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Cómplice Seducción 2

en Hetero: Infidelidad

Cómplice Seducción 2

¡como han pasado los años!  ¡como han cambiado las cosas! así 

dice la bonita canción y así ha transcurrido nuestra vida de pareja.

Tras nuestra primera aventura sexual en el Caribe, nuestra relación

se estrechó aun más, si cabe.   Carmen no se cansaba de decirme lo mucho que me amaba y lo que valoraba mi esfuerzo por hacerla feliz, aun a costa de compartirla con otros hombres para darle placer.  Yo respondía a sus apasionados besos mientras le decía

-      Tu placar es el mío cariño, no sabes lo feliz que soy al sentir como te estremeces en brazos de otro cuando te corres.

-      Ya lo he notado Luis.  Y quiero seguir siendo tu putita y complacerte en lo que me ordenes.

-      Tomo nota Carmen. Quiero ser tu amo y tu primer amante, pero me gustaría hacer de ti una buscona , que seas tu misma la que elijas tus machos y que los conquistes, eso sabes hacerlo muy bien, y yo el cornudo consentido. ¿Te animas?.

-      Pero yo soy muy patosa para eso, tu en cambio eres muy decidido y de sobra sabes mis gustos. En cualquier caso, si eso es lo que quieres, lo intentaré. No creas, ya le he echado el ojito a uno que día tras día noto que me desnuda con sus miradas y lo cierto es que me pone bastante cachonda.

-      Pues hazte con él.  Diseña una estrategia. ¿Quieres follártelo a solas  o en trío conmigo?.

-      Tu eres mi hombre y quiero sentirte siempre a mi lado, pero lo haré como tu quieras, se trata de que disfrutemos a tope los dos….. y él claro.  Mañana intentaré hablar con él, se llama Manuel . Y ahora cielo échame un buen polvo, que me tienes muy caliente.

Como ya estábamos en la cama, retiré la sábana que nos cubría y ante mis ojos apareció su cuerpo cubierto únicamente por un mínimo pantaloncito corto de un tejido muy fino y transparente.  Su coñito estaba parcialmente depilado con un triangulo pequeño adornando su pubis y sus labios carnosos y  ligeramente húmedos.  Sus pechos, de tamaño medio pero firmes y , estaban coronados con dos pezones con aureolas rosadas que estaban mas de lo uniendo nuestras lenguas y jugando con ellas.

-      Cómeme el bollito papi, quiero sentir tu lengua en mi rajita.

-      No nena, hoy te voy a follar rapidín. Quiero que te mantengas muy caliente y que te reserves para Manuel.

-      De eso nada, me das el menú completo.  Tu siempre me dedicas una hora y me lo haces todo, con muchos orgasmos. A ver si con este rollo de Manuel me va a dejar en ayunas.

-      En ayunas no, pero te pongo a dieta, así te espabilarás.  Ya te comerá el bollito Manuel u otro si a él no lo ligas, entonces me tendrás como siempre, Te lo tienes que ganar.

-      Joder Luis, esto no era lo acordado.  Al final se me están yendo las ganas de ser tu puta.  ¿Sabes lo que te digo? pues que si quieres que sea un putón lo voy a ser, y que para entonces quizás ya no te necesite a ti.  Venga vamos a dejarlo, que me has cabreado.

Y dicho esto, se salio de entre mis piernas y con un “que duermas bien cornudo”, se dio la vuelta y se durmió.

A la mañana siguiente me desperté y ella ya no estaba en la cama.  Me duché y bajé a la cocina a desayunar con ella como hacíamos todos los días. Carmen se había marchado a su trabajo, supongo,

le llamé a su mobil pero estaba desconectado.  ¡Vaya, pensé, si que está enfadada!. Ya se le pasará.

En la tarde recibí un mensaje suyo, “esta noche no duermo en casa”. Era la primera vez que no volvía a casa  a dormir, pero pensé que dormiria en casa de sus padres, para castigarme.  Le respondí con mi mensaje  “tu misma, que te vaya bonito”.

Al día siguiente a mediodía me llamó al mobil.

