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La venganza Es Dulce V

en Amor filial

**Orizaba, Veracruz. Abril de 1997**

 
La relación de Jorge y Ana marchaba muy bien, bien en el aspecto de Ana, que al fin había encontrado el amor, eso pensaba ella; bien para Jorge ya que tenía a Ana muy enamorado de ella, todo marchaba excelente en su venganza.
 
Ana se convertió en la esclava sexual de Jorge; todo por amor, por que amaba a ese hombre y no quería perderlo jamás. Jorge disfrutaba mucho humillándola sexualemente; la hacía que tragara su leche; le daba duro por el culo, y hasta se orinaba sobre ella. Ana soportaba todo, al principio le costaba trabajo pero luego le fue encontrando el gusto a esa exclavitud, estaba enloquecida de amor por Jorge, para ella, él lo era todo.
 
Después de una de sus ricas y salvajes sesiones sexuales, en las cuales Ana era toda una sumisa se pusieron a conversar.
 
¿Qué harías por mi Ana? -Jorge-
Lo que tu me pidas mi amor, por ti lo haría todo. -Ana-
¿Todo? ¿En verdad? -Jorge-
Si mi amor, nunca lo dudes. -Ana-
Es que tengo ganas de hacer algo diferente; quiero cojer a otra mujer mientras tu nos miras. -Jorge-
¿Con otra mujer? ¿Acaso no soy suficiente para tí?-Preguntó Ana sorprendida-
Si lo eres, pero me gustaría eso. -Jorge-
Está bien papi, por ti lo hago todo; y ¿cuando traerás a esa mujer?-Ana-
Eso te toca a tí Ana, tu debes de convencer a esa mujer. -Jorge-
¿Yo? ¿Yo por qué? -Ana-
Por que quiero que esa mujer sea tu hija Gaby -Jorge-
¿Qué? ¿Eso porque? -Ana-
Se parece a tí, me gusta, seria como cojerte a ti. -Jorge-
No creo que acepte, a Gaby le gustan las mujeres;  estás loco Jorge -Ana-
¿Loco? Ok estoy loco, me iré de aquí a ver si encuentro una loca que quiera complacerme, tu no me amas, no quieres complacerme. -Dijo Jorge-
No mi amor, por favor no te vayas no me dejes. (después de unos segundos de silencio y un suspiro) Yo hablaré con mi hija a ver si la convenso. -Ana-
Así me gusta, que me obedezcas, tienes que convencerla, si no, ya sabes que puedes perderme. -Jorge-
No te voy a perder mi amor, no te quiero perder. -Ana-
 
A Ana le daba vueltas por la cabeza el deseo de Jorge ¿Por qué quiere cojer a su hija? ¿Por que no con otra mujer? Le costaba trabajo a Ana, pero amaba a ese hombre y tenía que hacer lo que él quisiera para no perderlo. Así, entre sus pensamientos llegó la noche y con ella su hija.
 
Mi amor quiero hablar contigo. -Ana-
Dime mamá. -Gaby-
¿Hace cuánto que no estás con un hombre? -Preguntó Ana-
Ya tiene tiempo mami, como 6 meses ¿Por qué la pregunta? ¿Acaso ya quieres que tenga novio? -Gaby-
No hija, preguntaba por curiosidad. -Ana-
Que curiosita mamá -Dijo Gaby riéndose- 
 
Después de unos segundos perdida en sus pensamientos Ana pudo sacar lo que tenía que sacar...
 
Jorge quiere tener sexo contigo. -Dijo Ana rápidamente-
¿Qué? ¿Acaso está loco? ¿Y terminaste con él? -Preguntaba Gaby muy sorprendida-
No hija, no terminé con él. No quiero perderlo, lo amo. Por favor hija, ten sexo con él, hazlo por mi. -Decía Ana con la mirada baja-
Mamá ¿te estás escuchando? La loca eres tú y no él ¿Qué te pasa? -Gaby-
Por favor mi amor, te lo suplico, hazlo por mi, no quiero perderlo, si no aceptas él se irá. -Decía Ana insistente-
No mamá, tu sabes que me gustan más las mujeres, además Jorge es tu novio y no el mío. -Gaby-
Lo sé mi amor, pero por favor, hazlo por mi por favor hija por favor, lo amo mucho. -Ana-
Si él quiere tener sexo conmigo, entonces no te ama de verdad mamá, date cuenta por favor. -Gaby-
Si me ama hija, sólo es una fantasía, una de las tantas que ha tenido, que le he hecho realidad. -Ana-
No mamá, yo no me voy a prestar a eso. No quiero. -Gaby-
Por favor mamita, hazlo por mi, es lo único que te pido, por favor hijita mía. -Gaby-
No lo haré mamá, estás loca. -Dijo Gaby, gritándole y  marchándose del lugar-
Hija, por favor, por favor mi amor, te lo ruego, te lo suplico. -Le suplicaba Ana llorando-
 
