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Mi novia y la mejor amiga de mi ex.

en Intercambios

Después de dos relaciones en las que había malgastado 6 años de mi vida y casi sin darme cuenta había llegado a los 27 años. No tenía ganas de tener pareja y lo único que quería era disfrutar de mi libertad. Mi nombre es Juan, mido 1.76, soy bastante normal, ni delgado ni gordo y mis ojos de color azul que es uno de mis rasgos que más gusta a la gente.

Pero en la vida tú no decides y  el destino me la volvió a jugar porqué a los cuatro meses de tal afirmación ya había conocido a mi nueva pareja: se llamaba Saray y tenía 23 años, al lado de mi última ex ella no se parecía en nada: era rubia (de bote), ojos verdes, 1.70 de altura, unos senos de talla 100 (que le gustaba mostrar sin ningún pudor) y un culo y unas piernas que hacían perder la cabeza a cualquier mortal aparte de utilizar un vestuario bastante provocativo, pero no todo era el físico ya que tenía estudios, habiendo terminado una carrera: resumen guapa y con estudios.

En la primera cita que tuvimos, quedamos para cenar, la cita me la organizo una compañera de trabajo a la que dije que no quería tener pareja de momento, pero bueno aparte de compañera es una buena amiga… que le tenía que decir.

La estaba esperando en el restaurante cuando llego, la foto que me había enseñado mi compañera no le hacía justicia, apareció con un vestido de color rojo drapeado muy corto que dejaba ver toda su anatomíaa, todo rematado con unos zapatos negros.... espectacular.

La cita fue un éxito a aquella le siguieron 3 más  y a la tercera fue a la vencida en la que la pasión nos devoró follando como locos en mí coche, aparte de inteligente el sexo con ello era algo que no se podía definir con palabras.

Yo no quería pero sucedió y no tardamos ni dos meses en empezar a salir juntos (ya saben aquello tiran más dos tetas que dos carretas).

A los 9 meses de estar de pareja decidimos ir a vivir juntos y las cosas cambiaron un poco y es que ahora el tiempo de nuestros trabajos hacía que nuestras sesiones de sexo bajaran a tres veces a la semana (que ya era una cantidad más que decente), en lugar de las de sexo diario ya que cualquier momento era bueno para follar: encima de la mesa, en la ducha o en el coche... quizás se debía a su cansancio, ya que había encontrado trabajo  y no paraba, entre su sueldo y el mío vivíamos bastante cómodamente. Ante tal cansancio empecé a trastear por la red y fui buscando alguna oferta para salir un finde, fue así que encontré un hostal rural con encanto que se encontraba a 2 horas de Madrid: Piscina climatizada, amplios jardines... etc, para mi perfecto para que ella desconectará un poco, cuando llegué a casa le dije.

J- Mira encima de la mesa que tienes algo.

S- Qué hay?.

J- Míralo.

Lo miró por encima y lo abrió.

S- Gracias, por este regalo, será perfecto para desconectar ya que estoy saturadisima.

J- Por esto lo hago para que desconectes.

Como agradecimiento aquella noche me dio una mamada, en la que me corrí como nunca y en la que ella no dejó escapar ni una sola gota de mi leche.

El finde era a principios de Julio y el calor ya comenzaba a apretar, teníamos dos horas de viaje, equipaje el mínimo: primero porque teníamos un coche pequeño y segundo porque para dos días no necesitábamos más.

Llegamos al lugar sobre las 11 del mediodía, era un lugar pintoresco se veía la típica casa antigua pero arreglada, lo mejor era que tenía una parking, en el que quizás habría una docena de coches.

S- Es precioso, cómo me cuidas y lo poco que yo te mimo.

J- Tú tranquila, este finde es para descansar cariño.

Y me dio un piquito, mientras que con la otra mano me sobaba el culo, gracias a dios que nadie nos vio.

Entramos al hostal y algunos de los clientes nos miraron, eran unos señores mayores y una chica joven los que se fijaron en el vestuario de Saray: llevaba unos shorts que marcaban su culo perfectamente y una camiseta blanca por la cuall querían asomarse aquellos pechos que ella nunca escondía. A una parte de mi le gustaba como se exhibía pero otra parte pensaba que cuanto tiempo duraría con semejante bellezón.

Nos fuimos a la habitación en la última planta y vimos que en nuestra planta había otra habitación. el hostal tenía 9 habitaciones en total.

Así que después de arreglarlo todo fuimos a comer a un pueblo cercano, por la tarde con el calor que hacía decidimos regresar e ir a la piscina, fue así que llegamos al hostal y nos dirigimos a la habitación cuando de reojo me pareció ver a la mejor amiga de mi última ex, pero pensé que coño haría allí aquella. Nos fuimos a la habitación y nos cambiamos, yo con un bañador tipo slip ya que no me gustan los de tipo pantalón y ella...¡ay ella!, se puso un bikini blanco en forma de triángulo de los cuales colgaban unos flecos de sus pecho como si fuera una auténtica vaquera, rematado con una braguita que marcaba su culo, no se sí lo hacía adrede pero a mí ya me había calentado y fijo que hasta la noche no pillaría, ahora quería ver la reacción de la gente en la piscina cuando ella se quitará el pareo.

Llegamos a la piscina y sobre las 6 de la tarde y la zona de la piscina estaba vacía, solamente había un chico que estaba cuidando la zona de la piscina, debía tener unos 18 años, me fije que al ver como Saray se quitó el pareo se le salieron los ojos de su órbita y es que Saray no escondía su cuerpo, al cabo de unos minutos le dije a Saray que quería meterme en él agua, nos metimos en la piscina y el chico se fue, estábamos solos.

Allí estábamos sin que nadie nos molestara cuando aparecieron otra pareja, ahora si que lo podía confirmar era Tessa la mejor amiga de mi última ex, ella como siempre iba de altiva por la vida, sus padres estaban forrados y era la típica niña de papá: su aspecto a pesar de que ella ya bordeaba la treintena era espectacular (si nos da un palo al agua en tu vida), era alta (1.85), debería pesar unos 70 kilos, morena con una melena larga y unos ojos de color marrón claro impresionantes, por no negar que tenía un culo y unas piernas bien moldeadas a base de horas de gimnasio, aunque yo no la recordaba tan bien dotada de delantera.. (aunque alguna vez me dijo mi ex que a Tessa le gustaba la cirugía más que a un tonto los caramelos), pero bueno allí estábamos en la piscina abrazados y fue entonces que Saray me miró  y me dijo.

S- Que te pasa?

J- Que mira que es grande el mundo y me tengo que encontrar a la mejor amiga de mi ex.

S- No pienses en ella.

Tessa se fijó en nosotros, nos encontrábamos en una esquina de la piscina y Saray creó que haciéndolo adrede empezó a morrearme sin ningún tipo de pudor, ahora no la veíamos estábamos tan concentrados que yo me atreví a meterle mano por encima de su braguita, por no decir que ella estaba sobando mi tranca que ya se había puesto totalmente erecta, cuando ya estaba a punto de correrme con tal ejercicio ella nos interrumpió.

