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La Venganza Es Dulce XII

en Amor filial

Pasaron 2 semanas, Ana Gaby y Andrea siguieron con su relación, iban 2 o 3 veces por semana a casa de Ana Gaby, tenían sus clases de francés, sus ricas sesiones de sexo oral, Andrea se enamoraba más de ella, Ana Gaby sabía perfectamente lo que estaba pasando y que sólo utilizaba a Andrea para poder acercarse a su padre.

 
Mi amor, Andrés y yo cumpliremos  17,  el día último, mis padres siempre nos hacen una fiesta  sin importar el día de la semana que caiga, me encantaría que nos acompañaras ¿crees que puedas pedir permiso en tu trabajo ? -Andrea-
¿Tu cumpleaños? ¿Fiesta? ¿Tus padres? -Ana Gaby-
Si amor, ¿por que te pones nerviosa? -Andrea-
No lo sé, no me eh imaginado cerca de tus padres, en tu ambiente, con tu gente. -Ana Gaby-
No pasará nada, anda por favor, dime que si nos acompañarás. -Andrea, parando la boca para un besito-
Esta bien Andreita, hablaré con mi jefa para que me de descanso ese día y turno de tarde al día siguiente para acompañarte hasta que termine la fiesta. -Ana Gaby, respondiendo al pico.-
 
Luego de unos días de espera, el día de la fiesta llegó, Andrea muy temprano fue a buscar a Ana Gaby para acompañarla a comprar un lindo vestido y unos zapatos para la ocasión. 
 
Mi amor hermosa feliz cumpleaños corazón, espero que disfrutes tu día y que la pases de maravilla. -Ana Gaby, abrazando, besando y entregándole una rosa-
Gracias amor, lo más bonito de mi cumpleaños es que tu estarás conmigo, te amo. -Andrea-
 
Nuevamente se besaron, sin pensarlo empezaron a desnudarse, el calor de el cuerpo de cada una invadía la habitación, entre besos y caricias Ana Gaby bajó a los pechos rosados de Andrea, empezó a chuparlos con sensualidad, mientras ligeramente arañaba la espalda de su media hermana. Andrea sentía rico, le gustala la sensación de succión que Ana Gaby hacía, mamando como su fuese un bebé alimentándose. Minutos después bajó al coñito de Andrea, tan rico, tan perfecto tan perfumadito, imposible resistirse a saborearlo, comenzó a recorrerlo con la punta de su lengua mientras con su dedo pulgar masturbaba el clítoris de Andrea, ella sin palabras, sólo disfrutaba las delicias que le hacía Ana Gaby.
 
Mi amor, por favor, penetrame, mete tus dedos en mi, arrebata mi virginidad, quiero que seas la primera. -Andrea, muy caliente-
Me encantaría mi amor, pero quiero que ese sea un momento único, ahora no es cuando. -Ana Gaby-
Está bien, pero por favor, que sea pronto. Mmm no pares me chupas bien rico. -Andrea-
 
Ana Gaby siguió devorando esa papayita perfecta, hasta que después de unos instante terminó toda empapada, oliendo a orgasmo. Andrea excitada y agotada dio un suspiro y se recostó en la cama.
 
Que rico regalo de cumple mi amor, gracias. -Andrea-
Nada que agradecer chiquita, eres un encanto. Ahora debemos irnos o se nos hará tarde. -Ana Gaby-
 
Andrea volvió a vestirse, Ana Gaby se alistó y salieron, vieron algunas tiendas, al fin después de tanto ver encontraron un vestido perfecto para Ana Gaby, un vestido largo, en color rosa, un buen escote que para el busto que tiene Ana Gaby le sienta perfecto, sin espalda y con apertura en una pierna, unos zapatos de tacón alto también en color rosa. Andrea quedó encantada en como se veía su mujer con esas prendas, seguramente sorprendería a más de una persona en la fiesta. Fueron a desayunar, para luego marcharse. Saliendo de el centro comercial...
 
Mira, ahí va mi padre. Papá, papá!! -Andrea, gritando y haciendo señas a un coche.-
Jeee, creo que no te miró. -Ana Gaby-
No nos vio, que mal, bueno, tomemos un taxi. -Andrea-
Si chiquita, no nos queda más. -Ana Gaby-
¿Alcanzaste a ver a mi papá? -Andrea-
Si, está muy guapo; si fuera mi padre me gustaría tener sexo con él. -Ana Gaby-
¿Te atreverías a tener sexo con tu padre? -Andrea, sorprendida por dicha declaración-
¿Por qué no? ¿Por que van a disfrutar otras personas lo que yo tengo en mi propia casa. -Ana Gaby-
 
Andrea no dijo nada más, pero se le quedó en la cabeza la idea del incesto. Se dirigieron a casa de Andrea, ahí ya estaba su padre, su madre y Andrés.
 
Hola Ana Gaby que gusto verte por aquí, estás en tu casa, que bueno que nos podrás acompañar a festejar nuestro cumpleaños. -Andrés-
Como no voy a estar presente en el cumpleaños de mis mejores amigos, ven acá, felicidades muñeco, que seas muy feliz y cumplas muchísimos años más, que la vida te cumpla todos tus deseos. -Ana Gaby abrazando y felicitando a el chico.-
Gracias por tus buenos deseos amiga, te apreciamos mucho. -Andrés-
Y yo a ustedes, mis únicos amigos. -Ana Gaby-
Ven, mis papás seguro están en el jardín alistando las cosas, te los voy a presentar. -Andrea-
 
El momento que Ana Gaby esperaba desde hace años se acercaba, por fin iba a conocer personalmente a su padre, al hijo de su abuela, a el hermano de su madre, a Jorge, a quien sólo a visto en fotografías. La invadió un momento de rabia, recordó los últimos instantes de vida de su madre, la carta de su madre pidiendo venganza, quiso llorar al tener a su madre en mente, tuvo que contenerse, se acercaban al jardín y a lo lejos miró a la madre de  Andrea y a Jorge padre de ambas.
 
