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Un tipo decidió reprogramar a mi futura esposa 2.

en Control Mental

Estuve un par de horas dando vueltas por la calle como si fuera un zombie. Por mucho que lo intentaba no lograba comprender lo que me estaba sucediendo y es que mi vida en aquel preciso instante para mí carecía de cualquier valor. Ella era mi gran amor y ahora se había convertido en el juguete de un maldito desaprensivo. Tenía que luchar cómo fuera aún que me fuera la vida en ello.

Regresé a casa y justo al cruzar el portal noté un fuerte golpe en mi cabeza, a los pocos segundos perdí el conocimiento.

No sé el tiempo que estuve inconsciente cuando lentamente abrí mis ojos y estaba a oscuras.

-Auxilio...auxilio... ¿hay alguien?

Pero nadie contestó, al cabo de unos segundos se encendieron unos pequeños halógenos en un techo y parecía que estaba en una sala vacía, eso sí delante de mí había un amplio cristal en posición horizontal. Con la poca luz que había vi que no podía mover ni mis manos ni mis pies, ya que llevaba una especie de grilletes. Estaba sentado en una especie de butacón.

- Que alguien me ayude...por favor -estaba aterrado-.

Cuando una voz apareció por los altavoces

- Sergio no hace falta que te alteres, de aquí un ratito te podrás ir a tu casita -con cierto tono de burla-.

- Déjanos tranquilos a los dos, te daremos todo el dinero que tengamos, pero por favor déjanos en paz.

- Me imaginé que al ver ese video no habías comprendido nada. Piensa que tengo el poder suficiente para poder hacer que tu novia se folle las pollas de todos sus familiares y las de sus compañeros de trabajo...y creo que si fuera así Marta pronto ascendería en la empresa. Pero este no es mi plan de momento.

Era una persona poderosa y es que yo no sabía cómo luchar contra él. Tenía miedo por mi vida y seguro que me iban a torturar de algún modo.

- Estuve un rato pensando en cómo lograr que tu cabecita lo comprendiera. No deseo controlar tu mente y es que disfruto más viendo como tu Martita se convierte en una zorra que desea pollas a todas horas. Piensa que llegará un día en que follará sin que nadie se lo pida, eres un desgraciado para ella.

- Ella no te ha hecho ningún daño, déjala ir....no puedo más- volví a llorar-.

- Eres una nenaza para ella y como te decía al final pensé que no hacía falta que vieras los videos para pajearte si lo podías ver en directo, espero que lo disfrutes.

Las luces se apagaron y tras aquel mientras cristal se encendieron unas luces. Aquello no era un espejo normal y corriente, era igualito a la de las películas cuando interrogan a alguien y los polis están detrás mirando, en aquel momento me encontraba en la misma situación. Me fijé en el lugar: había una mesa de madera y un par de sofás. Aunque en el fondo de mi ser lo negará sabía lo que iba a suceder. Pensándolo bien si me daba un infarto y me moría en aquel preciso momento todo hubiera sido mejor.

Aparecieron en escena un par de tíos bastante corpulentos y que llevaban un mísero tanga de color negro y un antifaz del mismo color. Uno de los tíos era de piel blanca y el otro parecía un mulato no era negro, pero su piel era más oscura. Los dos tipos estaban realmente fibrados.

A los pocos segundos apareció Marta: llevaba un vestido negro de látex que marcaba aún más su nueva silueta con una cremallera delante y unas medias de rejilla de color negro todo rematado con unos zapatos de tacón negro. Su estilismo era totalmente diferente ya que llevaba una cola de caballo que tensaba su pelo al máximo y varios complementos que aún aumentaban aquella imagen de zurcia: unos pendientes de aro extragrandes y una cantidad tan elevada de maquillaje que parecía una puerta. Ahora sin duda alguna sabía que aquello sería una auténtica tortura para mí.

Marta empezó a moverse lentamente y marcando el movimiento de su cuerpo de una forma muy descarada. Aquellos tipos no paraban de clavar su mirada ella. En aquel momento ella empezó a hablar y es que yo sabía que no era ella sino su depravada mente que estaba poseída por la lujuria.

- Mmmm...perdón pensaba que esto era el baño para las señoritas. Me quería disculpar con vosotros de alguna manera y es que a lo mejor necesitáis que os ayudé en algo quizás -con voz de auténtica guarra-.