T- Juan, ya me parecía que eras tú, pero te veía tan bien acompañado -con tono de soberbia-.

S- Nos presentas -con mirada seria-.

J- Es la mejor amiga de mi "ex-pareja" os presento Tessa Saray, Saray Tessa.

T- Hola.

S- Hola.

Vaya empezaba bien el finde de desconexión. En aquel momento Saray decidió salir de la piscina, se secó y se estiró en una hamaca a tomar el sol, mientras que  yo por mi parte no podía ya que mi polla aún estaba como una piedra y tendría que esperar a que se me bajara tal excitación.

Fue entonces que Tessa se liberó de su ropa, quedando ante mí con un bañador negro transparente en que casi la mayor parte de su cuerpo se veía y tapando muy disimuladamente sus pezones, resumiendo mi novia esta cañón y Tessa aparece con un bañador y unas tetas operadas (lo acababa de confirmar), el resultado es que mi polla no tenía la intención de darme tregua ante aquella visión.

T- Me puedo bañar aquí o está ocupada la piscina?.

J-  No hay ningún problema, será que no nos conocemos... para bien o para mal.

T- Dejemos el pasado en su sitio y vivamos el presente.

Entro en el agua e intenté que no viera mi excitación, no la recordaba tan espectacular y quizás era porque ella fue una de las personas que hizo que mi relación con su amiga fracasara.

J- Has venido sola?.

T- He venido con mi novio hace 6 meses que salimos y hemos venido aquí a disfrutar. -mordiéndose el labio y mirándome en plan picarón-.

Yo por mi parte pensaba, no te acerques más que vas a ver mi paquete y ahora me moriría de vergüenza, en estas "salvados por la campana", ya que  apareció "su chico"  el cuál se acercó a la orilla de la piscina.

T- Te presento, este es Unai mi novio.

U- Encantado, os conocéis de algo.

T- Era el ex de Carla.

J- Buenas tardes.

El tio era un ciclado en toda regla, parecía un mueble, cabello corto de color negro, puro músculo no sé porque pero pensé que este tío le debía pegar unas buenas sesiones de sexo a Tessa.

En estas apareció Saray que se miró con total descaro a Unai, le miró su paquete descaradamente, parecía que no había visto un hombre en años.

S- Cariño, vamos a arreglarnos para después ir a cenar que se ha hecho tarde.

J- Ahora voy.

T- A ver si nos vemos más tarde...

J- A lo mejor

Ese más tarde me sonaba raro, quizás quería algo más o es que mi excitación me había nublado el pensamiento, salí de la piscina y gracias a dios mi polla se había relajado.

Por el camino hacia la habitación no nos hablamos, cuando entramos en la habitación, entonces me dijo.

S- Vaya con la amiga de tu ex, menudas tetas de silicona lleva, yo al menos tengo dos melones naturales, con lo que sé que te gustan a ti...

Yo esperaba una bronca o algo por el estilo y en cambio me calentó como una estufa, mi polla ahora parecía querer atravesar mi pantalón.

J- Creo que nos quedó algo pendiente en la piscina.

S- Si te quitas el bañador veremos si es verdad.

Me quité el slip y mi polla estaba dura como una piedra, vi como a Saray se relamía de verla vino hacia mí y me empezó a besar mientras que con la otra mano me estaba haciendo una soberana paja, poco a poco fue bajando hasta que llegó a mi herramienta, la cuall empezó a mamar como si nunca hubiera existido, se la metía hasta el fondo de su garganta, yo creía que me iba a correr pero quería aguantar más, además por un momento me imagine a que era Tessa la que me la chupaba, el trabajo de Saray era impecable pero yo quería más.

Así que la separé y la tiré a la cama la tenía de espaldas a mí y sin mucho hablar le quité sus braguitas y empecé a masajear su coño.

S- Si cariño.... ponme más cachonda

J- Ahora te voy a dar lo que te mereces.

S- Si por favor... métemela, no aguanto más métemela hasta el fondo.

Y sin muchos preámbulos decidí penetrar su coño, en mi vida la había visto tan excitada, no me costó nada llegar hasta el fondo y notar como no paraba de gemir, mientras la penetraba empecé a sobar sus tetas que ya hacía rato que habían salido del bikini, aquel polvo estaba siendo delicioso, ella ya se había corrido dos veces, mientras que yo no paraba de embestirla para llegar al fondo de su agujero que parecía insaciable, yo comencé a notar que mi polla no tardaría en explotar.

S- Venga cariño, más fuerte quiero sentirlo todo dentro

J- Me corro....

Noté que mis huevos habían llegado a un punto de ebullición máximo, hacía tiempo que no sentía mis huevos tan calientes como aquella tarde y quería que lo disfrutará, así que empecé a soltar mi leche dentro de su coño, fue tan brutal mi corrida que cuando la saqué aún salía leche de su coño, nos quedamos un rato tirados en la cama, parecía que era la primera vez que lo hacíamos.

Nos arreglamos para la cena que teníamos incluida y como no Saray se arregló para la noche y tanto que se arregló: cuando salió de la ducha me sorprendió su vestido (y eso era difícil de conseguir), era de color negro en el que la espalda estaba casi totalmente descubierta y en el que su culo era lo único que iba tapado aparte de unas hebillas que dejaban su pierna al desnudo, me puse enfermo de verla, pero pensé que con sus modelitos que llevaba normalmente este era uno más, yo por mi parte me puse un pantalón y una camisa al lado de ella yo iba de lo más normal.

Cuando salíamos de la habitación, justo de bruces nos encontramos a Tessa y a Unai.

T- Que sorpresa volver a vernos... a que vais a cenar?.

J- Si y me imagino que al restaurante de aquí.

T- Pues sí.

Me la miré de cuerpo entera, madre de dios la mía era provocativa pero esta no se quedaba atrás, su vestido era blanco de tipo cóctel con unos lazos entrecruzados al cuello que marcaban sus tetas, vaya dúo y como se miraban la una a la otra, se notaba que las mujeres son inteligentes y marcan su territorio con miradas que los hombres no entendemos.

T- Os apetece que nos sentemos juntos. ?

U- A mí no me parece mal.

S- Porque no.

J- Si

Me quedé pensando en que tramaba, como bien entenderéis los clientes del restaurante, se quedaron de piedra al ver aquellos bellezones, es más el chico de la piscina que trabajaba en el restaurante volvió a tragar saliva, aquello parecía un combate entre las dos.

Nos sentamos en una mesa cuadrada que se encontraba en un rincón de la sala, delante de mi tenia a Tessa y a mi lado estaba Saray, la cena iba avanzando hablando de trabajo de cosas varias y como no mi chica cuando podía me iba sobando el paquete, mientras que Tessa no dejaba de mirarme (los hombres siempre dejando volar la imaginación), tomamos postres y no sabíamos si tomar café.

S- Cariño, me disculpas un momento voy al baño.

Al cabo de unos segundos volvió.

S- Este no funciona, voy a la habitación, ahora vuelvo.

Al cabo de unos minutos el móvil de Unai empezó a sonar a viva voz.

T- No puedes dejar el móvil ni el fin de semana.

