas, la deje afuera y deje de brincar cuando me decía:

-        Esta dañado, le falta la tapita y las pilas, esto no sirve...

-        Si lo acabe, por ahí esta la tapa, se desarmo todo - le digo sin vergüenza alguna

-        Debería de botarlo y usar este - me dice mientras se lo pasa por el bulto

-        Ahhhh déme aca viejo baboso... - le digo arrancándoselo de la mano

-         Jajajaja y tu, eres la propia puta... pero mira, yo te lo puedo arreglar - me dice sonriendo

-        ¡En serio! - le digo sorprendida

-        En serio, déjelo por ahí y lo acomodamos después - me dice

-        Ok, se lo agradezco, pero vamos a lo que vino

      Entramos en el baño y le muestro la manguera y riendo me dice otra vez sorprendido:

-        Jajajaja es el "lava-cuca" lo que se le daño, jajajaja... ¿Y como lo rompiste mujer? - me dice

-        No se como se rompió, esta mañana lo encontré así - le digo sonriendo - ¿Tiene arreglo? - le pregunto como si no supiera que tiene arreglo

-        Claro que tiene arreglo mujer, se le compra una manguera nueva y resuelto el problema - me dice

-        ¿Me lo puede arreglar? - pregunta tonta, ya lo tenia donde quería

-        Claro putica, claro que se lo puedo arreglar... me dice sonriendo

-        ¿Cuanto me va a cobrar? - le pregunto poniendo mi mejor cara de puta

-        Usted sabe como me va a pagar  - me dice el muy morboso

-        ¿Como? - le digo recostándome de la puerta y con una voz sensual

      Se me acerca y plantándome un beso en la boca me dice:

-        Me afloja las nalgas y le reparo eso y su "cosita" que tiene en el cuarto y probamos todo junto... ¿le parece? - me dice

-        Dale - le digo empujándolo para que no me volviera a besar - pero primero trabaje - agrego apartándome

-        Ok, déjeme comprar los materiales y vuelvo ricura - me dice el nombre

-        Ok lo espero

      Salio a comprar dejándome mas excitada de lo que estaba, me sentía como una fulana, una mujerzuela, una puta barata por hacer aquello pero me gustaba, nunca me había sentido así, tan deseada y de que forma, me iba masturbar pero pensé mejor en llamar a mi esposo para asegurarme que estaba en su trabajo y así lo hice, estaba hablando con el, diciéndole lo mucho que lo amaba y extrañaba, que era mi amor y todas esas cosas cursis cuando suena el timbre, le dije apurada que estaban tocando a la puerta y que lo llamaba después y nos despedimos con un beso, tranque el teléfono y corrí a abrirle al Sr. Pérez, que entro diciéndome:

-        Aquí traigo todo ricura...

      Pone las bolsas sobre la mesa y saca la manguera para la duchita y unas baterías y le pregunto curiosa?

-        ¿Y estas baterías?

-        Para tu juguete mujer, quiero ver como lo usas - me dice el muy baboso

-        Chévere, pero primero lo tiene que reparar - le digo

-        Tranquila que eso lo arreglo, si no... usas el mió - me dice agarrándose el bulto

      No le dije nada, me hice la loca, saque de otra bolsa que trajo una caja de condones, de la misma marcas que los anteriores y de sabores, no dije nada, solo sonreí al verlos y hasta se me aguaron mas las pantaletas, el me miro y me dice:

-        Voy cambiar esto, me compañas? - me dice mostrándome la manguera

-        Si ya voy...

