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La semilla del miedo 1

en Grandes Relatos

Esta es la 1ª parte del relato anteriormente se habia publicado la 2 en su lugar, disculpas.

 

Era el sábado por la mañana, yo José y mi mujer María después de dejar a los niños con sus abuelos nos dirigíamos a un caserón propiedad de la familia de unos amigos, Irene y Pedro. Allí nos teníamos que encontrar ademas de con ellos, con otras tres parejas, Ana y Alberto, Marta y Manuel, y Luis y Clara. Todos estamos casados a excepción de Luis y Clara que son novios. Los tres matrimonios somos amigos desde hace mucho tiempo y tenemos edades parecidas de alrededor de los 40 años.

Luis y Clara son mas jóvenes, sobre los 33 años, se incorporaron al grupo mas tarde y debido a que Luis es un primo de Irene que vino a vivir con Clara a nuestra ciudad.

Todas las parejas a excepción de la nuestra ya habían llegado la noche anterior, pero nosotros no pudimos ir, dado que nuestra hija actuaba en un concierto juvenil el viernes por la noche.

 

Físicamente nuestras mujeres son todas ellas atractivas, pero a mi entender, y creo que los demás varones opinan lo mismo, la mas hermosa es Irene, después vendría mi mujer, después Ana, Clara y Marta. Aunque Marta es la menos atractiva, si es la mas caliente del grupo, suele vestir muy provocativa, y con Manuel tienen, según ellos, una relación abierta. Se por mi mujer que conoce a Marta desde la infancia y la considera su mejor amiga, que han hecho intercambios y tríos, y conociendo a Manuel tengo claro que es por iniciativa de ella. También me ha contado mi mujer que la a sondeado para saber que opinamos de estos temas, y ella le ha contado la verdad, que nunca nos lo hemos planteado y hasta la fecha no es un tema que a ninguno de los dos nos atraiga, de hecho lo vemos mas para parejas con problemas en su relación, cosa que hasta la fecha no es nuestro caso.

Marta también ha intentado introducir el tema en el grupo pero sin éxito, de hecho el único que le apoyaba era Luis. Respecto a los hombres tenemos características físicas parecidas, o dicho de otra manera, estamos todos algo fondones y nos iría bien hacer algo mas de ejercicio, a excepción de Luis, que esta cachas ya que el va al gimnasio y practica artes marciales. Y ademas de estar “muy bueno”, según nuestras mujeres por comentarios de Clara con estas, esta bien dotado y es muy bueno en la cama. Luis es bastante lanzado y tenia fama de ligón hasta que lo pesco Clara, que como ella misma reconoce, es celosa y creo que se ocupa de tenerlo controlado.

 

Para entender mejor este relato debo indicar una característica importante de mi mujer, es una de estas personas sinceras que le es imposible guardar un secreto. Cuando hay algo que quiere ocultar se va poniendo nerviosa y al final no aguanta mas y lo tiene que decir. Esto es una virtud, sobre todo porque se que nunca me ocultara nada y un defecto cuando alguien nos ha hecho una confidencia. Nuestra relación siempre a funcionado bien, con algunos pequeños altibajos. Ella es algo tímida, pero cuando se calienta se vuelve bastante lanzada, cosa debo reconocer que nos ha dado muy buenos momentos en el aspecto sexual, ya que se que si la caliento nos lo pasamos de miedo. Sin embargo esto solo ha sucedido en la intimidad de la pareja. Aunque actualmente nuestras relaciones sexuales han bajado algo en frecuencia e intensidad, esto no es algo que me preocupa ya que normalmente vamos teniendo estos bajones muy ligados a la situación del trabajo, los niños, la familia, etc. Pero normalmente en los periodos vacacionales la cosa mejora, y de hecho los dos esperábamos aprovechar esta salida sin niños y el ambiente mas relajado para pasar alguna noche caliente. Debo reconocer que durante los veinte y pico años de matrimonio y noviazgo, nunca le he sido infiel y dado su carácter estoy seguro que ella tampoco.

 

Durante el viaje, empece a tener problemas con el coche. Estábamos sobre la mitad, cuando se encendió un piloto y parecía que le faltaba potencia. Me detuve en un área de servicio, mire el manual del vehículo y según me indicaba era un problema en el motor sin especificar que, eso si según el manual debía llevar el vehículo a un taller lo antes posible. Esto hizo que llegáramos justo después de comer, ya que no quería forzar el vehículo. Cuando llegamos todos se habían retirado a echar la siesta a excepción Irene que nos esperaba. Comimos algo, y entonces nos enteramos que Clara había dejado a Luis. Cuando Irene nos lo dijo lo tuve claro, seguro que Luis le había puesto los cuernos y Clara siendo celosa como era lo había mandado a la mierda.

 

Como que estábamos cansados por el viaje nos fuimos ha echar la siesta. Cuando nos levantamos nos encontramos solos en la casa con una nota que nos decía que estaban en la playa que estaba delante del caserón. Cogimos los bártulos y nos dirigimos hacia la playa, que en estas fechas no estaba muy frecuentada. Enseguida vimos a nuestros amigos y cuando nos acercamos vimos que Luis partía con una moto de agua, con Marta pegada a su espalda. Cuando llegamos al grupo nos dijeron que Luis llevaba a Marta ha ver una pequeña cala que solo era accesible por mar. Estuvimos charlando, tomando el sol, bañándonos y cuando ya empezaba a bajar el sol fue cuando volvieron Luis y Marta. No había mirado el reloj pero creo que estuvieron ausentes casi 3 horas. Cuando volvieron Marta nos contó lo bonita que era la cala, que según ella estaba a unos 15 minutos. Recuerdo que pensé que si en ir y volver habían invertido 30 minutos, que habían hecho durante las 2 horas y media restantes. Pero sabiendo lo lanzados que eran Marta y Luis, que ella tenia una relación abierta, que el había roto con Clara y la cara de contentos y cansados que hacían era fácil suponer lo que debía haber pasado en esa cala. Esto lo reafirme cuando Marta nos explico lo bonita y solitaria que era la cala. Recuerdo que cuando volvíamos a la casa, yo, Pedro y Alberto íbamos detrás algo separados y Pedro dijo: al bueno Manuel seguro que le duele la cabeza.

Cosa que contesto Alberto con: suerte que ya debe estar acostumbrado.

Cosa que yo conteste moviendo afirmativamente la cabeza.

 

Continuará