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La Venganza Es Dulce XIV

en Amor filial

Andrea y su padre se abrazaron muy fuerte, aún seguían muy nerviosos. Ana Gaby les llevó una copa de vino a cada uno para relajarlos, tomó la iniciativa y empezó a besar a Jorge para ponerlo a rumbo. 
 
Tú sólo miranos Andrea, después actuarás para que Jorge te dé por la rajita y el culito, vas a ver lo rico que es y lo mucho que vas a gozar. -Ana Gaby-
 
Ana Gaby se hincó frente a Jorge, le sacó la verga, que ya la tenía dura por imaginar lo que se venia esa noche; y empezó a mamársela. Esto excitó a los tres; Andrea estaba tan embobada con la escena y la verga de su padre, que se hincó junto a Ana Gaby para poder verla mejor. 
 
¿Quieres probar? -Ana Gaby-
Si, ¿puedo? -Andrea-
Claro que si chiquita, esta noche podrás probar de todo. -Ana Gaby-
 
Ana Gaby acercó la cara de Andrea a la verga de su padre, y le guió la cabeza para que se la metiera a la boca.  Guiada por lo que vio que hacia Ana Gaby, Andrea empezó a chupar ese pedazo  de carne. 
 
¡mmm que rico lo haces mi vida!! Mamas mejor que tu madre, ella jamás aprendió, mmm sigue así chiquita. -Jorge.-
¿De verdad te gusta papi? -Andrea-
En verdad mi amor, como gozo mmm -Jorge-
 
Andrea recorría esa verga de arriba a abajo, con una mano, ayudada por Ana Gaby, le acariciaba los huevos; lo que puso a Jorge al borde del orgasmo, pero Ana Gaby detuvo la situación.
 
No no no, no te corras aún Jorge, esa lechita debe ser para el coñito de Andrea ¿Les parece?
 
Ana Gaby ayudó a levantar a Andrea del piso donde estaba hincada, comenzó a besarla, esa situación puso aún más loco de pasión a Jorge, lentamente, sin dejar de besarse Ana Gaby dirigió a Andrea a la habitación,  la recostó sobre su cama, empezó a besarle las piernas a la misma vez que acariciaba sus muslos; subió hacía sus glúteos y tiró de la diminuta tanga, Andrea se levantó un poco para que Ana Gaby no batallara, luego de unos segundos, esa tanga estaba en las manos de Ana Gaby y ella se la lanzó a Jorge quien las observaba desde la puerta. Inmediatamente comenzó a chuparle esa rajita a Andrea, mientras con su dedo pulgar estimulaba su clítoris.
 
Ayy Ana Gaby que rico me la chupas, siempre me ha gustado y ahora más por que tu lengua chupó antes la verga de mi papi. -Andrea-
 
Esa escena puso aún más al mil a Jorge, quien ya tenía muchos días sin nada de nada sexualmente,  se quitó la ropa por completo, se dirigió a la cama y junto a Ana Gaby empezó a prácticarle sexo oral a su propia hija. Ambos se comían esa pequeña conchita, eso le fascinó a Andrea. Luego Jorge se acomodó y apunto su verga a la puchita de Andrea. Empujó suavemente y fue algo sencillo puesto que ella estaba ya muy mojada tanto por la saliva de Jorge y Ana Gaby como por sus propios jugos; se detuvo cuando sintió la resistencia del himen paró un momento..
 
Voy a entrar mi amor, aguanta un poquito, al principio te dolerá, pero vas a ver como vas a gozar en un rato. -Jorge-
Anda papi, que lo estoy deseando. -Andrea-
 
Jorge empujó y sintió como desgarraba ese himen, como arrebataba la virginidad de Andrea, de su hija, un pedazo de él, su vida entera. Andrea dió un gemido de dolor. Jorge se detuvo unos segundos y luego entró completamente. Empezó el vaivén de placer, y la pasión desbordó en ambos.
 