      Caminamos al baño y el se puso a reparar la duchita, me pidió varias herramientas que las tome de la caja de mi marido. Me recosté en la puerta a esperar, el me veía y yo lo veía, no nos decíamos nada hasta que decidí avanzar un poco mas y le dije cruzando las piernas mientras me retorcía:

-        Tengo ganas de hacer pipi

-        Venga señora, haga pipi, si quiere la ayudo? - me dice levantándose dejando las herramientas en el piso

-        Jajajaja y como me va ayudar.., ¿Va hacer pipi por mi ?- le digo graciosamente

-        No, pero si quieres la ayudo a bajarle las pantaleticas - me dice

-        Noooo, que es, no sea tan loco, siga trabajando y no mire - le digo ingenuamente

      Me puse de espalda a la poseta, me baje las pantaletas y me subí la camisa para sentarme a orinar, el hombre no aparto un segundo su vista de mi trasero, yo estaba definitivamente loca al estar haciendo aquello, el hombre sin levantarse se pone frente a mi abriéndome las piernas para ver como orinaba, yo dándole un manotazo a su mano que la tenia en mi rodilla le decía:

-        Quédese quieto, déjeme hacer pipi, trabaje es lo que tiene que hacer...

-        Uhmmm ricura abra las piernas, déjeme ver, no me quite ese privilegio - me dice el hombre metiéndome mano

      Hice pipi bajo la mirada del hombre que seguía tratando de meterme mano y yo negándome, entre aquel forcejeo me dice:

-        Tiene la cuca peluda, si quiere se la rasuro también, soy muy bueno afeitando - me dice el muy baboso

-        ¿En serio? - le pregunto haciéndome la pendeja

-        En serio ricura, te dejo esa cuquita peloncita y te rasuro las piernas, las axilas, me convierto en tu peluquero intimo - me dice con las manos entre mis piernas

      El hombre me veía esperando mi decisión, jugaba enredando mis pelitos de la cuca excitándome mas de lo que estaba, me levante de la poseta para tratar de controlarme y tomando papel higiénico le digo:

-        Esta bien, pero trabaje, termine con eso y vemos...

-        ¿Te seco? - me dice mientras se levanta viendo como agarraba papel

-        No, yo puedo sola, gracias - le digo de mala manera

      Me seque y me subí las pantaletas para salir del baño, estaba muy excitada y desesperadita, quería tener sexo con ese hombre pero debía aguantarme, aunque no podía creer lo que estaba haciendo me tenia que controlar, tenia que hacerme un poco la estrecha, me estaba volviendo loca ese hombre, fui a la cocina a tomar agua a ver si me tranquilizaba, regrese al baño y el ya terminaba de cambiar la manguera, sonriendo me dice:

-        Ya estamos listo por aquí bella señora...

-        Que bien, que rápido... ¿para todo es así de rápido? - le digo picadamente

-        No, para otras cosas no soy tan rápido ricura - me dice sonriendo

-        ¿Quedo bien?

-        Porque no se la lava, échese una lavadita y lo prueba - me propone el muy morboso sonriendo

      Ya era demasiado, el morbo era terrible pero debía probar si quedo bien así que pasando por al lado de el me coloco a espalda de la poseta otra vez y por segunda vez me bajaba las pantaletas delante de aquel hombre, me senté para tomar la duchita y me lave la cuca delante del mientras le decía:

-        Uhmmm quedo bien...

      El hombre tomando el jabón me lo da diciéndome con una sonrisa:

-        Tome, jabónesela

-        Gracias - le digo coquetamente agarrando el jabón

      Mientras me la jabonaba veo que se le marcaba tremendo bulto y se lo agarraba descaradamente mientras me veía:

-        ¿Estas excitado?

-        Coño, tengo el guevo paradísimo - me contesta chirreando los dientes

-         Sácatelo para ver - le digo

      Me termine de jabonar y veía como se bajaba el cierre y sacaba por aquella bragueta su inmenso miembro erecto, no se si eran vainas mías o el deseo de ver aquello pero se le veía mas grande que la ultima vez, se pajeaba mientras veía como yo me terminaba de lavar. Puse en su lugar la ducha y sin pararme de la poceta le dije:

-        Pásame la toalla...

      El hombre dejándose de masturbar me alcanza la toalla y secándome las manos le digo mientras le veía el objeto de mis deseos:

-        Acércate...