-      Hola Luis, como estás ¿dormiste bien?.

-      Lo cierto en que te extrañé. Echaba de menos tu calor. Y tu aroma. Y a ti.

-      Haces que me sienta mal, pero, prácticamente, tu fuiste el que me echaste.  me respondió.

-      Vale, admito mi culpa. ¿Tu dormiste bien?.

-      La verdad es que dormí poco Luis.

-      ¿Remordimientos, nena?.

-      No, puteando como tu querias.  Alguien me dio lo que tu no me diste y descubrí que hay otra vida más allá de ti.

-        ¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿¡

-      Ya ves Luis, pero sin rencor.  ¿Quieres conocer a mi macho de anoche?.

-      ¿Quieres tu que lo conozca?

-      Eso creo recordar que era lo acordado.  Y además él no es celoso, jajaja.

-      Dime tu plan Carmen, que me pareces una mujer nueva.

-      Y lo soy, creeme. Te dije anteanoche que iba a ser un putón, como tu querías. Pero te quiero presentar a Pedro, lo demás te lo tendrás que ganar tu.

-      ¿Pedro, no era Manuel?. Y dime lo que me tengo que ganar.

-      Por partes, Pedro es una nueva conquista.  Lo demás, ya te pondré mis condiciones. Si las aceptas, quizás puedas jugar con nosotros, el aceptará lo que yo decida.  ¿Nos vemos esta tarde a las 7 en casa?.

-      Han cambiado los roles Carmen.  Ahora quieres ser tu el ama ¿y yo que paso a ser?.

-      El cornudo consentido, que en realidad ha sido siempre tu vocación. ¿De acuerdo a las 7?.

-      Allí estaré AMA, a tus pies.

-      Chao cielo, ponte guapo.

Las horas se me hicieron largas, pero a las siete estaba en casa esperando,  Preparé unas bebidas y me dispuse a aceptar mi nuevo papel, o no.  Yo fui siempre el guía y el amor de mi esposa y no estaba dispuesto a ser simplemente el cornudo.  A las 7,15 escuché

como se abría la  puerta de entrada.

Apareció Carmen con una gran sonrisa y muy guapa, como siempre, llevaba un nuevo vestido. A su lado un hombre joven, sobre los 30 años.

-      Hola cariño ¿llevo un nuevo vestido, es bonito verdad?

-      Bonito como lo que va dentro- le dije.

-      Gracias amor, ya le conté a Pedro que eras un encanto.  Por cierto os presento.  Este es Pedro.  Este es Luis, mi marido.  Seguro que os hareis buenos amigos.

Nos estrechamos las manos y acerqué mis labios a los de Carmen. Sabian dulces, pero ella lo hizo breve.

-      Bien, sentémonos. He preparado algunas bebidas, como buen anfitrión.

-      Ya sabes que yo bebo poco y que enseguida se me sube a la cabeza. Y quiero estar bien despierta jajaja.

-      Y tu Pedro ¿wisqui, ginebra, cerveza?

-      Un wisqui con hielo, por favor.

-      A ti Carmen te preparo un Calvados, como siempre.  Yo tomaré otro.

Preparé las bebidas y me senté.  Supongo que le tocaba hablar a Carmen, y así lo hizo.

- Bueno hombretones a lo nuestro.

         -  Pedro está un poco cohibido, y es natural pero ya le he 

             contado algo sobre nuestro estilo de vida y él está de acuerdo.  ¿Verdad Pedro?.

-      Si Carmen, me lo has dejado claro.  Y estoy ansioso.

-      Pues deberiais aclarármeno a mí.  –dije yo.

-      Luis, no te hagas el estrecho. Le he contado a Pedro sobre nuestras perversiones, que a ti te gusta verme follando con otros  machos, y a mi tambien me gusta que me follen. Y que ya lo hicimos anteriormente y que ya no me conformo con ser únicamente tu esposa sumisa.  O sea que soy un putón, pero NO TU PUTON.  Me apetece hacer un trío, esta noche con vosotros dos , pero yo os indicaré lo que quiero que me vayais haciendo y quien. OK?.