Mi bebita, mi niña hermosa, mi vida, no sabes cuanto me haces gozar. -Jorge-
Yo también gozo papito, estoy en la gloria. -Andrea-
¿Te gusta que tu padre te haya estrenado? -Jorge-
Si papito, aún te falta mi culito, también es para ti. -Andrea-
Ay mi amor, como lo disfruto, me voy a venir ya. -Jorge-
Si papito, lléname de tu leche y preñame. -Andrea-
¿Te gustaría eso mi amor? -Jorge, sorprendido por lo que escuchó-
Si papito, me encantaría tener un hijo tuyo. -Andrea-
 
Jorge comenzó a moverse más rápido, estaba por estallar de placer, estaba por darle la leche aumulada de toda la semana a su hija; luego de unos segundos lo hizo, llenó de semen la panocha de Andrea, y ella soltó los jugos más ricos y abundantes de su vida; los jugos del incesto.
 
Ana Gaby solo los miraba, muy satisfecha de haber logrado juntarlos.
 
Bésala Jorge, tiene una boquita muy dulce. -Ana Gaby-
 
Jorge obedeció la indicación y se acercó a el rostro de su hija, se miraron a los ojos un instante y luego la besó, Jorge besó a su hija Andrea y ella lo disfrutó, ya había besado a varios hombres pero jamás a uno como su padre. Fue un beso mágico, delicioso.
Ana Gaby fue a la cocina por más vino, bebieron juntos unas copas, luego ella decidió dejarlos sólos un rato, para que se relajaran un poco y si querían platicaran. Cuando regresó Jorge y Andrea la recibieron a besos y abrazos.
 
Ana Gaby chiquita, gracias, no sabes cuanto te agradezco todo esto. -Andrea-
Si Ana Gaby, si no fuera por ti, seguro mi hija y yo jamás nos hubieramos acercado. -Jorge-
Ustedes han hecho mucho por mi, yo sólo quiero que sean muy felices y su hoy pude hacerlos felices que mejor. -Ana Gaby-
Papi ¿Me vas a dar por mi culito? -Andrea-
Te doy lo que quieras mi vida. -Jorge-
Ana Gaby dice que lo disfrutan mucho y yo también quiero hacerte feliz y que lo disfrutes mucho. -Andrea-
Mi amor, eres muy tierna. -Jorge-
 
Ana Gaby colocó a Andrea a cuatro patas y empezó a mamarle el culo metiéndole un poco la lengua para relajarla. Cuando consideró que ya estaba lista, con miradas indicó a Jorge que se acercara. Él se había puesto más duro que un fierro por ver tan riquísimo espectáculo. Jorge se acomodó y colocó la cabeza de su pene entre las nalgas de Andrea y empezó a empujar, primero muy despacito hasta que ella lentamente la recibió toda.
 
¡Hay mi amor! Que apretadito lo tienes chiquita. -Jorge-
Es tuyo papito, para que lo hagas garras. -Andrea-
Nunca había disfrutado de un culito tan rico mi amor, es el más rico que me eh comido en mi vida. Te amo mi niña. -Jorge-
Yo también te amo papito y mi culo será tuyo cada vez que quieras. Hay mmm que rico me das. Lléname de nuevo de leche. -Andrea-
 
Ambos estallaron en otro rico orgasmo que los dejó muy agotados. Ana Gaby les hizo compañía en la cama, ambas se recostaron junto a él, una a cada lado. Se quedaron dormidos un buen rato y despertaron entrada la media noche. 
 