      No lo había terminado de decir cuando ya lo tenia parado frente a mi, con su verga frente a mi cara, se lo agarre y comprobé que lo tenia duro como una roca y calientísimo, le desabroche el cinturón y los pantalones para bajárselos con todo y el interior, le agarre las bolas y se las acaricie hasta que comencé a pajearlo y mientras lo hacia le miraba a la cara y me dice:

-        Bésamelo

      Me lo acerque a la cara y antes de "besárselo" me lo pase por la nariz para aspirar ese olor a macho que tanto me encanta, que me vuelve loca... me encantaba ese miembro viril, su dureza, lo caliente, lo largo, lo grande, me tenia loca ese aparato. Me lo quito de la mano y agarrándome por la cabeza con su mano izquierda comienza a pasármelo por lo labios diciéndome:

-        Mamame el guevo puta que no aguanto....

      Lo obedecí y abrí la boca para que ese hombre me lo metiera hasta la garganta, que rico lo tenia, en su recorrido hacia mi garganta mi lengua lo saboreo y lo ensalivo dejando ese agradable sabor salado que tanto me gusto de la ultima vez que se lo mame, comencé a mamarlo de una manera salvaje, desesperada mientras que con una mano me masturbaba, no podía creer lo que estaba haciendo, el berreaba como un toro y movía mi cabeza con ambas mano para que le hiciera la paja a su antojo, prácticamente me estaba cogiendo por la boca y la verdad que no aguante mucho, me vine mientras se lo estaba mamando y fue cuando entre en razón y antes que eyaculara me lo saque de la boca y le dije:

-        Ya no mas... aun queda trabajo...

-        Noooo mujer, no me dejes así - me dice agarrándose el miembro mientras lo sacudía

      Aun sentada en la poceta me quite las pantaletas y levantándome le pregunto muy cerquita:

-        ¿No me vas rasurar la cuca?

-        Uhiiiii por supuesto ricura - me dice sonriendo

-        Vamos pues...

      Salimos del baño y apenas lo hicimos yo me quite la franela quedando en sostén, tenia una teta fuera de la copa, trate de arreglarlo pero desistí poniéndome de espalda a el y diciéndole:

-        Desabróchame el sostén...

El hombre lo hizo y deje caer los mismo al piso, me voltie y a el se le salieron los ojos al verme las tetas, le dije:

-        Ponte cómodo, quítate la camisa y los pantalones mientras yo busco la afeitadora...

      Abrí una gaveta de la peinadora y saque una afeitadora de esas doble hojilla para mujer pero al hacerlo el miro que había una navaja de peluquero y me dice:

-        Con esa es mejor...

-        ¿La sabes usar? - le pregunto

-        Por supuesto ricura - me dice muy seguro

-        Eso espero, no me vayas a destrozar la cuca jajajaja - le dije riendo

      Le di la navaja y busque una toalla para ponerla en la cama y no llenarla de pelos, la puse y me acosté cómodamente abriendo las piernas, me comencé a tocar de nuevo mientras el me preguntaba en donde tenía espuma de afeitar y le dije donde estaba la de mi marido, se acercó a mi y puso manos a la obra jajaja... era un trabajo sucio pero alguien tiene que hacerlo o no jajaja,  me abrí más de pierna y no podía creer que estaba patas abierta delante de aquel hombre ofreciéndole el "tesorito"  de mi esposo,  con cuidado se puso a rasurarme y la verdad sabia usar aquella navaja, fue muy delicado y aquella manipulación me volvió al excitar,  el hombre aparte de resurarme muy bien aprovechaba de tocarme descaradamente la cuca,  había momentos en que sentía que me metía el dedo en la cuca,  cuando terminó de rasurar me abrió un poco las nalga y viendo el otro "tesorito" de mi marido me dice sonriente mientras lo tocaba con su dedo:

-        Tienes el culto paludito ...  ¿Te lo afeito también?

      Y poniendo mi mejor cara de puta afirmó con mi cabeza,  este sonriendo y haciendo espacio me dice:

-        Ponte en 4 para afeitarte esos odiosos pelitos ...

