miprimita.com

Mi vecino y yo

en Confesiones

                          Mi vecino viejito y yo.

Hola amigos, otra vez por acá, soy Lucia y es un gusto volver a relatarles algo de mi vida sexual.  Como siempre sigo activa, a  veces más otras menos. Pero esta vez le relataré cuando estuve con una amiga algo entrada en años.

Sucede que  desde mi niñez, nuestros vecinos eran todos muy amables y nos conocíamos todos, éramos como una gran familia. Y ahí entra Mercedes, una solterona ahora entrada en años, quizás más de sesenta, pero igual se mantenía linda. Su cabello rubio hasta los hombros y sus ojazos azules la hacían interesante. Con algo de barriguita por la edad, y con carnes no muy firmes, pero igual estaba apetecible.

El asunto fue que un día cualquiera nos encontramos en la calle y luego del besito de rigor entre charla me dice que tengo que ir a visitarla, que se siente sola y le gustaría conversar con alguien.

No sé porque pero me gustó la idea y le dije que esta misma tarde pasaría por su casa cuando tuviera un rato libre, quedó contenta y nos despedimos.

Ya cerca de las 16 fui a su casa, vivía en un tercer piso, así que tome el ascensor y subí, ya me estaba esperando en la puerta pues le había avisado por el portero eléctrico de mi llegada.   Nos saludamos con un beso, ella me lo dio muy cerca de mis labios, pero me hice la desentendida y pasamos, me decía que estaba feliz con mi ida, pues estaba sola y casi no recibía visita tan agradable, al mismo tiempo que decía esto, ponía su mano en mi cintura, empujando suavemente. Ahí sentí como un escalofrío y comencé a sospechar que algo estaba tramando.  Hablamos de temas triviales y en un momento me alabo mi figura, haciendo notar mis carnes duras y bien formada, no así ella, decía, que estaba ya gordita y sueltita:”-Para nada Mercedes, estas muy bien, estas comible”- dije y ambas sonreímos, momento que aprovechó para tomarme de las manos y mirarme profundo a mis ojos, ambas estuvimos unos instantes así mirándonos para adentro, hasta que resbalo sus manos y me soltó. Como estábamos sentadas en un sofá , decidí dar el primer paso y ver qué pasaba, pues mi conchita ya estaba lubricada, sentía su humedad y eso me gustaba mucho, así que puse mi mano detrás de su cabeza y  acaricie su cabello diciendo lo lindo que lo tenía y suave que era, ella lanzo un suspiro y puso disimulando una mano en mi pierna, preguntando si era cierto, a lo que di el segundo gran paso, la atraje muy despacio hacia mí y le olí su cabello,:-“que rico hueles”- dije y continué hacia su boca muy despacio rozando su piel , ella se fue dando vuelta buscando mi boca entreabriendo la suya, la mire a los ojos nos sonreímos y nuestras bocas se juntaron dando paso suavemente a que nuestras lenguas jugaran entre sí. Lleve mi mano a su pierna y suavemente  comencé a subir su pollera, ayudándome ella abriendo sus piernas:-“así está mejor-“dijo, tomando mi nuca y metiendo con ansia su lengua en mi boca. Mientras nuestras lenguas jugaban, mi dedo medio  luego de correrle su interior busco afanoso sus labios vaginales, abriéndolos   pude introducirlo adentro, ayudado por la lubricación natural que tenía Mercedes, jugué un buen rato sacando de su boca suspiros de placer. Hasta que ella se para y me toma de las manos, elevándome y así quedar ambas muy juntas, la abrazo rodeándole su cuello y ella me toma de la cintura, palpando mi espalda hasta bajar su mano a mis glúteos. Mientras ella exploraba mi lóbulo con su lengua, introducía sus manos bajo mis pantalones y  mi hilo bajándolo muy lentamente. Sentía su respiración agitada y sus caricias por todo mi cuerpo, despacio fue sacando mi ropa hasta quedar ambas en cuero, poso sus labios en mi pezones redonditos y sin punta, escapando inconscientemente un suspiro largo de mi boca, dando esto más aliento a ella:-“te gusta putita”- dijo y siguió con su labor de hacerme gozar-:”ahora vas a ver lo que es bueno puta-“y me tiro bruscamente sobre la cama. Ella parada me miraba desafiante:-“Serás mía y harás lo que yo quiera, brisca” dijo y se puso de rodillas dándome una sonora bofetada. Ahí entendí que ya tenía dueña de nuevo, y volví a ser la sumisa que fui una vez. Se Me sentó en la boca y comenzó a moverse frenéticamente, casi ahogándome, pero no deje que eso pasara sino que  alcance’ a tomar su clítoris con mis labios y succioné fuerte, sacando un alarido de  placer de Mercedes y dejando que hiciera lo que se, es decir hacer gozar a una puta como ella, sabiendo que quería sexo fuerte y ahí lo tubo.  Mordí, succioné y metí mi lengua dentro de su vagina, produciendo  sensación de gozo en ella. Así estuvimos un buen rato hasta que me llenó de jugos  mi boca, pegando un alarido -:”  sublime Lucia, ahora te toca a vos”- dijo y se bajó buscando mis tetitas, introduciendo su dedo en mi conchita súper húmeda. Sabía que ahora me tocaba gozar a mí. Subió su mano buscando mis tetitas apretando mi puntita redonda, lo hacía con fuerza, casi bruscamente:-“Me duele Amor”- dije y ahí me dio otra cachetada:-“ mi esclava goza y disfruta, entendiste putona?” acotó y supe que solo tenía que gozar el castigo. Hizo lo que quiso con mi vagina y con mi cuerpo, mordió mi clítoris hasta hacerme gritar de dolor, y no feliz con eso, me dio una bofetada que me volteo mi cabeza. Luego se puso en tijera concha con concha y ahí si nos vinimos las dos con mucho jugos. Fue una tarde de maravilla, me dijo lo mucho que le guste  y lo feliz que sería si volvía:- Por supuesto putita que me tendrás muy pronto por acá”- dije abrazándola y buscando su boca. Así nos despedimos, me acompaño hasta la puerta tocando mi colita todo el trayecto.

Besos . Lucia

Quiero agradecer todas las contestaciones que me hacen llegar, con buenos y malos  mensajes. Todo es válido. Contesto siempre.