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La Venganza Es Dulce VII

en Amor filial

 

 
 Eso no puede ser Jorge, hace muchos años que dejé a mi hijo, tú no puedes ser él, tu eres Jorge, mi novio. -Decía Ana con lágrimas en los ojos-
Toma, a ver si esto te dice algo al respecto. -Le dijo Jorge, aventándole un folder con algunos papeles-
 
Ana tomó el folder y empezó a ver su contenido, miró la foto de un recién nacido, detrás de dicha fotografía decía "R.N. Durán Martínez" después vio un documento el cual decía " Yo, ANA DURÁN MARTÍNEZ  decido dejar la patria potestad de mi hijo (a) a esta institución" y al pie del documento la firma de ella. Al mirar esos documentos empezó a llorar mucho más, los terribles recuerdos de como fue concebido si hijo se le vinieron a su mente, volvió a recordar el día que la violaron, como si lo estuviera viviendo.
 
Jorge,  yo.. yo.. -Dijo Ana llorando y tartamudeando-
¿Qué pasa mamá? ¿Cómo que abandonaste un hijo? -Gaby peguntaba confundida-
Lo que pasa Gaby es que ella es mi madre, tu y yo somo hermanos, tal vez no somos hijos del mismo padre, pero si somos hijos de ella, pero a mi me abandonó, me tiró como un objeto viejo. -Jorge, con tono de reproche-
Por favor, vamos a hablar, necesito explicarte. -Ana-
No tienes que explicarme nada, yo te estorbaba por eso te deshiciste de mi Ana, pero gracias por eso, mis padres adoptivos son mucho mejor que tu, eres una basura Ana, no merecías ser madre, te odio. Lo único que les voy a agradecer es tanto placer, son excelentes amantes, son muy buenas en la cama, hasta nunca -Dijo Jorge marchándose para jamás volver.-
 
Ana sintió que el mundo se le vino encima, sintió hundirse en un hoyo negro, sin salida. Los recuerdos tormentosos de 1968 llenaron su mente, su hija Gaby quería explicaciones, pero Ana no podía siquiera hablar; así pasaron la noche, entre lágrimas y un gran trago amargo.
A la mañana siguiente Ana estaba un poco más tranquila pero aún lloraba en silencio, Gaby quería explicaciones pero Ana no le decía nada. Su hija le llevó un té para calmarla, minutos después empezaron las interrogantes..
 
Mamá, ¿Ahora si me puedes explicar que pasa? Estoy confundida no entiendo nada, ¿En verdad Jorge es tu hijo? -Gaby-
Al parecer sí hija, la foto que me mostró es mi hijo recién nacido, los documentos, yo los firmé, me acuerdo, lo que no sé es como llegaron a sus manos y como fue que me encontró. -Ana-
¿Por qué lo abandonaste? -Gaby-
Esa es una historia muy dolorosa hija, algo de mi pasado que después de muchos años pude superar. -Ana-
Cuentáme mamá por favor, necesito saberlo, Jorge es mi hermano mamá, mi hermano. -Gaby-
 
En 1967 yo era una joven estudiante, solo me dedicaba a mi escuela, no tenia novios, no quería compromisos hija, solo quería terminar mi carrera. De vez en cuando salia con mis amigas pero era muy poco. Una noche salí con una amiga, fuimos a una fiesta y yo me tuve que regresar por que tenia clases, tenía que dormir un poco, unos muchachos que conocí en esa fiesta quisieron darme aventón pero me negué, uno de ellos me amenazó con una navaja, me hizo subir al coche, me llevaron a una casa, ahí me violaron, me hicieron lo más sucio que puedan hacerle a una mujer hija, me tuvieron por su propia fuerza, sufrí muchísimo mi amor, tanto dolor físico como emocional. Me tiraron, toda sucia y la ropa rota, caminé mucho, una señora me auxilió y me llevó a casa. Me sentí sucia muchas semanas hija, pude superarlo un poco y fue cuando me di cuenta que estaba embarazada, de alguien que ni siquiera conocía, a pesar de que traté de tomar abortivos, nunca perdí al niño, aún cuando lo sentía moverse dentro de mí, no me nació cariño por él, sólo me recrdaba mi desgracia.  El momento del parto fue doloroso, muchas horas de trabajo, nació y no quise ni verlo. Antes que me dieran de alta le pedí ayuda a una enfermera para que me consiguiera la dirección de un orfanato, primero se negó, pero le dije que tampoco quería dejar al niño abandonado a su suerte y me la consiguió. Fui y lo entregué y me hicieron firmar ese documento, ya de ahí jamás supe de mi hijo, hasta ahora que Jorge hizo todo esto. Me siento fatal. -Ana le contaba a su hija-
 
Pero el bebé no tenía la culpa de nada mamá, si no pudiste abortarlo fue por algo, tal vez era una señal para que te quedaras con él; ahora ya vez, te hizo pagarlo muy caro mamita. -Gaby-
Déjame sola hija, no quiero hablar más de esto por favor. -Ana-
 
Gaby obedeció a su madre, la dejó sóla, hundida en sus pensamientos. Ella se fue a la sala, pensativa también, llorando, la tomaron como parte de una venganza hacía su madre, ella no tenía la culpa de nada y la utilizaron. Estaba muy dolida, Jorge las hizo sufrir. Momentos después tocaron a la puerta.
 