Marta se acercó al mulato y empezó a acariciarle el tanga, si en reposo el tío ya tenía algo que abultaba ahora que estaba excitado aquello daba cierto miedo. Estaba desatada sobándole el tanga mientras le estaba comiendo la boca al otro tío. Aquella escena para mí ya era demasiado hardcore. Por mucho que lo intentará nunca en mi vida podría sacar de mi mente lo que estaban viendo mis ojos.

Cuando el mulato tuvo la polla bien dura Marta dejó de comerle la boca al tío y se arrodilló bajándoles el tanga a los dos tipos. Aluciné con las pollas de esos tíos y es que yo cómo muchos tíos habíamos visto bastante porno y eso sólo lo había visto en las películas. La del chico blanco debería rondar los veinte centímetros, pero la del mulato debería rondar los veinticinco centímetros, era repugnante ver lo que estaba haciendo Marta en aquellos momentos.

Cómo en el anterior video que había visto de ella, aluciné como chupaba las pollas con una pasión desbordante. Las pajeaba las dos a la vez y es que con la pasión que lo hacía pensaba que se las iba a romper.

Después de un buen rato de cascárselas y chupárselas, aquellos individuos la levantaron y la pusieron encima de la mesa. El mulato cogió la cremallera del vestido y se la bajó hasta dejarla desnuda, allí quedaron a la vista de mis ojos aquellos descomunales pechos que ahora ella lucía, eran de un tamaño tan grande que no encajaban ni con la estatura ni el peso de Marta y con sus pezones duros y apretados.

El blanquito le acercó la polla cerca de su boca y ella volvió a tragársela nuevamente. El mulato se metió entre sus piernas y le empezó a comer el coño. La cara de puta viciosa que tenía me estaba hundiendo anímicamente y es que no entendía que me estaba sucediendo, pero mi polla estaba empezando a ponerse dura viendo aquel numerito que protagonizaba "mi novia", estaba totalmente avergonzado.

- Así puto cabrón méteme la lengua hasta el fondo -decía Marta mientras no paraba de chupar la otra polla-.

El mulato comenzó a comerle el coño, mientras ella no paraba de mover su cuerpo y se metía la otra polla en su boca. Yo estaba notando que mi polla me atravesaría el pantalón y que estaba sudando mucho, cuando la voz de aquel cabrón volvió a aparecer.

- Veo que te gusta lo que ves, encima de cornudo te gusta lo que hace tu novia.

- No es cierto, que cojones me habéis hecho.

-  Te hemos inyectado por vena un producto similar a la viagra, se te va a poner tan dura que de aquí a un rato lo único que vas a desear es correrte viendo follar a tu novia.

Era cierto todo lo que me decía y es que estaba muy excitado por culpa de la mierda que me habían inyectado. Mientras aquel cabrón me hablaba el mulato la había girado y la tenía preparada para follársela: Marta se agarró a la mesa y notó como aquellos veinticinco centímetros de mástil se perdían dentro de su coño. El otro tío se fue al sofá y se quedó mirando el espectáculo mientras acariciaba su polla.

- Joder cabrón métemela este pollón hasta el fondo y hazme sentirme como la puta que soy.

Todo este cóctel de sensaciones me estaba llevando al límite y es que lo ultimo que quería perder era la cordura. Noté como una de las esposas que me apretaba mi tobillo se soltó y a los pocos minutos ocurrió lo mismo con la otra. Marta no paraba de gemir como una loca y es que no paraba de moverse al ritmo del mulato.

- Cabrón me encanta, pero no aguanto más fóllame el culo...hijo de la gran puta.

El mulato se arrodilló y empezó a lamerle su agujero, fue en aquel preciso momento donde todo mi mundo se vino abajo.

El tío se preparó y sin pensárselo un solo momento hundió su pollón dentro de su culo. Vi la cara de Marta y parecía que estaba en el paraíso. Se notaba que no era la primera vez que se la metían por aquel agujero al cuál yo nunca tuve acceso y que ahora era follado por cualquiera de aquellos hombres.

Estuvo un buen rato metiéndosela y vi como la agarraba por sus caderas para que la notará aún más. Alucinaba viendo como aquel tío cada vez se la follaba de la forma más salvaje posible. Aquel tío era un auténtico bestia aunque lo más jodido de todo es que ella parecía disfrutar con las embestidas que recibía por parte de aquel tipo.

- Así cabrón joder me encanta como follas mi culo...oh dios mío quiero me folles siempre con este pedazo de polla que tienes oohhh...cabrón me corro.

