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El día en que me convertí en un monstruo

en No Consentido

Agosto estaba tocando a su fin, el buen tiempo pronto cambiaría y como aquel que no quiere la cosa y sin ningún plan pero con la playa cerca pensé en bajarme a algún garito a tomar algo y a disfrutar de "las vistas", era una buena época para ver a guiris buenas y borrachas o encontrar alguien con quien pasar bien la noche, llevaba 9 meses más solo que la una y era quizás un buen momento para airearse.

Llegué a la zona de marcha y estacione mi coche, mientras caminaba por la calle no paraba de ver a tías buenas con minivestidos y fijándome en que los tíos se las follaban con los ojos y eso que solamente eran las 2 de la mañana y fue así que sin esperármelo me encontré a un colega que hacía tiempo que no veía y que era relaciones públicas de un bar.

M- Que pasa Fredo -me dijo-.

F- No tan bien como tú Marcos.

M- Te apetece tomar algo..

F- Me sabe mal estás trabajando.

M- Te invitó yo... siéntate por aquí y te traigo una birra.

Me senté en una silla y me puse enfermo mirará por donde mirará todo eran chicas de entre 18 y 40,  aquello estaba lleno, yo al tener 30 me sentía en medio, al cabo de unos minutos mi amigo me trajo una Desperados.

M- En diez minutos termino y vamos a un local lleno de tías y en el entramos gratis.

F- Ok.

Me tomé la cerveza y pasado un cuarto de hora me vino a buscar.

M- Vámonos que hoy ya he trabajado bastante.

Salimos y me di cuenta de que él no tenía ningún problema para piropear a las chicas que iban por la calle...a mí me hubiera costado horrores decirles una sola palabra.

Habíamos llegado ya a la disco, estaba llena de guiris algunas bastante jovencitas y como si fuera un mercado nos fuimos acercando a ver si conectábamos con algunas, lo intentamos con varias y nada, pero en aquel momento aluciné con lo que me estaba sucediendo, había una chavala que debería tener como mucho 19 años y que empezó a restregarse por todo mi cuerpo mientras estaba bailando, yo estaba alucinando, mientras mi amigo no perdía el tiempo con la otra chica, era más bajita y parecía estar bastante borracha, yo en aquel momento empecé a notar que mi polla estaba como una piedra y me vine arriba y empecé  sobarle sus caderas y su cuerpo ella no decía nada, aquella tía me estaba poniendo más caliente que el motor de un avión.

Cuando acabo la canción se separó de mí, fue entonces que fuimos a la barra a pedir algo y mi amigo me dijo al oído que eran irlandesas y que esta noche follaríamos, yo no lo tenía claro...pero.

Volvimos a bailar aunque no de la manera tan lasciva en que nos habíamos conocido, por su parte su amiga me miraba mal, a la chica que había bailado conmigo me la miré y era bonita: 1.65 de altura, un ojos de color verde y una melena corta, se veía delgada pero con un pecho sugerente y un vestido negro vaporoso a juego con unas bailarinas de color negro, lo que me gustaba es que no tenía pinta de putón berbenero, le pregunté su nombre entre tanto ruido y me dijo que se llamaba Faye.

La noche fue avanzando y le moví el pelo que le tapaba la cara e incluso la cogí de caerse cuando un borracho casi la tira al suelo, era una manera de intentar demostrarle que me gustaba, yo creía que la cosa iba bien pero llego algo que yo no esperaba, su amiga le hizo gestos para que se acercará, Faye se quedó con ella y no volvió a mi lado, se quedaron las dos juntas bailando, yo no entendía lo que pasaba y fue entonces que Marcos me dijo.

M- Dice que no le gustas, me sabe mal por ti.

F- No pinto nada aquí... me voy... espera intentaré hablar con ella.

