Cuando sentí celos de mis sobrinitas
Hacía más de una semana que no estabamos juntos por una cosa o por otra y decidí ir a buscarlas al colegio para darles una sorpresa y llevarlas a casa a estudiar (ya saben que entre nosostros estudiar significa coger).
La sorpresa fue mía porque unas cuadras antes de llegar las veo entrar a un terreno baldío junto a dos pendejos, es una zona de Casas de fin de semana por lo que la calle no era muy transitada, sabía Pame tenía un novio y que en cualquier momento se lo cogía, pero no sabía que Noe estaba con alguien. Esa situación me puso mal, estaba celoso pero quería espiarlas, detuve la marcha y estacioné el auto en la mano de enfrente. Miré hacia el terreno y las dos parejas se estaban matando a besos detrás de un árbol que no tapaba nada porque era chico, las podía ver a las dos disfrutando de cómo los pendejos de mierda se las transaban. Mi locura llegó al extremo cuando el que estaba con mi Noe bajó la mano, le acarició la pierna y por debajo de la pollera le masajeaba la cola.
El de Pame iba aún más rápido porque ya tenía su mano en la entrepierna de ella y a juzgar por la cara de Pame la estaba masturbando. Noe dejó de besarlo un instante y al levantar la vista vio el auto que reconoció, a pesar de no poder verme por los vidrios polarizados, sonrió y le volvió a partir la boca de un beso mientras con la mano era ella quien lo tomaba de la cola para apretarlo más a su cuerpo. Tenía el auto en marcha, puse primera y lo saqué quemando cubiertas, pude ver que ambas parejas se asustaron por mi maniobra y observaron como me alejaba.
Me sentía realmente mal, fui hasta la puerta de la escuela para ver si venían o se quedaban con sus amiguitos, por suerte a los pocos minutos pude ver por el retrovisor que venían las dos solitas a un paso más que rápido. Me hice el que no las vi, golpearon mi ventanilla y les abrí para que suban.
Hola tío dijo Noe, dándome un beso de lengua corto pero profundo.
Hola mi amor contesté con mi rostro serio.
¿Que pasa? ¿te enojaste? preguntó Pame-
No para nada, es que yo las quiero y no es fácil verlas como las vi con esos pendejos de mierda.
¡Está celoso! ¡Está celoso! cantaba Noe sonriendo-
Sí, ¿Y qué? ¿Está mal? le dije No sabía que vos Noe tenías un amiguito tan especial que te manosea tanto.
Me encanta que te hallas puesto celoso, eso significa que nos querés. Y con respecto a Jorgito no es nadie, y no va pasar a otra cosa, sólo dejo que me toque la cola porque es un buen pibe. Además en boludo acaba con mis besos y acariciándome, así queda conforme. Imaginate si lo dejo hacer algo más. Y yo te dije que por un buen tiempo el único que me va a coger sos vos mi tío precioso.
Ese es el chico del cual te hablé el otro día Gaby, ¿te acordás? dijo Pame
Si lo suponía. ¿Ya te lo cogiste?
No me parece que todavía falta, no estoy decidida. Además no lo necesito si te tengo a vos.
Vamos a tu casa a estudiar tío, que hace mucho no lo hacemos, esta conversación hizo que mi conchita se caliente. dijo Noe-
Entre las dos me habían hecho pasar el mal humor, y con sus declaraciones de amor y fidelidad me habían puesto al palo. Llegamos a casa y las llevé a la habitación de servicio porque había tomado la decisión de por lo menos respetar el lecho matrimonial.
No tenés que sentir celos tío porque lo que existe entre nosotros tres va a existir siempre y es único, nuestro amor es único e irrepetible, ¿No es asi Pame?. Y se acercaba a ella
Si amiga mía, mi amor, mi fuente de placer, venía a mis brazos.