      Me volteo para ponerme en cuatro patas cómo me pidió dejando a su vista y ahora que a su merced mi agujero intimo,  yo estaba terriblemente excitada,  quería que ese hombre me penetrará de una buena vez, me comencé a dar dedito mientras el me rasuraba los supuestos pelos del culo,  como me estaba masturbando me movía mucho así que el hombre dándome una buena nalgada me dice:

-        Quédate quieta puta que te voy al cortar...

-        !Cuidado con  mi culito ! -  le exclamó mientras me dejo de masturbar

-        Entonces quédate quieta,  no te desesperes,  ya te voy al dar lo tuyo...  no lo muevas que ya termino -  me dice el muy baboso

      Me quede quieta y siento como el me rasura el ojetes,  al rato tomando una toalla pequeña que había sacado para el trabajo íntimo me limpia mis parte diciéndome desesperadamente:

-        Coño mira como me tienes -  mostrándome la tremenda erección -  si no te cojo te mato -  agrega mientras se ponía detrás de mi pegándome en las nalgas con el guevo

-        No,  prefiero que me cojas...  pero primero mamame la cuca papito... - le digo al hombre que no dejaba de darme nalga das con el guevo

-        Con gusto ricura...

      Me acosté rápidamente y le volví abrir las piernas al Sr.  Pérez que tomando nuevamente la toalla me limpia muy bien la cuca para "comérsela",  yo le veía el tremendo "cipoton" que tenia entre las piernas,  después que terminó de limpiarme se acuesta boca abajo metiendo su cara entre mis piernas mientras me agarraba las piernas...  guaooo que buena mamada me daba aquel hombre, sentía su áspera y pegajosa lengua lamer mi clítoris mientras me lo chupaba y lo mordía.  En eso que estoy inmersa en un profundo placer suena mi celular,  le agarre la cabeza al Sr. Pérez para que no dejará de mamame la cuca mientras alcanzaba mi teléfono que estaba en la mesa de noche, vi quien llamaba y le digo al hombre que me comía la cuca antes de contestar la llamada:

-        Coño, es mi marido... no hables - le digo al hombre

      Me medio senté para contestar y al hacerlo el hombre dejo de mamar:

-        Alo - le contesto

-        Hola mi amor - me contesta

-        Hola cariño

-        ¿Que haces mi amor? - me pregunta

-        Acostadita papi, ando con ganitas - le digo mimosa

-        ¿Estas caliente? ¿Te estas masturbando?

-        Si papi, que bueno que me llamas... ¿Me vas a decir cosas ricas? - le digo excitada picándole el ojo al Sr. Pérez que se masturbaba mientras me veía la cuca

-        ¿Que quieres que te diga? ¿Como quieres que te trate? - me pregunta

-        Se groserito con tu mujer, trátame como  una puta papi...

-        Dime algo putita... ¿Te gustaría que estuviera contigo el Sr. Pérez? - me pregunta el muy cabroncito

-        Hay si papi, me encantaría - le digo mientras me ponía de nuevo cómoda abriendo las piernas

      Le hice seña al Sr. Pérez para que saliera del letargo  que se encontraba para que me mamara la cuca mientras tenia sexo telefónico con mi marido, aquel hombre se volvió a meter entre mis piernas y comenzó a mamarme la cuca deliciosamente mientras mi esposo me preguntaba:

-        ¿Tanto te gusto ese guevo?

-        Me encanto papi, tu sabes que si - le digo excitada

-        ¿Te gusta mas que el mió putita? - me pregunta

-        Si... bueno, el tuyo me gusta, pero el guevo del Sr. Pérez me encanta...

-        ¿Lo tiene mas grande que el mió? - me pregunta el muy cabroncito

-        Si papi, tu tiene que verlo, ese hombre tiene el guevo grandísimo, grueso y se le pone durísimo - le digo mientras le pico el ojo mientras seguía mamándome la cuca

-        Tu si eres puta mami - me dice

      Mientras mi marido me hablaba el Sr. Pérez me deja de mamar la cuca y toma mi dañado consolador para metérmelo, no pude dejar de emitir un quejido al sentirme penetrada bruscamente por mi consolador, mi marido me pregunta:

-        ¿Que paso mami?