U- Es importante, ya sabes del trabajo..

T- Ve hombre, ve -con un tono de estar enfadada-.

Unai se fue Tessa y yo nos quedamos solos.

T- Parece que nos hemos quedados solos, con lo mal que me caías.

J- Pues mira que tú.

T- Pero no pasa nada, vivamos el momento.

J- Sí que tarda...,

T- Ya sabes cómo somos las mujeres para ir al baño.

Pasaron unos 10 minutos y ni Saray ni Unai volvían.

J- Me acompañas a mi habitación a ver si le habrá pasado algo,

T-De acuerdo.

J- En qué planta estáis?.

T- En la misma que nosotros

J- ¡Ay que memoria la mía!.

Subimos al ascensor y cuando salimos oímos unos leves gemidos que a mí me parecían familiares.

T- Que te pasa?.

J- Me parece que esa es Saray y diría que el que la acompaña es Unai.

T- No puede ser.

J- Abre la puerta y lo descubriremos.

Giramos la llave y sorpresa.... allí estaba encima de una mesa, Saray con las piernas totalmente abiertas y Unai con el torso desnudo entre sus piernas.

S- Para...para... por favor y gírate.

T- Cómo que una llamada al móvil.

La Cara de Saray era un auténtico poema, allí con un tío comiéndole el coño y yo mirándola.

U- No es lo que parece.

J- Como que no.

S- Lo siento, la culpa es mía.

U- Es de los dos.

S-No sé lo que me pasó cruzamos en la puerta cuando yo salía de la habitación y me topé con él y no sé lo que me pasó, yo iba caliente durante toda la cena... y hoy por la tarde cuando le vi el paquetón que tiene pues al verlo delante de mí no sé…..

T- Me parece muy surrealista y lo peor de todo es que me parece que Juan no se merece esto, en cuanto a tu Unai ya hablaremos, pero continuad por nosotros no os privéis quiero ver si aguantarás mucho (Unai).

U- Yo aguanto más que cualquiera.

T- Si, si -con tono irónico-.

Ahora yo alucinando, Tessa le decía a Unai que le diera lo suyo, yo no me pensaba estar callado.

J- Bueno tu disfruta, pero piensa que ya hablaremos de esto

S- Cariño yo te quiero, lo eres todoo...

El cabrón de Unai le volvió a meter la lengua en el coño, yo no pensaba quedarme allí de pasmarote pero no sabía qué hacer, Saray parecía poseída y estaba viendo que la estaba perdiendo, la situación me estaba desbordando viendo como ella disfrutaba.

En aquel momento Tessa me miró a los ojos y con solo una mirada entendimos que si ellos tenían derecho a disfrutar, nosotros también nos lo podíamos pasar bien, así que acercó sus labios a los míos y nos empezamos a besar lentamente, mientras yo le estaba empezando a acariciar su culo. Saray por su parte no perdía puntada, es más creo que la excitaba porque cogió el cabezón de Unai y lo hundió entre su coño, no paraba de gemir, yo por mi parte estaba disfrutando con Tessa.

T- Desabróchame el vestido Juan.

J- Ahora mismo.

Fue así que le empecé a bajar lentamente la cremallera, cuando me giré vi a Saray comiéndole la polla a Unai que tenía una tranca de unos 20 centímetros, al lado de la mía que era estándar pero un pelín gruesa, pensé que después de degustar semejante polla las cosas no irían a mejor, pero ahora yo quería disfruta del magnífico cuerpo de Tessa.

Le quité el vestido, quedándose solo con un tanga de color negro de encaje, ella empezó a sobarse sus pechos, me estaba indicando que le comiera sus tetas, así que me fui directamente a sus pezones y comencé a lamerlos lentamente, estaban totalmente erectos, nunca había chupado unas de silicona es más se veían un poco antinaturales pero no dejaba de lamerlas, ella por su parte no paraba de gemir.

T- Sí, cómemelas y hazme tuya, ohhh, cómo me las comes, así no pares.

Las tenía metidas en mi boca, mientras que con la otra mano estaba empezando a palpar su clítoris y jugando con él, estaba realmente mojada.

Mientras Saray no paraba de meterse hasta el fondo de su boca aquella verga, nunca la había visto tan desatada, lo vi en su cara estaba disfrutando, esa cara de viciosa nunca la había visto en ella.

Entonces le dije a Tessa a la oreja.

J- Me encantaría hacer un 69 contigo.

T- Si lo que tú quieras...pero no pares, qué me gusta como lo haces.

Se quitó el tanga, tenía una línea de pelo muy fina, Saray siempre iba totalmente depilada..

Con semejante frase, nos pusimos en la cama, ella encima y yo debajo, ella empezó a comerla, por dios que bien la comía ni en mis mejores sueños hubiera imaginado que Tessa la comiera de aquella manera tan deliciosa.

T- Te gusta?

J- Si...no pares.

Yo intentaba ver que lo que hacía Saray pero en aquel momento ya poco me importaba.

U- Prepárate que te voy a dar una sesión de polla que no olvidarás.

S- Sí por favor, no aguanto más, fóllame.

Saray iba a ser follada por el pollón de Unai, mientras yo disfrutaba de aquel magnífico 69.

J- Tú también te mereces una buena sesión.

T- Hazlo, quiero que me hagas disfrutar.

Saray allí abierta de piernas y el tío casi la tenía en bolandas, así que yo me preparé para follarme a Tessa, fue ella la que me indicó la posición, se tumbó en la cama y yo me acerqué lentamente con mi polla hacía su agujero, el coño de Tessa era algo más estrecho que el de Saray pero después de unos segundos de mete y saca Tessa empezó a gemir de una manera bastante sonora, oyendo los gemidos de Tessa compensaba la follada que le estaban metiendo a Saray, el ver disfrutar a Tessa  me estaba poniendo más caliente cada vez.

Allí estaba, viendo cara a cara cómo Unai se la follaba,

S- Si... así...ohh, mas más me encanta, no pares.

U- Te gusta putilla.

S- Si joder fóllame más fuerte....oooh.

Estaba confirmado Saray estaba disfrutando de aquella polla, su cara de vicio y lujuria eran absolutos, yo por mi parte continuaba empujando mi polla hasta el fondo de Tessa.

T- Así...así, por dios que me corro...ohhhh.

J- Veo que te gusta.

T- Siii.

Yo alucinaba con la polla que tenía Unai y yo la estaba haciendo disfrutar, eso me hacía sentir como un campeón.

U- No voy aguantar más.

S- No cabrón... no me dejes a medias no...continua cabrón.

Vi como Unai se la sacaba y empezaba a soltar toda su leche encima del vientre de Saray, se había confirmado lo que decía Tessa, el tio no aguantaba, vi la cara de Saray, el tío la había dejado a medias y ella aún llevaba un calentón brutal, yo estaba follándome a Tessa que no paraba de gemir a cada embestida que yo le daba.

T- Para un momento por favor, ahora tengo que hablar con Saray, no temas que me podrás continuar follando.

Estaba sorprendido, que tramaba Tessa, este descanso me vino bien para aguantar una corrida que no tardaría mucho en llegar si no hubiéramos parado.