Se acaba de correr de una manera bestial y es que con los meneos que le había metido creo que ya había encadenado varios orgasmos. Unos segundos después el mulato la sacó de su culo y se dirigió hacia la cara de Marta que esperaba con ansias a que el tío le diera todo lo que guardaba dentro de sus huevos. Allí estaba ella esperando la corrida cuando empezaron a salir auténticos trallazos de leche que fueron directamente a su rostro. Ella empezó a degustar con su lengua todo lo que había salido de aquel individuo. Mientras yo sentía que me iba a explotar mi polla y es que tonto de mi pensé que todo ya había acabado mientras mi polla me quemaba.

El mulato desapareció y Marta a rastras se fue a ver al tío que estaba en el sofá y le agarró la polla y se la empezó a comer nuevamente como si estuviera poseída (realmente estaba poseída y yo no podía hacer nada).

Estuvo un buen rato metiéndose la polla hasta el fondo de su garganta hasta que el tío la levantó y la puso de pie. Le levantó la pierna y la puso encima de él y de una estocada le clavó la polla. Marta estaba enloquecida y es que la postura era realmente extraña ya que la polla entraba directa a su coño y fue en aquel preciso instante que me fijé en que llevaba un tatuaje con dos flechas negras indicando su coño. Aquello cada vez era más humillante y oír como disfrutaba ella aún me dolía más. Mi descenso a los infiernos no tenía fin.

El tío aquel estuvo clavándosela un buen rato y cuantas más guarrerías le decía el más guarra se ponía ella.

- ¿Te gusta mi polla pedazo de puta?

- Si soy una puta a la que le gusta que le follen así, no pares que me corro otra vez.

Y así fue, noté como todo su cuerpo colapsaba mientras el tío continuaba penetrándola hasta que se vino dentro de ella de una manera salvaje.

-OHhhhhhhhh...joder...dios -decía Marta-.

El tío se la sacó de golpe y la dejó tirada en el sofá, pero solo serían unos minutos en la que ella estaría sola ya que aparecieron tres tíos más totalmente desnudos. Marta no había perdido el tiempo y se pajeaba mientras se lamía con sus labios los restos de semen que aún brotaban de su coño.

- Cabrones quiero que me folléis, necesito vuestras pollas.

Uno de los individuos la agarró del pelo y la dirigió al sofá. Otro de los tipos se estiró mientras Marta se puso encima de aquella polla de golpe y empezó a cabalgar encima de ella. Aquel tipo no dejaba de deborarle sus pechos de forma ansiosa. El tío la estaba taladrando de una forma violenta y sin ningún tacto. El otro se la metió en su boca y es que solamente le faltaba que le metiera los huevos en la boca. Pero lo que ya me acabó de matar fue cuando el tercer individuo se acercó y le metió su verga en su culo y es que debido a la follada anterior estaba perfectamente dilatado.

- Ohhhhh..dios...folladme con vuestras pollas...me encanta lo que me hacéis...oooh dios. Me encanta ser vuestra jodida puta, oohh si folladme así más fuerte.

Mi polla me apretaba en el pantalón y el dolor y la pena se mezclaban al ver cómo de mi querida Marta no quedaba nada y es que aquello parecía una secuencia de cine porno.

Al cabo de unos minutos se soltaron las esposas que tenían mis manos atrapadas, otra persona hubiera intentado escapar, pero el calor que me invadía y la mierda que me habían inyectado habían hecho su efecto.

No pude más y me bajé los pantalones y es que sentía que mi polla estaba como una piedra.

Empecé a masturbarme como si me fuera la vida en ello, mientras a ella la continuaban penetrando de forma salvaje. La voz en off volvió a aparecer.

- El de la boca sácasela que la quiero oír -dijo la voz en off-.

Pasaron unos segundos y yo continuaba masturbándome como un animal allí de pie viendo la escena que me estaba dando mi novia.

- Marta, ¿te gustaría que tu novio te follará ahora?

- Yo no quiero su polla, quiero solo la de ellos y la tuya, quiero que me revienten mi coño y mi culo, necesito pollas todo el día, más pollas...oohh.

No podía más sus palabras me estaban destrozando y es que entre los tres la estaban llevando al límite. Estaba totalmente poseída y la forma en que se movía daba a entender que estaba gozando de como la estaban follando aquellos tres tíos. Veía como aquellas pollas eran engullidas por los todos los agujeros posibles de Marta.

Cuando paso lo inevitable y es que aquellos tres tíos después de follársela sin ningún tipo de tacto se vinieron casi a la vez dentro de ella.

- OHhhh.ohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.-soltó Marta-.

Chillaba como una auténtica cerda mientras yo no lograba correrme, a pesar de lo que estaba viendo.

