miprimita.com

Hugo y el cambio de su hermana pequeña (4)

en Bisexuales

Habían pasado unos días, desde nuestro último trio, mis padres estos días habían estado por casa y no habíamos tenido tanta libertad. Eva y Edu se habrán buscado otro sitio para follar al no tener la casa libre.

Al mediodía, nos juntamos mis padres, mi hermana y yo para comer. En medio de la comida les dijo Eva a mis padres que le había dicho su novio Edu que si quería pasar unos días de vacaciones en la casa que tenían sus padres en la playa.

A mis padres la idea no les gustó, en un principio pusieron muchas pegas, porque se pensaban que iban a estar ellos dos solos. Nuestros padres nos dejan libertad, pero mi hermana con 18 años recién cumplidos no veían del todo bien que se fuese unos días con su novio a la playa.

Aunque cuando Eva les dijo que también irían unas primas de Edu y que me había invitado a mí, la idea les pareció un poco mejor. Yo no sabía nada de las vacaciones esas, pero en un segundo vinieron a mi mente imágenes del sexo que podíamos tener en esa casa esos días, y mi cara cambió.

-“Es verdad mamá, Edu me ha dicho que vaya, no te preocupes, si está cerca, es un sitio muy tranquilo, y además ya sabes que nosotros no somos de salir mucho de fiesta”

Mis padres dijeron que se lo pensarían, pero vamos que al final seguro que nos decían que sí, saben que somos responsables, aunque si supieran lo que hacemos cuando estamos solos quizá cambiasen de opinión.

Terminamos de comer, ayudamos a recoger la mesa y me fui a mi cuarto, al rato entró Eva.

-“Muchas gracias por echarme un cable Hugo, no sabes lo que te lo agradezco. Además es cierto, bueno una parte lo de las primas no, vamos no creo, pero que Edu quiere que pasemos los tres unos días en su casa de vacaciones eso sí es seguro”

-“No te preocupes Eva, ya seguro que me lo compensas de alguna manera, jajajaja. Que sepas que yo por mí me voy encantado. Cuenta conmigo.”

-“Vale hermanito, muchas gracias”, dijo Eva acercando sus labios a los míos y poniendo cara de viciosa al salir de la puerta.

Que cachondo me ponía mi hermana. Pues ojalá nuestros padres nos dejasen irnos, por lo menos un finde. Mi polla se puso dura de nuevo solo de pensar lo que podría pasar en esa casa de la playa.

Por la noche durante la cena, nuestros padres nos dijeron que vale, que confiaban en nosotros y que al ir los dos juntos que se quedaban algo más tranquilos. Además ellos así pues también se podrían ir de vacaciones sin estar pendientes de nosotros.

Mi hermana les dio las gracias a los dos y enseguida cogió el móvil para avisar a Edu. Después de cenar, mis padres salieron a dar un paseo. Yo aproveche para ver un poco la tele. Eva estaba hablando con Edu por el móvil. Había veces que se podían tirar hablando una hora seguida. La tele me aburría ya. Me fui a darme una ducha. Eva seguía con el móvil.

Como estábamos los dos solos en la casa, me quité toda la ropa en mi cuarto y me fui desnudo al baño. Mi polla estaba un poco morcillona, llevaba unos días sin hacerme una paja, iba andando por el pasillo y mi verga se balanceaba como un péndulo de un lado a otro. Me dio una ducha fresquita y relajada. No quería hacerme una paja, por lo que no me entretuve mucho con mi polla.

Salí de la ducha, me sequé un poco y me fui de nuevo a mi cuarto con la toalla anudada a la cintura. Llegué al cuarto y junté un poco la puerta, me daba igual que me viese mi hermana desnudo si pasaba, después de lo que llevamos estos días, no creo que se moleste.

Terminé de secarme, tiré la toalla al suelo y fui a por el bote de desodorante y un poco de crema que me gusta ponerme en las piernas sobre todo después de la ducha. En ese momento Eva desde la puerta dijo: “Menudo espectáculo tienes aquí. ¿Me dejas pasar?”

-“Si ya estas dentro, ¿para que preguntas?, jajajaja”

-“Ven aquí, que quiero compensarte por ayudarme con lo del viaje”. En ese momento Eva acercó sus labios a los míos y nos dimos un buen beso. No fue muy largo, a los pocos segundos me empujó hacia mi cama. Eva se arrodilló, cogió mi polla con su mano y empezó a sobarla. Mi glande salió al momento, mi verga iba creciendo poco a poco, estaba ya casi dura.

