Las sábanas arrugadas por el encuentro de la noche anterior, cubrían su cuerpo desde las caderas hasta los tobillos. Parecía una pintura en degradé, desde el tono más oscuro de su cabello en penumbra, hasta el claro de sus pies blancos al descubierto.
Me moví centímetro a centímetro y poco a poco comencé a ver su cuerpo, primero sus pies, luego sus pantorrillas, el resto de sus torneadas piernas, su cuquita... o Dios mío... se estaba acariciando...
Disfruté escribiendo este relato pero disfruté mucho más tenerlo así, a mi merced
Me violaste me dijo en broma. No escuché que te quejaras en ningún momento respondí besándolo.
Algunos dicen que cuando una mujer te quita tu marido la mejor revancha es dejar que se quede con él. Sabias palabras, definitivamente no hay mal que por bien no venga.
Por nuestro compañero caído en la lucha, ¡ni un minuto de silencio: toda una vida de combate!.
Por favor no le dije no es buen momento, otro día, con mas calma, tal vez el sábado, después de unas copas
Breve recopilación acerca del baño de ellas y ellos.
Para aliviar tus deseos sin prisa pero sin pausa.
Daniela es una puta fina.
La vida se trata siempre de elecciones y amar o no es tal vez la más importante de ellas. ¿Por qué la vida en pareja tiene que ser tan complicada?
Algo íntimo, personal e incomprensible.
A veces el cuerpo habla y pide cosas.
A veces las cosas no salen como uno las espera.
A los 14 perdí mi virginidad en la parte trasera de un carro.
Cuando los errores desgastan el amor.
El triunfo de la química sobre la física.
Esta es mi publicación No. 82 cuando cumplo dos años como escritora de esta página. Más respuestas y agradecimientos.
¿Cuantas frases habíamos cruzado? Un par tal vez y ya había perdido mi falda. Mi blusa y su camisa iban por el mismo camino.
Es imposible describir el amor, la pasión, el deseo, las ganas salvajes y animales, la sensación de que vas a morirte en ese mismo instante o que estas naciendo a través de esa vagina que te proporciona tanto placer.
En la rutina y estrés del trabajo pocas veces nos damos cuenta del amante en potencia que tenemos al lado.
Todavía tengo casi todos los dientes, casi todos mis cabellos y poquísimas canas. Puedo hacer y deshacer el amor, trepar una escalera de dos en dos y correr cuarenta metros detrás del omnibus, o sea que no debería sentirme viejo. Pero el grave problema es que antes no me fijaba en esos detalles.
Le dije que quería acostarme con ella a cambio de alejarme de su amante... por suerte aceptó.