Papá, tenemos que irnos, yo le dije a mi madre que iría a una fiesta, ya se suponía debía estar en casa. -Andrea-
Si hija, seguro tu madre está como fiera y más por que apagué el celular. -Jorge-
Yo lo dejé sobre la mesa, lo bueno es que está apagado, si no, capaz mira todo lo que me mensajeo con Ana Gaby. -Andrea-
Le diremos que pasé por ustedes a la fiesta, que me llamaste antes de quedarme sin pila y llegué por ti y por eso llegamos juntos a casa. -Jorge-
No quisieran que se fueran, soy tan feliz a su lado, pero los entiendo. Muchas gracias por este día tan inolvidable. -Ana Gaby-
Gracias a ti por todo chiquita. -Andrea-
Seremos los tres muy felices de ahora en adelante. Nos vemos el lunes en la oficina. -Jorge-
Hasta el lunes Jorge, nos vemos el lunes Andrea. -Ana Gaby-
 
Han pasado varios días, sin quererlo llegó la Navidad, Jorge, Andrés, Andrea y Viridiana se fueron a pasar esas fechas a Celaya Guanajuato, junto a los padres adoptivos de Jorge, por más que Jorge y Andrea insistieron para que Ana Gaby los acompañara, ella siempre se negó. Aprovechó para salir sola a los antros del Barrio Antiguo, a bailar, a tomar, no había tenido un momento para ella sola desde que llegó a Monterrey. Jorge y Andrea la llamaban diario para hacerle menos pesada la soledad. Ana Gaby también tuvo contacto con su tía Sara mediante vídeo llamadas, el regalo de navidad que le dio su tía fue que sería prima, y que tenía que ir a visitarla muy pronto.
 
Pasó la semana navideña, la familia Herrera regresó a Monterrey. Luego de llegar a su casa y dejar sus cosas, Andrea le pidió a su padre que la llevara a ver a su amiga; Andrés quiso ir, Jorge y Andrea no podían negarse pues se vería algo sospechoso, pero los salvó la campana cuando llegaron de visita unos amigos del chico y ya no pudo acompañarlos. Salieron y subieron al auto, se dirigieron a casa de Ana Gaby.
 
Hola mi amor ¿Nos extrañaste? -Andrea, abrazando a Ana Gaby-
Muchísimo, mi vida ya no es la misma sin ustedes. -Ana Gaby-
Te insistimos en que fueras con nosotros, mis padres querían conocerte, Andrea les ha hablado mucho de ti. -Jorge-
Espero que cosas buenas. -Ana Gaby-
Las mejores, ellos piensan que eres como mi hermana, pero sólo nosotros tres sabemos la verdad, nos amamos. -Andrea-
Mañana es fin de año ¿Si la pasarás con nosotros verdad? -Jorge-
Si ustedes me lo permiten y la señora Viridiana no se enoja, encantada la paso con ustedes. -Ana Gaby-
Sabes que mi madre no se enoja, puedes ir a mi casa. -Andrea-
Está bien, encantada paso el año nuevo con ustedes, ya pase la navidad solita, lo malo es que no podré acercame a ustedes ricamente. -Ana Gaby-
Ya tendremos chance, tu tranquila, si no es en casa, ya se podrá, en casa es algo arriesgado. -Jorge-
 
Al día siguiente Ana Gaby llegó a casa de Jorge y Andrea. Viridiana se encontraba en la cocina alistando lo necesario para la cena de año nuevo.
 
Buenas tardes señora ¿Cómo está? -Ana Gaby-
Hola Ana Gaby, estoy muy bien, aquí alistando todo para cenar. -Viridiana-
Wow que bien, usted cocina muy rico. Me gustaría hacerles un postre. ¿Puedo utilizar su cocina? -Ana Gaby-
Claro que sí, estaremos encantadas de que nos cocines, ¿en serio sabes? -Viridiana-
Oh, si que sé, no dude de mí. Mi tía y mi abuela adoptiva tenían un restaurante y mi mamá ayudaba en la cocina, de niña sólo las veía, pero cuando crecí les ayudé y aprendí a hacer los postres que hacía mi mamá. -Ana Gaby-
Me gustaría probar alguno de tus postres ¿sabes la receta de alguno en especial? -Viridiana-
Mm si, mi madre le cocinaba a mi abuela biológica un pastel de 3 leches cada que cumplía años, aquí no es cumpleaños de nadie, pero puedo cocinarlos para ustedes, mi familia adoptiva. -Ana Gaby-
Que linda eres nena, mi cocina es tuya, tengo algunos ingredientes para pastel, pero si necesitas más, puedes mandar al chofer al super, sólo dale la lista de lo que necesites, por dinero no te preocupes, él trae una tarjeta con la que nos compra lo que le pedimos. -Viridiana-
 
