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La Venganza Es Dulce II

en Amor filial

**Celaya, Guanajuato; Septiembre de 1968**
 
El pequeño Jorge Antonio fue llevado a su nuevo hogar, lejos de su verdad; lejos de su madre biológica; lejos de todo su pasado. Ahora crecerá bajo el seno de una buena familia, una familia que lo llenará de amor, lo cuidará y lo criarán de la mejor manera posible. 
 
 

**Orizaba, Veracruz. Abril de 1974 **

 
Los años pasaron y Ana, con siguió con su vida, terminó sus estudios. Tuvo varios novios, pero jamás le dijo a nadie sobre el hijo que dió en adopción, sólo lo sabía su mejor amiga, pero ninguno de sus novios lo supo.
 
Ana se enamoró de un chico, o más bien de su cartera. De un niño rico llamado Gustavo que le daba todo lo que quería, diversiones, alcohol, fiestas, ropa, zapatos etc etc, todo a cambio de sexo. Todos los lujos que había soñado, todo a cambio de sexo, algo que Ana disfrutaba mucho ¿Qué más podía pedir? Lujos y sexo mmm perfecto para ella.
 
Es 30 de abril, además de ser el día del niño en México, es el cumpleaños de Ana; su cumpleaños # 23 ¡¡Qué emoción!! Pensaba ella, seguro Gustavo le tendría una excelente sorpresa.
 
Hola guapa ¿Cómo estás? ¿Disfrutas tu cumpleaños? -Preguntaba Gustavo-
No mucho Gus, está algo aburrido; pero cumplo 23, ya eh vivido mucho y al menos merezco un pingüino marinela con una velita jajaja -Dijo Ana entre risas-
Mereces mucho más que eso hermosa y hoy yo te voy a festejar, como tú quieras, hagamos lo que tu desees hacer, dime a donde te llevo a comer? -preguntaba Gustavo entusiasmado-
Soprendeme Gus; eres excelente para ello. -Ana-
 
Después de esa conversación se fueron a un lujoso restaurante; Ana leyó el menú, pero en vez de pedir algún platillo que fuera de su gusto, veía el valor de cada uno, ella quería pedir lo más caro, ella merecía lo mejor SIEMPRE pero mucho más el día de hoy que es su cumple. Enseguida de la comida fueron a  bailar, a Ana le gustaba, le encantaba ir a bailar, disfrutaba dejar llevar su cuerpo al ritmo de la música, contonear sus caderas y ser el blanco de muchas miradas lujuriosas. Entre el baile y algunas copas les dió la madrugada, tenían que marcharse. Subieron al carro de Gustavo, se dirigían a casa de Ana. Ella tan cariñosa, agradecía a Gus por tan excelente cumpleaños que había pasado; lo abrazaba, lo besaba en el cuello, le mordía la orejita, acariciaba su pecho bajo la camisa, Gustavo empezaba a excitarse, pero iba conduciendo así que no podía distrarse mucho.
 
Llegaron a la humilde casa de Ana, donde ella sólo tenía lo esencial para vivir, estaba bien vestida, bien calzada y podría decir que hasta bien cogida, pero Gustavo no le daba para más, el como vivir era cosa de Ana y si ella se echaba el dinero en otras cosas que en comprar muebles, no era bronca de él.
 
Ya ahí comenzaron a sacarse la ropa, Gustavo le pagaba con lujos sus encuentros sexuales, así que sexualmente hablando él era dueño de Ana, rápidamente se acostaron el la cama, ambos ya desnudos de la parte de arriba; Ana empezó a besar el pecho peludo de Gustavo mientras su mano derecha se perdía bajo el pantalón de él. 
 
Mamame la verga, te estás tardando demasiado. -Dijo Gustavo excitado-
Enseguida Ana bajo a comerse el miembro de Gus, de buen tamaño tanto de largo como ancho; mientras degustaba ese manjar carnoso, se ayudaba con su mano, jalaba ese miembro y a la vez lo mamaba, algo que Gustavo disfrutaba muchísimo.
 