Al cabo de unos minutos la levantaron y la dejaron tirada ahí en el sofá cuando nuevamente aparecieron tres tíos más con otras pollas de semejante calibre.

Yo no podía hacer nada por Marta y es que ahora lo único que deseaba era correrme de una puta vez y es que por mucho que lo intentaba no lo conseguía.

Un tío se estiró boca arriba y ella sin que nadie se lo dijera se la metió dentro de su culo, otro se acomodó en su coño y el tercero le llenó la boca con un buen trozo de carne para chupar.

En esa posición ella aún estaba desatada mucho más desatada que en la anterior, notaba como su cuerpo temblaba y es que perdí la cuenta de los orgasmos que ella había tenido.

Aquellos tíos se la follaban con todas sus fuerzas y cuando se la sacaba de la boca solo era para decir más guarradas.

- Cabrones, me encantan vuestras pollas, así más folladme hasta que no podáis más, me encanta vuestra leche cabrones. Me encanta ser vuestra zorra... ohhh.

Después de cascármela con todas mis fuerzas noté que me iba a correr, de mi polla empezó a salir una cantidad de leche que yo no había visto en mi vida, se me pringaron las manos y todo el suelo mientras aquellos tíos no paraban de hundir sus pollas dentro de ella y es que en cuestión de segundos volvieron a vaciarse dentro de ella

-Ohhh...oooh.dios si joder -no paraba de gemir ella-.

Caí al suelo y me eché a llorar.

- Eres un mierda -dijo la voz en off-, has echado la mejor paja de tu vida y te pones a llorar jaja...jaja.

Levanté la vista y vi como aparecieron varios tipos más para sustituir a los anteriores y nuevamente se la volvieron a follar en la misma posición. Me fijé en que su cuerpo ya no se movía de la misma forma. Había perdido la cuenta de los tíos que se la habían follado en aquella sala. Mi reputación estaba perdida pero la de Marta estaba mancillada para siempre.

Lo más vergonzoso es que por culpa de aquella maldita droga mi polla se había vuelto a poner dura y ahora sabía que solo lograría que se bajara mi excitación masturbándome nuevamente.

Aquellos tipos no dudaron mucho y es que ahora si veía a Marta un poco más cansada (aunque nuevamente me equivoqué).

Apareció el mulato la cogió en brazos, ella se agarró a su cuerpo y empezó a sentir como el mulato le volvía a introducir su polla dentro de su coño, mientras se besaban apasionadamente. Acto seguido otro tipo vino por detrás y preparó su polla para metérsela en el culo de Marta.

Marta a pesar de haber sido follada por multitud de tíos parecía insaciable y más en aquella posición, realmente su aguante era brutal.

- Más...más folladme más, hijos de puta…oohhh.

Ahora noté que no tardaría mucho en correrme con lo que estaba viendo. Los dos tíos la sostenían al vuelo mientras ella no paraba de balancearse al ritmo de aquellas dos vergas. En cuestión de minutos aquellos individuos volvieron a llenar sus agujeros con una nueva descarga de leche que llevó a Marta a soltar un fuerte berrido, indicando que aquellos hombres la habían hecho disfrutar nuevamente.

Al ver aquello yo también me corrí y es que ahora me sentía desolado y con ganas de morirme. La vergüenza y el asco que sentí hicieron que acabará vomitando en una esquina de aquella habitación y comencé a llorar nuevamente.

Cuando levanté la vista Marta estaba tirada en el sofá: su cara estaba llena de semen, su maquillaje había desaparecido, sus tetas estaban totalmente rojas y de su culo y de su coño no paraban de salir una gran cantidad de flujos y de semen que recorrían cada rincón de su cuerpo, daba pena verla de aquella manera y yo sin poder hacer nada. Cuando el tipo de la voz en off le pregunto.

- ¿Te lo has pasado bien Martita?

- Si...mmm me encanta como me follan.

Entonces la voz se dirigió a mí.

- La has oído y sabes que no puedes hacer nada, si anulas tu boda y te alejas de ella, dejaremos que tenga una vida "normal" en su trabajo y con su familia.

- Sois unos malnacidos.

- Piensa que tú mujer tiene mucho que aprender, el año que viene le buscaremos a una amiguita por qué me da la sensación qué aparte de pollas también se merece probar un buen coño.

A los pocos segundos se apagó la luz de dónde estaba Marta y noté cómo alguien entraba. Intenté escaparme pero no logré, noté un ligero pinchazo en mi brazo y a los pocos segundos noté como perdía nuevamente el conocimiento.