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Melissa. ... cómo se vive sin ti

en Amor filial

Carmen entró en su casa.  El asunto de San Sebastian se había ido complicando y lo que iban a ser 3 días se convirtieron en 12 . Estaba muy cansada y confundida, su hogar ya no era lo mismo, " que callada quietud, que tristeza sin fín, que distinto es todo si le faltas tú ", recordó la voz de Aznavour, estaba inmensamente vacío y ella misma también. Sintió frío, aunque había encendido el climatizador.

" ¿ Y ahora qué  ?, mi ira se fué aplacando con el paso de los días y me repugna las amenazas que hice a Luis. La verdad es que me pasé de largo, ésta casa es de los dos, tan suya como mía y.... ¡ estoy tan sola  !  ". Subió al dormitorio y comprobó que toda la ropa de él estaba en los armarios, entró en el dormitorio de Melissa y vió que sus cosas personales habían desaparecido, excepto las prendas que ella le compró que seguían allí. Se vistió cómoda y bajó al salón, se preparó una copa de Calvados y miró dubitativa hacia la pared,  " ¿ vendrá él ?  si no se ha llevado sus cosas, espero que sí.  Son las 6,15 de la tarde, ya no debería tardar  ".  Media hora más tarde, escuchó abrirse la puerta de entrada y Luis entró.

- Vaya ,Carmen qué susto me has dado, creí que la asistenta había olvidado poner la alarma.

- Hola Luis, llevas el traje arrugado y es extraño en tí.

-  Jajaja, no puedes evitarlo, el repaso de costumbre.  Bien, ya ves que no me he marchado de MI CASA.

-  Luis, no quiero evitarlo y quiero seguir repasándote cada día cuando llegues a nuestro hogar.  - dije mirándolo a los ojos.

-  Me parece observar cierto cambio en tu actitud.  - dijo él tras quitarse la chaqueta y sentarse en su sillón.

-  Temía que no vinieses y estaba asustada, tan sola, tan vacía..... ¿ te pongo un whisky  ?.

-  No, Carmen, yo me lo pongo y hablemos claro.  Sé que he cometido errores y lo siento, pero tú fuiste contundente cuándo traté de explicarme y no creo que sea distinto ahora.

-  Sí es distinto, mi cabreo se diluyó mientras mi corazón emergió.  Cariño, nunca me explicaste cómo se vive sin tí y no quiero que lo hagas ahora, te quiero siempre a mi lado.    - dije sollozando.

-  Carmen por favor, sabes que tus lágrimas me afectan,...... me duelen,  ¡ deja de fingir !  traté de explicarte, de implorar tu perdón pero tú fuiste implacable en tu respuesta, preferiste tirar toda nuestra vida a la basura, al olvido, y te lo avisé.

-  No me lo recuerdes, Luis.  Sabes que estaba furiosa y reconoce que algún motivo tenía para estarlo,  los maliciosos mensajes que recibía me destrozaron y bloquearon mi razón, pero sé que fuí injusta contigo.  ¡  Y no me digas que finjo  !,  sabes que no soy de lágrima fácil pero me sentí traicionada por tí y por esa pu......   Melissa.

-  Joder, no te cortes y completa tu frase " esa puta de Melissa " querias decir ¿ no ?.

Sonó el mobil de Luis.  -  Hola Melissa. respondió...............................................  -  Sí, estoy en casa, Carmen ha regresado y estamos hablando..................................................  - Bueno, parece más calmada............................................  - Yo nunca soy duro, lo sabes, estamos teniendo una conversación " políticamente correcta "..........................................¿ estás segura ?............................. espera, le pregunto.

-   Dice Melissa que cenemos juntos los tres.  ¿ Que opinas Carmen  ?.

-  Me encantaría.

-  Dice que sí, cielo ......................................................

-  Carmen, me pregunta si en su casa ó en otro sitio.

-  Donde vosotros querais, aunque si a ella le gusta podemos cenar en el restaurant.

-  Nena....................................., ah, lo has oído.  ¿ Paso a recogerte ?..................... - Bien, en una hora te esperamos alli. Chao.