Enseguida Gustavo hizo un rico sexo oral a Ana, lamiendo su clítoris, eso la excitaba mucho, hacía que lubricara demasiado y eso hacía más fácil las penetraciones. Metío 2 de sus dedos buscando ese punto de placer en ella, con sus dedos y su lengua hizo que Ana cayera en un super orgasmo.
 
Dame un condón -Dijo Gustavo desesperado por penetrarla-
No tengo Gus, recuerda que usamos los últimos la semana pasada. -Contestó Ana-
 
Gustavo no dijo nada, sólo la penetró sin importarle el condón, estaba caliente y no quería ir a la farmacia que estaba muy lejos de ahí ; Ana siempre hacía lo que él decía así que si no usaban condón pues era por que Gustavo quería y ella hacía lo que Gustavo siempre deseaba.
 
Él la penetraba sin descanso, cada vez más y más fuerte, era salvaje pero a Ana le gustaba eso, le gustaba ser el objeto, el juguete sexual con el que él se divertía. Mordía de sus pezones, los chupaba sin dejar de penetrar. La cambió de posición varias veces, complaciendo sus instintos sexuales. Estando cerca del éxtasis empezó a penetrar más rápido, más duro hasta que llegó el momento de venirse, lo hizo dentro de ella.
 
Fue muy rico hacerlo sin condón -Dijo Gustavo aún recostado en la cama-
Si Gus, pero jamás lo habíamos hecho así y tengo miedo -Respondió Ana-
Miedo a qué? -Preguntó Gustavo-
Qué pasará si me embarazo? -Dijo Ana-
Eso no pasará, si sólo esta vez lo hicimos así, las demás me cuidaré, ahorita compraré condones para siempre tener. -Dijo Gustavo, con toda la tranquilidad del mundo-
Está bien, como tu digas. -Contestó Ana-
 
**Orizaba, Veracruz. Junio de 1974**
 
Pasaron las semanas, Ana siguió saliendo con Gustavo, siguieron teniendo sus encuentros sexuales, pero ahora todos con protección. Pero ella tenía un retraso de varias semanas, pensaba en el embarazo, podía ser posible por aquella vez que no se cuidó con Gustavo, sin embargo, no se sentía con temor como la vez que se embarazó de su primer hijo; ahora un embarazo le convendría, para enganchar a Gustavo, aunque primero tenía que confirmarlo.
 
Salió a la farmacia, compro una prueba de embarazo, volvió a su casa, hizo la prueba y después de unos minutos confirmo su sospecha; ANA ESTABA EMBARAZADA, nuevamente embarazada. Pero ahora era mucho muy diferente a aquella vez.
 
Gustavo, estoy embarazada, ya me hice la prueba -Dijo Ana-
Cómo que embarazada? Eso no puede ser, si sólo lo hicimos una vez sin condón. -Respondió Gustavo sorprendido-
Con hacerlo una vez sin condón es posible un embarazo, deja ya esa absurda idea de que con una vez no pasa nada. Ahora nos tenemos que casar. -Dijo Ana-
¿Qué? ¿Casarme yo contigo? Jamás Ana, siempre supiste que lo nuestro no pasaría a más, siempre fuimos claros con eso. -Gustavo-
Ya lo sé, pero el que decidió hacerlo sin condón fuiste tú, no yo, y esto estú culpa. -Ana-
Pero yo no puedo casarme contigo y lo sabes, mis padres me odiarán, ellos quieren que me case con alguien de nuestra clase social y tú no lo eres. -Gustavo-
¿Y piensas dejarme sola con esto? Qué poco hombre eres. -Ana-
Te ayudaré con lo que necesites, pero no podemos casarnos y nadie puede saber que ese hijo es mio, ¿entiendes? -Gustavo-
Perfectamente -Ana-
 
**Orizaba, Veracruz. Febrero de 1975**
 
En el hospital principal de Orizaba, Ana ah dado a luz a una linda niña. Había mucha diferencia entre su primer alumbramiento a éste. No sentía reproche al mirar a su bebé, pudo abrazarla, llenarla de besos; aunque no deseaba embarazarse, su instinto maternal había nacido junto con su hija.
 