Hola papá, mamá, miren, quiero presentarles a mi alumna de francés. -Andrea, acercándose a ellos, llevando a Ana Gaby de la mano-
Pero que jovencita tan guapa, mucho gusto, mi hija está encantada de enseñarte francés. Soy Viridiana. -Viridiana, mamá de Andrea.-
Papá, ahorita colocas esos globos, mira, quiero que conozcas a mi amiga. -Andrea, insistiendo para que Jorge deje de hacer lo que hace-
Mucho gus...to -Jorge, volteando a mirar y sorprenderse por tan linda muchachita.-
Mucho gusto señor Jorge. -Ana Gaby-
Ella es mi amiga Ana Gaby papá, mi alumna de francés. -Andrea, presentándola-
Buenas tardes señor. -Ana Gaby-
¿Y de dónde eres? Tienes acento diferente. -Jorge, mirando sorprendido.-
Soy de Veracruz señor. -Ana Gaby-
¿Veracruz? ¿De qué parte? ¿Cuáles son tus apellidos? -Jorge-
De el Puerto señor, soy Ana Gabriela Ruiz Ruiz. -Ana Gaby, mintiéndole en esos datos.-
¿Y dónde están tus padres? -Jorge-
Soy huérfana señor. -Andrea-
Ya papá, pareces detective. -Andrea-
Lo siento hijita, pero sabes que me gusta saber con quien te juntas. Mucho gusto señorita, si eres amiga de mi hija, eres amiga de toda la familia, estamos para servirte. ¿Y a que te dedicas? -Jorge-
Trabajo señor. Y su hija me da clases de francés. -Ana Gaby-
¿Y en que trabajas nena? -Viridiana-
En el 7 Eleven que está frente a la escuela de Andrea y Andrés. -Ana Gaby-
Ese empleo no es para una chica tan bonita como tú, es muy inseguro y pagan muy poco, mi amor ¿podrías emplearla en algo mejor en tu oficina? -Viridiana-
Oh es buena idea Ana Gaby, así ganarás un poco más de dinero y ya no traerás turnos rotativos, ¿En verdad puedes conseguirle algo mejor papá? -Andrea.-
Bueno, que se presente el lunes en mi oficina, que se identifique, le daré ordenes al guardia para que la deje pasar y a ver en que podemos emplearla. -Jorge-
Hay señor, no quiero molestar. -Ana Gaby-
No es molestia, te espero el lunes en mi oficina. -Jorge-
Perfecto, vamos a mi cuarto Ana Gaby, vamos a arreglarnos, se acerca la hora de la fiesta. -Andrea-
Compermiso señores, mucho gusto y gracias. Voy con Andrea, nos vemos más tarde. -Ana Gaby-
 
Jorge no pudo evitar quedar impresionado con la belleza de la chiquilla, ha tenido muchas mujeres, pero esa morrita es de trofeo. En el fondo de su mente le recordaba a alguien pero no sabía a quien. 
 
Mientras tanto Andrea y Ana Gaby se alistaban en la recamara, no pudieron contenerse y se besaron, un besito sensual, con ropas ligeras puesto que se cambiaban. Andrés las llamó pero ellas estaban perdidas en su beso, no lo escucharon, él abrió la puerta silenciosamente y las vio, fue una sorpresa para él, sin hacer ruido cerró la puerta y se fue, quedando ese beso en su mente. Las chicas terminaron de arreglarse, lucían tan bellas y elegantes, con sus vestidos coquetos, su pelo alaciado y un maquillaje adecuado. 
 
Salieron a el jardín, ya estaban los invitados en la fiesta, Viridiana y Jorge recibían a quienes llegaban, Andrés con sus amigos. Jorge quedo boquiabierto al ver a ese par de jovencitas tan hermosas, su hija se estaba convirtiendo en mujer muy rápido y su amiga Ana Gaby se veía tan deliciosa con ese escote pronunciado.
La fiesta marchó perfecta, asistieron todos los amigos de los cumpleañeros, amigos de Jorge, gente importarte en la política de Monterrey, dos grupos musicales tocando en vivo, luces, humo, mañanitas.  Ana Gaby le echaba miradas a su padre, un hombre muy bien cuidado, con algunas canas, una barba de candado que lo hacía lucir más varonil, a sus 48, parecía de 35. 
 
Pasaron los días, llegó el lunes. Ana Gaby tendría que ir a trabajar de turno de tarde así que se presentó en la oficina de Jorge por la mañana.
 
Buenos días, vengo a ver al señor Jorge Herrera. -Ana Gaby-
¿Cuál es su nombre? -Guardia-
Ana Gabriela Ruiz Ruiz. -Ana Gaby-
Si, el señor Jorge me pidió la llevara con él cuando llegara, por favor, sigame. -Guardia.-
 
Ana Gaby caminó siguiendo al guardia. Luego de caminar por unos largos pasillos llegaron a una pequeña sala en la cual el guardia le indico que esperara un momento.  El guardia entró por una puerta, segundos después salió y le indicó a Ana Gaby que podía pasar.
 
