miprimita.com

Mi viejito y yo

en Confesiones

                   Mi vecino viejito y yo

Hola amigos, soy Lucia y vengo a contarles otra de mis historias amorosas. Ésta vez no fui yo quien recibió los placeres del sexo, sino que una amiga fue la que disfruto y creo que bastante. Estaba tranquila en casa con mi mamá, viendo la novela de la tarde, cuando llego Patricia, una amiga que vivía en el barrio hace algún tiempo, nos conocemos desde chiquitas, pero por circunstancia que no valen la pena explicar, tuvieron que salir del mismo, mudándose. Su figura no es nada del otro mundo, flaca, con un par de tetitas chicas, quizás más que las mías. Pelo negro, corto con cerquillo. Ojos como su pelo bien negro, que ella lo pronunciaba aún más haciéndose una delgada línea en sus pestañas largas y dadas vueltas hacia arriba. En definitiva, estaba linda la guacha. Sus nalgas no eran grandes sino más bien a tono con su cuerpo delgado, redonditas y bien paraditas. Se afeitaba su conchita haciendo un triángulo con una punta hacia abajo, espesa la pelambrera, pero rica cuando se moja con jugos internos.

Creo que mi mamá se dio cuenta que me gustaba, y después de un rato dijo que tendría que salir, así que aproveché la ocasión e invité a Patricia a subir a mi dormitorio. No inicie nada de momento pues sabía que ella volvería a despedirse, para darme tranquilidad de que no habría nadie cerca.