En la camilla del hospital, junto a Ana, estaba su hija dormidita en el cunero. Llegó la hora de visita y con ella llegó Gustavo.
 
Mira Gustavo, nuestra hija, que hermosa es. -Decía Ana entusiasmada-
Si, es muy hermosa, se parece a tí. -Dijo Gustavo mirando a la bebé-
¿Cómo vamos a llamarla? ¿Ya has pensado en algún nombre? -Ana-
No, ninguno ¿y tú? -Gustavo-
Yo si, me gusta el nombre de Gabriela. -Dijo Ana mirando a su hijita-
Está muy bonito. Ana, necesito hablar contigo. -Dijo Gustavo-
¿Qué pasa? Te noto inquieto. -Ana-
Es que me voy a casar con una chica de mi clase, nos iremos a vivir fuera de Orizaba. -Gustavo-
¿Pero cómo? ¿Nos vas a abandonar a tu hija y a mí? No puedes hacer eso. -Ana-
Te abrí una cuenta en el banco y te daré una pensión alimenticia para las dos.  -Dijo Gustavo dándole un sobre con el logotipo del banco-
No puedes irte, por favor. -Insistió Ana-
Me voy a casar, me voy a ir, pero te daré dinero para las dos, por favor Ana, no hagas esto más duro. Ya te deposité una cantidad de dinero hoy, ya pagué la cuenta del hospital. Cuídate mucho y cuida a nuestra hija, adiós. -Dijo Gustavo marchándose-
 
Días después, Ana registró a su hija, lo hizo como madre soltera, ahora esa hermosa niñita es Gabriela Durán Martínez.
 
 
**Orizaba Veracruz. Marzo de 1980**
 
Ana siguió adelante con su hija Gabriela, que cariñosamente le llamaba Gaby. Puntualmente llegaba su pensión a la cuenta de banco y una que otra llamada de Gustavo para saber sobre su hija. Pero un día, en el noticiero nacional, Ana vio una noticia que la impactó, había muerto en un incendio Gustavo, ella no quería creerlo, pero era así. Se incendió la empresa donde él trabajaba y por desgracia murió. Y obviamente su pensión alimenticia había llegado a su fin, Ana no podía reclamar nada, Gaby está registrada como hija de madre soltera, así que no tenía derecho a nada de lo que Gustavo tenía.
 
La vida le sonrió un poco a Ana, después de la muerte de Gustavo; pudo conseguir un empleo mucho mejor que el que tenía; consiguió trabajo como diseñadora en una revista local. Con un excelente sueldo para seguir adelante, para sostenerse a ella misma y sostener a Gaby.
 
**Celaya, Guanajuato. Julio de 1986**
 
Jorge Antonio Herrera Carrizales ah terminado la preparatoria. Es un joven sano, que ha sido criado con mucho amor, tuvo una hermana y un hermano a quienes adora; tanto sus padres, como sus hermanos menores están muy orgullosos de él ya que además de estar terminando la preparatoria, está festejando su mayoría de edad.
 
Sus hermanos y sus padres han preparado una fiesta sorpresa para Jorge, no todos los días se cumple la mayoría de edad. Fue un festejo muy íntimo, muy familiar, con pastel, cena, las velas númericas, refrescos y un poco de alcohol. Entrada un poco la madrugada sus hermanitos fueron a dormir y Jorge quedó en la sala escuchando música con sus padres.
 
