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En la costa atlántica

en Gays

Lo que les relato me ocurrió en una playa de la costa atlántica.

Estaba pasando con mi compañera circunstancial unos días de sol cuando desgraciadamente la muela me jodió, dolor insoportable e infección.

Saqué turno para extracción luego de los antibióticos y fui, pero mi turno con el dentista se postergó. Y fue pues el odontólogo debió atender una urgencia quirúrgica dental de un accidente automovilístico.

Regresé intempestivamente al hotel, malhumorado por la postergación no anuncié mi retorno, con lo que en la habitación me encontré a Sonia con compañía masculina en el lecho ambos. Para peor con el mucamo del hotel.

Sin reproche alguno, salí y pagué la estadía hasta el día siguiente, después de todo había pasado 3 días maravillosos antes de mi odontalgia.

La Sonia cogió conmigo como lo ha de haber hecho con tantos otros, lo único que le enseñé yo fue el coito anal, que ella practicaba un tanto rudimentariamente sin goce pleno. Logré el orgasmo de ella en tanto yo disfruté de su estrecho, ella me lo agradecerá eternamente el ya hacerlo sin dolor y con placer.

En la habitación solo quedaron cosas sin mayor valor, una valija, pantalón, short, remeras, medias e interiores. Cosas que por pocos pesos repondría.

De allí antes de ubicar alojamiento compré todo lo que había abandonado en la habitación mas una nueva maleta, una vez con esas vituallas me aloje en otro hotel, avisé al dentista mi nuevo teléfono.

A la Sonia la había levantado en un boliche de Buenos Aires donde paraba en una pensión yo por esos días, de modo que Sonia al olvido y ella ya es historia.

Con mi dolor de muela calmado por los desinflama torios y el ATB no cené, tome solo una chocolateada y me puse a caminar por la playa meditando que hacer. Me quedaban aun 10 días de vacaciones y no me iría de la costa por la infiel Sonia. Hay tantas que en cuanto se me solucione la odontalgia a la pesca me abocaré.

Al regresar al hotel el conserje me llama.

-Señor Fernando puedo pedirle que acepte un compañero en su habitación, había una reserva hecha y no advertí consignarla, si usted no lo acepta el joven quedará sin donde dormir y a mi me sancionaran, si no me dejan en la calle. Le ruego que lo acepte, además le cobraremos la mitad de lo estipulado.-

-¿Cuál es el joven?.-

-El que está con la valija marrón, sentado en el sillón solo.-

Miré al lugar indicado viendo a un muchacho de no mas de 20 o 25 años, lindo pibe, se le nota una linda carita y buen cuerpo. Está en pantalón corto, agradables piernas.

-Dígale que no hay problema, preséntemelo y lo llevo al cuarto.-

Se va a buscarlo y de regreso se deshace en disculpas a ambos.

-El señor es Fernando, él es Daniel, les ruego encarecidamente no eleven queja por mi error, que me quedo sin laburo y necesito de el.-

Le hice seña de que no se preocupara mas, le di la mano a Daniel y lo llevé al cuarto.

-Pobre tipo el conserje, nosotros de vacaciones y él arriesgando el trabajo, ¿a vos te molesta compartir la habitación Daniel?.-

-Al contrario Fernando, me vine solo a la costa, pues mi familia se fue las sierras, como estoy harto de Córdoba, vivo allí, me vine para aquí, no conocía nada de Mar del Plata, espero que vos me guíes, de modo que ha sido una suerte el error del empleado ¿verdad?.-

Detrás nuestro apareció el conserje con dos empleados y la mucama que armaron el sitio para Daniel, en tanto yo me di una ducha.

Cuando salí el hacía turno para bañarse, mi muela dolorida amen del desinflamatorio hizo que me durmiera sin prestarle atención al bombón.

A las 09:00 A. M. Nos despertó el teléfono, era el dentista que me citaba en el hospital, disculpándose del inconveniente.

-Perdona Fernando, te espero en el hospital, allí te veré y decidiré la conducta a seguir con tu muela, venite estoy en el consultorio 10°, de odontología hasta las 13:00 si venís ya te atiendo.-

Nos trajeron el café con leche y jugo de naranja al cuarto, atención de la casa nos dijeron, suponemos que del conserje de anoche. Bebí el jugo y le expliqué a Dany mi problema de cómo arribé a ese hotel, mi situación con Sonia y salí para la cita odontológica.

En el hospital me recibe de inmediato el dentista que me toma una placa observando que la infección fue dominada por el antibiótico, solo resta un tratamiento de conducto que me realiza prontamente.

-Fernando no te cierro definitivamente la caries, de momento con esta pasta la momificación del conducto esta lista, si se te sale llamame al móvil, en caso contrario venite mañana aquí, es todo y suerte.-

Solo un gusto raro, pero nada de dolor quedó. Siendo cerca de las 12:00 regresé al hotel a por una ducha, estaba aun Daniel.

-Me salvó la muela, así que mañana me cierra el conducto. ¿Dany vas a almorzar y a la playa?.-

-Tuve una afección en la espalda y me quitaron no sé que carajo, la herida cicatrizó pero no sé si el Sol me hará bien.-

Allí nomás me la mostró, le habían tratado la herida de un raspón pues se le formó queloide, lo que me llamó la atención fue que en el trasero no había queloide.

¿Por qué o para que me lo mostró?

Si bien es un lindo trasero de macho adolescente trajo a mi memoria el culo de mi hermano que es medio gay. Digo medio pues también le van las hembras. De mas está decir que me lo cogí a mi hermano, le dimos tanto hasta que nos pillaron y debimos irnos de casa.

De allí que laburo en Bs. Aires en ventas de hardware.

-Dany esa herida está ya cerrada, pero tus nalgas me van a parar la pija, es mas ya se me paró.-

-En serio te gusto Fernando, se te nota la verga al palo. Si, es verdad que te gustan mis nalguitas.-

-Ponete de pie que te doy una opinión con mas fundamento Daniel.-

Y se paró prontamente sobre la cama en que estaba yo, le apreté una nalga y firmes las carnes.

-Estás bueno Danielito –le dije acariciándole los muslos- te cogeré gustoso.-

-Esperá Fer que esta colita es virgen de pija, solo se que me gustan los machos, pero probé oral no mas, no he sido sodomizado ¡ AUN ¡.-

-No hay prisa Dany, todo a su debido tiempo.-

  

-Dany lo real es que ambos tenemos culos apetitosos, no te preocupes y gocemos de la ocasión que el azar nos brindó.-

Nos besamos tiernamente, si bien no pasamos de oral, el quedó con ganas de seguir, yo mas, pero con paciencia la gota orada la piedra.