Ana Gaby, sin dudarlo, tomó una pluma y un papel, anotó lo que necesitaba para hacer su postre, se fijó en la alacena de Viridiana pero no tenía gran cosa para cocinar postres. Le dio la lista al chófer y este fue a comprar lo indicado. Después de una hora o tal vez un poco más, el chófer volvió con bolsas de super, con los ingredientes que solicitó Ana Gaby y algunos utensilios para cocinar.
 
¿Puedo ayudarte a cocinar chiquita? -Andrea-
No me lo tomes a mal muñequita, pero, este es un pastel especial, mi madre me enseñó a hacerlo, sólo ella y yo lo hemos hecho, es como un don entre ella y yo, es un momento mágico para mí, quiero hacerlo yo solita. Espero no te molestes y me comprendas. -Ana Gaby-
Te entiendo perfectamente, pero ¿si puedo mirarte y quedarme a platicar contigo? -Andrea-
Si, será un placer que seas mi acompañante. -Ana Gaby-
No sabía que eras repostera. -Andrea-
Es un secreto muy bien guardado. ¿dónde están tu padre y tu hermano? -Ana Gaby-
No lo sé, salieron por la mañana y aún no vuelven, supongo fueron a comprar algo para la noche. -Andrea-
 
Dieron las 7pm, la cena ya estaba lista, Viridiana había preparado pato a la naranja, Ana Gaby preparó el pastel de 3 leches. Jorge y Andrés ya estaban de vuelta. La familia estaba reunida, Jorge puso música para alegrar el ambiente. Se sentaron a cenar, todos estaban muy contentos, platicando, recordando viejos tiempos, cantando las canciones que se escuchaban. Luego Viiridiana sirvió la cena.
 
Que rico está su pato señora Viridiana, un día debe enseñarme a cocinarlo.  -Ana Gaby-
Cuando gustes Ana Gaby, tu pastel se ve delicioso, ya quiero probarlo. -Viridiana-
¿Tú hiciste el pastel? -Jorge, dirigiéndose a Ana Gaby-
Si señor Jorge, es una receta que me enseñó mi madre. -Ana Gaby-
 
Cuando terminaron de cenar el pato a la naranja, Ana Gaby sirvió el pastel, primero se lo dió a Andrea y Andrés, después a Viridiana y por último a Jorge.
 
Pero que delicia, está muy sabroso. -Viridiana-
Si Ana Gaby, que rico está, te felicito. -Andrés-
Tienes que decirme como hacer esta delicia. -Andrea-
¿Usted no dice nada señor Jorge? -Ana Gaby-
Aún no lo pruebo, es que estuvimos comiendo muchas chucherías en la calle y ya me llené. -Jorge-
Ay papá, no vas a despreciar el pastel de Ana Gaby, dale aunque sea un bocado. -Andrés-
Déjenlo, está satisfecho, ya podrá probar mi pastel después. -Ana Gaby-
Si puedo comerlo, de tantos buenos comentarios de tu pastel muero por probarlo. -Jorge-
 
Seguidamente Jorge dio la primera probada al pastel de 3 leches de Ana Gaby. Al probarlo, Jorge viajó en el tiempo mentalmente y sólo escuchó la voz de Ana Gaby: " mi madre le hacía este pastel a mi abuela cada que cumplía años".
 
Su mente se fue a 1997, al día en que él se cogió por primera vez a su madre y a su media hermana juntas. El sabor de el pastel de Ana Gaby lo llevó a ese instante, festejaban el cumpleaños de Ana y su hija Gaby le había hecho un pastel idéntico tanto en imagen como en sabor y sazón. Pensó en un baile sensual, en ese par de hermosas mujeres, el trío incestuoso que había tenido con ellas, antes de esos momentos probó un pastel con el mismo sabor. Jorge volvió en sí y preguntó...
 