-      ¿Me estás llamando pervertido nena?

-      Luis, pervertidos somos los dos ¿o crees que esto es lo normal? .  Pedro ¿estas de acuerdo?.

-      Si Carmen, ya lo habíamos hablado, me lo explicaste anoche.

-      Venga pues, me pido follar a mi esposa, con tu permiso Pedro -dije yo

Carmen inició sonriendo el camino al dormitorio. Mientras lo hacía me pidió que le bajase la cremallera de su nuevo vestido.

En un minuto estávamos desnudos, los tres, bueno Carmen mantenía las braguitas y el sujetador puestos y sin quitárselos se tumbó sobre la cama.

-      Venga chicos, acabad de desnudarme pero con los dientes y sin  hacerme daño. ya os diré lo que debeis hacer despues

Pedro se arrodilló y suavemente le fue bajando las bragas, cuando los tuvo en los tobillos, ella tiró las bragas al suelo de una patada.   Yo le quité el sujetador de la misma manera.  Sus tetas rebotaron y le chupé un pezón.

-      Quieto Luis, recuerda que yo dirijo esta peli. 

-       Luis tu me vas a comer el bollito que despreciaste anteanoche, aunque Pedro me lo comió anoche muy bien, pero  lo haremos en 69.  Yo me pondré arriba . Y cuando yo te lo pida Pedro, me meterás la polla en mi coño, que te estará esperando con ansiedad. Así lo quiero. Luis túmbate de espaldas boca arriba.

Siguiendo sus mandatos me tumbé a lo ancho de la cama para que Pedro pudiese ensartarla en su momento.  Carmen me montó bien espatarrada hasta que su coño quedó encima de mi boca.  Yo chupé sus labios vaginales que ya los tenía húmedos, los abrí y lamí su clítoris y vagina con ansiedad, como tantas veces había hecho, Conocía su coño  y lo que le gustaba que le hiciese con la lengua.  Enseguida sentí en mi boca sus fluídos y lo caliente que estaba.  Sus suspiros iniciales se convirtieron en gritos mientras me apretaba la cabeza con sus muslos.  Entonces se metió mi polla en su boca chupándomela desesperadamente.  Ella tuvo su primer orgasmo de la noche, convulsionándose.

-      Cariño, nadie me ha comido el coño como tu.  Pedro métemela ya, que estoy preparada y muy lubricada.  Reviéntame como lo hiciste anoche, que disfrutemos los tres a tope.

Pedro tenía la polla como un misil nuclear, gorda y como de 20 cms. Yo le abrí la raja a Carmen para facilitarle el camino y podía ver como entraba, al principio suavemente hasta quedar enterrada por completo en la vagina, empezó el metesaca sacando su glande restregándolo por el coño y meterlo a fondo de nuevo. La polla se inchaba mientas Carmen gritaba de placer.

-      Luis cariño, no dejes de chupar.  Quiero correrme por todos los lados.  Estoy loca de placer

-      Pero si te chupo el coño, he de chuparle a Pedro la polla y eso nunca antes lo hice. ¿Quieres eso?

-      No hables tanto y chupa todo.  Siento en mi boca que tu polla está para reventar.  –dijo Carmen.  -  No paro de correrme.

Reinicié las lamidas a su coño, bueno a su coño y a la polla de Pedro.  Un momento despues sentí un orgasmo más de Carmen

en una explosión sin fin. A la vez noté como se inchaba la polla de Pedro y descargaba su leche abundantemente en la vagina.  Carmen no paraba de chuparme la polla hasta que me corrí en su boca y se tragó toda mi leche.

Nos quedamos abrazados los tres, respirando entrecortadamente y sonriendo de felicidad.

-      Bueno para ser la primera sesión, no ha estado mal ¿verdad chicos?.  Por hoy ya tenemos bastante, yo me he corrido nosecuantas veces, pero vosotros solamente una vez.  La proxima  será más variada.  Ya pensaré algo.  

-      Os quiero a los dos.

                      CONTINUARA