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Solos mi vecino viejito y yo

en Confesiones

                                Mi vecino viejito y yo

Hola amigos otra vez por acá soy Lucia y les voy a contar otra historia de mi vida sexual, bastante intensa, por cierto. La que les relatare hoy ha sucedido hace poco tiempo, y fue con mi vecino viejito.

Hacía algún tiempo que no tenía contacto con él por distintas causas, y por el modo de pasearse pensé que estaba bastante calentito y al mismo tiempo pensando lo que me haría mi conchita se mojada solita. Pensaba como haría para tener un nuevo encuentro con él a solas, pues ya había estado su primo y me dieron con todo, cosa que me encanto.  Entones tuve que recurrir a mi compinche, o sea mi madre. ¿Mami no tienes que salir esta tarde?  Interrogue a lo que ella me miro y dijo no, pero puedo ir a visitar alguna amiga, me encantaría dije y mi cosita parecía que se había orinado.

Temprano de tarde, me aviso que se bañaría e iría a la casa de su amiga, feliz por la noticia corrí a mi dormitorio me lave bien mi cosita que estaba muy mojada lo mismo hice con mi colita y puse por dentro y por fuera cremita para que resbalara mejor. Cuando mi mama me aviso de su partida la acompañe hasta la puerta del frente, nos dimos un beso cariñoso y me susurró al oído que tuviera cuidado. Si mami no te preocupes fue mi respuesta y salió, como por arte de magia mi machito aparece en su puerta le hago la seña clásica y me pongo detrás de la puerta, el viene y al no ver a nadie en la cuadra se mete, cuando lo veo ya el bulto de su pantalón me dice que la tiene parada. Mi boca se hace agua pensando en lo que tendré dentro de un ratito. Y no bien paso, cerré la puerta y me metió su lengua en mi boca haciendo pelear ambas, la saliva se nos escapaba por la comisura de nuestras bocas y caían. Lo tome de la mano y lo lleve adentro meneando mi colita. I ahí nomás con su mano libre busco mi cosita y tanteo y me metió el dedo adentro. Como estaba de bermudas y camiseta no fue difícil dejarlo desnudo y con su pija parada, llena de venas. Con la cabeza parecía un cono morado. Yo también estaba con dos prendas mi mini y camisa sin ropita interior, como a él le gusta. por eso fue sumamente fácil quedar en cueros, el líquido pre seminal chorreaba por mis piernas, la calentura que tenía era mucha y mis suplicas para tener sexo de una vez era a viva voz, suerte que estábamos dentro de mi casa y con las puertas cerradas. Me puse de cuclillas y las piernas bien abiertas y la verga frente a mi boca y ahí le besé la cabeza y me la engullí toda, paso mi garganta y comenzó a cogerme la boca, me hacia hacer arcadas fuertes pero no me la saque aguante todo lo que pude me lloraban los ojos y casi me falta el aire, cuando vi que en cualquier momento me  llenaría la boca de lechita, la saque me acosté en el sofá y abrí mis piernas, el comprendió que quería su lengua y sin esperar nada  comenzó el recorrido desee arriba hasta mi culito con la  lengua, acentuando cada vez que pasaba por mis orificios, haciendo que diera un grito de placer. Si mi viejito chupe mi cosita le decía y el clavaba su lengua dentro mía. Ya no acababa poco, sino que parecía que salía agua de mi conchita, era inmenso el placer que me estaba dando. Abría mis piernas todo lo que podía para que pudiera lamer a gusto mi conchita y mi culito. Desesperada como estaba le pedía que me metiera la verga en cualquier agujero, pero que la metiera. Y ahí se para y comenzó a pasar la cabeza de su pene por mi agujero y mi desesperación era más grande, hasta que la retira un poco de mi pone mis rodillas en mis tetitas y desee lejos me la mete haciéndome pegar un grito desesperado sacándola toda y volviendo a meterla sin miramientos produciendo dolor pero también gozo, no aguantamos ninguno de los dos y nos vinimos largando gran cantidad de leche. La respiración nuestra era muy aprisa nos faltaba el aire, hasta que poco a poco nos fuimos controlando. Cuando ya respiramos con calma, me acurruque a él y comencé a besarle la boca, nuestras lenguas se torneaban una a la otra, babeándonos, me fui bajando bese sus tetillas y el ombligo, llegando hasta su pija, donde también la chupe y bese hasta que se puso dura, me senté sobre su cara y me lengüeteó toda mojando sobre todo mi culito. Cuando quería sentir su pene, me senté dándole la espalda, poniendo su cabecita en mi pocillo marrón sin introducirlo, comencé haciendo círculos sintiendo la verga en mi culito, ahí, él pone sus piernas debajo de las mías y empuja hacia arriba, soltando mi apoyo metiendo de un solo golpe su pija hasta el fondo. Grite fuerte porque realmente me dolió, me dio vuelta y me puso con mi busto sobre el asiento, saca su pija y vuelve hacer lo mismo dos o tres veces, me dolía mucho lloraba de dolor, pero no hacía nada para sacarla, porque sabía que me gustaría más tarde cuando cediera el dolor, y así fue me agarraba de los hombros más tarde de las caderas y siempre empujaba y hacia círculos con el pene dentro de mí. Hasta que se vino dentro mía, sentí como descargaba su lechita, espero hasta que su pene quedo flácido y salió solo. Se levantó se vistió y se fue, antes me dio un piquito. Quede un rato en esa posición, sintiendo como chorreara por mis piernas su lechita, fruncía mi culito y sentía raro al apretarlo, pero me gustaba.  Me di un buen baño, y Sali a esperar a mi mama, que llego un rato después. Por supuesto lo primero que hizo fue preguntarme como había estado, como siempre le conté con lujo de detalles el acontecimiento.

Agradezco las cartas recibidas, les mando un beso a todos y todas. Lucia