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Aliena del valle...

en Confesiones

(En fin… respiro hondo y miro directamente a la cámara, ¿no?)

 

Me han preguntado tantas y tantas veces que de dónde he salido y he respondido tantas y tantas veces que del vientre de mi madre, que se me ha secado la lengua.

Y ya es decir, señores, porque yo soy de las que hablan por los codos…

Total que he decidido escribir esto…

(¿Cómo? ¿Que qué es esto?)

¡Hum…!

Buena pregunta. Muy buena. El caso es que me puesto a escribir si más.

 

A ver… NO soy un hombre, objeto, animal o cosa.

(Bueno, animal si soy… pero de los racionales… espero…).

Soy una MUJER. Si. Aliena del Valle ES una MUJER.

 

(¡¡¡Si!! Menuda sorpresa, ¿no?, ¡¡¡es el colmo!!! claro…va a ser que si, porque habiéndose puesto el sobrenombre de Aliena la pobre muchacha…, si, como que va a ser una chica…).

 

Pero fuera bromas. Entiendo que a más de uno y a más de una le hayan llevado a engaño mis relatos: unas veces soy un hombre, otras una mujer. ¡¡ Si hasta he llegado a ser un perro!!... pero no en los de temática erótica… de momento.

¿Cuál es el problema? ¿Por qué encasillarse? ¿Acaso no es más divertido así?...

He sido una busca-camioneros, una chica de 17 años seducida por un viejo, otra que consiguió conquistar a un cura, otra que se lió con un fontanero, o con dos obreros para ella solita, una profesora, una cortesana del XVIII francés (y de la mano de mi loado Charles Champ D`Hiers), una dependienta violada, una lesbiana atada a una cama, una mujer harta de su marido y que se acuesta con el jefe de éste, una futura actriz dispuesta a todo, una prima repelente, una mujer que llama a una línea erótica y pide un hombre a la carta, una amazona, una chica que por primera vez se masturba, apiadándose del sol.

He sido un hombre intrigado por su compañera de trabajo en un metro, un perfecto gourmet de sexos femeninos, un hombre que soñó con la infidelidad y la orgía, un muchacho que voló con la ropa interior de su vecina, otro al que le sirven la oportunidad en su propia casa y gracias a las serenatas nocturnas de su gato, he sido un voyeur, un chico que desvirga a la mujer de su vida, un gay "con principios", un tal Guille que andaba mal de la vista, un chico que buscaba piso y encontró a un travesti que… bla, bla, bla…

He disfrutado en la playa, en un autobús, en un callejón, en una sacristía, en la cocina (varias veces), en la sala de profesores, en el salón de casa, en la cama, en una taberna, en el probador de unos grandes almacenes, en la piscina, sobre un coche, en una silla, en el campo, en el despacho de un marido desdeñoso, en el metro…

He visto a Lucrecia y al sucio Tarquino, a Eros y a Psique, a Afrodita, a Ares y a Hefesto, a San Jorge, al dragón y a su princesa… más mal que bien, pero me hizo feliz la idea.

Incluso en contadas ocasiones he sido simple marioneta de vuestras fantasías, pasándolas al papel, a la pantalla en blanco (ella, tan terrible…).

En la variedad está el gusto…

Todo aquel que escribe se acaba prostituyendo intelectualmente, si tal calificativo merece… y se paga con sonrisas que ni tan siquiera se disfrutan, porque con dinero… ¡bah!, es solo dinero… eso queda para los grandes.

 

Y sobre si mis relatos son realidad o ficción… bueno, yo siempre he dicho que cuando una persona escribe no puede desligarse de sus experiencias… siempre se tiene un estilo, unas señas de identidad… Yo y Ellos, Todos, somos uno, formamos un único ser. En esencia, yo.

Así que os respondo: si y no.

Casi 24 años de vida pueden dar para mucho…

A buen entendedor…

 

En conclusión y a todos a quienes me habéis leído: ¿os he hecho disfrutar? ¿Habéis soñado con lo que os he relatado? …

¿Si?

Entonces estoy más que servida: mi objetivo está cumplido.

 

Solo me queda agradeceros el haberme hecho soñar a mí también con vuestros mensajes. He conocido a gente extraordinaria, a autores realmente geniales. La lista es larga y no quiero dejarme a nadie en el tintero. Espero que comprendáis…

Y mil gracias a ti, Alex, por haber construido una página de relatos como ésta. Brindo por ti.

Y a mi carísimo y cruel Marqués… muerto, tus relatos son más bellos si cabe… ojalá regreses. Echo mucho de menos a tu anserino cálamo.

 

Yo, por mi parte, seguiré con mis historias… regalándoselas a quien las quiera leer…

Paz y larga vida a todos… pero sobre todo, no dejéis de volar.

 

Un beso,

Aliena del Valle.-