Jorgito, necesitamos hablar contigo. -Dijo Rosalinda Herrera, madre adoptiva de Jorge-
Dime mami. -Jorge-
Es que, hijo, mmm no sabemos como lo vayas a tomar. -Mencionó Jorge Carrizales, padre adoptivo de Jorge-
Pues si no me dicen que pasa, tampoco voy a saber como lo voy a tomar. -Dijo Jorge-
Tu padre y yo decidimos que cuando cumplieras la mayoría de edad hablaríamos contigo sobre esto y ha llegado la hora de esta plática. -Rosalinda-
¿Qué plática mamá? Ya no le des tantas vueltas, ¿Qué pasa? -Jorge-
Tú eres nuestro hijo por que te amamos muchísimo, te hemos cuidado, te hemos criado; pero no eres nuestro hijo biológico. Te hemos dado lo mejor, lo que está en nuestras manos; te consideramos como tal; aunque no hayas salido de nuestro ser, aunque no lleves nuestra sangre; tu eres nuestro hijo. Has llenado nuestras vidas con tu amor, con tu cariño, con tu presencia. Es hora de que lo sepas, y preferimos que sea por nosotros, tú abuela ya quería decírtelo pero siempre pudimos convencerla de que nosotros lo haríamos y quisimos que lo supieras por ella y por mi y no por nadie más y luego nos hubieras reprochado nuestro silencio por tantos años. -Dijo el padre de Jorge-
 
La sala se quedó sin palabras; sólo se escuchaban sollozos, Jorge sólo estaba agachado, pensativo. Después de unos minutos reaccionó.
 
Ustedes son mis padres, no importa la manera en que haya llegado a su vida. -Dijo Jorge con lágrimas en sus ojos y abrazando a sus padres-
Gracias hijo, nos haces tan felices con tu respuesta. -Rosalinda-
Padres son los que crían, no los que sólo engendran; y en ustedes aplica muy bien ese dicho, yo no tengo más padres que ustedes.-Jorge-
Te amamos mucho hijo, tú y tus hermanos lo son todo en nuestras vidas. -Jorge padre-
¿Ellos también son adoptados? -Preguntó Jorge-
No hijo, ellos llegaron después de muchos tratamientos para poder embarazarme, varios años después de que tú llegaste; pero siempre los hemos tratado con igualdad, les hemos dado el mismo cariño por igual a los tres, nunca los hemos diferenciado por ellos si ser nuestros hijos biológicos. Los amamos a los tres, son nuestros hijos, los amamos de igual manera, si algo le pasa a alguno de ustedes, yo me muero. -Rosalinda-
Tranquila mamá, no nos pasará nada. -Jorge-
Fue en Orizaba Veracruz donde te adoptamos. Tenías un mes de edad. -Jorge, padre-
¿Y ustedes saben quien fue mi madre? ¿Por que me dejó ahí? -Jorge-
No hijo, no sabemos nada de ella, ni de sus motivos por dejarte ahí. Pero aunque suene cruel, agradecemos que te haya dejado en ese orfanato, ya que nos dió la dicha de adoptarte y que nos hicieras tan felices; pero tal vez ahora que sabes la verdad, para tí hubiera sido mejor crecer con ella, tal vez piensas eso. -Rosalinda-
A mi también y no necesité estar junto a ella, por algo la vida me trajo a ustedes. Y por el momento no necesito saber nada más sobre ella -Dijo Jorge abrazando nuevamente a Rosalinda-
Gracias hijo. -Rosalinda-
Gracias Jorge. -Jorge padre, abrazándolos-
 
**Celaya, Guanajuato. Enero de 1992**
 
Los años pasaron, conocer la verdad no afectó en nada la relación de Jorge con sus padres y hermanos, siguieron tan unidos como siempre. Todo continuó para adelante Jorge terminó sus estudios de Ciencias Políticas. Es un joven muy extrovertido, muy alegre, apegado a su familia, muy estimado por sus amigos y en especial por sus amigas; tiene relación con alguna que otra amiguita, pero todo informal, no quiere compromisos aún. Sus amigas están encantadas con él y sus dotes de amante, pero por más que hacen para ser importantes en su vida no lo logran.
 
**Orizaba, Veracruz. Mayo de 1993**
 
Después de muchos años en el mismo puesto de trabajo en la revista local; Ana tiene la oportunidad de ser directora de la revista a lo cual no se niega. A pesar de que han pasado muchos años; Ana sigue muy hermosa, con un cuerpo envidiable y juvenil para sus 44 primaveras. Unas tetas bien paraditas, unas piernas largas muy bellas y una cinturita de avispa que más de una mujer deseaba; muy bien conservada para su edad y sus 2 partos.
 
