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Cumpliendo la promesa a mi sobrina Noe

en Amor filial

Cumpliendo mi promesa a Noe

Agradezco que publiquen mis relatos, eso me motiva para seguir escribiendo.

Un buen tío debe cumplir lo que le promete a su sobrina y mucho más si es tan linda, estudiosa educada e insaciable como Noe.

Bajo la excusa que iba al cine y luego a jugar al pool con un grupo de amigos la pasé a buscar por el Cole (cuando la veo venir con su uniforme me pongo loco) y la llevé al mejor hotel de la zona, por supuesto que se cambió en el auto porque con su uniforme era evidente que era menor y no me dejarían entrar, verla en ropa interior mientras yo manejaba me exitó muchísimo y no veía la hora de llegar.

Ni bien entramos nos dimos un terrible beso de lengua (cada vez besa mejor la guacha) y comencé a arrancarle la ropa porque todo indicaba que el primer polvo sería salvaje y furioso. Así fue, nuestra calentura no nos permitió ser suaves, en dos minutos le saqué la camisa, el corpiño y su bombachita, quedó sólo con la minifalda de jeans y las sandalias negras. La tiré en la cama y la cogí sin más vueltas en la clásica posición del misionero, su lubricación era excelente por lo que comenzó a acabar a los pocos minutos, yo estiraba mi eyaculación porque quería cogerla como una perra, esa posición me exprime la pija, cuando sentí que su ola de orgasmos terminaba la di vuelta le levanté la colita con las almohadas y la penetré vaginalmente por atrás, a pesar de mi resistencia a acabar en el 5º bombazo la llené de leche y le arranqué el último orgasmo, que debe haber sido muy intenso porque su grito salió desde su vientre y quedó tirada en la cama sin moverse por 10 minutos.

Aproveché cada instante, acariciándola y besándola por todo su cuerpo de niña – mujer, la invité al hidromasaje que había preparado mientras ella recuperaba fuerzas, me dijo que en todavía no podía pararse, entonces me acerqué, la besé tiernamente y la tomé entre mis brazos como una doncella para llevarla hasta el hidro para que el agua no se enfriara. Estuvimos allí un rato muy juntitos y a los besos ella se encargó que mi palo reaccionara y en un movimiento rápido se me sentó arriba y se lo metió hasta el fondo, la sensación de hacerlo en el agua con ella era distinta a cuando lo hice con mi mujer, debe ser porque esta pendeja es cada vez mas experta y se mueve a un ritmo que te mata en poco tiempo, sólo dejé que acabe ella y le dije que quería volver a la cama para darle una sorpresa, nos secamos mutuamente la alcé (me encanta hacerlo) y la llevé al lecho de amor y pasión.

Como soy consiente que no estoy bien dotado (15 cm.) compré en un sexshop un vibrador de 21 cm para hacerla sentir cosas distintas y para que siga adquiriendo experiencia, quiero que aprenda conmigo todo lo referente al sexo (ojo nada de cosas raras como el sado). Le tapé los ojos con un pañuelo y comenzó a darle una sesión de masajes con aceites para el cuerpo, ella estaba muy relajada, durante los masajes no toqué para nada las partes más erógenas de su cuerpo (pechos, cola y vagina) para crear en ella un deseo muy grande y lo logré, sus suspiros eran largos y profundos cada vez que acercaba mis dedos a estas zonas. Observé que estaba emanando jugos a más no poder por lo que no pude resistir la tentación de practicarle sexo oral, le comí a besos su vulva primero y su clítoris después, ya en el primer contacto de mi lengua con su botoncito tuvo una acabada que me empapó el rostro, parecía una canilla abierta, que rico nectar que despide esta mujer, sólo estuve allí unos segundos porque aún faltaba lo mejor.

No la hice esperar más tomé el vibrador y lo encendí, ella se asustó un poquito y me preguntó: - Tío ¿qué es ese ruido? ¿Qué me vas a hacer? Yo respondí: - Quedate tranquila que jamás haría algo que te dañe, vas a ver que te va a gustar. Empecé a jugar con la pa puntita del vibrador en la entrada de su vagina y Noe comenzó enseguida a retorcerse, lo llevé hasta el clitoris y su cuerpo se sacudió, empezó a gemir despacio y a decirme: - Tío esto es hermoso, cuantas sensaciones, me vas a matar de placer, quiero que sigas, metelo todo que quiero sentirlo, Mi pija estaba más dura que el vibrador y ya no aguantaba el deseo de penetrarla, pero resistí sólo por ella, le introduje los 21 cm y su locura llegó a los límites de la desesperación, no paraba de gemir muy fuerte y de decirme: - Por favor, no puedo más, me voy a morir, esto es un sueño, si por favor cogeme vos ahora quiero sentirte adentro mío. Le saqué el vibrador y la clavé sin perder un segundo, ya habíamos tenido un primer polvo por lo que esta vez mi eyaculación iba a tardar un poco más y todo en provecho de mi princesita hermosa. La cogí un buen rato, es una máquina de acabar, cuando pudo decir una palabra me pidió que me detenga y me dijo: - Quiero que me hagas la cola, quiero entregártela a vos mi amor. Se imaginaran como me puse, pero debía advertirle que al principio era muy probable que le cause dolor, y que me detendría en cuanto ellas me lo pida.

Quedate tranquilo que si me duele mucho yo te aviso.

Estabamos los dos muy calientes, le pasé un poquito de crema dilatadora en su ano y comencé a penetrarla muy despacio con un dedo, cuando cedió le acerqué la punta del pene y se la metí muy suavemente. – Seguí, que me gusta, me banco lo que sea, mandala toda, quiero sentirla. Así lo hice de un golpe entró hasta el fondo, ella dio un pequeño grito de dolor y comenzó a moverse, su culito me apretaba muchísimo, jamás creí que sería tan exquisito, al parecer su dolor se transformó en placer en pocos segundos porque cada vez se movía más rápido y más bruscamente, no resistí demasiado, era mucho para mí, le avisé que acababa y me dijo: - Si, dale que acabamos juntos tío de mi vida, seguí así, dale, siiiii, que hermoso, rompeme toda, siii.

Quedamos tendidos un rato muy pegaditos, sonó el tel. avisándonos que en 15 min terminaba el turno, nos dimos una ducha rápida y mientras nos cambiabamos me dijo algo que me dejó helado y me subió la temperatura nuevamente: - Tío, sabés que no aguanté y le conté lo que estamos viviendo a mi mejor amiga Pame, ella me comprendió y me dijo que le encantaría tener un tío como vos que le explique matemática y le enseñe en la práctica estas cosas tan importantes de la vida.

¡Mirá vos! – le dije – Y bueno, no se que podemos hacer para ayudarla.

A vos ¿Te gustaría tener otra alumna? –me interrogó-

Si a vos no te molesta, yo por vos hago cualquier cosa, vengan las dos el miércoles a mi casa que tengo un tiempo para dedicárselo.

Sonriente y con cara de pícara me dice:

Ella todavía es virgen, por lo que tenemos que hacer las cosas bien, como hiciste conmigo.

No te preocupes que lo que va a vivir no se lo olvidará jamás.

Con eso me dijo todo, formaríamos un trío de locura, esto está tomando un rumbo impensado, espero que todo termine bien porque puedo quedarme sin esposa y preso porque son menores. Pero vale la pena correr el riesgo, ¿no les parece?

Lo que ocurrió ese día se los voy a contar pronto, si quieren contactarme escriban a gabriel_03_01_74@yahoo.com