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Minutos antes me habría negado seguramente, pero cuando Elisa, tras una orden del hombre, empezó a desabotonarme el vestido para desnudarme, yo ya estaba totalmente entregada al juego. Bajo mi vestido apareció una combinación, esa prenda que tan calientes pone a algunos hombres.
Recordando aquel día y lo que experimenté, algo insólito en mi vida, que había tenido lugar siete años atrás, empecé a comprender de donde podía venir mi supuesta afición vouyeur, llevada a la práctica después de lo de la cuadra por primera vez con Carlos y Elisa.
Como la cosa va de enviar relatos sobre crímenes, ahí va ese, que de paso tiene un componente erótico muy caliente.
Elisa seguía a lo suyo y yo mientras tanto me acomodé junto a Carlos, con mi ropa intacta. Él estiró su brazo derecho y lo posó encima de una de mis piernas, sobre la falda. Di un respingo asustada, pues eso me parecía demasiado.
Carlos se aproximó de nuevo a la cama con el plato del flan con nueces sujeto con ambas manos. Me lo hizo coger a mí durante unos instantes. Con una cucharilla cogió flan y lo dirigió a su boca, luego con la misma cuchara cogió más y lo dirigió a mí, abrí la boca y lo comí. Luego dio más a Elisa. Comer los tres parecía formar parte de aquel juego total.
Carlos se excedió bebiendo, aunque no hasta la embriaguez, pero como no estaba acostumbrado ello le hizo desinhibirse. Mi yerno comenzó a mostrarse melifluo, delicado y atento con Elisa...
Aún se resistía un poco Elisa, pero más bien era porque no quería ir tan deprisa. De repente y de un modo súbito puse mi mano en mi frente alarmada al recordar algo. Ellos advirtieron mi reacción, totalmente anormal en el ambiente que se había creado. Mi yerno me preguntó qué sucedía...
Jamás pensé que algo semejante pudiera sucederme a mí. Me llamo Azucena y tengo 60 años; me casé con 23 años y dos años después tuve a mi única hija, que se llama Marta. Mi marido, Fabián, siempre ha sido bueno conmigo...
Peculiaridades sexuales de un matrimonio de maduros.
Es el hijo de un vecino que viene a jugar con mi hijo al escondite.
Mamen lo cuenta todo. Es el final de una torrida historieta.
Frasco, otro de los protagonistas, cuenta su versión, que no es mucho más, pero aclara las cosas un poco.
Es el comentario que hace cierto investigador sobre un curioso manuscrito que cayó en sus manos y que habla de un hombre entre muchas mujeres.
Germán cuenta parte de su historia, que no es mucho, pero vale de introducción.
Esta es mi conclusión. Habrá quien quiera comentar algo.
La primera vez es sabrosa. Nunca se olvida por cómo fue.
Es hora de hacer justicia en la vida y que mejor vía que el sexo.
Busco esposa y lo mejor es buscar a una mujer que merezca la pena.
Aquí habla el personaje que queda por decir algo. Tampoco él lo tiene muy claro.
El marido aún experimenta contradicciones mayores y más tras su terrible deducción.
Reflexiones acerca de estos microrelatos que nos acercan más a los misterios de la sexualidad humana.
Sensaciones contradictorias en una mujer que parece tener claro su papel de esposa y madre.
Es la primera vez que acudo a solicitar los servicios de una profesional.