Buenos días señor Jorge ¿Cómo está? -Ana Gaby-
Muy bien niña, trabajando, no hay de otra. Ahora veamos que podemos hacer por ti. -Jorge, mirándola de pies a cabeza-
Muchas gracias señor Jorge, no sabe cuanto se lo agradezco. Necesito un buen empleo por que quiero estudiar y necesito sostenerme. -Ana Gaby-
¿Ya tienes la mayoría de edad? -Jorge-
Si señor, mi cumpleaños fue en julio. -Ana Gaby-
¿Y vives sola? -Jorge-
Si señor, como le comenté en la fiesta de sus hijos, soy huérfana, de mi padre no supe nada puesto que mi mamá fue madre soltera, ella murió hace 3 años. Sólo tengo una señora que adopté como tía pero ella se fue a vivir a México y yo me vine a probar suerte acá. -Ana Gaby-
Que mal Ana Gaby, lo siento. -Jorge-
Gracias señor, le agradezco a la vida que me puso en el camino de Andrea, ella es ahora mi familia adoptiva, es como mi hermanita. -Ana Gaby-
¿No has tenido algún novio o un amigo con el que hayas vivido? -Jorge-
No señor, jamás eh tenido novio y menos amiguitos, soy virgen;  no me gustan los chicos de mi edad, me parecen niños. -Ana Gaby-
 
Ese comentario puso a Jorge al borde de la lujuria, la niña le gustó mucho, una jovencita muy hermosa, unas tetitas muy lindas, un culito parado y si además era virgen, bien que valía la pena arriesgar.
 
Te podría emplear aquí, como mi recepcionista, recibiendo a la gente que viene a verme, ofreciéndoles café, refresco, lo que gusten, respondiendo llamadas, agendando citas, atendiéndome a mi. El sueldo dependerá de lo que estés dispuesta a arriesgar. -Comentaba Jorge-
Encantada señor Jorge muchas gracias, por atenderlo a usted estoy dispuesta a complacerlo y obedecerlo en todo. -Ana Gaby-
¿A todo? -Jorge-
A todo señor Jorge, lo que usted pida, sin límite alguno. -Ana Gaby-
Mira que esas palabras son muy comprometedoras Ana Gaby, dan muchas cosas que entender, encierran mucho. -Jorge-
Y yo estoy dispuesta a cumplir, usted me acaba de emplear, se lo agradezco infinitamente, no quiero fallarle. Quiero corresponder al favor que usted acaba de hacerme y estoy dispuesta a complacerlo en todo, en todo señor Jorge, TODO. -Ana Gaby-
¿A partir de cuándo? -Jorge-
Desde ya mismo señor, desde este momento. -Ana Gaby-
 
Jorge sacó una fuerte cantidad de dinero de su escritorio y se lo entregó a Ana Gaby.
 
Con esto te alcanza para que te compres algunos vestidos finos, ropa para trabajar, ropa interior, zapatos, maquillaje, bolsa. Quiero que vayas a un departamento que tengo aquí cerca, aquí esta la dirección y la llave. Ahí llegaré después de las 8pm, quiero que ya estés ahí por favor; para que me modeles la ropita que hayas comprado -Jorge-
Gracias señor Jorge, verá que no se va a arrepentir. -Ana Gaby-
Eso espero Ana Gaby. Nos vemos en la noche. -Jorge.-
Hasta la noche señor. -Ana Gaby-
 
Cuando Ana Gaby salió de la oficina, Jorge se quedó pensando... " ¿A quién me recuerda esta muchacha? ¿A quién a quien?"
 
Ana Gaby salió muy contenta de la oficina de Jorge, su idea de seducirlo al parecer está siendo más fácil de lo que pensó. Se dirigió al 7 Eleven al que trabaja, se presentó a renunciar; le dijo a su jefa que había enfermado su tía de México y tenía que irse de urgencia a aquella Ciudad. No quiso comentarle que se iba por otro empleo.
 
Después se dirigió al centro comercial a comprarse la ropa. Siete vestidos distintos en color y estilo, pero con escotes muy coquetos. Lencería sexy, diminutas micro tangas, baby dolls, zapatos de tacón alto. Salió con muchas bolsas llenas de ropa, maquillaje y zapatos. Se dirigió a la dirección que Jorge le dio en el papel. Minutos más tarde llegó al departamento; en una buena zona, muy amplio, amueblado, con todas las comodidades que ella había soñado. Llamó a Andrea para decirle que la iría a ver al día siguiente, Andrea tenía demasiada tarea, así que no tuvo problema por no verla, al contrario, así le avanzaría a sus pendientes escolares. 
 
Esa noche, al terminar sus labores en la oficina, Jorge se preparó para pasarla bien con esa chiquilla, a pesar de su edad se conservaba en forma, pues ha tenido muchas amantes a las que les cumplia excelentemente como hombre, pero pensaba que esta niña iba a llevarse entre los pies a todas ellas. Cuando llegara a "formarla" a su gusto, con su juventud desvordante y su inigualable belleza tendría que dedicarle toda sus fuerzas. Llegó al departamento a las 8:15pm, abrió la puerta con su propia llave; Ana Gaby escuchó el ruido de la puerta e inmediatamente se paró, se había puesto un diminuto vestido negro, que la hacía lucir guapísima. 
 
"¡¡Wooow!! pero que mujer tan hermosa, que bomboncito, que cara tan dulce, que tetas tan ricas, piernas deseables mmm deliciosa la chiquita" Fue lo primero que pasó por la mente de Jorge al ver a Ana Gaby.  Se sintió muy afortunado de que a su edad pudiera tener a una jovencita como ella. Estaba tan agradecido con su hija Andrea por haberla puesto en su camino a Ana Gaby, de premio pensaba mandarla de viaje a Europa o a donde su hija quisiera. Ana Gaby rápidamente fue a recibirlo, le quitó el saco y le aflojó la corbata para que se sintiera más cómodo.
 