Fue entonces que Tessa, se separó lentamente, yo la saqué y se miró a Saray.

T- Pobrecita...te han dejado a medias -tono muy de jactarse-.

S- Me han dejado muy servida.

T- Yo diría que no, mucha polla pero siempre pasa lo mismo, demasiadas mierdas en el cuerpo te metes.

U- Tú cállate... cuando me recupere, la voy a follar hasta que implore que pare.

T- hhmmm....si quieres lo podemos compartir, para que te follé bien follada.

Ahora iba a tener sexo con las dos, esperaba la respuesta de Saray como agua de mayo.

S- De acuerdo, porque voy muy caliente y Unai me ha dejado a medias. -con cara de resignación-.

T- Ves como lo sabía, no hace falta enfadarse mujer.

J- Ven y súbete como tú sabes.

Me tumbé; Saray se puso encima de mi polla estaba muy mojada, su coño estaba súper dilatado, el cabrón le había abierto el coño más de lo que yo esperaba, por su parte Tessa, me puso su coño en la boca, en aquel momento no me importaba nada, la follada que le estaba dando a Saray y la comida en el coño a Tessa era algo inimaginable para mí.

S- Así, me gusta, oohh que rico.

T- Juan come el coño como nadie....ohhh, no pares.

La forma de vestir de Saray, era una extrapolación de su gusto por el sexo, su apetito sexual era insaciable, yo no sabía lo que podría aguantar con semejantes mujeres.

Empecé a aumentar mi ritmo, le quería demostrar a Unai que yo sí que aguantaba, por su parte Saray había tomado el control, mi polla se metía hasta el fondo de su agujero, parecía no tener fin.

S- Si.......síii...más fuerte....oohh.

J- Me voy a correr.

S- Si bien calentita, toda para mí.

Si por la tarde mis huevos estaban calientes, ahora os imaginaréis que ya parecía una central nuclear, en el último empuje empecé a soltar mi leche dentro de su coño.

S-OOOOOOOOOOhhhhhhhhh, dios...

Empezó a chillar como una loca, fijo que los vecinos de la planta de abajo nos tuvieron que oír.

Tessa se bajó de mi cara y empezó a besarme de una manera muy dulce, mientras Saray a pesar de que mi  polla había empezado a perder dureza decidió continuar con ella adentro.

Aquello había sido espectacular y ver a Unai allí con su polla flácida aún me hacía sentir más grande.

Saray se bajó y se tumbó en la cama a mi lado, tenía a dos mujeres cada una a mi lado, entre las dos me habían dejado seco.

Vi que Unai iba al baño, yo estaba en el séptimo cielo, pensé que aquella noche era la mejor de mi vida...pero que equivocado estaba.

Pasaron unos minutos y cuando salió del baño me fijé en que su polla volvía a estar dura, viagra o algún producto que se metía habían hecho que su herramienta volviera a estar dura como una estaca, vi como los ojos de Saray no podían dejar de mirar semejante tranca.

Me levanté y me  fui al baño a limpiarme un poco, la puerta se quedó entreabierta cuando oí.

T- No te mires tanto la polla de Unai.

S- Es grandiosa y me encanta, no puedo vivir sin una así.

T- Piensa una cosa yo odiaba a Juan, pensaba que no era el novio perfecto para mi amiga, pero él no se merece que te comportes así.

Me imaginaba los ojos de Saray entregados a aquella polla.

T- Juan te quiere, tú crees que después de todo lo que has hecho esta noche, no ha dudado en que te ayudarás a correr nuevamente y fijo que te hubiera podido mandar a la mierda y mira a decidido ayudarte.

Yo aquello no lo había oído (en teoría), si al salir me la encontraba comiéndole la polla sabía que yo le importaba una mierda, rezaba (y no soy creyente) para que no sucediera, cuando salí mis peores pensamientos se hicieron realidad.

Saray estaba de rodillas devorando aquel trozo de carne, nuestra relación estaba muy tocada y sería difícil remontar aquello.

T- Te lo he dicho (Saray), tú sabrás.

J- El que le has dicho (haciéndome el tonto), cosas de chicas.

T- Juan vamos a tu habitación, aquí sobramos.

 J- Porque no nos podemos quedar aquí ?.

T- Sobramos- con un tono muy serio-.

Cogí mi ropa y Tessa la suya y los dejamos allí, Saray no dijo nada de que me fuera, estaba tan concentrada con una polla en su garganta y su otra mano sobándose las tetas. Mientras yo me estaba preguntando muchas cosas, había disfrutado mucho con Tessa, pero viendo la actitud de Saray, ahora no sabía que podía suceder.

En la planta superior no había ninguna habitación más, por lo cual cerramos la puerta y salimos desnudos hacía la mía, me fijé en el cuerpo de Tessa, era muy bella a pesar de tener el pecho operado, lo más raro para mí era lo comprensiva que había estado conmigo, una parte de mí se sentía triste y con ganas de llorar, pero me hice el fuerte.

Entramos en la habitación, abrí la puerta y entro ella, cerré la puerta y vio mi cara.

T- No te la mereces.

J- Por qué?.

T- Una mujer que le es infiel a su chico y que cuando puede enmendar aquel error vuelve a caer es que no te quiere.

J- Yo después de Carla decidí que no quería volver a tener pareja.

T- Habiéndote conocido más esta noche, entiendo que yo hice las cosas mal.

J- Gracias por todo -tenía ganas de llorar pero aguantaba-.

La situación era la siguiente a mi novia un ciclado se la estaba follando en la habitación del lado y yo me estaba desahogando con la persona que más odiaba y que ahora intentaba disculparse.

T- Me voy a dar una ducha...si quieres venir no tengo nada que esconder.

J- Ahora vendré.

Tessa se quitó los zapatos y se dirigió hacia el baño: oí el sonido del grifo cuando se abría, pasados un par de minutos fui hacía el baño y abrí la puerta, la ducha era totalmente transparente: allí estaba con su cuerpo esbelto, su cabello mojado y las gotas de agua recorriendo cada parte de su cuerpo, aquella visión me hizo sentir en mi entrepierna una leve excitación.

T- Entra hombre que no muerdo, como si no me  hubieras visto nunca desnuda - se reía mientras lo decía-.

Entré en la ducha que era muy amplia. Allí estábamos los dos, con el agua recorriendo cada parte de nuestro cuerpo.

T- Espérate que te enjabono un poco, que los dos olemos a sudor.

J- Gracias Tessa.

Fijo que se había dado cuenta pero parecía no importarle que mi pene ya se encontrara en un estado avanzado de erección.

Si me hubieran dicho hace un año que la mejor amiga de Carla estaría duchándose conmigo (aparte de habérmela follado), no me lo hubiera creído, así que iba a empezar a enjabonarme.

