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Residencia Universitaria (4)

en Gays

Nada más irse Jorge de mi cuarto escribí a Edu para contarle lo que me acababa de pasar.

“Tío, no sé cómo te lo estarás pasando tu por ahí, pero aquí acabo de tener fiesta”.

“¿Qué has hecho cabronazo?”.

“Nada, tu amigo Jorge, que ha venido a por unos apuntes tuyos y como no estabas, hemos estudiado algo de anatomía”.

“¿Habéis follado?”.

“Que va, no hemos llegado a tanto, me ha pillado una página de relatos gay, he visto que se ha puesto cachondo y ya he dado el paso y nos hemos pajeado juntos”.

“Que puto cerdo eres tío. No te puedo dejar solo ni un minuto, jajajaja. Joder, me he puesto cachondo de imaginaros en la habitación dándole al tema”.

“Pues convence a ti amigo para hacer una fiesta buena mañana”.

“Si claro, le digo, vente a follar Jorge”.

“Hombre yo le he dicho que nosotros tres nos follamos, que se puede unir”.

“¿Qué le has dicho eso a Jorge?”.

“Hombre claro, a ver si vas a ser tu solo el que va diciendo por ahí que me mola comer rabos, jajajaja”.

“Puto cabrón, te la devolveré, jajajaja. ¿Y qué te ha dicho?”.

“Que le da un poco de corte, que no sabe qué hacer”.

“Bueno tío, mañana hablamos vamos a entrar a otro garito. Ya pienso algo sucio no te preocupes”.

“Chao nene, dale rabo a alguien si te dejan”.

Después de la conversación con Edu, me fui a dormir, ya recién corrido no tenía mucho que hacer, así aprovecharía para levantarme pronto e intentar estudiar algo el domingo, o por lo menos hacer algo de provecho. Ya el domingo a media mañana oí como llegaba alguien con la maleta. Debía ser Luis que ya volvía de pasar el finde con su familia, porque el ruido con la maleta llegó hasta el final del pasillo.

Escuché como se cerraba la puerta de mis vecinos y comenzaban a hablar. Tenía ganas de volver a ver a Luis, las folladas que había tenido con Edu habían sido brutales, pero la verdad que también echaba un poco de menos a Luis.

No vi a mis vecinos hasta la hora de comer, bajamos los tres juntos, y nos encontramos con Jorge. Notaba que estaba un poco más tímido que antes, como evitando el contacto conmigo por lo de ayer. Yo tampoco quise decir nada y Edu al parecer se dio también cuenta de la situación y prefirió no decir tampoco nada y actuar como si no supiese nada. Pasamos la comida y estuvimos un rato después allí solos los cuatro charlando. Había muy poca gente aún en la residencia. Hasta la hora de la cena no llegaría la gente e incluso mañana por la mañana.

Nos despedimos de Jorge al salir del comedor y nos fuimos para nuestros cuartos. Cuando íbamos para nuestro pasillo dijo Edu:

“Le he contado a Luis lo de Jorge, y hemos estado pensando en prepararle una pequeña encerrona en nuestro cuarto”.

“Que cabrones que sois, por mi encantado venga contarme el plan que ya solo de imaginarlo me pongo cachondo”.

“Es sencillo, le digo que venga al cuarto a por los apuntes y ya cuando esté aquí, aparecéis Luis y tú en pelotas”.

“Claro, vamos por el pasillo con el rabo al aire llamando a la puerta”.

“No idiota, os escondéis en el baño y salís con los rabos fuera, jajajaja.”

“Un poco tonto el plan, pero bueno, no es para que nos del Nobel, es para follar, mal se tiene que dar, jajajaja”.

Fui un rato a dormir la siesta a mi cuarto, y cuando sonó mi móvil, fui a la habitación de mis amigos. Ya cuando estábamos allí los tres, sonó el móvil de Edu. Era Jorge preguntando si podía pasarse para que le prestase los apuntes.

“Ostia, mira no ha hecho falta que le escriba yo, va a venir él solito”.

Quedó con Edu en bajar en cinco minutos, por lo que nosotros nos fuimos al cuarto de baño. Pensar en estar con Luis desnudo en tan poco espacio, me estaba poniendo caliente. Oímos como alguien llamaba a la puerta y nos metimos rápidos al baño. Pensamos que iba a tardar más en venir y no nos había dado tiempo a desnudarnos. Para no hacer mucho ruido decidimos quedarnos vestidos.