-  Cenamos en el restaurant, Carmen.  Te ruego que cenemos en paz, que seas por lo menos cordial.  Ya ves que lo ha pedido ella, sin rencor, y me ha pedido que no sea duro contigo.

-  La he escuchado, confía en mí Luis, ¿ sabes ? me hace ilusión.  Últimamente mis noches son oscuras e interminables.

-   Pues no es eso lo que me contaste.

-  Cariño, estaba tan ofuscada y tan,tan...... jodida, que sólo quería hacerte daño.  Sólo de pensar en otros hombres, se  me revolvían las tripas, respondía bruscamente ante sus insinuaciones y sólo me consolaba cada noche  pensando en tí........ en vosotros, aunque después quedaba aún más frustrada.

-  Siento lo que dices.  ¿ Nos ponemos guapos ?, no quiero que ella tenga que esperar, sola.

Subimos, nos duchamos y vestimos.  Cuando llegamos al restaurant salió a atendernos el dueño.

-  Bienvenidos señores.  ¿ La señorita no viene esta noche ?.

-  Gracias, no creo que tarde en llegar  -  respondí.

Diez minutos después llegó la niña, estaba jodidamente guapa, bonita con sus vaqueros, camiseta y zapatillas y , por supuesto, sin maquillar y con una luminosa sonrisa se abrazó a mi cuello.

-  Mi Carmen, que alegría verte. -  musitó en mi oido.

-  Y yo a tí, nena.   - respondí enlazando mis brazos a su cintura.

Ella, cogiendo la cara de Luis entre sus manos le dió un morreo apasionadamente largo. " vaya con la nena, ya no se corta ni en público , está marcando territorio " - pensé.  " y su abrazo y las palabras que me ha dicho al oído, joder, sonaban sinceros.  Se nota que está bien follada y que se siente la reina del mambo."

Luis, como es habitual, eligió los platos y el vino.

-  Papi, ya me acostumbraste a que tú elijas mi cena, pero podías consultar a Carmen  ¿no?.

-  Tranquila  - respondí   -  lo ha hecho siempre, pero sabe de sobra mis gustos y me encanta que lo siga haciendo. 

El camarero sirvió los vinos, esta vez sin preguntar si servía a Meli.

-  ¿ Habeis cenado alguna noche aquí los dos ?.

-  Ssssííííí, los estamos volviendo locos, ya no saben si soy su hija ó su amante ¿ verdad papá ?.

-  Así es, pero comportémonos.  No hagamos el numerito de siempre. - contestó.

-  Mami, soy feliz, de verdad. ¿  Ya se te ha pasado el cabreo  ?.  Estaba triste de verte así.   

  

El camarero sirvió los primeros platos.  Inmediatamente la nena y el papi empezaron a picotear uno del plato del otro. Ella cogió una gamba del mío.

-  No te importa mami ¿verdad?  - preguntó riendo.

-  No cielo, gracias por hacerlo.  Y respondiendo a tu pregunta: no sólo se me ha pasado el cabreo, sinó que me he sentido avergonzada y sobre todo muy triste, muy sola....., hundida por la nostalgia, el remordimiento............

-  Carmen, no sigas.  -  dijo Luis, mirándome fijamente.  - Olvida tu amargura, has podido comprobar la alegría de Melissa y puedo asegurarte que es sincera.  Yo estoy muy contento de veros así.  Sólo lamento cómo ha quedado tu situación ante nuestros amigos.

-  Los " amigos " me importan una mierda, con perdón.  Sólo me importais vosotros dos, mis dos amores.  Sé cuanto os amais, no hay más que miraros, pero ¿ me haceis un hueco en vuestra vida ?  - pregunté sollozando  - Ya ves, mi niña, se me ha pegado de tí, ya hay otra llorona en la familia.

Luis tomando mi mano, la besó muy sonriente.  La niña, levantándose se acercó a mí, tomó mi cara entre sus manos y besó mis lábios metiendo su lengua en mi boca, respondí a sus besos.

-  Te he dado el vino de mi boca ¿ lo has notado mami ?  y  he saboreado  el cóctel de gambas que tenías en la tuya, jajaja, que lo sepas.