¿Dónde aprendiste a hacer este pastel? -Jorge-
Me enseñó mi madre antes de que muriera. ¿Acaso le sabe mal? -Ana Gaby-
No no, para nada, está delicioso, sólo es que siento como si ya lo hubiera probado antes. -Jorge-
Lo dudo señor Jorge, o tal vez lo probó en otra vida. -Ana Gaby-
Seguramente. -Jorge-
 
La familia terminó de cenar, pasaron a la sala y muy alegremente comenzaron a tomar algunas bebidas. Jorge bailaba con Viridiana, Andrés con Andrea, Ana Gaby sólo los miraba, sonriendo y cantaba la letra de las canciones que estabas. Minutos después Andrea tomó de las manos a Ana Gaby para sacarla a bailar, se divirtieron mucho. La hora de las 12 campanadas llegó, ah llegado el año nuevo.Ya todos estaban con sus copitas de más. La familia come las 12 uvas en el son de cada campana, piden sus deseos en silencio, pero Ana Gaby tiene un sólo deseo, culminar muy pronto su venganza, venganza, venganza, venganza, era lo único en lo que pensaba con cada uva.
 
¿Qué pediste con tus uvas Ana Gaby? -Andrea-
Nada en especial, sólo salud y  bienestar para todos ustedes. -Ana Gaby-
Que linda Ana Gaby muchas gracias. -Viridiana-
La agradecida con ustedes soy yo, han hecho mucho por mi. -Ana Gaby-
Bueno, ya no aguanto más, iré a dormir, aunque primero iré por un té que me ayude a conciliar mejor el sueño. ¿Me acompañas amor? -Viridiana, refiriéndose a Jorge-
Vamos, también estoy cansado. -Jorge-
¿Tan temprano? Uy ni aguantan nada -Ana Gaby-
Quedense ustedes un rato más, nosotros vamos a dormir. Buenas noches. -Jorge-
Yo también iré a dormir, mañana saldré con unos amigos temprano. Hasta mañana chicas -Andrés-
Hasta mañana Andrés. -Ana Gaby y Andrea a la vez-
 
Cuando subió rumbo a su habitación, Andrés entró al cuarto de su hermana, Ana Gaby se quedaría a dormir con ella y seguro harían sus cositas ricas y de nuevo quería verlas en acción, así que se escondió nuevamente en el closet y se dispuso  a esperar a que ellas subieran.
 
Ana Gaby y Andrea siguieron tomando un poco, bailando y platicando. Luego de una hora las chicas se fueron a dormir. Aún ni entraban a la cama y ya estaban muy cariñosas, comenzaron a besarse apasionadamente y se fueron a la cama. Andrés silenciosamente las observaba, era tan rico verlas ahí, comiéndose a besos. Se quitaron salvajemente sus prendas y Ana Gaby aventó a Andrea a la cama, ahí abrió sus piernas y comenzó a lamer sus verijitas, rosaditas y deliciosas, Andrea disfrutaba de la lengua de su mujer, era delicioso sentirla ahí. Andres sólo miraba a travéz de las rendijas del closet. Esa escena lo había prendido demasiado.
Ahora el turno de perderse en la selva de la pasión era de Andrea, bajó a comerse el coñito de su amada, tan suculento, podría pasar ahí toda su vida. Ana Gaby gemía de placer. A pesar de que conoció a Andrea virgen y sin experiencia sexual había aprendido a utilizar muy bien la lengua.
 