-        Que rico papi, me metí el consolador...

      El Sr. Pérez se dedico a reparar mi consolador adentro de mi, me parecía excitante y muy morboso, le coloco las pilas y ajusto la tapa que era la que estaba dañada y cuando la puso hizo que se encendiera violentamente, casi grite al sentir la vibración en mi atormentada vagina, estaba al borde del orgasmos, le dije a mi marido que fuera grosero para masturbarme a gusto:

-        Que rico papi

-        ¿Te gustaría revolcarte con el Sr. Pérez otra vez? - me pregunta en el medio de la cantidad de obscenidades que me decía

-        Si papi, quiero, quiero, quiero...

-        Pero ese hombre es muy  feo mami - me dice el miy cabron

-        Jajaja feo pero bello por donde mea - le digo riendo mientras le picaba el ojo al protagonista de la fantasía

-        Jajaja puta mami, eres una puta - me dice

-        ¿Pero me vas a dejar que lo meta en nuestra cama otra vez? - le pregunto excitada

-        No se mami, fue excitante que lo hiciera mi amor y me gusto pero no se si dejarte que lo hagas de nuevo, eres mi mujer - me dice

-        ¿Ya tienes el dinero de la renta? - le pregunto mientras le sonreía al Sr. Pérez que no dejaba de hacerse la paja mientras me veía

-        Olvídalo puta, olvídalo... ya tengo el dinero - me dice

      Empezó de nuevo aa excitarme diciéndome groserías mientras el Sr. Pérez se divertía viendo como me masturbaba cuando mi esposo apurado me dice:

-        Mami te dejo, me están llamando, yo te llamo ahora...

-        Nooo papi, no me dejes así, ya casi me vengo - le digo haciéndome la urgida

-        No puedo mami, te doy permiso para que tengas sexo telefónico, búscate un hombre por el Chat y lo haces rico - me dice apurado

-        Será, voy a ver si me tomo un vaso de  leche - picándole el ojo al Sr. Pérez - y me quedo tranquila - agrego sonriendo

-        Como quieras mi amor, si lo haces por teléfono me cuentas, déjame como un cabron - me dice el muy cabron

-        Ok mi amor, si lo hago ten por seguro que te voy a dejar como el propio cabron, eso te lo aseguro mi amor - le digo aun sonriendo

-        Rico, ahora si te dejo...

-        Chao cabroncito, te quiero mucho -le digo

-        Yo también he quiero mucho

      Tranque la llamada y digo mirando el celular:

-        Pobre... si supiera el tipo de leche que voy a tomar...

-        ¿Vas a beber mi leche? - me pregunta el hombre como si no supiera

-        Por supuesto... ¿Me la vas a dar?

-        Claro puta - me dice emocionado

      Sacándome el consolador de la cuca le digo excitada:

-        Cojeme por favor, quiero sentir eso dentro de mi - le digo agarrándole el guevo

-        Ponte que te lo voy a meter - me dice excitado haciéndose la paja

      Cuando se estaba poniendo encima de mi para metérmelo le pregunto alarmada:

-        ¿No te vas a poner un condón?

-        No ricura... tranquila que te la voy a dar en la boquita - me dice el muy sádico

      Yo pongo cara de incrédula mirándolo mientras se lo agarraba para que no me lo metiera, lo tenia grandísimo y durísimo y la verdad que lo quería sentir así dentro de mi, que me cojiera "al pelo"  así que le pregunto:

-        ¿Seguro que no vas acabar dentro de mi?

-        Seguro puta... si no cual es el peo?... te pongo un muchacho y el cabron de tu marido lo cría jajajaja - me dice el muy baboso

-        Estupido - le digo haciéndome la molesta - métemelo, pero ten cuidado - le digo soltando su pene

      El Sr. Pérez riendo sentado en sus talones frente a mi me atrae hacia el agarrándome por las piernas y poniéndolas sobre sus hombros (me iba a coger como me gusta) y ensalivándose la cabeza del guevo lo frota en mi atormentada cuca y de un solo golpe de cadera me lo mete hasta el fondo haciéndome que me doliera y se lo reclamara:

-        Uffffff hijo'e puta no tan duro...