“Pasa Jorge, si yo ahora mismo te iba a escribir, porque me ha comentado Alex que ayer viniste a por mis apuntes y como no estaba estuviste jugando a la Play con él”.

“Si estuvimos ahí pasando el rato”.

“Ya me ha contado, que os lo pasasteis bien”

“Qué vergüenza”

“¿Vergüenza por qué?, ¿no te lo pasaste bien?”

“Si tío, pero no sé, era la primera vez que hacia algo con un tío, aunque me moló mucho y ya encima cuando me dijo lo vuestro, me fui tan cachondo a mi cuarto, que me tuve que pajear al llegar”.

“Pues si quieres ahora vas a disfrutar. ¡¡Salid chicos!!”

La cara de asombro de Jorge cuando nos vio salir del cuarto de baño a Luis y a mí, era brutal.

“Sois unos cabrones, la que me habéis montado a traición”.

“Que va, nos la hemos montado para los cuatro, jajajaja” dijo Luis.

“Joder que mierdas, el plan es que hubieseis salido ya en pelotas, vaya cagones que estáis hechos, jajajaja”

“No nos ha dado tiempo y no queríamos dar ruido, ahora nos desnudamos aquí”, dijo Luis.

Edu y Jorge estaban sentados sobre el borde la cama, Luis y yo llegamos hasta estar cerca de ellos. Comenzamos a pasar nuestra mano por la espalda y el pecho de Jorge. El muy asustado se dejaba hacer. No mostraba síntoma de estar a disgusto con la situación, un poco sorprendido, pero con ganas de disfrutar.

Edu poco a poco se fue inclinando, para ir sobando a Jorge sobre por sus vaqueros. Luis comenzó a desnudar a Jorge, los tres estábamos centrados en nuestro nuevo compañero de aventuras. Luis sacó por completo su jersey y su camiseta de Jorge y dejó al aire su torso. Edu por su parte intentaba desabrochar su pantalón. Jorge puso un poco de su parte para dejar que Edu le desnudase por completo.

Nada más sacarle Edu su bóxer blanco, su polla dura rebotó contra su pecho. Las piernas peludas de Jorge me pusieron muy cachondo. La verdad que tenía un desnudo bastante potente. A pesar de tener un rabo normalito, lo completaba con su cuerpo más que apetecible.

Ya cuando se encontraba desnudo por completo y con su polla apuntando al techo, era hora de ir perdiendo nuestra ropa. Tanto Edu, Luis como yo, nos pusimos de píe en el suelo. Edu indicó con un gesto a Jorge para que se sentase justo en el pico de la cama y tuviese acceso a nosotros tres a la vez. Nos quitamos las camisetas dejando nuestro pecho al aire, y con los pantalones con uno bulto importante debajo, nos fuimos acercando a Jorge. Él al principio estaba muy cortado, como sin saber qué hacer. Luis le cogió una mano y se la puso sobre su polla. Edu hizo lo mismo. Yo en medio acariciaba al cabeza de Jorge.

Poco a poco Jorge iba entrando en acción. Sobaba las pollas de mis amigos y la mía por encima del pantalón, iba alternando entre los tres. Yo tenía muchas ganas de dejar al aire mi rabo. Me desabroché el pantalón y lo saqué por completo. Mis dos amigos hicieron lo mismo, nos quedamos los tres en bóxer. Yo también quería tocar y con mis manos sobaba los culos de Edu y Luis. Tras un rato así, nos desnudamos por completo.

La imagen de los cuatro desnudos, era formidable, el pollón de Edu por un lado, Luis, con su cuerpazo y no menos pequeña polla, y Jorge sentado en a la cama a nuestra merced, me tenían a mil. Luis dio un paso más con Jorge, poco a poco le fue acercando la polla a la boca. Jorge por su parte se mostraba un poco reacio.

“Tu chupa, vas a ver cómo te gusta”.

Jorge con mucha indecisión, cogió la polla de Luis con una mano y poco a poco fue acercando su boca. El glande de Luis esperaba los labios de Jorge. Yo apretaba el culo de Luis con fuerza. Edu por su parte se masturbaba lentamente observando la escena.

“Ahora prueba la mía” dijo Edu.

Jorge muy sumiso le hizo caso, abrió su boca por completo y pudo meterse la gran polla de Edu dentro. Luis me agarró la polla y me masturbaba.