Pero cuando me acerqué a ella se alejó y  Faye empezó a bailar con otros chicos, ahora  no paraba de sobarse con todos los tíos del local a la vez, todo aquello fue como una puñalada directa a mi maltrecho corazón.

Salí a la calle eran las 4 de la mañana y me sentía hecho una mierda, había intentado ser cortés pero se ve que yo pertenecía a otra época, decidí irme hacía donde tenía mi coche pero cuando estaba a punto de llegar decidí volver hacia la discoteca y como si fuera un espía esperé a ver si salían.

Marco salió de la mano con la otra chica... me imaginé que irían algún rincón a follar, cuando  me fijé que por otra puerta salía Faye y vi que iba sola y haciendo eses por la calle, decidí seguirla sigilosamente, a esas horas de la noche donde no había casi nadie por aquella zona, en la cual no había mucha iluminación. Lentamente mientras la seguía noté como algo malvado se estaba apoderando de mí.

Ella no me oyó venir mientras cruzaba una explanada llena de coches fue donde perdí la cabeza y me tiré encima de ella, comenzó a chillar y no sé porque la abofetee, aplaste su cabeza contra un capó y la empecé a hablar sabiendo que no me entendería.

Fredo- Eres una maldita puta, te dedicas a calentarme y me mandas a la mierda sin saber nada de mí.

Fey- Please stop.....-no paraba de llorar-.

Pero yo como si estuviera poseído noté como mi polla estaba realmente dura, así que empecé a manosear su cuerpo, ella no paraba de moverse e intentó librarse pero le agarré fuerte sus brazos y me saqué el cinturón y con un movimiento brusco até sus manos, fue así que le subí el vestido y encontré un tanga, ella no paraba de gritar pero a esa hora no había nadie que la pudiera oir.

Le intenté quitar el tanga pero ella cerraba las piernas, después de cómo había perdido los papeles no me iba a quedar a medias.

Fredo- Te voy a follar, whore.

Faye- No please -lloriqueaba-.

Me bajé la cremallera y  saque mi polla que estaba totalmente dura,  me costó apartarle el tanga ya que tenía las piernas semicerradas, en aquel momento no había vuelta atrás, fue así que sin pensarlo agarré mi polla y se la metí dentro de aquel coño jovencito sin ningún tipo de mimo, se quedó inmóvil y es que todas sus suplicas ya no servían para nada, yo había hecho caso omiso a sus súplicas y ahora la chica que me atrajo y que la intenté demostrar que era un buen chico iba a ser follada como una maldita ramera.

Fredo- Eres una puta zorra guiri.... y te llevarás tu merecido.

Faye empezó a llorar mientras yo me recostaba encima de ella para que me notará más adentro, aquel agujero no era virgen pero no parecía haber sido usado muchas veces, se la metía hasta el fondo de su coño para que la notará, la estaba penetrando salvajemente y sin ningún tipo de cariño, había perdido la razón dentro de mí, me había convertido en un monstruo, mientras ella no paraba de llorar, noté que no tardaría en correrme.

Fredo- Y ahora te llevarás un poco de leche para tu país de recuerdo.

Y como si me entendiera dijo.

Faye- No please... no cum inside please...

Pero yo no la escuché y continué perforándola con todas mis fuerzas hasta que noté como mi semen salía disparado hacia el fondo de su vagina.

Fredo- Ahhhh.. toda para ti.

Después de tal sacudida dentro de su ser noté que ella ya ni se movía, a pesar de que estaba bajos los efectos del alcohol, sabía que la habían violado,  cuando acabé estaba totalmente asustado de lo que me podría pasar, quizás me denunciaría no lo sabía y fue así que saqué mi pene y vi un hilillo de semen saliendo de su coño: metí mi pene dentro de los pantalones, le quité el cinturón y la dejé allí encima de  aquel capó, estaba asustado por lo que había hecho, así que me fui y mientras iba hacía mi coche me puse a llorar y fue entonces que me di cuenta de que me había convertido en un monstruo.