Me giré y empezó a pasar el agua por mi espalda, continuo acariciándome con sus manos que recorrían toda mi espalda, me estaba masajeando lentamente y limpiándome la espalda con el agua que estaba bastante caliente, poco a poco sus manos fueron bajando hacia mi culo para acabar acariciando mi vientre y lentamente llegaron hacía mi polla que ya presentaba una envergadura bastante notable, de espaldas a mi comenzó a acariciarme mi punta de una manera muy suave, lo hacía con una dulzura que Saray nunca había tenido, para mí era un momento irrepetible, ya no había vuelta atrás, los dos queríamos disfrutar de aquel momento.

Fue entonces que me giré hacia ella y la miré a los ojos sin maquillaje se veía más natural, más bella, nos empezamos a besar, todo lo hacía de una manera sutil y de una forma muy lenta disfrutando de cada momento, dejé de besarla para ir hacia sus pechos, allí volví a disfrutar de aquellos senos con aquellos pezones que me encantaba chuparlos una vez tras otra.

T- Me encanta...siii.. continúa así.

Me sentía halagado de que me dijeran que el trabajo que hacía le estaba gustando. Aun así me gustaba explorar su cuerpo, noté que cuando dejé de chupar sus pechos no le gustó pero sabía lo que quería y creía que no le defraudaría, fue así que pase mi lengua por su vientre pasando por su ombligo y llegando hasta su coño: lo empecé a besar lentamente, primero sus labios para abrirlos lentamente con un dedo y noté como suspiraba de placer, noté que ya estaba realmente mojada y me puse de pie y la miré a la cara, fue entonces que ella cogió mi dedo y me guio hacia su coño y poco a poco se lo empecé a meter, ella utilizaba mí dedo para satisfacerse, sus gemidos era cada vez más sonoros, yo estaba disfrutando del placer de verla a ella que no tardó nada en correrse nuevamente ya que noté como mi dedo quedaba empapado de todos sus flujos, así que lo sacó y se lo llevó hacia su boca para chuparlo hasta que me lo dejó bien limpio.

Yo ahora me decidí a tomar la iniciativa, ella había disfrutado pero yo también quería que ella me hiciera disfrutar.

J- Creo que aquí nos falta un poco de espacio, quieres que vayamos a otra parte a estar más cómodos.

No me contestó, así que me temía que no quisiera nada más, tardó unos segundos cuando me dijo:

T- Si, porqué con esto que tienes entre las piernas tan duro, creo que aquí en la ducha no notaré todo el placer que me puedes dar.

Traduciendo, vámonos a la cama que te voy a dar lo tuyo.

Salimos de la ducha, nos secamos un poco y empezó a besarme nuevamente, me encantaba su forma de besar, abrimos la puerta y me tiró encima de la cama, yo allí con mi estaca como una piedra empecé a pajearme lentamente.

T- No te toques hombre...que ya estoy yo aquí para ayudarte.

J- Mujer, es que viéndote.

T-Shhhh.

Y me hizo callar, se acercó a la cama y miró mi polla que estaba realmente dura, se acercó lentamente y noté como su lengua empezaba a lamerme los huevos, poco a poco iba subiendo por toda mi polla, era magistral su manera de pasar la lengua, pensaba que me iba a correr y esto era lo último que quería ya que Saray debía estar disfrutando como una loca. Tessa comenzó a lamer mi punta para poco a poco ir introduciendo en su boca cada centímetro de mi herramienta, me estaba volviendo loco, con la mitad de mi polla en mi boca y con una de sus manos acariciándome los huevos aquello era indescriptible, cuando ella lo consideró decidió introducírsela hasta el fondo, allí yo empecé a gemir.

J- Ohhhh dios, no pares, más por favor.

T-MMMMM...mmm.

Era todo lo que oía, ella  llevaba el control, lentamente o rápidamente no paraba de comermela, aguantaba mucho rato con mi polla dentro de su boca para mí era inaudito como aguantaba sin tener arcadas (me imaginaba que se habría comido todo tipo de pollas).

T- Me gusta tu polla, nunca hubiera imaginado que tuvieras una cosa tan apetecible.

J- A Carla no le gustaba, ella decía qué no sentía placer -Carla disfrutaba en que me la follará estando ella encima, más que en una buena felación, a la que dedicaba 2 minutos como mucho-.

T- Pues no sabes lo que se perdía.

Tessa si apreciaba mi polla y alucinaba que a Carla no le gustará, después de unos minutos de chachará volvió a ponerse nuevamente a comerla con más fuerza, su ritmo era casi perfecto, creía que me iba a correr y yo no quería que aquello quedara en una brutal mamada.

J- Como sigas así me voy a correr.

T- Ah no, tengo grandes planes para esta noche.

Grandes planes?, ahora me había dejado descolocada, bueno decidí que ella tomará el control.

Fue entonces que dejó de chupar mi polla, para volver a besarme nuevamente, no sé si me gustaba más su forma de besar o como me la chupaba, le había dejado el control absoluto a ella de la situación, se separó de mí y se puso a cuatro patas.

T- Me muero por tenerte nuevamente dentro de mi.-con cara de buena niña-.

J- Es lo que deseas?.

T- Si porfi.

Era un poco infantil aquello de porfi, pero me ponía muy cachondo la manera en que lo decía, así que sin más dilación me preparé para penetrarla, cuando puse la punta de mi polla en su coño noté como estaba de mojada, poco a poco fui introduciéndola lentamente, no costó nada llegar hasta el fondo.

T-MMMmm, que gusto.

J- Te gusta?

T- Si pero empieza, quiero sentir como te mueves.

Ante tales palabras empecé a penetrarla con mimo, ella me la había chupado de una manera deliciosa y yo no pensaba defraudarla, así que empecé a marcar un ritmo bastante rápido pero con unos movimientos lentos para que me sintiera bien adentro, ella no tardo en correrse, madre de dios era brutal como se corría ya que chillaba como una loca, así estábamos yo disfrutando y ella volviéndose loca con cada embiste que yo le daba, cuando me dejo totalmente descolocado.

T- Para por favor.

J- He hecho algo mal?.

T- No, es más lo estás haciendo muy bien, contigo he notado algo diferente y por esto te voy a dejar hacer algo que nunca se lo he dejado hacer a nadie.

No sabía sus gustos sexuales, a ver que me pediría.....

J- Que quieres que haga por ti?

T- Me encantaría que me lo hicieras por el culo, nunca se lo entregado a nadie, pero sé que tú eres el indicado, para hacerme disfrutar.

J- Estas segura, no quiero hacerte daño y que no lo disfrutes y que sea simplemente por desdén.

T- Daño, el daño que te están haciendo a ti, una cosa que nunca le entregaré a Unai.

Así que lo pensé unos segundos.

J- De acuerdo, pero yo no lo he hecho nunca y no sé cómo dilatártelo.

T- Seguro que Saray debe tener alguna crema.

J- Allí en la maleta tiene sus cosas.

Miro en la maleta y vio sus modelitos, se debió fijar en que toda su ropa tenía muy poca tela, yo mientras ella buscaba intentaba continuar con mi palo bien tieso, ante el nuevo reto.

T- Lo encontré.

Era una crema de cuerpo bastante densa, que Saray normalmente utilizaba para untar su cuerpo para después de la ducha.

T- Ven hacía aquí.