Acercó su boca a mi polla y se la metió de golpe. Dentro de su boca se puso ya gorda y dura por completo. Mi hermana cada vez me hacía mejores mamadas. Inclinaba su cabeza y se metía todo mi rabo dentro, sacándolo de golpe, una y otra vez. De vez en cuando su lengua jugaba con mi glande, lamiendo con su lengua la parte posterior.

Yo seguía tumbado, había cerrado los ojos y disfrutaba de la mamada de mi hermana sin hacer ningún movimiento. Paró por un momento, hasta que de pronto noté su mano acercado mi polla a sus tetas. Apretó sus grandes y duras tetas contra mi polla y empezó a hacerme una cubana.

Nunca antes me lo había hecho ella, pero se notaba delicioso. Mi polla le llegaba hasta la garganta. Ella apretaba sus tetas con fuerza. Yo me incliné un poco para ver aquella estampa de cerca. Que caliente me estaba poniendo. Estaba disfrutando mucho. Mas después de llevar unos cuantos días sin correrme. Estaba cargado de leche.

De pronto oímos como la puerta se abría, Eva cogió su camiseta y su sujetador y salió corriendo de mi cuarto. Yo me levanté rápido a ponerme la toalla otra vez sobra la cintura y cerré la puerta.

Casi nos pillan nuestros padres. El susto hizo que mi polla se deshinchase en un momento. Me puse un bóxer y un pantalón corto y me fui a la cocina a beber agua. Si ya de por sí, que casi siempre estoy caliente, le sumas que llevo varios días sin descargar y que me había quedado a medias, estaba deseando de hacerme un pajote. Pero con mis padres despiertos no podría hacerlo.

Me fui a mi cuarto a esperar que se fuesen a dormir mis padres, pero por lo que se ve no tenían mucha prisa. Por lo que mi pajote debía esperar hasta mañana o arriesgarme a que me pudiesen pillar con el rabo en la mano.

El sueño se apoderó de mí, por lo que decidí irme a dormir con la polla dura y con unas ganas de correrme de miedo. Pero en fin, en otro momento será. Me fui a dormir con la esperanza de poder follarme a mi hermana aunque fuese en sueños…

….

Por fin habían pasado ya los quince días de espera para que llegasen nuestras vacaciones. Nuestros padres se despidieron de nosotros. A final hasta nos habían dejado que nos llevásemos uno de los coches de la familia. Nos dijeron todas las típicas cosas que se suelen decir al salir de viaje, que tuviésemos cuidado, que no bebiésemos mucho y demás.

Eva y yo fuimos a la casa de Edu, que ya nos estaba esperando en la puerta, metió su maleta en el coche y se subió en la parte trasera. Al pasar dio un beso en la boca a Eva y a mí me pasó la mano por el hombro. Iniciamos nuestro viaje, tras parar a comer y descansar un poco retomamos el camino.

2 horas después estábamos en nuestro destino. Cogimos las maletas del coche y nos fuimos directos a la casa de los padres de Edu. Era un chalet bastante acogedor, no muy grande, tenía unas pocas escaleras para subir, en la parte derecha de la puerta de entrada tenía una pequeña terraza que se comunicaba con el salón. Entramos y tenía un salón con varios sofás y cocina americana. Un cuarto de baño y al fondo dos habitaciones con una cama de matrimonio cada una. Estas dos habitaciones las ventabas daban a otra terraza algo mayor. Desde esa terraza subiendo unas escaleras se comunicaba con una piscina comunitaria, para los 5 o 6 chalets que había ahí. No era muy grande, pero para la gente que ahí viviría era más que suficiente.

Tras dar una vuelta de reconocimiento por la casa, decidimos ponernos el bañador y darnos un baño antes de comer para refrescarnos del viaje. Estuvimos los tres junto con otros dos matrimonios dándonos un baño. Al rato decidimos bajarnos a comer. Al ser el primer día nos habíamos llevado algo de comida de casa. Por lo que comimos rápido, recogimos y nos fuimos al sofá. Pusimos el aire acondicionado y nos fuimos hasta el salón.

Después del viaje y la comida se agradecía estar un rato en el sofá descansando. Edu y yo nos sentamos en el sofá grande, que estaba en uno de los laterales. Eva se fue a la habitación. Estábamos muy cómodos en el sofá y muy fresquitos con el aire acondicionado.

En pocos minutos llegó Eva, se había quitado la ropa y venía con un bikini blanco bastante pequeño. Y se sentó en el sofá enfrente de nosotros. Nada más sentarse se abrió de piernas y empezó a sobarse las tetas.

