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En la fiesta de 15 de Marianela

en Amor filial

Parece que a las amigas de Noe les agarra la calentura de debutar a los 15 años. Con Marianela, su prima arreglamos el encuentro en la misma fiesta de 15, cuando nos encontró con Noe después de coger en la habitación donde duermen los bebés.

Era el cumpleaños de 15 de Marianela, la prima de Noe, bailamos toda la noche un rato con mi esposa y otro con mi sobrina, cada vez que la pista estaba a oscuras aprovechábamos para meternos manos mutuamente, eso me puso muy caliente y sólo pensaba en como y donde me podía coger a mi preciosura.

A eso de las 4 de la mañana terminó una vuelta de baile y le dije al oido, "te espero en 5 min en la habitación donde duermen los bebés", ella asintió con la cabeza. Fui hasta mi mesa y le dije a mi esposa: "estoy acalorado salgo un rato y de paso miro a los niños (Sus sobrinitos) que estan durmiendo, decile a tus hermanas que se queden tranquilas", me dio el Ok y salí.

Cuando entré ella ya estaba en la habitación, se me tiró encima desesperada, me plantó un beso bien húmedo y largo, sus manos me recorrían el cuerpo buscando su regalito de la noche, descubrí sus pechos bien redondos y firmes de inmediato por que no llevaba corpiño debido a que el escote de la espalda le llegaba hasta la cola, le chupé los pezones con fuerza y desesperación, los mordía del deseo, ella jadeaba despacio: "aaahhh, uuuummm, ssssiiiii…." me desprendió el pantalón y liberó mi palo que estaba más duro que nunca, lo acariciaba con suavidad, disfrutaba haciéndome la paja, se agachó y comenzó a chuparlo, es lo que mejor sabe hacer, es una maestra del sexo oral, lambía como si fuera un helado, " que rico mi chupetin de carne" –me dijo-. La llevé hasta un rincón de la habitación y pasando sus brazos por detrás de mi cuello y sus piernas enroscadas en mi cintura se la metió hasta el fondo, la sostenía de las nalgas ayudándola a que se mueva, lo hacía muy lentamente, su vagina me succionaba con fuerza, se arqueaba hacia atrás provocando que pueda alcanzar sus pechos y no perdí la oportunidad de volver a comerlos, no podíamos gritar, sólo gemíamos muy despacio, sus flujos vaginales me estaban mojando los huevos, sus movimientos se aceleraron mucho y tuve que ahogar su primer orgasmo con un beso, envolviendo su lengua con la mía, sus pechos subían y bajaban al compás de sus movimientos, sus ojos estaban desorbitados, aumentó el ritmo para seguir acabando, "quiero más, quiero más, más" me decía, esta vez para no gritar me mordió el hombro, me dolió pero entre sus movimientos, mi calentura y esa reacción que no esperaba me hicieron acabar, era interminable, ocupé mi boca con su pecho izquierdo y con sus dulces labios, fue increible por lo rápido y exitante, nos tuvimos que sentar porque ya no podíamos estar parados.

Nos estábamos arreglando la ropa cuando entró Marianela: - Yo sabía, los observé toda la noche, vi como bailaban y se tocaban, en cuanto me di cuenta que no estaban en la fiesta salí a buscarlos sabiendo que los iba a encontrar juntos.

Noe no sabía donde esconderse, estaba muy avergonzada. Tomé la palabra y le dije: - Marianela por favor no le cuentes a nadie, esto es más fuerte que nosotros, si se sabe nuestras vidas quedarán arruinadas, te lo pido por tu prima Noe.

Mirá Gabriel, esto no está bien, sos un hombre casado y ella es una nena igual que yo- dijo acercándose a nosotros. Que tiene ella que yo no tenga, yo todavía soy virgen y ahora hicieron que mis fantasías comiencen a volar, para que me calle tendrán que convencerme.

Terminó de hablar y me dio un beso suave en los labios y otro igual a Noe, y se retiró de la habitación diciendo: - Pueden seguir un rato más, yo les aviso a las mujeres que los niños están bien. Quedamos sorprendidos y calientes por el beso de ella y porque nos cubriría un rato más, Noe no se hizo rogar se agachó y comenzó una chupada de novela, muy despacio recorría mi pene con su lengua, apretaba la cabeza con sus labios, lamía mis huevos, mordisqueaba mis muslos por momentos mi pija era un helado de chocolate y en otros era su chupetín de carne, la muy puta me enloqueció, me la chupó hasta que le acabé llenándole la boca de leche.

"Ahora me tocaba a mí" –le dije-.

Le quería devolver el favor, mi sesión de sexo oral también fue lenta y placentera, empecé por sus labios superiores, los lamía con dedicación pasando a los inferiores sin tocar el clítoris, su respiración era entrecortada, sus gemidos cada vez más fuertes, parecía que no le importaba si nos escuchaban. Yo se que puede acabar decenas de veces con una buena chupada y eso quería lograr, cuando toqué su botoncito con mis labios, se retiró un poquito como no resistiendo la sensación pero la tomé de la cintura y me dediqué chuparlo fuertemente para arrancarle el primer orgasmo, y así fue llegó el primero y detrás todos los demás, para este momento tenía dos dedos de mi mano derecha metidos en su concha y el pulgar estimulaba su ano, la mano estaba totalmente mojada por sus fluidos, acabó 11 veces, se las conté porque cada vez que acababa me agarraba de los pelos y me apretaba la cara en su concha para que no deje escapar sus jugos.

Gracias Gabriel, cada vez me gusta más hacer el amor con vos. ¿Qué hacemos con Marianela?

Y la vamos a tener que incluir en nuestros encuentros. ¿Te molesta?

No al contrario, me encantaría, muero por chuparle la conchita virgen y sus pechos grandes, aparte su cola creo que es más grande que la de Pame.

Nos acomodamos la ropa, pasamos por el baño para higienizarnos bien y volvimos a la fiesta, el tiempo que quedó de la fiesta se lo dediqué a mi mujer, bailamos, bebimos y disfrutamos. Eran como las 6 de la mañana y decidimos irnos a casa, Marianela entregó el souvenirs a mi esposa y al saludarme puso en mi mano una nota que decía: "Los espero el lunes a las 13: 00 en casa, toda la tarde será para nosotros, estoy mojada de sólo imaginarlo, por favor no me falles porque sino hablo."

Por supuesto que no iba a fallarle, quien no quiere comerse una pendeja, y mucho más si está tan fuerte como esta morocha, el beso que me dio en la habitación me calentó terriblemente y realmente dudo sea virgen. Recordaba todo esto mientras nos acostábamos con Sil, me puse al palo y le hice el amor, fue una sesión larga porque no acababa nunca, claro si Noe me había exprimido 2 veces, mi mujer agradecida por mi resistencia.

La próxima vez les cuento el encuentro con Marianela, si quieren escribirme responderé gustoso, me hace mucho bien recibir sus opiniones positivas o negativas mi mail gabriel_03_01_74@yahoo.com