-        Jajajaja eso me dijiste la ultima vez y veo que te gusta - me dice riendo mientras me daba

-        Cállate y cojéeme rico - le digo jadeando

      El Sr. Pérez agarrándome por los tobillos me abre la pierna subiéndolas y comienza a embestirme brutalmente, me encantaba como me cojia ese hombre y se veía que lo disfrutaba ya que sudaba, me besaba y lamía las piernas y hasta me chupo los dedos de los pies mientras me daba duro, soy una mujer multiorgasmica (eso si es real jajaja) y no se cuantas veces me vine, era delicioso, me gustaba el morbo de aquella mañana y con aquel hombre, en esos me dice jadeando con los ojos cerrados y sin soltar mis pies:

-        Me vengo puta, me vengo...

-        ¡Cuidado!... afuera, échamelo afuera - le digo angustiada empujándolo

-        Tranquila que voy eyacular en tu boca puta... prepárate que me vengo – agrega

      Me dio enérgicamente un rato mas hasta que me lo saco y se levanto parándose en la cama sobre mi, arqueo las piernas para apuntar a mi cara con su verga y meneándosela me dice jadeando:

-        Abre la boca puta que voy a eyacular.... toma lo tuyo... ahggggg....

      Arqueo mas sus piernas para apuntar bien hacia mi boca pero fue inútil, vi como salio el enorme chorro de semen que fue a parar de lleno a mi ojo derecho dejándome ciega de ese ojo, rectifico el curso de la rociada y los otros 5 lechazos fueron a parar directamente en mi boca, la cerré y me la trague, fue abundante y caliente y con ese sabor fuerte que me raspaba al bajar por mi garganta, el restregó su glande por mis labios mientras me decía:

-        Que rico puta, anda... límpiame el guevo..

      Me metió la cabeza de su guevo en la boca y yo me encargue de chupar para extraer las ultimas gotas de leche que le salía para después lamerle el guevo para dejárselo como el quería... bien limpio, cuando estaba en pleno proceso de higiene bucal suena de nuevo mi celular, me lo saque de la boca y vi (con un ojo ya que el otro estaba apagado por la leche) que era mi marido, empuje al hombre para sacármelo de encima y conteste:

-        Alo

-        Hola mi vida, que hacías? - me pregunta el pobre

-        Hola mi amor, me acaba de terminar la leche - le digo mimosa mientras el Sr. Pérez se acuesta a mi lado y comienza a limpiarme el ojo

-        ¿Te masturbaste? - me pregunta

-        No amor, ya se me fueron las ganas - le digo mientras recibía la leche que me arrimaba el Sr. Pérez a la boca con su dedo

-        Lastima mi amor, ya me desocupe - me dice mi maridito

-        Te llamo mas tarde mi amor, voy a ver si me pongo a limpiar - le digo

-         Dale pues, me llamas, te quiero mucho...

-        Yo también te amo, chao

Tranque la llamada y riéndome le digo al Sr. Pérez que me veía sonriendo mientras seguía tocándome la cara:

-        Pobre...

-        Jajaja si eres puta mujer - me dice riendo

-        Es hora que se vaya - le digo decidida levantándome

-        Espera mujer, espera... vamos a echar otro... mira, se me está parando el guevo otra vez - me dice el muy vulgar

-        No, ya esta bueno, tengo que limpiar, mejor se va - le digo ya un poco mas seria

      El hombre resignado se viste mientras yo me ponía las pantaletas y una bata de baño, lo acompañe a la puerta y lo despedí, cerré la puerta para regresar a la cama y como no había acabado me masturbe pensando en el recién encuentro y en lo asqueroso de aquel hombre, me estaba pasando de puta pero necesitaba de aquello y me estaba preocupando.

Besos

Alejandra