Edu y yo nos miramos, Eva seguía jugando con sus tetas, de vez en cuando pasaba su mano por encima de la braga del bikini. Paró de sobarse las tetas y nos dijo:

-“Chicos, tengo muchas ganas de jugar. Si os queréis unir, tenéis que hacer lo que yo os diga. ¿Os parece bien?”.

Ni Edu ni yo dijimos ninguna palabra, asentimos con la cabeza y nos reímos.

-“Bueno pues lo primero que vais a hacer va a ser desnudaros el uno al otro, cuando lo hagáis yo me quito el sujetador”.

Yo estaba deseando ver a mi hermana desnuda, bueno y a Edu también, no vamos a engañarnos ahora. Me puse de pie, Edu seguía sentado sobre el sofá, me acerqué a él y le subí la camiseta, él puso de su parte y tras quitarle la camiseta se levantó y le bajé el bañador. Su polla bastante grande, pero sin estar dura por completo, quedó libre.

Ahora era su turno, me quitó la camiseta y cuando fue a desabrocharme el cordón del bañador, mi polla ya estaba como una piedra. Tiró de la goma del bañador para bajarlo. Tras quedar los dos desnudos nos sentamos de nuevo en el sofá.

Nada más sentarnos, Eva puso sus manos en la espalda y desabrochó el sujetador. Sus preciosas tetas quedaron al aire. Daban ganas de lanzarse a comérselas.

-“Si queréis ver más, ahora os tenéis que pajear, uno al otro”.

Edu y yo nos acercamos, nos sentamos cerca uno de otro. Yo estiré mi mano izquierda hasta alcanzar su polla, estaba casi dura. El hizo lo mismo con su mano derecha. Mi polla por el contrario ya llevaba dura bastante tiempo. Poco a poco nos empezamos a pajear, llevábamos el mismo ritmo.

La polla de Edu ya estaba en todo su esplendor. Cuanto la había echado de menos. Tener ese gran trozo de carne entre mis manos me producía casi más placer que la paja que me estaba haciendo Edu.

Tras llevar un rato pajeándonos. Eva subió sus piernas, se agarró la braga del bikini y dejó al aire su raja. Como siempre estaba totalmente depilada. Nada más quedarse desnuda cerró sus piernas.

-“Para seguir jugando, tenéis que chuparos las pollas. Primero Edu. Quiero que te estrenes comiendo rabos con el pollón de mi hermano”.

Edu miraba un poco contrariado a su novia, pero no le quedaba más remedio si quería que esto no se acabase. Poco a poco se fue tumbando para quedar con su cara a pocos centímetros de mi polla. La sujetó con su mano derecha y se la metió en su boca. En ese instante, Eva chupó uno de sus dedos y automáticamente los bajó para jugar con su clítoris.

Edu parecía que les estaba gustando tener mi rabo en su boca. Se le notaba más suelto cada vez. Jugaba con su lengua con mi glande, yo aprovechaba para jugar con su pelo, pasaba mi mano por su torso, y estirándome pude alcanzar su polla para pasar al menos mis dedos por su glande, que estaba muy húmedo.

-“Cambio de postura, Hugo, ahora te toca a ti comerle el rabo a Edu”. No terminó de decir la frase y yo ya estaba con su polla en la boca. Desde que se la comí en la ducha no la había deseado tanto. ¡¡Que rica!! ¡¡Que sabor más fabuloso desprendía ese rabo!! Estaba entretenido con la polla de Edu y no podía ver a mi hermana, pero cada vez gemía más fuerte.

-“Parece que habéis pasado la prueba, vamos al dormitorio que tenemos que estrenar la cama”. A pesar de decir Eva eso, yo seguí chupando un rato más el rabo de Edu, hasta que ya me decidí a soltarlo. Edu y yo nos levantamos y con nuestras pollas bien duras seguimos a Eva.

Llegamos a la habitación y ya tenía Eva los condones en la mano, cuando se puso el bikini debe ser que ya los había sacado de la maleta. Eva nos dio uno a cada uno, pero antes de que nos diese tiempo a abrirlos, se arrodilló, sujetó nuestras pollas con sus manos y comenzó a mamárnosla.

Tenía mi polla en la boca y a la vez pajeaba la de su novio. Iba alternando en su boca y sus manos nuestras pollas. Las chupaba con gran deseo. Pero uno de los momentos que más placer me dio, fue cuando juntó nuestros glandes y sacó su lengua para chupar nuestras dos pollas a la vez. Agarraba nuestras pollas por la base y con su lengua iba pasando de un glande a otro.