Gaby se fue muy molesta, se encerró en su cuarto, la idea loca de la pareja de su madre la había enojado mucho, ¿Cómo se atrevía ese hombre pedirle semejante cosa a Ana? ¿Por qué Ana había aceptado? Luego de un rato Gaby se quedó dormida. Horas después despertó y se dirigió al baño. Al pasar junto a la habitación de su madre, escuchó unos sollozos, era Ana que seguía llorando; sin pensarlo 2 veces, abrió la puerta y se acostó junto a su madre.
 
No llores mamita, no me gusta verte así. ¿Tanto amas a ese hombre? Tanto que hasta te prestas a lo que él te pide. -Preguntó Gaby a Ana-
Si hija lo amo, hace muchos años que esperaba a un hombre como Jorge y por fin llegó. -Ana, entre lágrimas-
Perdóname por haberte gritado mami, no quise hacerlo -Decía Gaby-
No te culpo hija, tu madre está loca. -Ana-
No estás loca mami, sólo es que me sorprendió lo que me dijiste, pero, sí lo haré mamá, lo haré por ti. -Gaby-
¿Hablas en serio hija? -Dijo Ana mirando a su hija-
Si mami, no me gusta verte así, te amo mamita, por ti hasta la vida daría, y si quieres a ese hombre a tu lado y para eso tengo que acostarme con él, por ti lo hago mamá. -Gaby-
Gracias mi amor, es el mejor regalo adelantado de cumpleaños que me acabas de dar. -Dijo Ana abrazando a Gaby-
Lo de tu cumpleaños es otra cosa mami, luego hablamos de eso. Te amo mamita.
 
Al día siguiente Gaby fue a buscar a Jorge a su trabajo...
 
¿Qué te pasa estúpido? ¿Por que le pediste semejante babosada a mi madre? -Gaby le gritaba a Jorge-
No te enojes Gaby, es que, tú también me gustas mucho. -Jorge-
¿Te gusto? ¿Y qué sientes por mi madre? -Preguntó Gaby-
A tu madre la amo, es única. Pero es que tú eres muy parecida a ella, me atrae mucho su parecido. -Jorge-
Acepté, pero ni creas que es por ti, acepté por mi madre, ella te ama demasiado y no quiere perderte, solo acepté por ella, no por que tu me gustes ni mucho menos ¿escuchaste? -Gaby, en tono molesto-
Claramente, pero por favor, dame y date la oportunidad de conocernos mejor. -Jorge-
¿Conocerte mejor? No necesito conocerte mejor, sólo te voy a advertir una cosa. -Gaby-
¿Qué cosa? -Jorge-
SI LASTIMAS A MI MADRE, SI HACES SUFRIR A MI MADRE, LO VAS A PAGAR MUY CARO, TE VAS A ARREPENTIR EL RESTO DE TUS DÍAS, ESTÉS DONDE ESTÉS VOY A ENCONTRAR Y LA MANERA DE DESTRUIRTE LA VIDA Y NO DESCANSARÉ HASTA LOGRARLO -Dijo Gaby, se dio la media vuelta y se marchó-
 
Pasaron los días, llegó el 30 de abril, el día del cumpleaños de Ana, sus 46 primaveras, aunque la verdad, aparentaba mucho menos. Como cada año, Gaby le horneaba un pastel y cocinaba para ella, para cuando regresara de trabajar encontrara todo listo. Mientras estaba en sus labores, tocaron a la puerta, Gaby, pensando que era su madre, apresuradamente abrió la puerta, pero era Jorge; con 2 ramos de rosas.
 
Lo siento Jorge, mi madre no está. -Gaby-
Ya se que no está, ella llega puntualmente a las 4pm, y son las 3:10pm, mira Gaby, estas flores son para ti -Dijo Jorge, dándole uno de los ramos-
Yo no necesito tus galanterías. Dijo Gaby, tomando el ramo y dejándolo caer al suelo.
Que mala onda eres Gaby, te las traje con mucho cariño. Dijo Jorge, levantando el ramo del piso.
No me gustan, así que no te molestes en regalarme flores a mi. -Gaby-
¿Y cuándo vas a estar conmigo? Los días han pasado y tu madre me dice que tu aviarás cuando. -Preguntaba Jorge-
Pues no me iba a prestar a tu babosada menstruando ¿Verdad? -Gaby-
A mi no me hubiera importado; estúpido. -Gaby-
Guapa! -Jorge-
 
Momentos después se escuchó el carro de Ana entrando a la cochera, Jorge salió a recibirla..
 