Bienvenido a su casa señor Jorge ¿Quiere que le modele lo que eh comprado? -Ana Gaby-
Perfecto, pero empieza con la ropa interior ¿Quieres? -Jorge-
Lo que usted me diga señor Jorge. -Ana Gaby-
 
Ana Gaby le sirvió una copa de vino del surtido bar que tenía en el departamento, lo empujó lentamente hasta hacerlo sentarse en uno de los sillones, después, delante de él, se quitó el vestido negro que traía puesto, quedando en diminuta tanga, también en color negro, y un ligero brassiere negro semi transparente que hacía notar sus deliciosos y bellos pezones rosados. Jorge tuvo una tremenda erección, sentía que iba a reventar, ya no soportaba más.
 
Señor Jorge, parece que este pantalón está algo incómodo, permita que le ayude. -Ana Gaby-
 
Rápidamente Ana Gaby se hincó frente a Jorge, desabrochó su pantalón y luego de bajar un poco el boxer de Jorge, saltó una tremenda verga. La tomó con una mano, se la llevó a la boca y con cierta torpeza comenzó a mamársela. A pesar de la inexperiencia de Ana Gaby, Jorge se sentía en la gloria, ella experimentó cierto placer con el hecho de saber que le estaba mamando la verga a su padre, así como también le chupaba la rajita a su hermana, aunque ellos no tuvieran idea de el parentesco.
 
Mmm chiquita, que rico me la mamas. -Jorge-
Nunca había mamado, ¿lo hago bien? -Ana Gaby-
Delicioso chiquita muy rico -Jorge-
 
Ana Gaby aceleró sus movimientos y las caricias con su lengua, lo que provocó el primer orgasmo de Jorge. Estaba encantado con tan tremenda chiquilla. 
 
Me estoy viniendo chiquita, auugg que rico! Te voy a dar toda mi leche en esa boquita tan sabrosa. -Jorge-
 
Luego de vaciar su carga de leche en la boca de Ana Gaby, tomó varias copas de vino más, intercambió besos apasionados y caricias con esa hermosa mujer. Después de un rato Jorge estaba dispuesta a desvirginar a esa chiquilla.
 
¿En verdad eres virgen chiquita? -Jorge-
Si señor Jorge, usted será el primero si así lo desea. -Ana Gaby-
 
Jorge desnudó desesperadamente a Ana Gaby, le arrancó esa tanguita negra y bajó su brassiere. Se quitó toda la ropa, ambos quedaron completamente desnudos. Jorge recostó a Ana Gaby en el sofá, abrió las piernas de ella, colocó su verga en la entrada de esa pequeña cosita, poco a poco empujó su miembro largo y ancho hasta sentir la barrera del himen, a Ana Gaby eso le molestaba, pero se aguantaba; al sentir la barrera Jorge empujó con fuerza hasta sentir desgarrar esa pequeña telita de carne. Ana Gaby se arqueó de dolor, pero se aguantó. Ambos sintieron un ligero sangrado pero eso no los detuvo. Jorge empezó a acelerar sus movimientos y Ana Gaby respondía a su pasión.
 
Ay chiquita que rico coñito tienes mi vida, que delicia. -Jorge-
Que rico se siente señor Jorge, me bueno que usted es el primero, mmm no pensé disfrutar tanto con una verga. -Ana Gaby-
Te voy a querer mucho chiquita, complaceme siempre así. -Jorge-
 
Después de unos minutos, Jorge y Ana Gaby tuvieron un rico orgasmo, que los dejó a ambos agotados. Durmieron por un rato, exhaustos de tanto placer. Luego de 2 horas de relax, Jorge iba por el último agujero de Ana Gaby, su anito. Colocó a la chica a cuatro patas, lubricó con su propia saliva.  Colocó la verga en la entrada del culo de la chamaca y se lo metió, despacio pero sin parar, fue algo molesto para ella, pero satisfactorio para él. Mete y saca, va y ven de esa verga, los testículos chocaban con la panocha de Ana Gaby, le pellizcaba las nalgas, Ana Gaby era ya una putita para él. Le dió duro hasta llenarla nuevamente de leche, esta vez en el culo.
 
Ay señor Jorge, que rico me ha hecho sentir, muchas gracias. -Ana Gaby-
Gracias mi amor, por aceptarme. Son las 5am, no te presentes a trabajar hoy, ve hasta mañana, irás toda desvelada, no tiene caso, empezamos el miércoles en la oficina. -Jorge-
Si señor Jorge. Como usted ordene. -Ana Gaby-
No me digas señor, háblame de tu. -Jorge-
Está bien Jorge, como digas. -Ana Gaby-
Quiero que vivas aquí, que estés disponible para mí, a mi hija y a mi esposa les diremos que es una ayuda que te estoy dando, aquí mi hija estará segura dándote las clases de francés y eso me tendrá tranquilo y a mi señora también. -Jorge-
Si Jorge. Iré por mis cosas a la vecindad y esta misma noche viviré aquí. A tus hijos y a tu esposa les diré lo que tu me ordenes. -Ana Gaby-
Esta noche no vendré, no dormí en casa, Viridiana andará como leona, la llevaré tranquilo, nos vemos el miércoles en la oficina a las 8am. Adiós muñeca. -Jorge, besando apasionadamente a la chica-
Nos vemos amor. -Ana Gaby-
 

Pasaron 2 semanas, Ana Gaby y Andrea siguieron con su relación, iban 2 o 3 veces por semana a casa de Ana Gaby, tenían sus clases de francés, sus ricas sesiones de sexo oral, Andrea se enamoraba más de ella, Ana Gaby sabía perfectamente lo que estaba pasando y que sólo utilizaba a Andrea para poder acercarse a su padre.