Su hija Gaby, ya con mayoría de edad es una bella mujer conocida por muchos. Aunque la chica no ah iniciado su vida sexual. Ana Y Gaby son muy unidas, llevan una excelente relación madre e hija.
 
Ana dio todo de su parte en su trabajo, en poco tiempo fue reconocida como las mejores de su localidad. Dado a sus "palancas" pudo acomodar a Gaby en un buen puesto.  A su primer hijo, prácticamente lo ha borrado de su mente. Muchas veces se le han acercado jovenes de la edad que ahora tendría su hijo, y eso la alaga mucho; pero no la atraen demasiado. Para Ana se acabó la época de entregarse a la primera persona que le gustara; ahora lo haría por amor o por dinero; no lo haría más por diversión.
 
**Celaya, Guanajuato. Octubre de 1995**
 
Jorge encontró un excelente trabajo, un buen puesto y un grandioso sueldo. Tenía el talento y la capacidad necesaria y un poco más para ello. Y eso le ayudó bastante para ser indispensable y apreciado de inmediato. Poco tiempo después fue ascendido; lo que eso hizo muy felices a sus padres y los llenó de orgullo. 
 
Marzo de 1996**
 
Por necesidades de la empresa Jorge tenía que ser trasladado a Orizaba. Ese hecho de inmediato alarmó a sus padres, motivo por el cual volvieron a hablar con él.
 
No sería mejor que buscaras otro puesto en otra Ciudad? -Jorge padre-
No papá, no tengas temor. No voy a buscar a mi madre biológica; si me interesara ya hubiera buscado algo sobre ella, para mi ella está muerta. -Jorge hijo-
Y nada podríamos decirte. Cuando te adoptamos no nos dieron dato alguno de ella, pues son reglas del orfanato. -Rosalinda-
Mejor así; si hubiera tenido la curiosidad no hubiera podido saber nada. -Jorge-
 
**Orizaba, Veracruz. Abril de 1996**
 
Ana se siente muy sola; ha perdido el interés en los hombres, los años han pasado y ella no logro tener una vida estable, un amor, un matrimonio, se sentía demasiado sola; a pesar de ser muy guapa y ser acosada por algunos compañeros de trabajo; ella se sentía vacía. Había tenido sexo con decenas de hombres, pero ahora no necesitaba sexo, quería ser amada.
 
¿Quizá podría llegar un hombre que me hiciera sentir mujer, qué me amara tal cual soy? No lo creo, ya estoy vieja para eso -Pensaba Ana en voz alta.
 
Gaby, la hija de Ana, a sus 21; cada vez estaba más hermosa, una mujer que aunque llenita, no perdía la belleza femenina, no era gorda, solo carnosita, con sus cosas muy bien acomodadas, su cabellera larga y los ojos grandes como su madre. Andaba con un chico de buena familia, pero nada serio. En realidad a Gaby le gustaban más las mujeres, el sexo lésbico y tenía relaciones con varias compañeras de la universidad.
 
A Ana le pesaba la soledad y eso la había transformado en una mujer metida en sí misma.
 
**Orizaba, Veracruz. Mayo de 1996**
 
El vuelo de Jorge había llegado a el aeropuerto internacional de Veracruz. Un compañero de trabajo lo esperaba, vestido de la manera que le había dicho en algunos mails, además era el mismo de la fotografia añadida. Enseguida del saludo se dirigieron al coche del compañero y emprendieron marcha. En 2 horas o un poco menos Jorge llegó a Orizaba. Jorge ya estaba en Orizaba, la Ciudad en el que posiblemente lo engendraron y la Ciudad que lo vio nacer. Tuvo sentimientos de rencor hacia su progenitora; pero nada sabía de ella y no le interesaba saber.
 
Continuará...