Mi amor, que bonito verte aquí, que agradable regalo de cumpleaños es que me recibas en casa. -Ana, abrazando a Jorge-
Vine a traerte un pequeño presente, estas rosas hermosas, pero no igualan tu belleza. -Jorge-
El mejor regalo es un beso tuyo mi amor. -Ana-
Vamos a comer Ana, hay que festejar. -Jorge-
Eh mm, siempre eh festejado el cumpleaños con Gaby, ella me cocina. -Ana-
Por mi no hay problema mamá, salgan si quieren, guardamos esto para mañana. -Gaby-
No mi amor, yo quiero estar con ustedes, con mis dos amores, por favor Jorge, festeja con nosotras ¿No te molesta verdad hija? -Preguntó Ana-
Si así lo quieres, así está bien mamita. -Dijo Gaby, disimulando la molestia.-
En ese caso, me quedo, muy bien acompañado. -Jorge-
 
Jorge salió solo por unas bebidas, entre música, pastel y comida comenzaron a festejar el cumpleaños de Ana, ella estaba muy contenta, hace muchos años que no festejaba su cumpleaños en compañía de un amor, más que el amor de su hija. Después de comer muy rico, empezaron a tomar y bailar, así fueron pasando las horas y el alcohol se subío a la cabeza. Ana y Jorge tomaron asiento, mientras Gaby con las copas encima siguió bailando.
 
Está hermosa tu hija, tan hermosa como tú. Ya pasaron muchos días Ana, y nada que se hace lo de tú hija. ¿Qué pasa? -Decía Jorge-
Mi hija estaba menstruando Jorge, ella es muy limpia en esos días, supongo no quería, por higiene. -Ana-
Supongo que ya no está menstruando, vamos a bailar con ella, muero por cojerla. -Dijo Jorge poniéndose en pie y tomando a Ana de la mano-
 
Al ritmo de la música, Jorge empezó a bailar atrás de Gaby; Ana a un lado de ellos sólo los miraba. Gaby al sentir a Jorge muy de cerca, se alejó pero Jorge se le acercaba...
 
Es hora de cumplir mi petición, por tu madre, por su felicidad, su felicidad soy yo no lo olvides. -Jorge le susurró en el oído a Gaby-
Ya lo sé, es por mi madre, estoy lista para eso, el alcohol me da valor, en mis 5 sentidos no lo haría;  sólo lo hago por mi madre, no por ti tampoco lo olvides. -Gaby-
 
Jorge abrazó a Gaby por la espalda y empezó a besarle el cuello muy suavemente. Ella sólo cerró los ojos y por su mente pasaba su madre, la mujer por la cual daría la vida. Ana sólo miraba, sin dejar de bailar. "Vamos a la recámara" -Dijo Jorge-
 
Camino al cuarto, Jorge abrazaba a Gaby por la espalda; y comenzó a quitarle la blusa; Ana besaba los hombros de su amado; enseguida besó la boca de Ana, acarició su cuerpo y la desnudó por completo.
 
Gaby por primera vez miraba completamente desnuda a su madre, la había visto miles de veces en ropa interior, pero jamás desnuda, se dio cuenta de lo bella que es su madre como mujer, mucho más hermosa que las mujeres que han compartido cama con ella; pasó por su mente un momento de deseo por su madre, pero tal vez era efecto de la borrachera pensaba ella.
 
Jorge estaba sentado a la orilla de la cama; Ana se bajo a mamarle la verga a su macho. Se acercó Gaby a Jorge y él terminó de desnudarla. 
 
Eres hermosa; me gusta tu boquita. -Dijo Jorge, enseguida besó a Gaby-
 
Entre besos, caricias y mamadas, Jorge se dio cuenta de las miradas que Gaby le echaba a Ana.  Inmediatamente pasó algo por su cabeza...
 
Ana, encajate la verga en el culo, quiero que me la aprietes. -Jorge-
Lo que tu quieras papito. -Dijo Ana obedeciendolo, como la esclava que es-
Es hermosa esta mujer ¿Verdad? -Dijo Jorge a Gaby-
Mucho, es lindisima. -Dijo Gaby mirando dicha escena-
Es tan hermosa o más como las mujeres que seguro han pasado por tu cama. ¿No te gustaría mamarle la raja? -Dijo Jorge-
¿Qué te pasa? Es mi madre. -Gaby-
Ahorita ella no es tu madre, es mi esclava y ella me complace en todo ¿Verdad Ana? -Jorge-
Si papi, soy tu esclava. -Dijo Ana, entre gemidos-
Mamale la raja, anda, la tiene muy rica, yo me la eh comido muchas veces. -Jorge-
 