“Yo también quiero”, dije para que Jorge me comiese el rabo un rato.

Así hizo, se metió mi polla en su boca. Él poco a poco se iba animando, me chupaba la verga y a la vez masturbaba a mis amigos. Luis acercó su polla a la boca de Jorge, que aún seguía chupando la mía. Edu hizo lo mismo. Nuestras tres pollas juntas. Nuestros glandes se rozaban con los labios de Jorge. Éste sacaba su lengua para lamer todo lo que podía. Yo estaba tan caliente que de vez en cuando daba pequeños bocados en el cuello a mis amigos.

Luis se había cansado de este juego ya. Nos dejó y se fue a su mesilla a por el bote de lubricante. Se untó bastante en su polla, lo extendió con mis manos y volvió a donde estábamos. Dio un empujón sobre el pecho de Jorge haciéndole caer sobre su cama. Le tiró un poco de las piernas para que se agujero quedase cerca y se fue acercando.

“Tío no seas bruto, que es la primera vez” dijo Jorge.

Untó un poco de lubricante sobre el culo peludo de Jorge y con delicadeza fue penetrándole poco a poco. Edu y yo nos pusimos de rodillas sobre la cama, y con nuestros rabos cerca de la cara de Jorge para que siguiese chupando. Luis ya había penetrado por completo el culo de Jorge, iba aumentando la velocidad. Los gemidos se comenzaban a oír con fuerza. La imagen me estaba poniendo a mil. Jorge con las piernas para arriba con el culo en el borde de la cama. Luis sujetando las piernas de Jorge por los tobillos y follándose con lujuria el culo de Jorge. Éste por su parte gozaba tumbado en la cama.

Yo me moría de ganas de follarme ese culo peludo. Me incorporé y me puse cerca de Luis. Éste me dejó el culo libre. Mi polla al ser más pequeña que la de Luis entró con suma facilidad, Luis ocupo mi puesto cerca de la boca de Jorge. Estuve follándome un rato el culo de Jorge. Agarrar sus piernas peludas y fuertes me excitaba mucho. A la vez que me follaba con fuerza el culo de Jorge, mis manos recorrían sus piernas peludas. Recorría cada palmo desde una punta a otra. Tras un rato dándole a Jorge sin parar, vi como Edu se incorporaba. Era su turno. El rabo más gran de la habitación, quería entrar en el agujero de Jorge.

Dejé paso a Edu, que posicionó donde yo estaba. Ese precioso trozo de carne largo y gordo estaba apuntando al agujero de Jorge. Poco a poco lo fue acercando, pero esta vez sí que costaba más trabajo que entrase. Edu lo intentaba pero no había manera. Por lo que tuvo que volver a lubricar el culo de Jorge y su propia polla. Se echó bastante gel para que pudiese deslizarse con facilidad. Ahora sí que parecía que el culo de Jorge recibiría el pollón de Edu. Una vez que entró casi medio rabo, el otro medio fue sin control. Un pollazo descomunal sobre Jorge que hizo que hasta incluso se le saltasen las lágrimas.

Edu no parecía importarle, le estaba dando una follada más dura que la que le habíamos dado nosotros. Los gemidos de Jorge, cada vez eran más pronunciados. Edu no paraba de follarse salvajemente el culo de su compañero de clase. Parece como si lo llevase deseando mucho tiempo. Jorge se tocaba su rabo, que estaba pringoso de lo cachondo de estaba con la follada que estaba recibiendo. Varios minutos de brutal follada continuaron, lo que hizo prácticamente imposible que Jorge nos comiese la polla a Luis y a mí. Con esos pollazos que estaba recibiendo no podía controlar su boca para mamarnos nuestros rabos.

“Tíos, yo también la quiero meter” dijo Jorge con gran lujuria.

“No te preocupes por eso, lo arreglamos rápido”. Dijo Luis pasando su mano por el pecho de Jorge.

Luis se puso de pie sobre la cama y poco a poco se fue sentando sobre la polla de Jorge. Ahora la escena era más caliente aún. Edu de pie follándose a Jorge que seguía tumbado sobre la cama, y Luis cabalgando sobre la polla dura de Jorge. Yo no quería estar observando sin pasar a la acción. Me puse también de pie sobre la cama y llevé mi polla a la boca de Luis. Estuvimos con esa postura un rato.