Me sentí feliz, cómo hacía tiempo no me sentía. Terminamos la  alegre cena y Melissa dijo:

-  Ésta noche os invito yo y pago en efectivo.

-  Ni lo sueñes cariño, paga nuestro hombre o yo.  En realidad, es lo mismo ya que nuestras tarjetas se cargan en la cuenta conjunta que tenemos.  Anda paga tú Luis, amor mío, que se note quién manda aquí.

Nos despedimos del dueño que estaba en la puerta esperándonos,  -  Señoras, señor, espero verlos pronto de nuevo.  Feliz noche. 

-  Jijiji, siempre estoy atenta a su despedida  - rió la nena andando, mientras abrazaba  mi cintura y la de nuestro hombre. - Lo de "feliz noche" me ha sonado a rintintín, lo vamos a volver loco, no sabe si soy su hija ó las dos somos sus putas. Bueno, tú no mami, se ve que eres una señora, pero yo...........

-  No quiero volverte a oir ese " pero yo ".  Luis, ríñela por favor que a tí te hará caso.

-  ¿ Que quieres que le diga  ?, si la riño, ¡ no sabes cómo se pone, ésta mujer tiene mucho carácter !, además, lo de ser mis putas esta noche no es tan mala idea.......... si os apetece, claro.

-  SSSsssssssssííiííííííííííííí  - exclamamos las dos al unísono.

Cuando llegamos a casa, dije yo:

-  Abre con tu llave, nena.

-  No la llevo encima, mami, la tengo guardada en un cajón de mi casa.

Abrió Luis y nos sentamos en el salón.

-  Cariño,  - dije    - me gustaría, si tú quieres, que todo volviese a ser cómo antes, que lleves encima la llave de nuestra casa, de los tres,          ¿ Luis, Melissa, os lo ruego, estais de acuerdo ?.

Los dos se miraron, la niña con una dulce sonrisa, Luis serio.

-  Carmen, los dos estamos de acuerdo sólo hay que ver la sonrisa de felicidad de nuestra nena, pero ¿ me prometeis no discutir ?, cuándo lo haceis os poneis muy bordes.

-  Joder papá, claro que discutiremos, lo haremos posiblemente un día sí y otro también.   Pero mira mi dedo, y no te estoy haciendo una peineta, mi anillo va siempre conmigo y en él están las iniciales de los tres, ésto es un compromiso.

-  Mi cariño, mi vida  - dije abrazándola.

-  Vale mamá, voy a ponerle un whiski a papi y hoy lo compartís vosotros.  Yo estoy loca por hacerlo, pero quiero que hoy lo pruebes tú, verás que bien sabe.

-  No loquita, compártelo tú que veros me pone a cien, vuestro morreo y tu culito, cuando lo miro.... me hierve la sangre ¿ te enteras nena ?.

-  Jajajaja, te vas a quedar con las ganas porque mi culito es de papi en exclusiva, lo demás es de los dos, que lo sepas mami.

Se levantó, se quitó las zapatillas, los vaqueros, llevaba una braguita muy mona, diminuta,  sirvió el whisky y dirigiéndose a mí  sentándose sobre mis rodillas, -  dijo: -  el primero para mi mamá.  - bebió un sorbo, acercó sus lábios a los míos, nos besamos, nos sorbíamos, nos mordíamos mientras yo metía una mano bajo su camiseta y sobaba sus tetitas y con  la otra mano acariciaba su culo, su ano. Las dos suspirábamos y gemíanos.

-  Eeeeehhhhh, que estoy esperando a mi lobita, ya está bien.  -  rió Luis.

Con una carcajada, la nena se levantó y mirándome   - dijo.  - Tengo las bragas mojadas, tócalas mamá.  Lo hice y contesté:  -  Pués no veas las mías, los jugos  escurren por los muslos.  Quítate las braguitas y la camiseta nena, alégrame la vista y dale de comer a tu padre, que está hambriento de tí.