No sabía si era el alcohol, o lo cachonda que se había puesto por la idea, pero Gaby enseguida se hincó en medio de las piernas de su madre y le metió la lengua a su madre en la raja, acariciándole el clítoris, al principio tímidamente, pero poco a poco fue agarrando confianza y olvidando que era su madre; momentos después del estímulo Ana se puso al mil, no tardó demasiado en tener un excelente orgasmo que la puso loquisíma de placer. Ya no entendía nada, nada más le importaba, sólo quería dar y recibir placer, mucho placer, estaba muy caliente muy deseosa de sexo rico. Jorge dio un leve empujón a Ana, ella se levantó, luego tomó a Gaby de la cabeza, la acercó a su verga y ella la metió a su boca, ahora Gaby mamaba a Jorge.
 
Chupale el culo a Gaby, ella lo desea y yo también. -Jorge-
 
Ana se puso tras su hija; abrió ese par de nalgas y comenzó a chupar el culito de su hija; Gaby se inundó de placer, nunca había tenido contacto sexual anal, sentía muy rico que le dieran lengua ahí, para ella era algo nuevo. Momentos después Jorge se puso de pie, recostó a Gaby boca abajo sobre la cama; y empezó a chuparle el culo; ella, eso la invadió de placer,en ese momento olvidó lo mal que ya le caía el novio de su madre y sólo pensaba en el placer que estaba sintiendo. Jorge lubricó muy bien el culo de Gaby.
 
¿Estás lista para sentir mi verga en tu culito? -Jorge-
Si, pero calmado, que es mi primera vez. -Gaby-
¿En serio jamás te han culeado? -Jorge-
No, tu serás el primero. -Gaby-
 
Eso encendió mucho a Jorge, empezó a meter poco a poco su verga en el culo de su hermana, poco a poco, el culito fue sediendo y en un rato ya se había tragado toda la riata. Jorge estaba llenísimo de placer, el hecho de saber que era el primero en culear a su hermana lo calentó mucho; empezó con un mete y saca sin cesar, Gaby, a pesar de que al principio no quería estar con él, estaba muy excitada, llena de placer. Cuando Jorge estaba por terminar jaló a su madre y la puso junto a las nalgas de Gaby; sacó la verga del culo y se la metió a Ana en la boca; ella recibió su leche mezclada con restos de heces fecales de su hija, pero no le importó; se la mamo sin descanso hasta exprimir la última gota.
 
Los 3 quedaron agotados sobre la cama; Jorge abrazaba a ese par de bellas mujeres y en un momento se quedaron dormidos. 
 
Al despertar; no estaban las mujeres con él, se paró y se dirigió a la sala, ahí estaba Gaby, mirando fijamente la televisión, que estaba apagada, estaba perdida en sus pensamientos; Ana estaba en la cocina preparando el desayuno.
 
¿Cómo están las mujeres más hermosas de todo Orizaba? -Preguntó Jorge, Pero ninguna le respondió-
 
A ver a ver ¿Qué pasa? ¿Acaso no lo pasamos de maravilla anoche? -Jorge-
No puedo ver a mi madre a los ojos. -Dijo Gaby, sin dejar de mirar la tv-
Lo que hice no tuvo nombre Jorge. -Ana-
Claro que tiene nombre, se llama hacer el amor. ¿Qué cosa tan más rica y más pura es hacer el amor con alguien que amas en verdad? -Jorge-
Pero es mi hija. -Ana-
Pero es mi madre. -Gaby-
Pero son mujeres, son muy hermosas y yo no vi nada de malo, al contario. Ya mujeres a ver, un abrazo. -Dijo Jorge tomándolas a ambas de las manos y acercandolas-
 
Ellas sólo se miraron, luego de unos segundos se abrazaron.
 
A ver a ver, un besito. -Jorge-
 
Se besaron las mejillas y Jorge volvió a hablar...
 
Anoche la pasamos riquísimo, le besaste el culo a tu hija y ahora la besas en la mejilla, que barbaras, ahora ñas 2 son mis amores, mis esclavas y me gustaría verlas cariñosas; sin alcohol, a ver, dense un beso en la boquita, anoche no se besaron los labios. -Jorge-
 
Ellas se miraron por unos segundos, enseguida se besaron, se perdieron en un beso mágico, un beso especial. Ana sentía extraño besar a su hija, nunca había estado con una mujer, pero la verdad le gustaba lo que sentía aunque fuera su hija. Gaby quedó impactada al ver a su madre en pleno sexo, en haber tocado a su madre, en haberle chupado la raja. Ese beso era el inicio de algo más entre ellas, un lazo distinto.
 
Jorge las miraba satisfecho, su venganza le estaba saliendo mejor que nunca.
 
Continuará...