Cogió la crema y empezó a untarme la polla, primero por mi tronco y después un poco por la punta.

J- Estas preparada?

T- Si házmelo con cariño que lo quiero disfrutar.

J- Se cuidar de una dama.

T- No tengo ninguna duda.

La volví a poner a 4 patas y me dirigí hacia su culo, cogí un poco de crema y le di un leve masaje a su ano, quería que notara como mis dedos la acariciaban, así que comencé con un dedo ella soltaba pequeños suspiros de aprobación, aquello no se dilataba ni queriendo pero la insistencia hizo que un dedo comenzará a llegar hasta el fondo.

J- Te gusta Tessa?.

T- Si, tu sí que sabes tratar a una mujer, lo que se pierden algunas, pero continua por favor no pares.

Así estuve un buen rato metiendo un dedo cuando vi que ya entraba con facilidad me animé y me preparé para un segundo dedo, el camino del primero había ayudado a que entrará el segundo, mientras Tessa no decía nada, eso me daba miedo pensaba que a lo mejor no lo estaba haciendo bien.

T- Me gusta como lo haces, continúa así.

Esa frase me animo a preparar mi polla, la tenía realmente muy dura, así que con la dilatación y mi polla bien untada de crema decidir dar el paso: fui poniendo la punta a la entrada de su culo, allí estaba mi punta que empezó a tocar aquel agujero, poco a poco mi cabecita fue abriéndose camino, entonces vi como Tessa arañaba las sabanas, lo estaba sufriendo así que estaba dispuesto a parar.

J- Si no te gusta paro, no quiero que tengas un mal recuerdo de mí.

T- De ti nunca tendría un mal recuerdo, sé que me hará daño, pero ya no hay vuelta atrás.

Alucinaba de lo bien amueblada que tenía las ideas a pesar de que en el pasado nos hubiéramos matado.

Ahora había logrado que la cabeza de mi pene se hubiera metido dentro, poco a poco y centímetro a centímetro mi tronco se fue introduciendo hasta llegar al fondo de su culo, noté como su cuerpo se había desvanecido, fueron unos minutos de auténtico sufrimiento mutuo, los dos lo queríamos disfrutar pero el camino se hizo más complicado de lo que parecía, cuando la tuve toda dentro empecé a moverme lentamente, su ano estaba enrojecido.

T- Dios mío, empieza a moverte que me quema el culo.

J- Ahora empezaré, creo que lo haré bien.

Fue así que comencé a penetrarla lentamente, moviendo la mitad de mí polla dentro de su culo como si fuera su coño, su dolor poco a poco empezó a convertirse en algún leve gemido, el trabajo que le estaba haciendo le empezaba a gustar.

T- Dios, que gusto...me encanta, ya no me duele tanto, me encanta como lo haces, continúa por dios.

Sin duda le gustaba, así que continué metiéndosela poco a poco, noté que a ella le gustaba más y que no paraba de gemir, sus gemidos empezaron a ser más constantes, ahora los dos lo estábamos disfrutando ya que ella comenzó a mover su cuerpo empezando a marcar el ritmo de mis embestidas, empezaba a estar muy caliente ahora sí que mi polla no tardaría en explotar, yo no sabía si querría que me corriera en su culo o dónde querría ella.

J- No creo que aguante más con mi polla en tu culo, te aviso que no tardaré en correrme.

T- Dentro del culo no te corras por favor. Sácatela que yo te ayudo a correrte.

Para mí fue un pequeño chasco no correrme en su culo, pero desvirgar un culo esto no se hace todos los días.

Así que la saque de su culo, aquel ano estaba como un tomate: súper abierto y enrojecido, no había sangre, gracias a dios.

T- Estírate en la cama.

J- Ahora mismo.

Los dos estábamos sudados fijo que necesitaríamos otra ducha, me estiré en la cama y ella se puso con sus tetas y empezó a acariciar mi polla con ellas, madre de dios nunca me habían hecho una paja con las tetas, era alucinante como se perdían ante semejantes senos, el roce de su piel junto a la de mi polla ya me había superado.

T- A que te gusta?.

J- Si mucho... pero no pares, creo que no podré aguantar más.

Y después de estas palabras, noté como un torrente de leche iba directamente hacía sus senos, aquella corrida había sido majestuosa, todo su canalillo se encontraba lleno de mi leche.

T- Que bien te has portado, eres un amante de primera.

J- No hace falta que me lo digas por decir.

T- Nunca había disfrutado tanto como hoy y eso de que las mujeres queremos una polla grande no es cierto, con una medida adecuada se puede disfrutar el doble.

J- Gracias...no sé qué más decir.-me puse rojo-.

Se levantó y vi mi leche recorriendo su cuerpo, entonces vino hacía mi y me besó en los labios, fue un beso muy largo y sensual, como de agradecimiento, los dos habíamos sido ninguneados por nuestras parejas.

Nos quedamos tumbados y del cansancio nos quedamos dormidos.

Eran las 2 de la madrugada, abrí los ojos y la observé, era preciosa Tessa, era extraño pero estaba sintiendo algo por ella, sentía algo dentro de mi, pero pensaba que ella a lo mejor no sentía lo mismo, en aquel momento se giró y me miró a los ojos.

T- Que hora es?

J- Serán las dos de la madrugada?

T- Perdón que te lo diga pero tu novia es muy golfa...aún no ha venido.

J- Quieres ir a ver que hacen?.

T- Porque no.

Me puse el slip y Tessa el tanga, al menos algo de ropa, Tessa recogió la suya.

Antes de cerrar la puerta lo que me dijo Tessa me sorprendió.

T- Eres una persona muy especial, nunca llegué a pensar que fueras una persona así y de la manera en que me has tratado está noche, me ha ayudado a descubrir cosas de ti que nunca pensé.

Y sin tiempo a decir nada me dio un pico en los labios, yo no tuve capacidad para responder.

Recorrimos el pasillo y al llegar justo delante de su puerta oímos.

S- Por favor córrete, no aguantaré más me duele el coño, por dios córrete de una puta vez, por favor.

U- No zorrita, querías polla pues toma polla.

S- Si quiero tu polla más al fondo pero quiero que te corras.

Yo no paraba de alucinar con Saray, era insaciable el tío la estaba follando pero ella quería acabar y el tío no la dejaba. En parte pensé que ya que le gustaba tanto follar estaba probando de su propia medicina.

T- El muy cabrón se habrá metido algo y ahora ella que iba de chula ya no aguanta.

J- Yo soy de lo que aguante el ser humano.

T- Me gusta cómo eres.

Mientras en el otro lado de la puerta continuaban los jadeos de Saray.

U- Joder...no aguanto más me voy a correr.

S- Dame tu leche que me la cómo toda cabrón, no aguanto más vacíate en mi boca.

U-oooooooooooooooh.

Os imaginaréis la cara que se nos quedó a Tessa y a mí, ante tales explicaciones que uno le daba al otro, ninguno de los dos dábamos crédito a lo que estaba pasando, yo no tenía valor para abrir la puerta, pero Tessa si.

Abrió la puerta sin muchos preámbulos.

T-  Que chicos estaréis cansados. ?