 
Mi amor, Andrés y yo cumpliremos  17,  el día último, mis padres siempre nos hacen una fiesta  sin importar el día de la semana que caiga, me encantaría que nos acompañaras ¿crees que puedas pedir permiso en tu trabajo ? -Andrea-
¿Tu cumpleaños? ¿Fiesta? ¿Tus padres? -Ana Gaby-
Si amor, ¿por que te pones nerviosa? -Andrea-
No lo sé, no me eh imaginado cerca de tus padres, en tu ambiente, con tu gente. -Ana Gaby-
No pasará nada, anda por favor, dime que si nos acompañarás. -Andrea, parando la boca para un besito-
Esta bien Andreita, hablaré con mi jefa para que me de descanso ese día y turno de tarde al día siguiente para acompañarte hasta que termine la fiesta. -Ana Gaby, respondiendo al pico.-
 
Luego de unos días de espera, el día de la fiesta llegó, Andrea muy temprano fue a buscar a Ana Gaby para acompañarla a comprar un lindo vestido y unos zapatos para la ocasión. 
 
Mi amor hermosa feliz cumpleaños corazón, espero que disfrutes tu día y que la pases de maravilla. -Ana Gaby, abrazando, besando y entregándole una rosa-
Gracias amor, lo más bonito de mi cumpleaños es que tu estarás conmigo, te amo. -Andrea-
 
Nuevamente se besaron, sin pensarlo empezaron a desnudarse, el calor de el cuerpo de cada una invadía la habitación, entre besos y caricias Ana Gaby bajó a los pechos rosados de Andrea, empezó a chuparlos con sensualidad, mientras ligeramente arañaba la espalda de su media hermana. Andrea sentía rico, le gustala la sensación de succión que Ana Gaby hacía, mamando como su fuese un bebé alimentándose. Minutos después bajó al coñito de Andrea, tan rico, tan perfecto tan perfumadito, imposible resistirse a saborearlo, comenzó a recorrerlo con la punta de su lengua mientras con su dedo pulgar masturbaba el clítoris de Andrea, ella sin palabras, sólo disfrutaba las delicias que le hacía Ana Gaby.
 
Mi amor, por favor, penetrame, mete tus dedos en mi, arrebata mi virginidad, quiero que seas la primera. -Andrea, muy caliente-
Me encantaría mi amor, pero quiero que ese sea un momento único, ahora no es cuando. -Ana Gaby-
Está bien, pero por favor, que sea pronto. Mmm no pares me chupas bien rico. -Andrea-
 
Ana Gaby siguió devorando esa papayita perfecta, hasta que después de unos instante terminó toda empapada, oliendo a orgasmo. Andrea excitada y agotada dio un suspiro y se recostó en la cama.
 
Que rico regalo de cumple mi amor, gracias. -Andrea-
Nada que agradecer chiquita, eres un encanto. Ahora debemos irnos o se nos hará tarde. -Ana Gaby-
 
Andrea volvió a vestirse, Ana Gaby se alistó y salieron, vieron algunas tiendas, al fin después de tanto ver encontraron un vestido perfecto para Ana Gaby, un vestido largo, en color rosa, un buen escote que para el busto que tiene Ana Gaby le sienta perfecto, sin espalda y con apertura en una pierna, unos zapatos de tacón alto también en color rosa. Andrea quedó encantada en como se veía su mujer con esas prendas, seguramente sorprendería a más de una persona en la fiesta. Fueron a desayunar, para luego marcharse. Saliendo de el centro comercial...
 
Mira, ahí va mi padre. Papá, papá!! -Andrea, gritando y haciendo señas a un coche.-
Jeee, creo que no te miró. -Ana Gaby-
No nos vio, que mal, bueno, tomemos un taxi. -Andrea-
Si chiquita, no nos queda más. -Ana Gaby-
¿Alcanzaste a ver a mi papá? -Andrea-
Si, está muy guapo; si fuera mi padre me gustaría tener sexo con él. -Ana Gaby-
¿Te atreverías a tener sexo con tu padre? -Andrea, sorprendida por dicha declaración-
¿Por qué no? ¿Por que van a disfrutar otras personas lo que yo tengo en mi propia casa. -Ana Gaby-
 
Andrea no dijo nada más, pero se le quedó en la cabeza la idea del incesto. Se dirigieron a casa de Andrea, ahí ya estaba su padre, su madre y Andrés.
 
Hola Ana Gaby que gusto verte por aquí, estás en tu casa, que bueno que nos podrás acompañar a festejar nuestro cumpleaños. -Andrés-
Como no voy a estar presente en el cumpleaños de mis mejores amigos, ven acá, felicidades muñeco, que seas muy feliz y cumplas muchísimos años más, que la vida te cumpla todos tus deseos. -Ana Gaby abrazando y felicitando a el chico.-
Gracias por tus buenos deseos amiga, te apreciamos mucho. -Andrés-
Y yo a ustedes, mis únicos amigos. -Ana Gaby-
Ven, mis papás seguro están en el jardín alistando las cosas, te los voy a presentar. -Andrea-
 
El momento que Ana Gaby esperaba desde hace años se acercaba, por fin iba a conocer personalmente a su padre, al hijo de su abuela, a el hermano de su madre, a Jorge, a quien sólo a visto en fotografías. La invadió un momento de rabia, recordó los últimos instantes de vida de su madre, la carta de su madre pidiendo venganza, quiso llorar al tener a su madre en mente, tuvo que contenerse, se acercaban al jardín y a lo lejos miró a la madre de  Andrea y a Jorge padre de ambas.
 