Hizo lo que le pedí y completamente desnuda se dirigió hacia papi. "Dios" -pensé. " no me extraña que los vuelva tarumbas a todos, qué cintura, qué caderas, sus torneadas piernas, ese culo respingón, tengo ganas de comerlo todo esta noche, todooooo ".  La vista de sus cuerpos agarrados uno al otro, era alucinante, se besaban con pasión, lamían sus lenguas, se magreaban.  Ella, con la mano y alzando su cintura, sacó el miembro del pantalón de Luis que rebotó, estaba enorme y apoyándolo en la entrada de su vagina, dijo suspirando: 

-  Papi, vamos a poner muy caliente a mami, pero contente y no te corras que la noche es muy larga y tienes que dejar exhaustas a dos mujeres, a tus putas.

Melissa, rodeando el cuello de él con sus brazos, restregó su entrepierna sobre el miembro moviendo su culito adelante y atrás.  Luis, con su mano, introdujo el glande es su rajita y la nena, con un movimiento brusco de sus caderas, se la introdujo hasta el cérvix.  -  Aaaaaaaaauuuuuuuuu,  - gritó desgarramente ella. Gritaron, suspiraron, gruñeron, hasta que la nena inició sus convulsiones, su orgasmo increiblemente largo.  Yaciendo sobre su cuello, musitó:

-  Papi, voy a alzarme, aguanta por favor, te la voy a limpiar con mi lengua ¡ y ni se te ocurra correrte !.  - rió mientras descabalgaba.

-  Nena,  -  pregunté  -  ¿ me dejas hacerlo a mí  ?, tú siéntate y descansa.

-  Vale mamá, pero acuérdate de mí bollito que te espera.

De rodillas puse mi cabeza entre las piernas de mi marido, él enredó sus manos en mi pelo, besé su glande, metí su miembro en mi boca, chupé, lamí, mordí, estaba desesperada por tenerlo dentro de mí.  Era mi esposo, mi hombre, mi amor de siempre........... noté como su pene se hinchaba, sus manos estrujaban mi cabeza, todo él se arqueba y sus chorros inundaron mi boca.  Bebí su semen, lo tragué.....

-  Joderrrr papis lo haceis aposta. Carmen, ¿ es que no piensas  ?, quiero que nos folle toda la noche.  Jo, bien empezamos.

Me levanté, fuí hacia ella y la besé en los lábios compartiendo el esperma de Luis.

-  Cielo, bebe la leche de tu papi, de nuestro hombre.  Yo no quería, pero la añoraba tanto........, su próxima corrida será para tí.  Me apetece limpiar tu bollito, aunque estés enfadada  ¿ puedo ?.

-  Vale.   - respondió poniendo morritos.

 Lamí sus carnosos muslos, lentamente, sus ingles, su rajita y abriendo sus lábios dí un lametazo sobre el clítoris y sentí su chispazo...........

-   ¡ Para de una puta vez, Carmen ! - exclamó alterada.

La miré confusa.

-  No me mires cómo si no pasase nada. ¿ Es que quieres acabar conmigo ?, nadie me ha comido el bizcocho cómo tú,  lo sabes, no te hagas la tonta.  Quiero que subamos a la cama y lo hagamos completo, estoy loca por tener tu coño en mi boca y Luis que suba cuándo quiera,              ¿ valeeeee ?. - gritó.

Cogió mi cintura  y mientras subíamos por la escalera, acaricié su culo, puse un dedo sobre su ano, presionándolo.

-  Toca y lame lo que quieras, mamá, pero sabes que eso es de mi papá, sólo de él.

Un minuto escaso después, estábamos desnudas y abrazadas en la cama, sonriendo, besándonos.

-  Cuánto te he echado de menos, Carmen, cada día aunque no lo creas, a pesar de los duros insultos de tu mensaje. Amo a mi marido, que me ha mimado y poseído con locura, pero ansiaba los besos de la otra, de tí.

Luis entró en la habitación, sonriendo.  Había escuchado a Melissa.

-  Ya estais en la faena, así me gusta ver a mis hembras.