Hay chiquita que rico. -Ana Gaby-
Yo sé que te fascina mi lengua mi amor. -Andrea-
Sube chiquita, quiero sentirte. -Ana Gaby-
 
Andrea subió sobre Ana Gaby, juntando las rajitas tan ricas que tienen. Comenzando un movimiento sexy, un vaivén que se veía muy cachondo, Andrés se masturbaba al verlas. Andrés interrumpió un momento su manuela cuando escuchó la puerta de la habitación abrirse, el closet estaba junto a la puerta así que puso oír sin dificultad alguna. Al observar por el otro lado del closet el que da junto a la puerta, pudo ver a su padre que observaba a esas bellas damitas en plena acción sexual. A Andrés se le vino el mundo encima, creyó que su película XXX en vivo se había terminado, pensó en el escándalo que se haría cuando ellas se dieran cuenta que su padre las observaba y que seguro iría a decirle a su madre y correrían a Ana Gaby de su casa, de su trabajo y muchas cosas más.  
 
¿No me invitan a jugar muñecas? -Jorge, entrando al cuarto y cerrando la puerta con seguro-
No necesitas invitación, puedes jugar con nosotras cuando quieras cariño. -Ana Gaby-
 
Andrés se llevó una gran sorpresa, no sólo las chicas habían actuado indiferentes ante la presencia de Jorge, sino que también él estaba enterado de lo que hacían y hasta lo habían invitado a jugar.
 
Jorge comenzó a besar la espalda de Ana Gaby mientras acariciaba sus pechos, luego de un momento la movió y la recostó sobre Andrea, ambas rajitas una sobre la otra, Jorge bajó hacia ellas y comenzó a lamerlas, empezaba con una, terminaba en la otra, era algo muy rico para la lengua de Jorge y así como estaban ellas, Jorge se quitó su ropa de dormir y empezó a penetrarlas, una a la vez, comenzó con la rajita de Andrea  que era la que estaba más abajo, momentos después de penetrarla a ella empezó con Ana Gaby.
 
Que rico nos haces papito, danos duro nos gusta. -Andrea-
Yo se lo que les gusta mis putitas, ahorita les daré leche. -Jorge-
Si amor, danos todo lo que quieras, somos tuyas. -Ana Gaby-
 
Andrés sólo miraba desde el clóset, ver a su padre en acción con su hermana y aquella chica era un gran espectáculo, jamás espero eso de su papá. Además así pudo ver que su padre tenía un excelente físico y un miembro envidiable.  Jorge seguía en lo suyo con sus mujeres, la pasión estaba desbordante, Jorge comenzó a penetrar y sacar, meter su verga a la otra rajita, penetrar y sacar, metía a una y luego a la otra hasta que no pudo más y comenzó a llenarlas de leche.. Las chicas extaban excitadisimas, pero no podían desperdiciar ese suculento manjar que su padre había creado, así que se pusieron en 69 y comenzaron a limpiarse una a la otra, tomando con sus lenguas el semen, sus jugos, era delicioso. Cuando casi terminaron de limpiar esa zona, escucharon un ruido que provenía del closet.
 
¿Escucharon eso? Parece que se cayó algo del closet -Andrea-
Tal vez hay ratones. -Ana Gaby-
¿Ratones? Hay no, que asco. -Andrea-
Tranquilas chicas, vamos a ver. -Jorge-
Aquí te esperamos papá, que tal si Ana Gaby tiene razón. -Andrea-
 
Andres se puso muy nervios, estaban a punto de descubrirlo, en su incomodidad de estar en la misma posición por mucho rato se movió un poco, pero no vio una caja que estaba ahí y con el gancho de ropa sin querer la tumbó y fue lo que ocasionó el ruido que los demás escucharon. Jorge se acercaba a la puerta y lentamente la abrió, primero se asomó por una pequeña apertura pero no vio nada fuera de lo normal.
 
Nada que temer, no hay nada niñas. -Jorge, aventando la puerta del closet-
¿Esas son unas piernas? -Andrea, apuntando bajo la ropa que colgaba-
 
Jorge quitó la ropa de jalón y pudo ver a su hijo Andrés, quien tapaba su cara con las manos.
 
Andrés, ¿qué haces aquí y escondido? -Jorge-
Papá ¿Qué haces tu aquí teniendo sexo con mi hermana y su amiga? -Andrés-
 
Continuará...