U- Por qué?

T- Son las dos de la madrugada y vosotros dale que te pego, por cierto Saray tu chico folla como nadie, así que por mucho que Unai te haga enloquecer, no sabes lo que te pierdes, por cierto límpiate la cara un poco.

Era cierto, el estado que presentaba Saray era lamentable, su pelo alborotado sus pechos estaban rojos de lo que los había llegado a magrear el tío, su maquillaje corrido y los chorros de semen por todas las partes de su cara.

Así que me armé de valor.

J- Saray, vamos a nuestra habitación y veté a la ducha que estás que das pena.

S- Ya me limpiaré, pero si yo te quiero.

T- Lo que hay que oír.

S- Sabes Unai ha disfrutado llenando mi boca con su leche, que estaba muy calentita.

Ahora teníamos pelea de chicas yo estaba a la expectativa de que diría Tessa

T- Sabes a mí no me gusta tragarme la leche de nadie, pero a tu chico le he hecho hacer cosas que ni él ni ello nos hubiéramos imaginado nunca hacer.

J- Si ha sido maravilloso.

Ahora la descolocada era Saray, ella no sabía que había pasado, así que se levantó y recogió su ropa y para acabar de calentar el ánimo Tessa se acercó a mí y me clavo un beso de aquellos con lengua que me dejo alucinado.

T- Este es un regalo por la noche que me ha hecho pasar, tú has disfrutado de Unai y yo de Juan.

S- Mejor será dejarlo así, buenas noches.

T- Buenas noches.

Salimos y no dejé de pensar en lo que me había dicho Tessa,  cerramos la puerta y nos fuimos hacía nuestra habitación sin dirigirnos la palabra, entró en la habitación y se fue directamente a la ducha, yo me tumbé en la cama y cuando llegó ella me hice el dormilón, ni se acercó ni me beso.

A la mañana siguiente cuando me desperté, ella estaba en la ducha, abrí la puerta y se estaba masturbando como una loca, se metía dos dedos dentro de ella. Esto nunca lo había hecho, necesitaba tener algo dentro de su cuerpo, estaba desatada.

J- Cariño quieres que te ayude o puedes sola.

S- Necesito tu polla, con mis dedos ya no doy abasto.

Mi polla ya tenía cierta envergadura, así que me metí en la ducha y sin ningún tipo de mimo la giré la puse de espaldas y la empecé a penetrar salvajemente, ella no dijo nada se ve que la noche anterior la habían follado como una puta porque para ella ya no existían los preliminares.

J- Quieres que te la saque y llamé a alguien para que te llene este coño?.

S- No...llénamelo tú... no pares.

Así con ella corriéndose nuevamente una vez tras otra, noté que mis huevos ya no aguantaban mucho, por la fuerza en como la estaba penetrando, estaba en celo.

J- A que serás una buena niña y te lo tragarás todo?

S- Si dámelo todo.

Se bajó rápidamente y sin tiempo a que empezará a chupármela comencé a soltar mis chorros de leche directamente hacía su cara, ella empezó a lamer todas las gotas que habían quedado por mi polla.

Nos duchamos y salimos, parecía que aquello era el polvo de reconciliación...., cogimos el coche y volvimos hacia Madrid, no nos cruzamos con nadie y menos con Unai que era el último tipo en la tierra que quería encontrarme.

Por el camino no hablamos de nada de lo de lo que había sucedido la noche anterior, llegamos a casa e intentamos continuar con nuestra vida, pero algo en ella había cambiado, el sexo con ella continuaba siendo brutal, pero había cosas que no me cuadraban.

La primera fue que buscando en un armario descubrí un consolador de unos 25 centímetros, esa fue la primera señal de que algo no iba bien,

Fue al cabo de un una semana que decidí ir a buscarla al trabajo, cuando llegué me dijeron que ya se había ido, cuando llegué a casa abrí la puerta y lo primero que vi fue: su vestido y su tanga en el suelo, fui sigilosamente hacía nuestra habitación, la puerta estaba abierta tuve la suerte de que no me vieron, allí estaba ella encima de un tío que tenía una tranca de unos 25 centímetros.

S- Joder...si más rómpeme, por dios, me encanta esta polla tan grande que tienes, fóllame.

Eso acababa de romperme el corazón, aparte de que hacía unos días que no me encontraba bien y no sabía porque, durante las próximas dos semanas, la encontré con tres tíos distintos en nuestra cama, así que a primeros de septiembre me armé de valor, eran las 8 de la mañana y yo me iba a trabajar.

J- Tengo que hablar contigo.

S- Que te pasa?.

J- Sabes nuestra relación no tiene futuro.

S- Que cosas dices -tratando de sacarle importancia-.

J- Veo que sexualmente yo no te lleno y que has encontrado alguien para que llene este "agujero", te he visto y sabes yo te quiero mucho pero nuestra relación no tiene futuro.

S- Yo tengo ganas de sexo, pero a ti te quiero.

J- Quizás algún día encontrarás a alguien que te lo de todo, por cierto espero que cuando vuelva ya no estés.

S- No me puedes echar.

J- Adiós.

La dejé allí, se me rompía el corazón pero ella había decidido como quería vivir su vida.

Cuando llegué ya no había nadie en casa, ahora volvía a ser libre pero no me sentía bien conmigo mismo, ella era especial pero vi que en su vida había otras prioridades que yo no conseguía llenar, fue cuando me acordé en aquel momento de soledad de Tessa, cuando me dijo que yo era muy especial,pero pensé que ella ya tenía su vida.

Pasaron las semanas y no sé por qué decidí abandonarme poco a poco, cada día me encontraba peor, pero no quería ir al médico. Empecé a adelgazar, mi trabajo se resintió, la compañera que me había concertado la cita con ella me dijo: que su marido y ella no entendían que le estaba pasando a Saray, creían que era adicta al sexo y que la habían visto con un tío que parecía un armario.

Pero el culmen llegó un 23 de diciembre, me encontraba de baja ya que estaba bastante cansado, a pesar de no tener ganas de salir, tuve que hacerlo ya que  tenía que hacer un encargo que me hizo mi hermana para mi sobrino, era un juego que no encontraban donde vivían ellos y que si se lo podía mirar en algún centro comercial de la capital.

Sin muchas ganas me arregle, me miré al espejo y parecía haber envejecido 10 años: el cabello había perdido su brillo, una barba muy frondosa y no muy cuidada y no sabía por qué me sentía muy cansado.

Así que me dirigí a un centro comercial a las afueras de la  ciudad. Entré allí estaba abarrotado de gente, así que fui a la tienda que me habían dicho y compre lo que me habían pedido, pero al salir el mundo se me vino al suelo.

S- Hola??.

J- Hola.

S- Eres tu Juan?

J- Si  -contesté medio aturdido-.

S- Estás irreconocible.

Ella estaba igual, quizás un pelín más delgada parecía no guardarme rencor.

S- Hemos salido a comprar algo. Y tu?.

J- Un encargo de mi familia.

S- Ah bien me alegro.

Entonces apareció Unai por allí.

U- Cariño nos tenemos que ir que no llegaremos a casa de mis padres.