-   Perdona, Luis, quiero contestar a tu nena. - Y dirigiendo mi mirada hacia ella, respondí:  - Melissa, si te dijese que yo te echaba de menos, mentiría, en ese momento te odiaba, pero en mis tristes noches pensaba en vosotros dos y cuándo te he vuelto a ver te deseaba, pero he de aclararte algo: TU marido, es mío y yo no soy la "otra ", ¿ me explico, guapita ?  - grité.

-  ¿ Otra vez a la greña, joder ?.  - exclamó Luis.

-   Jajaja, sabía que se picaría, cómo lo hice yo cuando me marché de esta casa, ¿no se lo has contado, papi ?  Mira zorrón, una noche mientras yo lo follaba, se refirió a mí cómo " la otra ", está claro que pensaba en tí. Lo dejé plantado y me largué.

-   No lo sabía, cielo, pero hiciste muy bien.  Tenemos que hablar de muchas cosas pero, ahora, ¿ porqué no nos dedicamos a nuestro juego favorito. ?

Ella, arrodillada, se sentó sobre mi rostro y abriendo sus lábios vaginales los puso sobre mi boca.

-  Sigue con lo que empezaste antes, mamá, quiero sentir tu lengua comiendo mi coñito hasta lo más hondo, lame mi ano si lo deseas, muérdeme.....  -  dijo mientras se estiraba sobre mi cuerpo y buscaba con su boca mi cueva.

Comí vorazmente sus partes nobles, lamiendo sus muslos, sus lábios menores,  metiéndola hasta lo más profundo, su ano, mientras notaba en mí sus mordiscos, sus lamidas, sus respuestas a mis caricias, nos retorcíamos de placer.  Yo no sólo disfrutaba con nuestras mútuas caricias, la vista que me ofrecía era espléndida; la puñetera de mi niña mostraba un coñito límpio, sonrosado, joven y su culo era una tentación.

Sentí un latigazo cuando noté la punta de su lengua golpeándo mi clítoris, yo  devoré el suyo, lo habíamos dejado para el final, como expertas que somos las mujeres.   Gritábamos como locas, éramos un sólo cuerpo, nuestros suspiros no cesaban y llegamos al clímax, nuestros orgasmos fueron simultáneos e interminables.  Se dejó caer aletargada sobre mí, mientras yo lamía suavemente su culito y empecé a presionar un dedo en su esfinter.

-  Mamaaaaa no sigas, eso está prohibido para tí, aunque me gusta que lo hagas.  Ya sabes quién es el dueño de mi culo...... y de todo mi ser.

-  Vale nena, que pesada eres.  Sabes que al final tu culito será también mío, aunque no sé cómo, pero es mi obsesión y lo tendré.   ¿ Quieres que papá te folle tal como estás ?.  Mira su cara y su pene, se lo llevan los demonios.

-   Papá, ¿ me lo haces así o prefieres de otro modo  ?, pide por esa boquita.

-   Te prefiero de todos los modos, cariño, como cada noche, así estás bien.

Inclinándose besó y lamió la boca de la niña, después hizo lo mismo con la mía haciéndolo más largo, más intenso.  Me sentí feliz.

-   Papá,  ¿ a que saben nuestros besos  ? a ver que burrada se te ocurre.

-  Los tuyos a gloria, los de mami a gloria y a nostalgia.  Y los dos, a putas,  jajaja.

-  Te juro, amor mío, que no volverás a sentir nostalgia de mis besos.  Pase lo que pase, nada podrá alejarte de mí.   - respondí con mis ojos húmedos.

-  Mamaaaaa, no te aproveches que es mi turno.  - dijo riendo nuestra niña.  - Venga papi, lléname de tí que se me está secando el bizcochito.

Pude ver a Luis abriendo con sus manos la vagina de su niña, restregar despacio su glande por toda ella e introducirlo poco a poco sin llegar a meterlo del todo. Yo tenía mis manos sobre la cintura de Melissa y sentí las manos de mi marido cómo se posaban sobre ellas.  Mi cuerpo reaccionó al notar su contacto, " Dios mío, como lo amo y como siento su amor, como llena de ilusión mi corazón " - pensé.