Buenas tardes, soy el licenciado Ochoa, vengo a hacer válida esta orden de desalojo. -Decía un señor de traje, un licenciado-
¿Qué? ¿Desalojo? ¿Eso por qué? -Preguntó Gaby confundida-
El dueño de la casa dio como límite el día de hoy para tomar posesión de sus bienes, esta casa y el coche que está afuera. -Licenciado-
Yo no eh hecho tramite con el comprador, él salió de viaje y no llegó a la cita para la compra, la retraso para 15 días después. -Salió Ana diciendo eso-
La casa ya está vendida señora, ya le han pagado el monto acordado por la casa y por el carro. -Licenciado-
No eh recibido centavo alguno señor, yo no eh vendido nada aún y ya no pienso vender. -Ana-
Aquí están los documentos firmados por usted señora Ana, en donde acepta que ah recibido la cantidad acordada y que para el día de hoy la casa estaría lista para el nuevo dueño. -Licenciado-
 
Ana tomó los documentos, eran los papeles que le había firmado a Jorge, no podía creerlo, Jorge la había engañado, había vendido la casa y el auto y él recibió el dinero. Ana y Gaby se negaron en salir de la casa y se encerraron. El Licenciado llamó a la fuerza pública para hacer válido el papel. Sacaron por la fuerza madre e hija de su casa, de su hogar; el hogar que le heredaron sus padres a Ana, el lugar que vio nacer y crecer a Gaby, ahora ellas estaban en la calle, sin un lugar a donde ir, sin que comer, sin un centavo, sin familiares quien pudieran apoyarlas, estaban completamente solas, sólo se tenían la una a la otra y un poco de dinero que tenían ahorrado, pero no era suficiente como para vivir.
 
Ana y Gaby pasaron esa noche en la oficina, el trabajo de Ana. No tenían a donde ir, no tenían a quien recurrir, Jorge las había dejado en la calle y prácticamente en la ruina.
 
Estás muy callada mamá ¿Qué tienes? -Preguntó Gaby abrazando a su madre-
Estoy recordando unas palabras que me dijo la enfermera cuando me dio la dirección del orfanato. -Ana. cabizbaja-
¿Y qué palabras fueron esas? -Gaby-
La enfermera me dijo "Toda acción se paga en la vida y las malas acciones se pagan aún peor. Ese niño un día va a crecer, sabrá la verdad y una de dos, o la perdonará o la odiará y el odio es el peor enemigo de las personas." -Ana-
Jorge nos odia mamá. -Gaby-
Si hija, todo por mi culpa, por culpa de esos canallas que me violaron. -Ana-
Pero él ya se la cobró con nosotras mamá, ¿ahora que pasará? -Gaby-
No sé Gaby, estamos solas y en la calle y espero un hijo, de mi hijo, no tengo perdón -Ana-
 
Cansadas de tanto llorar, Ana y Gaby volvieron a quedarse dormidas. Pero ahora en pesadillas Jorge seguía haciendo sufriir a Ana, le reprochaba el haberlo abandonado, se burlaba de ella, la cogía pero esta vez diciendole " que puta eres mamá, eres mi puta mamá puta, mamá puta puta mamá" esas palabras sonaban en el sueño de Ana; también en el sueño, tuvo a su bebé, el hijo de Jorge, la misma imágen de Jorge de recién nacido. 
 
Ana despertó muy asustada, las imágenes de su sueño aun retumbaban en su cabeza, se sentía muy mal, no podía más. Salió corriendo de la oficina, corriendo sin rumbo, sólo quería alejarse, que esas sombras llamadas pensamientos la dejaran tranquila, pero entre más corría más mal se sentía, más desesperada estaba. Tan cegada estaba con sus pensamientos que Ana no se fijaba a quien empujaba, por donde pasaba, ella sólo quería alejarse y siguió corriendo sin rumbo. 
 
En todos los rostros veía a Jorge, entre más huía, más se lo encontraba. Un policía la observaba desde lejos se acercó, la detuvo del brazo...
 