Al poco tiempo Edu sacó su polla del culo de Jorge y me cogió de la mano para que me bajase de la cama. Se puso de pie con la cabeza sobre la cama y dejando el culo libre para que se la pudiese meter. Estaba tan mojada mi polla que entró en el culo de Edu con mucha facilidad. Le agarraba fuerte de las caderas y la follada iba incrementando el ritmo. No me había percatado que ahora en el otro lado de la cama se repetía la escena. Luis con el culo en pompa y Jorge por detrás follándoselo con fuerza.

Jorge ya había perdido toda la vergüenza con la que llegó a esa habitación. Tenía una cara de placer inmenso. Agarraba con fuerza a Luis, y las embestidas eran cada vez más fuertes. Ya no se sabía de quien eran los gemidos que se oían en aquel cuarto. Los cuatro gozando y dando placer como locos.

Edu me agarró de la mano, y sin sacarle la polla de su culo, poco a poco nos fuimos acercando a donde estaban Jorge y Luis. Edu se arrimó al culo de Jorge y agarrándose la polla y se la metió de golpe. Ahora los cuatro estábamos enganchados. Jorge pajeaba a Luis, mientras la metía, Edu se follaba a Jorge y yo cerraba la fila follándome a Edu. Los cuatro en muy poco espacio, nuestros cuerpos juntos, sudando del placer inmenso que nos estábamos dando. Nos acariciábamos como podíamos, yo besaba la espalda de Edu.

No quería que aquello acabase nunca. Estaba disfrutando al máximo. Nuestros gemidos eran cada vez más intensos, nuestra respiración más pronunciada. Los cuatro a buen ritmo íbamos follándonos acompasados unos a otros. Tras un buen rato así y ya ceca de corrernos, Edu y yo nos desenganchamos. En ese instante pude ver lo dilatado que estaba el agujero de Jorge del pollón de Edu. Era increíble como tenía el agujero. La verdad que ese pollón destrozaba todos los culos donde entrase. Era una delicia de miembro.

“Túmbate Jorge, que vamos a darte una buena ración de leche”

Jorge muy obediente se tumbó sobre la cama. Nosotros tres le rodeamos, arrodillados en la cama. Luis a un lado, yo a otro y Edu detrás de la cabeza de Jorge. Los 4 nos pajeábamos con fuerza. Tras un gran gemido, Jorge se corrió sobre su pecho. Salió una cantidad enorme de leche y con tanta fuerza que casi le llega hasta la cara. El siguiente en correrse fue Luis, pringó la cara de Jorge e incluso me llegó a salpicar a mí que estaban justo enfrente. Tras soltar sus últimas gotas, con su glande recogió un poco de semen que había sobre los labios de Jorge y lo introdujo junto a su polla en la boca. Tras limpiarle el rabo se retiró un poco. Yo fui el siguiente en correrme. Mi leche llego hasta la oreja de Jorge y sobre su nariz, metí mi polla en su boca. No me había dado tiempo a sacarla cuando Edu cubrió con su semen, el poco espacio seco de la cara de Jorge y el otro de mi polla que estaba al aire. Jorge sacó su lengua, chupó la leche de Edu de mi polla y a continuación se metió la verga de Edu en la boca para limpiarla

Jorge con su cara llena de semen, no dudaba en limpiarnos nuestras pollas, iba alternando las tres para dejar los glandes lo más secos posibles. Poco a poco las vergas de los cuatro perdían tamaño y se iban poniendo flácidas.

Había sido brutal la follada que nos habíamos pegado los cuatro. La vida en esa residencia mejoraba por momentos. Me estaba convirtiendo en un salido. O quizá ya lo era de antes, pero al tener estas buenas compañías había aflorado.

Luis, Edu y yo tumbados, desnudos en la cama, contemplamos como salía Jorge del baño, ya con el cuerpo limpio de semen.

-“¡¡Ufff cabrones, ha sido brutal!! ¿Y decís que esto lo hacéis a menudo? Voy a tener que cambiarme de pasillo, jajajaja”.

“Ya sabes que puedes venir cuando quieras a visitarnos, te recibiremos bien”, dijo Edu.

“Si, si, no te preocupes, muy pronto vengo a que me resuelvas dudas de clase, jajajaja”.

Y pensar que el año pasado no había compañeros así en esta residencia. Lo que podía dar de sí el curso. Ojalá no acabase nunca.