Intentaba meterse las dos pollas a la vez en la boca, pero no lo conseguía. Que ganas tenía de follarme a mi hermana. Estaba muy cachondo. Eva dejó nuestras pollas, se levantó y empezó a besarnos, nuestras tres bocas estaban muy cerca una de la otra. Yo agarraba a mi hermana con una mano su culo y con otra una teta.

Abrí el condón que tenía en la mano y me lo puse. Agarré a mi hermana por la cintura y le di la vuelta. Edu se sentó en la cama. Eva se iba doblando para comerle el rabo a su novio. Yo en ese momento agarré mi polla y se la metí de golpe a mi hermana. Tenía el coño tan húmedo que entró entera sin problemas. Con mis manos sobre su cintura comencé a follarme a mi hermana cada vez más bruscamente. Las embestidas eran muy fuertes.

Sus tetas se agitaban del fuerte movimiento que teníamos. Edu estaba disfrutando de la mamada que estaba recibiendo tumbado sobre la cama. Mi hermana se tragaba su rabo con deseo al mismo tiempo que le hacia una paja. Yo seguía el ritmo de mi follada, me encontraba tan caliente que cada vez agarraba con más fuerza la cintura de Eva.

Vi como mi hermana cogía el condón y se lo ponía su novio. Con mi polla aun dentro, se acercó hacia su novio, agarró su polla con la mano y la llevó hacia su coño. De nuevo mi polla y la de Edu se volvían a unir dentro del coño de mi hermana. Era yo quien llevaba el ritmo.

Cada vez estaba más próximo a correrme, por lo que bajé un poco mis embestidas. Aprovechaba ahora que Eva estaba un poco más levantada, para agarrarle las tetas con mis manos. Que gozada poder follarme a mi hermana y tener sus dos preciosas tetas apretadas con mis manos.

Yo iba a explotar pronto. Seguí unos minutos más follándome a Eva. El roce de mi polla con la de Edu me excitaba aún más. Ya no podía esperar más tiempo. Mi corrida iba a salir bien pronto. Me quité el condón, y me fui a subirme a la cama.

Acerque mi polla a la cara de Edu, tenía que devolverle la corrida que tuvo sobre mi cara. Además ya que le gustaba tanto probar mi semen que mejor que directo desde mi rabo. Edu nada más llegar abrió su boca, sacó su lengua y cerró los ojos.

Yo me pajeaba con fuerza, estaba a punto de terminar. Eva aprovechando que ya solo tenía una polla dentro comenzó a moverse con más velocidad. Yo tras varios minutos de paja sobre la cara de Edu me corrí. Llevaba varios días sin soltar mi leche y le llené la cara y la boca de semen. Todo el que calló en su boca se lo comió, además de chupar todo el que quedaba cerca de sus labios. Aproveche para meterle la polla una vez más en su boca y que pudiese lamer las últimas gotas.

Cuando ya tenía la polla un poco flácida la saque de su boca y me tumbé sobre la cama. Ellos aprovecharon para tumbarse más dentro de la cama y estar más cómodos. Mi hermana gemía como una bestia, como hubiese vecinos en la piscina seguro que estaban flipando de los ruidos.

Yo, tras descansar un rato y recuperar mis fuerzas decidí ayudar un poco a dar más placer a mi hermana. Extendí mi mano y comencé a jugar con su clítoris. Esto hizo que Eva gimiese aún más. Se movía haciendo círculos con su cintura sobre la polla de su novio, mi mano seguía jugando con su clítoris, ella se estremecía de placer.

De pronto Edu extendió su mano para sacarse la polla del coño, se quitó rápidamente el condón. Y ahí mismo se corrió, cerca del coño de mi hermana. Pasando el glande para su cuerpo para terminar de limpiarse. Eva calló rendida sobre Edu. No dejaban de besarse.

Reposamos un rato más los tres sobre la cama y nos fuimos levantando, ellos a limpiarse el semen del cuerpo y yo al sofá a refrescarme con el aire acondicionado. Eva y Edu llegaron al momento Mi hermana caminado desnuda hacia el sofá era una espectáculo. Que belleza, que cuerpazo tenía.

Pero es que Edu no era menos, ver su polla flácida pero con un tamaño considerable acercarse poco a poco a mí hacía que mi mente quisiese lanzarse de nuevo a por ella.

Se sentaron juntos en el sofá, yo estaba solo en el otro. Ahí estábamos los tres amantes desnudos. Si esto había sido el inicio de las vacaciones, no quiero ni imaginarme que nos depararía el resto de los días.