Hola papá, mamá, miren, quiero presentarles a mi alumna de francés. -Andrea, acercándose a ellos, llevando a Ana Gaby de la mano-
Pero que jovencita tan guapa, mucho gusto, mi hija está encantada de enseñarte francés. Soy Viridiana. -Viridiana, mamá de Andrea.-
Papá, ahorita colocas esos globos, mira, quiero que conozcas a mi amiga. -Andrea, insistiendo para que Jorge deje de hacer lo que hace-
Mucho gus...to -Jorge, volteando a mirar y sorprenderse por tan linda muchachita.-
Mucho gusto señor Jorge. -Ana Gaby-
Ella es mi amiga Ana Gaby papá, mi alumna de francés. -Andrea, presentándola-
Buenas tardes señor. -Ana Gaby-
¿Y de dónde eres? Tienes acento diferente. -Jorge, mirando sorprendido.-
Soy de Veracruz señor. -Ana Gaby-
¿Veracruz? ¿De qué parte? ¿Cuáles son tus apellidos? -Jorge-
De el Puerto señor, soy Ana Gabriela Ruiz Ruiz. -Ana Gaby, mintiéndole en esos datos.-
¿Y dónde están tus padres? -Jorge-
Soy huérfana señor. -Andrea-
Ya papá, pareces detective. -Andrea-
Lo siento hijita, pero sabes que me gusta saber con quien te juntas. Mucho gusto señorita, si eres amiga de mi hija, eres amiga de toda la familia, estamos para servirte. ¿Y a que te dedicas? -Jorge-
Trabajo señor. Y su hija me da clases de francés. -Ana Gaby-
¿Y en que trabajas nena? -Viridiana-
En el 7 Eleven que está frente a la escuela de Andrea y Andrés. -Ana Gaby-
Ese empleo no es para una chica tan bonita como tú, es muy inseguro y pagan muy poco, mi amor ¿podrías emplearla en algo mejor en tu oficina? -Viridiana-
Oh es buena idea Ana Gaby, así ganarás un poco más de dinero y ya no traerás turnos rotativos, ¿En verdad puedes conseguirle algo mejor papá? -Andrea.-
Bueno, que se presente el lunes en mi oficina, que se identifique, le daré ordenes al guardia para que la deje pasar y a ver en que podemos emplearla. -Jorge-
Hay señor, no quiero molestar. -Ana Gaby-
No es molestia, te espero el lunes en mi oficina. -Jorge-
Perfecto, vamos a mi cuarto Ana Gaby, vamos a arreglarnos, se acerca la hora de la fiesta. -Andrea-
Compermiso señores, mucho gusto y gracias. Voy con Andrea, nos vemos más tarde. -Ana Gaby-
 
Jorge no pudo evitar quedar impresionado con la belleza de la chiquilla, ha tenido muchas mujeres, pero esa morrita es de trofeo. En el fondo de su mente le recordaba a alguien pero no sabía a quien. 
 
Mientras tanto Andrea y Ana Gaby se alistaban en la recamara, no pudieron contenerse y se besaron, un besito sensual, con ropas ligeras puesto que se cambiaban. Andrés las llamó pero ellas estaban perdidas en su beso, no lo escucharon, él abrió la puerta silenciosamente y las vio, fue una sorpresa para él, sin hacer ruido cerró la puerta y se fue, quedando ese beso en su mente. Las chicas terminaron de arreglarse, lucían tan bellas y elegantes, con sus vestidos coquetos, su pelo alaciado y un maquillaje adecuado. 
 
Salieron a el jardín, ya estaban los invitados en la fiesta, Viridiana y Jorge recibían a quienes llegaban, Andrés con sus amigos. Jorge quedo boquiabierto al ver a ese par de jovencitas tan hermosas, su hija se estaba convirtiendo en mujer muy rápido y su amiga Ana Gaby se veía tan deliciosa con ese escote pronunciado.
La fiesta marchó perfecta, asistieron todos los amigos de los cumpleañeros, amigos de Jorge, gente importarte en la política de Monterrey, dos grupos musicales tocando en vivo, luces, humo, mañanitas.  Ana Gaby le echaba miradas a su padre, un hombre muy bien cuidado, con algunas canas, una barba de candado que lo hacía lucir más varonil, a sus 48, parecía de 35. 
 
Pasaron los días, llegó el lunes. Ana Gaby tendría que ir a trabajar de turno de tarde así que se presentó en la oficina de Jorge por la mañana.
 
Buenos días, vengo a ver al señor Jorge Herrera. -Ana Gaby-
¿Cuál es su nombre? -Guardia-
Ana Gabriela Ruiz Ruiz. -Ana Gaby-
Si, el señor Jorge me pidió la llevara con él cuando llegara, por favor, sigame. -Guardia.-
 
Ana Gaby caminó siguiendo al guardia. Luego de caminar por unos largos pasillos llegaron a una pequeña sala en la cual el guardia le indico que esperara un momento.  El guardia entró por una puerta, segundos después salió y le indicó a Ana Gaby que podía pasar.
 