Señora, ¿qué le pasa? Dígame ¿En qué puedo ayudarla? -Policía-
Déjame Jorge, no quiero verte nunca.-Ana-
Usted me confunde señora, déjeme ayudarle. -Policía, sujetándola con más fuerza-
Déjame en paz ya, ya por favor. -Dijo Ana, forcejeando con el policía y soltándose de él-
 
Ana comenzó a correr, el policía iba tras ella, trataba de alcanzarla, veía muy mal a esa señora. Ana, pensando que Jorge era quien la perseguía corría con más fuerza. Subió a un puente peatonal, el policía tras ella, tratando de alcanzarla.
 
Señora por favor pare, sólo quiero ayudarla, la veo muy mal. -Policía-
Ya déjame Jorge,  no quiero volver a verte nunca, nunca Jorge. -Dijo Ana-
¿Qué está haciendo señora? Por favor bájese de ahí, señora no haga una tontería. -Policía-
 
Ana estaba cegada por su locura, pensando que Jorge era quien la perseguía subío al pasamanos del puente... Y se lanzó al vacío, fue embestida por un coche, el cual no pudo frenar para no dañar a Ana, le siguieron 3 coches más antes de parar el tráfico. Ana murió al instante; el recuerdo de Jorge, las locuras de sus pensamientos llevaron a Ana al suicidio.
 
Mientras tanto, en la oficina de Ana, estaba su hija Gaby, dormida,. Entro la recepcionista, no eran horas ni día laboral así que Gaby se sorprendió.
 
¿Qué haces aquí? Hoy no te toca trabajar. -Gaby-
Gaby, es que pasó algo en el Centro y yo sabía que tu estabas aquí por que no te ví allá -Recepcionista-
¿Qué pasó? Gaby-
Es tú madre Gaby, pasa algo con ella. -Recepcionista-
¿Qué pasa con ella? ¿Dónde está? -Preguntó Gaby angustiada-
Tu mamá está en el Centro Gaby, tuvo un accidente. -Recepcionista-
¿Qué accidente? ¿En qué hospital está? -Gaby-
No está en el hospital, Gaby, tú mamá, murió; la atropellaron. Dijo la recepcionista, soltandose en llanto-
 
Gaby se quedó muda de la impresión,  no podía decir nada, sólo se soltó a llorar, llorar y llorar. Entró en una gran depresión. Durante el velorio de Ana, su hija estaba ida, no respondía a nada de lo que le decían, estaba como muerta en vida. Lo único que decía era "mi hermano tiene la culpa" "mi hermano, nos la va a pagar" pero no decía nada más. Después del velorio, Gaby fue llevada al Centro Psíquiatrico de Orizaba. La muerte de su madre la impactó tanto que no salía de su mundo de depresión, mencionando a un hermano que nadie conocía.
 
**Orizaba Veracruz. Diciembre de 1997**
 
Hola Carlos, amigo del alma ¿Cómo has estado? -Era Jorge llamando a su amigo de Orizaba-
Excelente compañero, te extrañamos por acá. -Carlos-
Yo también los extraño, pero al fin estoy alcanzando mis sueños políticos. -Jorge-
Me da mucho gusto amigo, te felicito. -Carlos-
¿Y qué novedades hay por allá? ¿Qué me cuentas? -Jorge-
Todo tranquilo por acá, sabes que es una Ciudad chica, acá casi ni ocurre nada. Bueno, hace casi 2 meses pasó algo que dejó impactado a medio Orizaba. -Carlos-
¿Qué pasó compadre? -Jorge-
Se suicidó la directora de la revista local ¿Sabes de quién te hablo? -Carlos-
Si, si ya se quien es -Dijo Jorge sorprendido-
Es lo más ruidoso que ah habido por acá, después del suicidio su hija se volvió loca -Carlos-
¿Qué? ¿Y eso como estuvo? -Jorge, aún más sorprendido-
Pues la señora se tiró de un puente peatonal, nadie sabe el motivo, ella estaba embarazada, y su hija se quedó completamente sóla, yo igual me hubiera enloquecido. -Carlos-
Si, posiblemente yo también. Bueno amigo me dió un gusto saludarte, debo irme el deber me llama.- Jorge, despidiéndose-
Me dio gusto saludarte, no te pierdas tanto. Hasta pronto. -Carlos-
 
Jorge quedó impactado con la noticia, Ana había muerto y Gaby estaba en un centro psíquiatrico, no podía creerlo. No esperaba algo así para ellas, sólo quería hacerlas sufrir y dejarlas en bancarrota. Sabía que jamás tendría sexo tan delicioso como lo tuvo con su madre y con su hermana , pero lo que más le importaba ahora, era saber que su plan de venganza le había salido perfecto, con un final inesperado, pero perfecto para el, al fin Jorge estaba vengado.
 
Continuará...
 
 
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