S- Me alegro de verte, pero arréglate un poco, adios.

J- Adiós.

Si Unai se dio cuenta de quién era no dijo nada, los dos se fueron abrazados entre la multitud, creía que lo había superado pero no así que decidí irme pero las fuerzas ya no me acompañaban, cuando estaba en el pasillo para ir a buscar mi coche en el parking noté como mi cuerpo se desvanecía y caía al suelo, quizás ya era el momento de abandonar este mundo, noté como mis ojos lentamente se cerraban, fue entonces que vi que mi tiempo en este mundo se estaba acabando, no podía abrir mis ojos, mientras mis fuerzas me abandonaban.

Realmente pensaba que estaba muerto y que había pasado a otro mundo ya no podía abrir los ojos.

Pero se ve que no era mi momento, abrí lentamente los ojos, todo se veía borroso, me costó enfocar un poco mi vista, lo primero que vieron mis ojos al abrirse fue que me encontraba en una habitación, parecía un hospital, entraba luz, seguramente por una ventana, miré mis manos y estaban llenas de cables, vi unos monitores y la sombra de una persona con un vestido negro.

Juan- hoolla, hay alguien. -con voz temblorosa-.

Tessa- Juan, estás vivo, gracias a dios.

Lo último que lograba recordar era que me había desvanecido en el suelo del centro comercial, yo pensaba que estaba muerto y lo primero que veo al abrir mis ojos es a Tessa, no sabía cómo había llegado allí y que me había pasado. Se movió y salió de la habitación, un grupo de médicos entraron y me observaron, parecían sorprendidos de mi estado.

Médico- Dejen que descanse.

Tessa- Gracias doctor por todo lo que ha hecho.

Juan- No te vayas...por favor que ha pasado.

Y yo allí en aquella cama sin moverme y sin saber nada vi como ella se acercaba lentamente y se posaba a mi lado.

Tessa- Eres una de las pocas cosas buenas que me ha pasado en la vida y nunca me hubiera imaginado que estuviera a punto de perderte.

Juan- Pero...

Tessa- Descansa.

Y se fue dándome un beso en los labios, era como la última vez en que noté sus labios pero esta vez con un beso casto, vi cómo se iba, no sé porqué volví a notar como me entraba sueño nuevamente, debería sé por la medicación...no sé.

Cuando volví a despertarme la habitación tenía luz artificial, debía ser de noche, entonces miré y la persona que vi allí era la última que en mi vida hubiera imaginado, era Carla, me pareció ver que lucía tripita, ahora parecía que me encontraba algo mejor que por la mañana.

Carla- Como va dormilón?

Juan- Donde está Tessa?.

Carla- Descansando, la pobre ha estado aquí durante todos estos días, no la podíamos separar de tu lado.

Cómo imaginareis mi asombro era total, no se había separado de mí ni un momento estaba interesado en saber que había sucedido.

Carla- Es ella la que te tiene que dar las explicaciones, yo pensaba que te odiaba y en realidad estaba enamorada de ti, no la hemos podido separar de ti, esto es algo que no logró entender.

Juan- Cuéntamelo, por favor.

Carla- Sabes en estos últimos meses ella ha cambiado mucho, me dijo que lo había dejado con su chico en Julio, dijo que había conocido a un chico una noche, que confirmaba todo lo que ella pensaba de él, pero que él tenía pareja y ella no quería romper una relación, no le di importancia, pero fue en noviembre que me dijo que el chico eras tú Juan, te imaginaras la cara que se me quedó de tonta, me dijo que si hacía algo mal, me pedía perdón a mí, yo le dije que si quería algo lo hiciera que no se arrepintiera.

Yo me estaba alucinando, yo también sentía algo por Tessa pero no sabía si el tiempo había hecho que ella se olvidará de mí.

Carla- Así que el día del centro comercial os vio a ti a Saray y a Unai, entonces decidió seguirte y fue cuando tú te desmayaste, ella fue la que te acompaño hasta aquí, si esto no es amor que venga dios y lo vea.

Juan- Yo pensaba que ella se había olvidado de mí.

Carla- Sólo te pido una cosa y escúchame bien...ella es mi mejor amiga, cómo la trates mal o cualquier cosa, te las verás conmigo, no es una amenaza, es que ella te quiere, pero yo no te he dicho nada.

Decidí cambiar un poco de tema.

Juan- Que será niño o niña?.

Carla- Será niña.

Juan- Enhorabuena.

Entonces entró Tessa, se había cambiado de ropa iba más informal.

Carla- Cuídate Juan.

Tessa- Que te ha dicho Carla?.

Juan- Nada -no sonó muy convincente-.

Tessa- Dímelo.

Juan- Que tú sentías algo por mi y que me has cuidado desde que estoy aquí, por cierto que día es?.

Tessa- Es 1 de enero.... si se lo tuve que decir a Carla, quería que ella me comprendiera.

Había estado casi 10 días allí y Tessa sin moverse de mi lado, aquello era amor sin duda.

Juan- Te veo cambiada estás más guapa aún que la última vez que te vi.

Tessa- Eso tu que me ves con buenos ojos, solo he hecho una cosa y no se ve.

Juan- El qué?.

Tessa- Cuando estuve contigo, vi que el físico no era lo más importante así que decidí reducirme el pecho a una medida más normal, todo gracias a ti.

Juan- Yo no quiero cambiarte.

Tessa- Yo me tengo que autovalorar más, mi físico no será eterno.

Juan- Por cierto que me ha pasado.

Me explicó que tenía una infección en la sangre si no me lo detectaban a tiempo hubiera muerto, tendría que estar 6 meses de reposo absoluto, la recuperación sería lenta, me dijo que si ella no llegaba a estar allí y contactar con médicos muy importantes, yo ya no estaría y ella no se lo perdonaría.

Fue entonces que me armé de valor para decirle lo que sentía, con lo que había hecho por mí, era justo decírselo.

Juan- Después de aquella noche pensé en ti, mi relación se acabó y yo pensando que tu seguías con tu vida, creía que te habría olvidado de mí pero aquella noche sentí algo por ti, pero pensé que para ti simplemente había sido una noche de sexo.

Tessa- Para mí fue algo más, fue ver que eras un caballero, que me cuidarías y que no éramos tan diferentes, te parecerá muy raro pero me enamoré de ti aquella noche.

Vi como ella se movía y se acercaba hacía mí.

Juan- Te encantaría ser mi pareja, no sé si tenemos futuro pero si no lo intentamos nunca lo sabremos.

Tessa- Es muy bonito lo que has dicho, te imaginarás que nadie apostará por nosotros, pensarán que es un capricho más, pero está  vez se equivocaran.

Fue entonces que se acercó a la cama y me cogió la mano y se quedó sentada junto a mí.

Juan- Te quiero.

Tessa- Te quiero.

El tiempo dirá si las cosas tienen futuro o no, aquella noche nos marcó a los dos, nos habíamos enamorado en una noche de sexo, realmente el destino es algo que nunca entenderemos los seres humanos, pero ahora lo único que queríamos era estar juntos los dos.