Buenos días señor Jorge ¿Cómo está? -Ana Gaby-
Muy bien niña, trabajando, no hay de otra. Ahora veamos que podemos hacer por ti. -Jorge, mirándola de pies a cabeza-
Muchas gracias señor Jorge, no sabe cuanto se lo agradezco. Necesito un buen empleo por que quiero estudiar y necesito sostenerme. -Ana Gaby-
¿Ya tienes la mayoría de edad? -Jorge-
Si señor, mi cumpleaños fue en julio. -Ana Gaby-
¿Y vives sola? -Jorge-
Si señor, como le comenté en la fiesta de sus hijos, soy huérfana, de mi padre no supe nada puesto que mi mamá fue madre soltera, ella murió hace 3 años. Sólo tengo una señora que adopté como tía pero ella se fue a vivir a México y yo me vine a probar suerte acá. -Ana Gaby-
Que mal Ana Gaby, lo siento. -Jorge-
Gracias señor, le agradezco a la vida que me puso en el camino de Andrea, ella es ahora mi familia adoptiva, es como mi hermanita. -Ana Gaby-
¿No has tenido algún novio o un amigo con el que hayas vivido? -Jorge-
No señor, jamás eh tenido novio y menos amiguitos, soy virgen;  no me gustan los chicos de mi edad, me parecen niños. -Ana Gaby-
 
Ese comentario puso a Jorge al borde de la lujuria, la niña le gustó mucho, una jovencita muy hermosa, unas tetitas muy lindas, un culito parado y si además era virgen, bien que valía la pena arriesgar.
 
Te podría emplear aquí, como mi recepcionista, recibiendo a la gente que viene a verme, ofreciéndoles café, refresco, lo que gusten, respondiendo llamadas, agendando citas, atendiéndome a mi. El sueldo dependerá de lo que estés dispuesta a arriesgar. -Comentaba Jorge-
Encantada señor Jorge muchas gracias, por atenderlo a usted estoy dispuesta a complacerlo y obedecerlo en todo. -Ana Gaby-
¿A todo? -Jorge-
A todo señor Jorge, lo que usted pida, sin límite alguno. -Ana Gaby-
Mira que esas palabras son muy comprometedoras Ana Gaby, dan muchas cosas que entender, encierran mucho. -Jorge-
Y yo estoy dispuesta a cumplir, usted me acaba de emplear, se lo agradezco infinitamente, no quiero fallarle. Quiero corresponder al favor que usted acaba de hacerme y estoy dispuesta a complacerlo en todo, en todo señor Jorge, TODO. -Ana Gaby-
¿A partir de cuándo? -Jorge-
Desde ya mismo señor, desde este momento. -Ana Gaby-
 
Jorge sacó una fuerte cantidad de dinero de su escritorio y se lo entregó a Ana Gaby.
 
Con esto te alcanza para que te compres algunos vestidos finos, ropa para trabajar, ropa interior, zapatos, maquillaje, bolsa. Quiero que vayas a un departamento que tengo aquí cerca, aquí esta la dirección y la llave. Ahí llegaré después de las 8pm, quiero que ya estés ahí por favor; para que me modeles la ropita que hayas comprado -Jorge-
Gracias señor Jorge, verá que no se va a arrepentir. -Ana Gaby-
Eso espero Ana Gaby. Nos vemos en la noche. -Jorge.-
Hasta la noche señor. -Ana Gaby-
 
Cuando Ana Gaby salió de la oficina, Jorge se quedó pensando... " ¿A quién me recuerda esta muchacha? ¿A quién a quien?"
 
Ana Gaby salió muy contenta de la oficina de Jorge, su idea de seducirlo al parecer está siendo más fácil de lo que pensó. Se dirigió al 7 Eleven al que trabaja, se presentó a renunciar; le dijo a su jefa que había enfermado su tía de México y tenía que irse de urgencia a aquella Ciudad. No quiso comentarle que se iba por otro empleo.
 
Después se dirigió al centro comercial a comprarse la ropa. Siete vestidos distintos en color y estilo, pero con escotes muy coquetos. Lencería sexy, diminutas micro tangas, baby dolls, zapatos de tacón alto. Salió con muchas bolsas llenas de ropa, maquillaje y zapatos. Se dirigió a la dirección que Jorge le dio en el papel. Minutos más tarde llegó al departamento; en una buena zona, muy amplio, amueblado, con todas las comodidades que ella había soñado. Llamó a Andrea para decirle que la iría a ver al día siguiente, Andrea tenía demasiada tarea, así que no tuvo problema por no verla, al contrario, así le avanzaría a sus pendientes escolares. 
 
Esa noche, al terminar sus labores en la oficina, Jorge se preparó para pasarla bien con esa chiquilla, a pesar de su edad se conservaba en forma, pues ha tenido muchas amantes a las que les cumplia excelentemente como hombre, pero pensaba que esta niña iba a llevarse entre los pies a todas ellas. Cuando llegara a "formarla" a su gusto, con su juventud desvordante y su inigualable belleza tendría que dedicarle toda sus fuerzas. Llegó al departamento a las 8:15pm, abrió la puerta con su propia llave; Ana Gaby escuchó el ruido de la puerta e inmediatamente se paró, se había puesto un diminuto vestido negro, que la hacía lucir guapísima. 
 
"¡¡Wooow!! pero que mujer tan hermosa, que bomboncito, que cara tan dulce, que tetas tan ricas, piernas deseables mmm deliciosa la chiquita" Fue lo primero que pasó por la mente de Jorge al ver a Ana Gaby.  Se sintió muy afortunado de que a su edad pudiera tener a una jovencita como ella. Estaba tan agradecido con su hija Andrea por haberla puesto en su camino a Ana Gaby, de premio pensaba mandarla de viaje a Europa o a donde su hija quisiera. Ana Gaby rápidamente fue a recibirlo, le quitó el saco y le aflojó la corbata para que se sintiera más cómodo.
 