-  Papi, ¿ qué te pasa ésta noche  ?, métela toda de una vez, hazme daño, rómpeme como siempre.

Él la empujó violentamente hasta el fondo, la niña gimió con dolor ¿ o placer o las dos cosas?.  La folló con furia, con deseo mientras ella movía sus caderas y empujaba hacia trás; era un polvo salvaje, de una intensidad muy sexual, yo apoyé mi lengua sobre el clítoris lamiéndolo, mordiéndolo, sorbiendo sus abundantes jugos y sentí un chorrito salado en mi boca, al momento sus cuerpos se envararon, oí sus suspiros y gruñidos.  La nena soltó un alarido:  - aaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh me corrrrrrroooooooo.  Al mismo tiempo noté como Luis se corría con fuertes contracciones de ambos, mi boca se llenó por completo de semen, de jugos, de todo, y yo tragaba, tragaba, tragaba. Nos tumbamos los tres boca arriba, jadeando, respirando con dificultad.

-  ¡ Vaya polvazo te ha echado papi !.  - dije yo acariciando su cara.

-  WWWUUUAAAAUUUU, ha sido inmenso, alucinante y eso que todas las noches me lo hace, pero hoy...... con tus lamidas añadidas, bestial.  Mami, se me salió un poquito de pis en tu boca, estaba tan caliente que no pude evitarlo, perdóname.

-  Lo noté, cielo, lo saboreé, lo bebí junto a tus abundantes jugos, lo encontré delicioso, saladito.  ¿ Has probado el de papi ?

-  Te debo una, mamá, ya pensaré algo. Sí, todas las noches, cuándo hacemos pipí él tiene prohibido sacudírsela, yo recojo sus gotitas con mis lábios y yo ya no uso el bidé, ya sabes.........  y además sabe a whisky.

-  Vaya par de guarros,  - reí divertida.

-  Mami ¿ cuánto tiempo hace que no llenan tu coñito ?, sin contar tus aventurillas en San Sebastian, claro.

-  Una eternidad, nena. Y allí no pasó nada en mi coñito.

-  Mentirosilla, no sabes mentir mami y quiero que me lo cuentes a solas. Papá, tu hembra te espera, ansía aparearse contigo, con su macho, destrózala.

-  Voy a hacerlo, la tengo muchas ganas. Si mami dice que en su viaje no le hicieron nada en el coñito, es verdad y si no lo es ¿ que vamos a hacer ?, no sería la primera vez que me hace cornudo.

No quise contestar a ninguno de los dos, abrí los brazos hacia mi marido con sonrisas, con ansia, con las piernas muy abiertas.  El metió su cabeza entre mis muslos y jugueteó con su lengua en mi vagina, sentí de inmediato una descarga en mi vientre y suspirando dije:

-  Amor mío, no sigas lamiendo que me voy a correr ya y quiero sentirte dentro de mí, hacerlo largo, hacerte mío, entregarte mi amor.

Subió hacia mi boca y nos besamos con frenesí, con lujuria, lamiendo nuestras lenguas.  Con mis brazos envolvía su cuello, lo apretaba a mí, mientras él apoyaba su glande en mi sexo, removiéndolo, restregando.  Mi adrenalina se disparó, mi marido entraba poco a poco en mí.

-  Luis, amor mío, mi único hombre, mi único amor, te quiero con toda mi alma, no dejes de besarme, húndete en mí. - supliqué.

Comenzó a metérmela a fondo, adelante y atrás mientras yo levantaba el culo y mis caderas para que entrase más todavía, mordió mi labio y me dolió, sentí sangre en mi boca, pero me sentía en una nube, mi nube del placer.  Mi cuerpo empezó a temblar, sentía latigazos entre mis muslos, empecé a gemir y gritar.

-  Me corrroooooo, amor mío, castígameeeeeeeee, Diooooosssss qué placer, no puedo contenermeeeeeeee, otra veeeeezzzzzz.

Mis convulsiones no paraban, era un orgasmo sin límite o muchos seguidos ¡ yo que sé  !. Sentí su polla hincharse,  su cuerpo rígido y su leche inundando mi útero,  - Luiiiiiissssss no pareeeeeesssss, otra veeeezzzzzz que caliente está tu lecheeeeee.