Cuando quedamos solas, comencé mi danza del sexo, y acaricie su cabello, diciendo lo lindo que lo tenía, las tome de su mano y ella no la reusó, sino que apretó más, como dándome permiso para seguir. La senté al borde de la cama, y ella dócil, se dejó hacer, acaricié su cara y no hizo movimiento alguno, rocé sus labios con mi dedo y me dio un beso, tratando de meterlo en su boca. Nos miramos y sonreímos, sabiendo lo que vendría. Muy despacio me acerque a ella y pose mis labios en los suyos, al no notar resistencia alguna mi mano voló a su rodilla y desde ahí acariciando subí lenta, pero sin pausa hacia su conchita, Patricia me ayudo a tal movimiento abriendo sus piernas.:”-nunca lo he hecho”-me dijo con un hilito de voz:”-tranquila, déjate llevar que te gustará”- acoté, llegando al botoncito que estaba inflamado, apretándolo por encima de su bombachita, dando ellas su primer quejido audible, acelerando su respiración. Ya mi lengua jugaba dentro de su boca, siendo recibida por la suya entrelazándose en un baile infernal. para ser su primera vez-, era rápida la muchacha, así que despacio, pero sin cortes, metí mi dedo por dentro de su ropita interior, y como su conchita estaba muy mojada, este se escurrió sin ninguna dificultad,”-aaahhh que lindo amiga”- me dijo y levanto un poco su pelvis para facilitar al intruso sobre ir mas adentro. La acosté sin sacar mi dedo de su conchita y mi boca busco su orejita, facilitándome ella la labor moviendo su cabeza hacia un lado. Luego que ella abriera sus piernas flacas y largas, me arrodille y muy lento tire de su ropita sacándosela, dejando solo para mí su abertura. Pase mi lengua por toda su rajita y me pare tomándola de sus manos atrayéndola hacia mí, ella comprendió y se paró, dando lugar a que le sacara su ropa, que fue cayendo al suelo a medida que salía. Luego rápido saque la mía quedando ambas en cuero. Busque sus tetitas, chiquitas, lindas, duritas siendo como las mías sin punta, solo una pronunciada redondez sin punta. Mientras mi lengua se recreaba sobre todo su seno, ella apretaba aún más mi cabeza sobre si, como diciéndome que le gustaba, alentando a continuar. Mis dedos hurgaban dentro de su conchita haciendo círculos y la delicia de mi amiga, que cada vez sus quejidos iban en aumento. La puse de espalda y abrí sus nalgas quedando su fruncido culito ante mis ojos, pase mi lengua por toda su zanja, y la ubique justo en su redondel marrón, empujando, tratando de que entrara algo, pero encontré mucha resistencia:”-nunca han estado ahí”- me dijo y comprendí que era virgen del culo. Muy suave subí por su columna hasta su oreja que le susurré:” -no te han abierto la cola?”-:”no, me duele mucho”- acoto. De inmediato pensé que sería yo quien le abriría el ojete. Así que fui rápido al ropero saqué a mi amigo y ya traje la pomada para que le entrara mejor, cuando quiso acordar ya tenía puesto el arne, con la pija mirando al cielo, me miro y sonrió, así que puse la punta de atrás en mi conchita que entro muy fácil por lo mojada que estaba y me arrodillé ante ella poniendo su clítoris en mi boca sacando quejidos de placer. La di vuelta quedando de pompa hacia arriba, le puse una almohada en su pancita abrí sus cachetes, pasando mi lengua con abundante saliva, luego pase bastante crema, introduciendo un dedo:”-aaaay me duele, no”- solo dijo pues ya lo tenía todo adentro, lo deje hasta que se acostumbró a él, y comencé a hacer círculos tratando de agrandar para lo que tendría más tarde adentro, todo sin dejar de hablarle al oído diciendo lo lindo que lo pasaría, tratando de que lo abriera y no quedara tensa. Poco a poco fue cediendo y no estaba casi rígida, puse la verga en su conchita y apreté entrando sin dificultad, pero fue solo para que sintiera lo que era, mucha crema y algunos empujones para adentro, alcanzo para que la sacara muy lentamente y se la pusiera justo en el culito:” -levanta el culito amor que te gustara”- le dije y apreté, entrando la cabeza, justo en el momento que ella izara sus nalgas, dándome tiempo a que metiera la punta. No grito, solo lanzo un ruido con la garganta, contrayendo todo su cuerpo, y con sus puños alcanzo un puñado de sabanas, pero cuando quiso acordar ya tenía la postiza adentro, mitad dentro de sus entrañas y la otra esperando turno para meterse, enrede mis piernas a las suyas para que no se saliera de esa posición,  puse mis manos por debajo de sus brazos  sujetando sus hombros  y empuje metiendo la otra parte dentro suyo.:_”aaaahh nooooo”- solo dijo pera ya la tenía adentro.:_”si amor, ya estas con el culo roto, ahora a gozar”- le dije al oído sacando un poco la verga para volver a me2terla enseguida.:”-ay ay que me duele no la aguanto ay”- solo decía y movía el culo tratando de sacarla, pero yo estaba pegada y no le daba tiempo a nada.  Así estuvimos un buen rato hasta que se acostumbró a tenerla metida y el dolor fue cediendo, pues mis dedos ya estaban dentro de su conchita metiendo fuerte, tratando de que gozara más por ahí. Se le escaparon algunas lágrimas: pero solo fue un instante, hasta que empezó a gustarle, para volver a mover sus nalgas tratando de sentir la postiza dentro suyo.:”me duele horrible amiga, no seas mala, me destrozas toda”- decía mientras movía la cola y se ensartaba más aun la verga. Ambas estábamos en lo máximo del gozo, yo rompiendo su culito y ella sintiendo como se abría. Se lo saque lentamente y la di vuelta levantando sus piernas y poniéndolas en mis hombros, así se la volvía a meter por su culo, abriendo mucho los ojos, pues aún le dolía mucho, pero no me importo, igual se la metí de un solo envión, dando un suspiro lastimoso y sacando alguna lagrima mas de sus ojitos enrojecidos.”:-ahora si bienvenida al club de las putas”- le dije y comencé a sacar y meter rápido, ella no sabía si llorar , reír o que hacer, no le daba tiempo a pensar, solo sentía la verga en su culo que lo lastimaba cada vez más. Cuando vi que ya no sentía casi dolor, muy despacio se la fui sacando, dando un respiro a su dolor, así fui bajando lentamente besando sus tetitas, sin dejar que cerrara sus piernas, buscando con mi lengua su rajita, llena de líquido preseminal, espeso y pegajoso. Vi de reojo que la verga que tenía metidas y había roto su ojete aun tenia materia, por eso no las deje que la viera, me saque el arne y lo puse debajo de la cama, para más tarde lavarlo y desinfestarlo. Subí a la cama y me acosté con ella, sin dejar de besarla y tocarla, nos dimos varios besos con lengua y nos tocamos nuestras cositas, llegando varias veces al orgasmo.

Una vez finalizada la faena, la llevé a baño y ayudé a limpiarla, pues aun sus pasos eran inseguros. Muchos mimos y reproches por parte de Patricia por el dolor que le había causado, pero feliz. Nos vestimos y bajamos, casi justo en el momento que mi mama llegaba, y con solo mirarnos supo que algo habíamos hecho. Mi amiga se sentó con algo de dificultad y mi mama se dio cuenta, a lo que le pregunto: _” te duele?”-ella quedo colorada y bajo la vista. “;-pobrecita, ni cremita le has puesto, venga hermosa que la voy a curar”-dijo y la llevo a su recamara para pasarle cremita y darle algún mimo más , pues demoraron bastante. Mi amiga al rato cuando se había repuesto se despidió de nosotras con la promesa que regresaría para más.