Bienvenido a su casa señor Jorge ¿Quiere que le modele lo que eh comprado? -Ana Gaby-
Perfecto, pero empieza con la ropa interior ¿Quieres? -Jorge-
Lo que usted me diga señor Jorge. -Ana Gaby-
 
Ana Gaby le sirvió una copa de vino del surtido bar que tenía en el departamento, lo empujó lentamente hasta hacerlo sentarse en uno de los sillones, después, delante de él, se quitó el vestido negro que traía puesto, quedando en diminuta tanga, también en color negro, y un ligero brassiere negro semi transparente que hacía notar sus deliciosos y bellos pezones rosados. Jorge tuvo una tremenda erección, sentía que iba a reventar, ya no soportaba más.
 
Señor Jorge, parece que este pantalón está algo incómodo, permita que le ayude. -Ana Gaby-
 
Rápidamente Ana Gaby se hincó frente a Jorge, desabrochó su pantalón y luego de bajar un poco el boxer de Jorge, saltó una tremenda verga. La tomó con una mano, se la llevó a la boca y con cierta torpeza comenzó a mamársela. A pesar de la inexperiencia de Ana Gaby, Jorge se sentía en la gloria, ella experimentó cierto placer con el hecho de saber que le estaba mamando la verga a su padre, así como también le chupaba la rajita a su hermana, aunque ellos no tuvieran idea de el parentesco.
 
Mmm chiquita, que rico me la mamas. -Jorge-
Nunca había mamado, ¿lo hago bien? -Ana Gaby-
Delicioso chiquita muy rico -Jorge-
 
Ana Gaby aceleró sus movimientos y las caricias con su lengua, lo que provocó el primer orgasmo de Jorge. Estaba encantado con tan tremenda chiquilla. 
 
Me estoy viniendo chiquita, auugg que rico! Te voy a dar toda mi leche en esa boquita tan sabrosa. -Jorge-
 
Luego de vaciar su carga de leche en la boca de Ana Gaby, tomó varias copas de vino más, intercambió besos apasionados y caricias con esa hermosa mujer. Después de un rato Jorge estaba dispuesta a desvirginar a esa chiquilla.
 
¿En verdad eres virgen chiquita? -Jorge-
Si señor Jorge, usted será el primero si así lo desea. -Ana Gaby-
 
Jorge desnudó desesperadamente a Ana Gaby, le arrancó esa tanguita negra y bajó su brassiere. Se quitó toda la ropa, ambos quedaron completamente desnudos. Jorge recostó a Ana Gaby en el sofá, abrió las piernas de ella, colocó su verga en la entrada de esa pequeña cosita, poco a poco empujó su miembro largo y ancho hasta sentir la barrera del himen, a Ana Gaby eso le molestaba, pero se aguantaba; al sentir la barrera Jorge empujó con fuerza hasta sentir desgarrar esa pequeña telita de carne. Ana Gaby se arqueó de dolor, pero se aguantó. Ambos sintieron un ligero sangrado pero eso no los detuvo. Jorge empezó a acelerar sus movimientos y Ana Gaby respondía a su pasión.
 
Ay chiquita que rico coñito tienes mi vida, que delicia. -Jorge-
Que rico se siente señor Jorge, me bueno que usted es el primero, mmm no pensé disfrutar tanto con una verga. -Ana Gaby-
Te voy a querer mucho chiquita, complaceme siempre así. -Jorge-
 
Después de unos minutos, Jorge y Ana Gaby tuvieron un rico orgasmo, que los dejó a ambos agotados. Durmieron por un rato, exhaustos de tanto placer. Luego de 2 horas de relax, Jorge iba por el último agujero de Ana Gaby, su anito. Colocó a la chica a cuatro patas, lubricó con su propia saliva.  Colocó la verga en la entrada del culo de la chamaca y se lo metió, despacio pero sin parar, fue algo molesto para ella, pero satisfactorio para él. Mete y saca, va y ven de esa verga, los testículos chocaban con la panocha de Ana Gaby, le pellizcaba las nalgas, Ana Gaby era ya una putita para él. Le dió duro hasta llenarla nuevamente de leche, esta vez en el culo.
 
Ay señor Jorge, que rico me ha hecho sentir, muchas gracias. -Ana Gaby-
Gracias mi amor, por aceptarme. Son las 5am, no te presentes a trabajar hoy, ve hasta mañana, irás toda desvelada, no tiene caso, empezamos el miércoles en la oficina. -Jorge-
Si señor Jorge. Como usted ordene. -Ana Gaby-
No me digas señor, háblame de tu. -Jorge-
Está bien Jorge, como digas. -Ana Gaby-
Quiero que vivas aquí, que estés disponible para mí, a mi hija y a mi esposa les diremos que es una ayuda que te estoy dando, aquí mi hija estará segura dándote las clases de francés y eso me tendrá tranquilo y a mi señora también. -Jorge-
Si Jorge. Iré por mis cosas a la vecindad y esta misma noche viviré aquí. A tus hijos y a tu esposa les diré lo que tu me ordenes. -Ana Gaby-
Esta noche no vendré, no dormí en casa, Viridiana andará como leona, la llevaré tranquilo, nos vemos el miércoles en la oficina a las 8am. Adiós muñeca. -Jorge, besando apasionadamente a la chica-
Nos vemos amor. -Ana Gaby-
 
Ana Gaby se quedó mirando a Jorge hasta que salió y cerró la puerta. Satisfactoriamente sonreía y pensaba en voz alta "vamos bien con la venganza, vamos excelente mamá, vamos excelente abuela, mi padre ah caído en mis redes gracias al sexo., vamos excelente, esto es el principio de nuestra venganza"
 
Continuará...
 
Continuará...