Este relato ocurrió. Los nombres son ficticios.

Mi mujer y mis hijos estaban de vacaciones y yo debí regresar a la capital pues mis negocios requerían de mi presencia ya que debía negociar y firmar contratos.

En igual situación estaba mi principal asociado, ya que estábamos vacacionano con nuestras familias cuando se presentó el negocio en Bs. As.

En la oficina, ya concluido parte del trato con nuestros clientes, para aliviar tensiones resolvimos citar unas putas a un hotel.

Nuestra secretaria reservó la habitación en un hotel discreto, por supuesto que la empleada creía que era para nuestros clientes, a nombre nuestro por el pago con tarjeta de la empresa.

Vimos el álbum de gatas (prostitutas caras), llamamos y por el numero las identificaron, a las 21 hs seria el "ágape".

Fuimos en taxi al hotel "Paris", así llama y ocupamos la habitación, no sin decir al conserje que nos enviara a las 2 visitas a nuestro alojamiento, propina y asunto concluido.

Puntuales se presentan las "damas"

-hola soy Juan, él es Leo-

-Yo soy Tina y ella Marí-

Leo y yo pisamos los 40, somos tipos rubios de 1.85 y 80 kg ambos, casi parecemos parientes.

El mozo del hotel, a requerimiento telefónico trae bebidas y algo para picar-

Son hembras de elevada estatura y de buenas tetas, Leo se sienta con Marí y comienzan a beber y prontamente a manosearse y besarse. Yo sin proponérmelo imito la formula.

Tina me pregunta

-Nos van a coger juntos o por separado-

-El lecho es grande, vamos los cuatro ¿oíste Leo?

-Sí, de acuerdo-

Y Leo se desnuda al igual que yo.

Ambos conocemos nuestro físico ya que en el gym nos duchamos desnudos y solemos hacerlo juntos.

-Nosotras quedaremos en trusas ¿quieren sodomisarnos?-

Eso fue como soltar un ratón a los gatos.

-Mamenos las pijas y lubríquense el culo-dice leo.

Nos tiramos ambos en la gran cama y ellas golosas se prenden, las vergas son de 20 cm c/u.

Sentadas en nuestras piernas, mostrándonos las tetas, las pijas tiesas son mamadas mejor que nunca antes nos habían hecho sexo oral.

La piíllas, levantan nuestras piernas y pasan a darnos besitos negros.

-¿Les gusta muchachos?-

-SI sigan que es agradable-decimos a coro.

-Ya que gusta, arrodíllense al borde que les daremos mas lengua-

Excitados así lo hacemos. Ellas se abocan al lameculo. Nuestros esfínteres quedan laxos, allí nos entran a dedear con crema, a lo que les digo

-Chicas si siguen así pediremos pija en el culo nosotros-

Leo confirma

-Si Marí ya me siento como una hembra que desea verga-

Marí responde

-Muchachos hay fantasías que se pueden hacer realidad-

Digo dudoso ya

-Pero no vamos a llamar a un taxiboy a que nos goce-

Leo recaliente por las sensaciones exclama

-Chicas es delicioso, estamos en las nubes, hasta le pediría a Juan que me encule, pero no podría mirarlo a la cara después-

-Sin taxiboy, se soluciona, solo U$S 50 a cada una lo resolvemos- Dice Marí riendo.

Se sueltan la trusa y salen de cada una unas vergas de 15 cm, apta para el consumo humano, ya que son mas bien finas, no gordas. Eran, son travestís. Como no leímos bien el álbum.

O se habrá equivocado el gerente de la empresa.

No estamos ni Leo ni yo para andar averiguando, el beso negro te deja "entregado" se los aseguro y transamos.

Las supuestas "damas" nos cogieron y sin mayor sufrimiento de nuestros anos.

Cuando sacaron las pijas de nuestros culos, ellas no se corrieron, solo nos dieron masaje, nuestra leche bañaba, tanto mi pecho y panza.

Ellas limpiaron todo a lengua y antes de irse, pedimos un refrigerio, que consumimos.

-Chicos, chicas perdón, no querrían una enculadita, Uds. no se corrieron-

-Nosotras-dice Tina- estamos laburando, así que preferimos dar placer y para ello es preciso estar listas a lo que se dé, si largamos la leche es difícil con tantos servicios seguir de onda.

Unos besos y adiós, se despiden y nosotros a la ducha.