Hola queridos lectores

Aquí tienen otra entrega de mi caliente diario ficticio, espero que lo disfruten.

DIARIO DE UNA PUTA ADOLESCENTE

¡Mas sorpresas de la vida!

Por fin llegue a la dirección que mi mamá me había anotado en aquel papel, era una casa bastante humilde toque la puerta insistentemente ya que el sol estaba siendo inclemente conmigo, en eso me abre un señor mayor, alto, de lentes gruesos, medio calvo y vestía solo unos shores largos y se apoyaba sobre unas muletas (tenia una venda alrededor de su rodilla derecha), muy educadamente le digo:

Entre al interior de la humilde viviendo y si afuera hacia calor adentro era un horno, revise rápidamente el lugar y solo había dos habitaciones y un baño que no tenia puerta, la puerta se encontraba aun lado ya que parecía que la estaban reparando... la sala, el comedor y la cocina era un solo ambiente y muy pocos muebles, el hombre cerro la puerta y cojeando entra diciéndome:

El hombre camino hacia una de las habitaciones mientras me decía:

Entramos y la verdad que era pequeña la habitación, había un escaparate viejo, un espejo grande de cuerpo entero en la pared y una cama individual bien arreglada con su almohada, puse el equipaje en la cama y el señor sin dejar de mirarme me dice:

Me tire en la cama y pense en lo que había sucedido en el autobús y en la madrugada en aquel hotel, sentía aun la molestia en mi ano y me dejo intrigada el porque ese hombre no quiso seguir abusando de mi durante el día, cada cabeza es un mundo... me levante y el calor era insoportable, me quite la franela y el sostén para refrescarme, acomode mis cosas así con el torso desnudo, cuando termine tome mi jabón, el champú y tapándome con una toalla salí al baño, el señor no se veía por nada de eso, tome la puerta que estaba a un lado del marco y la puse como pude, no se podía evitar que no se viera desde afuera, me senté en la poceta y orine, me termine de quitar la ropa y me di un buen y merecido baño con agua fría que me cayo bastante relajante, me seque para enrollarme la toalla por el cuerpo y taparme, salí y vi que el viejo estaba sentado en el sofá cómodamente y me sonrío al pasar, me metí en el cuarto donde tome unas pantaletas a la que le puse una toalla sanitaria para ponérmelas (ya casi no me bajaba la regla ya que estaba en el tercer día), encima me puse un vestido azul celeste como de paño que me queda muy ceñido al cuerpo y sin sostén, salí del cuarto en el preciso momento que el viejo salía del otro cuarto, estaba sudando y pude ver que se le marcaba un bulto enorme en el short me sonrío y se sentó de nuevo en el sofá, le dije parándome casi al lado de el:

El hombre mirándome el escote del vestido con cara de sádico me dice sin ningún tipo de pudor:

Pase mis brazos por los tirantes y deje nuevamente mi torso desnudo mostrándoles mis maravillosas tetas al viejo ese, este sin perder tiempo comienza a agarrármelas diciéndome:

Me arrodille frente a el y lo ayude a bajarse los pantaloncitos junto con los interiores y vaya verga tenia el abuelo ese, era terriblemente... pequeña, era blanca y se escondía debajo de su peluda panza, le debía de medir como unos 15cm, delgada y con una cabezita que se escondía dentro de su forro (prepucio)... se lo agarre y lo pele dejando aquel glande rojo a mi vista, sorprendida por el tamaño le dije:

Sin decirle una palabra y sin importarme si lo tenia limpio o no me incline y me metí en la boca aquel pequeño pene para comenzarlo a mamar desesperadamente, no se que me paso... estaba excitada por lo de anoche, por lo de la mañana y por saber que me estaban espiando mientras me bañaba y me arreglaba, además hombre a pesar que era un viejo me atraía no se porque, el hombre con el bastón comenzó a darme por la colita mientras me decía jadeando:

Yo seguí mi labor mamatoria arrodillada donde estaba hasta que sentí pasos detrás de mi, el hombre sin inmutarse dice casi gritando:

Con toda la vergüenza del mundo me incorpore tapándome los senos y me voltie a ver quien era el recién llegado... evidentemente no era mi papá, era otro hombre mayor, bajito algo regordete, también calvo y traía un equipaje, este sonriendo le dice a mi Viejito:

Trate de levantarme pero este no me dejo obligándome a que me quedara arrodillada con su bastón, mirando inocentemente al recién llegado y mientras me tapaba mis voluminosos pechos este le pregunta a mi Viejito:

El hombre se acerca a nosotros dejando su equipaje a un lado y me pregunta:

El recién llegado se aflojo los pantalones y se los bajo junto a sus interiores igualmente, su camisa tapaba a mi vista su miembro viril, se sentó al lado de Antonio y agarrándome el brazo que tapaba mis senos me dice:

Me quito los brazos y la mano de mis pechos y al vérmelos se le pusieron los ojos como dos platos y dice sin quitar la cara de lujuria y placer:

Se puso cómodo al igual que el otro viejo soltándome las tetas y tranquilamente se puso a contemplar como me volvía a poner a mamar, estaba fuera de mi con los ojos cerrado mamando la pequeña verga del abuelito, en eso siento que el otro viejo me agarra la mano derecha y la coloca en su miembro, esto si era un miembro, primero tengo que contarles que lo tenia terriblemente erecto, por lo que sentía era muy grueso y caliente, palpe y me di cuenta que tenia la cabeza pelada y era muy grande, deje de mamar al Viejito ya que este me lo saco de la boca diciéndome mientras dirigía mi cara para que le viera la verga al otro viejo:

Me fui arrodillada y me puse la verga del recién llegado frente a mi cara, la verdad que era grande, la tenia oscura me imagino que curtida por los años y el uso... jejeje, se la acaricie para limpiarla un poco ya que lo tenia sudado, abrí la boca y me metí todo aquel miembro viril, que delicioso estaba salado y tenia un fuerte olor a macho, mientras se lo mamaba le dice a Antonio:

En eso el viejo Antonio se levanta y agarrándome por los hombros me dice:

Me pare y este poniéndose detrás de mi me empuja por la espalda para inclinarme y diciéndome:

No había terminado de decir el motivo de mi preocupación cuando siento que mete su mano entre mi vestido y me baja las pantaletas dejándola enrolladas mas arriba de mis rodillas, al ver que tiene pegada una toalla sanitaria un poco ensangrentada dice:

El viejo que estaba sentado me agarra por la cabeza y dirigiendo mi boca a su verga me dice mientras me la introducía:

Como no me estaba bajando mucho me deje (no me gusta que me toquen cuando tengo la regla), sentí que el viejo apoya su hinchado glande en la entrada de mi ensangrentada cuca y de un solo coñazo me lo mete sacándome un gritico que era ahogado por la verga tenia en la boca, estaba terriblemente excitada ya que por lo menos no me había penetrado por el culito como lo hizo el salvaje de compañero de viaje. Estaba disfrutando de aquellas dos viejas vergas cuando de repente sentimos que abren la puerta y la cierran de un portazo y el viejo que me cogía dice señalándome:

Era mi papá Alvaro que llegaba de la ferretería, como pude salí de aquellos dos vejetes y corrí hacia el subiéndome torpemente las pantaletas sin importarme como se me bamboleaban las tetas al correr, este dejo caer las cosas que traía en las manos para agarrarme y cargarme cuando me lance sobre el:

Busque su boca para besarlo cosa que no me costo mucho mientras el trataba de cargarme mejor, mientras nos besábamos oímos que uno de los viejo dice como preguntándose:

Deje de besar a mi padre y acariciándole la cara le digo alegremente mientras me seguía cargando:

Me bajo de sus brazos y viendo mi humanidad dice:

Los viejos no salían de sus asombro, el viejo Antonio se acerca hacia nosotros y le pregunta a Alvaro:

Este afirmando con la cabeza me dice:

Me puse en la misma posición que me encontraba antes que llegara mi papá y me metí en la boca la verga de mi abuelo paterno que había perdido consistencia por aquella conversación, consistencia que desapareció al sentir mi rica mamada de nuevo... mientras mi abuelito materno con su cojera se acerca de nuevo por detrás de mi y me ensarta nuevamente con su pequeño pene, me dio mucha rabia aquello... estaba siendo utilizada por los hombres de mi familia bajo el consentimiento de mi propio padre que disfrutaba viendo como me cogían mis abuelos, mi abuelo paterno excitado nuevamente me agarra la cabeza con ambas manos y moviendo su pelvis se hace la paja con mi boca a su antojo diciéndome entre jadeos:

En eso siento la paloma de mi abuelo paterno que se hincha en mi paladar y comienza a escupir gruesos chorros de semen que yo gustosamente comienzo a tragar apresuradamente, aquel hombre a pesar que era un viejo eyaculaba a borbotones inundando mi paladar de una leche espesa, algo agria y caliente difícil de tragar por lo pegajoso... a todas estas mi otro abuelo que me cogía salvajemente se queda quieto metiéndome hasta el fondo su pequeño pene para descargar en mi vagina su caliente semen mezclándola con mis flujos y los restos de la poca sangre que me bajaban de la regla, este jadeando y sin soltar mis caderas dice excitado:

Cuando mi abuelo materno me saca su flagida verga mi papá se lo ve que su pene sale lleno de sangre y que la leche que me salía del chocho sale rosada, Antonio al ver la cara de asombro de mi padre le dice:

Fui a mi cuarto y busque nuevamente mi toalla y me metí en el baño donde me duche bajo las miradas de mis familiares masculinos que discutían acaloradamente, mis abuelos se fuero y fue cuando mi papá Álvaro entro al baño y me cogió analmente bajo el chorro de la regadera, ese solo fue el comienzo de un fin de semana lleno de lujuria y sexo que mas adelante le seguiré contando.

Estoy muy agradecida con todas aquellas personas que me escriben y me dan buenos comentarios de mis relatos, con quienes he chateado los quiero muchos, me despido como siempre no sin antes pedirle que me escriban y me comenten si les gusto o no... para mi es muy importante su opiniones así como también sus ideas.

Besos a todos, los quiero mucho

Alejandra