Se desplomó sobre mi cuerpo, mientras apretaba mis tetas, las mordía, suspirábamos los dos.

-  Vale tortolitos, que yo no soy de Miranda del Ebro.  No os he querido hablar porque veía lo que estabais disfrutando y no hace falta que me deis las gracias, vaya polvazo, estoy muy celosa.  - dijo Melissa.

Luis se acostó sobre la cama, sonriendo.

-  Las dos sois increibles,  tan hermosas, tan voraces, tan calientes..... - dijo papá.

-  Pero tú a quién quieres más ¿ a mamá o a tu hija ?

-  Nena, eso no se pregunta - respondí yo.  - Nos ha demostrado que nos quiere a las dos, a mí me basta con eso.

-  Te ha contestado mamá y muy acertadamente, como siempre.  -dijo Luis.

Melissa se acurrucó entre los dos.

-  Ya lo sé papis y soy feliz de estar entre los dos, ah, y yo duermo con vosotros, así que podeis alquilar mi habitación.  ¿ Me vas a hacer el culito, papá ?.

-  Nena, lo hemos exprimido entre las dos y ya no es un crio.

-  Tengo que recuperarme un poco cielo, pero sí te lo voy a hacer.

-   Te subo un whisky, papá   - dijo la niña alzándose.  - Mamá, tienes sangre en el lábio.

-  Papá estaba muy hambriento y yo muy feliz entre sus brazos, ni lo he notado.

Bajó la niña y abrazando a Luis, lo besé.  - Qué feliz me has hecho, cariño.

-  Jooooooo, no os puedo dejar solos ni un minuto, me voy a enfadar.  -  dijo nuestra niña sonriendo y ocupando su sitio entre nosotros.

Jugamos con la nena, haciéndole cosquillas y pellizcando sus pezones. Ella reía a carcajadas y pataleaba. Realmente era una niña....... ¿ o una mujer ?.

-  Melissa, ya estoy listo, prepara el culito.

-  Yo voy a por la crema.  - dije levantándome.

Regresé y la nena ya se había puesto dos almadones bajo su vientre y su culito en pompa. Cuando iba a lubricarle el ano, dijo riendo:  - Mami, a mí no me lo pongas, estoy muy dilatada y húmeda, ponle si quieres a papá.

-  Sí que has dilatado pronto, cielo.

-  Me lo hace todas las noches, mamá, y con lo gruesa que la tiene, tú dirás.

-  Me das envidia Melissa, y papá también me la dá.  Voy a tener que decidirme a hacer algo al respecto.  Ya veremos.

Me puse junto a ellos, a su lado.  En ese juego yo no tenía cabida, el gozo era para ellos dos.  Aún así, acariciaba con mis manos las tetitas, su espalda, sus nalgas. Ví a Luis con la crema en la mano, dispuesto a ponerla en su pene.

-  Déjame a mí, cariño, yo te lo pongo. - me incliné y metí su polla en mi boca, lubricándola con mi saliva, tras ésto la unté con la crema,           " joder, cada día la tiene más  grande, será de tando usarla " - pensé.   Papi se puso de rodillas y lamió a su niña  todo su trasero, abriendo con sus manos los glúteos, terminando en su ano que lamió y lamió e intentó meter su lengua en él.

-  Mamiiiiiiii, ve aprendiendo de papá, porque quiero tu boca en mi culo más pronto que tarde, y vamos a destrozarte el tuyo entre los dos, mmmmmmmm, métela ya papi.  - dijo Melissa mientas deslizaba su propia mano entre sus muslos.

No me cansaba de mirar su culo, redondito, carnoso y cuándo ví la polla de mi hombre apoyarse en el ano, sentí envidia, celos.  Lentamente fué enterrandola en el ano, ella sonreía satisfecha, feliz, mientras se acariciaba su entrepierna, se masturbaba la muy zorra. " Joder, quiero estar en su lugar, sentirla dentro de mí, de mi culo, aunque duela, aunque me rompa, pero quiero tener la sonrisa de la nena en mi propia cara  ".  Melissa dió un alarido cuándo Luis de un empujón la metió hasta el fondo.