Se abrazaron y trenzaron con un beso que me calentó tanto que inmediatamente bajé la bombachita de Noe y de rodillas en el piso recorrí con mi lengua ambas piernas y su terrible cola que minutos ante era masajeada por el pendejo. Instantáneamente abrió sus piernas lo más posible para que tenga acceso a su concha, ellas se desnudaban una a la otra sin dejar de chuparse las bocas, las tetas de Noe eran fuertemente succionadas por Pame, sus gemidos eran el concierto más exitante que mis oídos podrían escuchar, sus jugos comenzaron a salir sin parar un instante y sus gemidos se transformaron en gritos de placer, dándonos a saber que su primer orgasmo había llegado. Me recosté en la alfombra y se me subió dándome la espalda, se movía lentamente en círculos, introduciendo bien al fondo mi pene en su concha, no dejaba de besarse con Pame y ahora era ella quien le comía los pezones a su amiga. Sus movimientos lentamente pasaron a ser cabalgata desenfrenada y cuando no tengo el control del ritmo de la cogida me enloquezco y acabo enseguida, así fue cuando sentí que Noe tenía su segundo orgasmo la llené de leche sin ni siquiera poder avisarle, ella se seguía moviendo y gritando "aaaaahhhhh, aaaaaahhhhhhh", dándome indicios que había sido largo e intenso.
Le tocaba el turno a Pame, empecé a chuparle la concha muy lentamente de las misma manera que lo había hecho la última vez que estuvimos juntos cuando ella me propuso ese juego divino. Noe se encargaba de que mi pija se levantara nuevamente, entre el jadeo de Pame y la mamada de Noe no costó que mi pija se ponga dura nuevamente. Pame seguía boca arriba, puse sus piernas en mis hombros y la penetré sin miramientos, ella estaba a full loca por tener su orgasmo que no tardó, Noe le chupaba los pechos y la besaba intercalando según el deseo de Pame, acabó diciendo:
Rompeme el culo, por favor, que linda cogida gaby, aaaaaaaaaaaaa aaahhhhhhhhhhhhh, mi vida, ssssssssiiiiiiiiiiiiiii, por dios, aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh.
¿Te gusta así? Trola, pendeja puta, que se revuelca en los terrenos con pendejos.
Siiiiiiii, tío divino, me matas amor. Rompeme el culo ahora dale.
Se la saqué de la concha se la enterré en el culo de un golpe, ella soltó u pequeño quejido, mezcla de dolor y placer, Noe nunca se queda afuera y se puso en 69 con su amiga para seguir acabando algunas veces más, el espectáculo que me brindaban era extraordinario y si a esto le sumás que el culito de Pame es exquisito mi locura era extrema, mis embestidas eran con un poco de brutalidad, no porque quisiera sino porque la situación me llevaba, no cabía otro ritmo, ellas se chupaban con amor y acababan con desesperación, cuanto más acababan con más intensidad se chupaban. Yo seguía con mis embestidas que me estaban llevando a un final muy cercano cuando Noe salió de su posición, se me puso en cuatro y me dijo con trompita y tonito de nena malcriada: - Estoy celosa, quiero que me rompas el culito a mi también, Pame ya tuvo lo suyo.
Bueno, mi tesoro, ahí voy a dejarte el culo como una flor, como me gusta que seas tan puta conmigo.
Si quiero eso que me quede como una flor, yo soy tu puta, pero solo con vos tío.
La agarré bien fuerte de las caderas, le apoyé primero la cabeza y cuando estaba dispuesto a comenzar a hacer presión para que vaya entrando toda fue ella quién reculó para que entre de una sola vez, la fricción de su culo estrecho era mucho para mí, intenté retrasar todo lo posible para disfrutar más del trasero de mi sobrinita, sus tetas se sacudían hacia delante y hacia atrás con el mismo ritmo de mis embestidas y Pame cada vez que podía le robaba un beso. Cuando acabé parecía que el corazón me iba a salir por la boca y que la mitad de mi ser quedaba dentro de Noe, fue algo sublime, no creo que pueda existir mayor placer en la tierra.
Ellas tenían aún fuerzas y las gastaron con besos interminables y masturbándose una a la otra con las conchas bien abiertas, mostrándome todo su explendor, siguieron hasta que ya no podían moverse, quedaron muy agitadas tiradas en la cama, yo me acosté en el medio de las dos y ambas recostaron sus cabezas en mi pecho como dos niñas que son, la situación me llenó de ternura y morbosidad porque me hizo caer en la cuenta que me estoy cogiendo a dos nenas como si fueran dos experimentadas mujeres.
Mientras nos bañábamos Noe me hizo u pequeño reclamo de porque no les había contado que me acostaba con Liliana, que por supuesto no le molesta y que estaría bueno que compartamos la cama entre los cuatro, a mi me parece imposible.
Si querés escribirme podés hacerlo a gabriel_03_01_74@yahoo.com