-  Joderrrrr papiiiiiiii, hazlo con cariño no a lo bruto, me la has metido en el útero, seguro, noto tu cipote en mi estómago, verás como luego te huele a gambas, pero dammmmeeeeee máááásssssss, fuerteeeeeeeeee   - Ella levantaba su culo, moviéndolo sin parar, tragando la polla una y otra vez.  -  Me corrrooooooooooo papá, rómpemeeeeeee, mááááááááááááásssssssss.

No paraba de correrse la jodida nena, era insaciable y cuando sintió la última embestida de su padre y los chorros de leche en su útero, su estómago o dónde coño sea, gritó, aulló, se convulsionó entre orgasmos.  Quedaron sus cuerpos fundidos uno en el otro y yo alucinada.

Tras ducharnos, nos arrebujamos en la cama, la nena entre los dos, por supuesto, se volvió hacia mí y acariciando mi cara, juntando su nariz a la mía, dijo riendo:

-  ¿ Ves cómo somos muy putas, mamá ?, nos gusta serlo a las dos, podríamos montar una sociedad y nos forraríamos, ¿ no te apetece ?.          ¡ Papááááá, deja mi culitoo, que lo tengo en carne viva, sóbame las tetas o el coño, lo que quieras  !. 

-  Jajaja, vida mía, me estás tentando pero todos querrían follarte a tí, a mi preciosa niña.

-  Carmen, déjate de falsas modestias, ( ¿ ves como ya hablo como una pija ? voy aprendiendo de vosotros ) La primera vez que te ví                ¿ recuerdas, sabes que me enamoró de tí ? , tus preciosas tetas, tu altanera mirada, tus caderas, tu....... cuerpo, ya te lo he dicho alguna otra vez, estás buenísima y sé cómo te miran los hombres, ¿ no sientes tú sus miradas, cómo te desnudan ?.

-  Jo Melissa, me subes la autoestima, estoy en una nube.  A ver, Luis, respóndeme mientras sobas las tetas de tu hija, ¡ que ya está bien !,  en la gilipollada esa que hiciste con los amigos, ¿ cuántos mensajes has recibido para follarla ?.

-  Pués no sé Carmen, ¿ cuántos amigos crees que tenemos ?.

-  mmmmmmm  ¿ 200, 250  ?, tal vez más.

-  Pues calcula sobre un 85 por ciento, hace tiempo que no los leo.

-  Ahí tienes la respuesta, nena.  Sí, siento las miradas de los hombres y cómo me desnudan y yo algunos los desnudo también, no creas. Pero a tí, en la cena con nuestros " amigos " te desnudaron todos y casi todas, seguro, jamás vi nada tan precioso como tú.

- La culpa la tienes tú mamá, ese precioso vestido que me compraste me mostraba casi desnuda, hasta te lo dijo papá, mis vulgares tetas estaban por completo al descubierto, las transparencias y el tanga color carne..... no era necesario tener imaginación, estaba casi en porreta, aunque, la verdad, me gustaron sus lujuriosas miradas.  Todos eran tan "estirados", jajaja quiero que siempre elijas tú mi ropa, mami, aunque sé que me vestirás de putita.

-  Luis, en tres días debo volver a San Sebastian, pero sólo estaré fuera un día.  Cuando vuelva quiero tomarme unas vacaciones, quiero dedicar todos mis horas a mi hija y a tí, mi amor, ¿ puedes tomártelas tú tambien ?.

-  Tengo que estudiarlo...... espero que sí.  - respondió.

-  ¡ Mamááááá !, yo te acompaño a San Sebastian, y me dá igual lo que digas, voy a ir contigo porque no me fío de tí, sobre todo por las noches, pillina. Y las vacaciones...... ¿ nos vamos al Caribe ?, al mismo sitio donde tuvisteis vuestra primera aventura y quiero que repitamos los tres lo que hicisteis aquella noche, uuummmm lo de la doble penetracón vaginal me parece escándalosamente morboso.