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Mi cumpleaños

en Orgías

Se acercaba la fecha de mi cumpleaños y, como en años anteriores, esperaba con verdaderas ansias, la sorpresa que me tenía preparada Alex, mi pareja quien regresaba en esos días desde Estados Unidos. El pasado año me había llenado de gozo haciendo realidad una de mis más preciadas fantasías: Entregar mi cuerpo a tres muchachos de color para que hiciesen uso y abuso de él. Cada vez que recuerdo esa noche, mi cuerpo se enciende y mi sexo se moja con mis jugos íntimos.

El día anterior a mi cumpleaños, Alex regresó de su viaje. Además de su equipaje normal traía una gran caja de cartón que contenía lo que el dijo era mi regalo sorpresa.

Mi fiesta sería en su loft que había comprado unos meses atrás. Un amplio salón con un altillo donde se ubicaba su dormitorio y un completo baño con un gran jacuzzi. Me citó temprano en la tarde apenas entre vi mi regalo sorpresa.. Pendía de unos travesaños de madera que cruzaban el gran salón, similar a un columpio con un arnés de suave cuero forrado en piel de leopardo.

En mi adolescencia solía columpiarme vestida con una minifalda en frente de mis amigos varones y mis piernas abiertas dejaban ver mis pequeñas braguitas para su beneplácito y el mío propio. Ya en esa época era una exhibicionista.

El solo hecho de imaginarme sentada en ese columpio, me dejó excitada.

Alex me dijo que esperaba un gran número de sus amigos para mi celebración.

En la tarde ambos tomamos un perfumado baño de espuma en el jacuzzi . El jabonó mi cuerpo por entero teniendo especial cuidado de no dejar parte sin lavar.

Me secó con especial cuidado y al preguntarle como iría vestida esa noche dijo algo que hizo llegar mi excitación su más alto límite. Al igual que Marilyn Monroe, usarás solo Channel 5.

Cerca de la hora de llegada de los invitados me cubrió con el perfume mencionado y luego me acercó al columpio, hizo pasar cada una de mis piernas por las suaves argollas de cuero forrado, una varilla de metal fue atada en cada uno de sus extremos a mis pies, quedando yo sentada completamente desnuda con mis pernas abiertas, totalmente expuesta, pero cómoda. Mis manos que tomaban las elásticas cuerdas del columpio, fueron esposadas a éstas. Para finalizar colocó una venda negra sobre mis ojos. Luego hizo subir el columpio a una altura prudente.

Empecé a oír murmullos de admiración y aprobación a medida que llegaban los invitados en su mayoría varones, por sus voces.

Ahí estaba yo, totalmente expuesta a sus miradas, mis líquidos corrían por mis muslos en anticipación a lo que me imaginaba ocurriría. En el momento que cantaban un feliz cumpleaños el columpio comenzó a descender hasta llegar a un metro del piso. Me sentí manoseada por cien manos. Unas de esas manos comenzaron a impregnar mi cuerpo con perfumado aceite, primero fueron mis senos y sus erectos pezones, luego los labios de mi sexo, cuando tocaron mi clítoris casi alcancé un orgasmo, el que finalmente tuve cuando un dedo aceitado penetró mi ano. Dos bocas mamaban mis senos. Mi sexo y mi ano clamaban ser penetrados. Rogué a gritos que me cogieran , pero Alex quien, cual director de orquesta,

llevaba la batuta, ordenó que no lo hiciesen aún. Seguí siendo toqueteada, mis senos mamados, alguien lamió mi coño hasta hacerme acabar, mientras una lengua lamía mi ano.

Fuera de control totalmente comencé a insultar lo que me valió un par de palmadas en mi trasero lo que contribuyó a calentarme más aún. Finalmente Alex dio el vamos, alguien trepó en el columpio y colocó su verga erecta en mi boca, la que engullí desesperadamente, mi sexo y mi ano fueron atacados simultáneamente por dos gruesas vergas las que penetraron sin dificultad, el balanceo del columpio hacía que las vergas dentro de mi cuerpo tocaran partes que jamás habían sido tocadas, una de ellas tocó un lugar que hizo descargar un super orgasmo que me llevó a bramar como una verdadera bestia.

Acabada la fiesta ya de madrugada me enteré que había sido penetrada por todos mis agujeros por lo menos por cuarenta vergas. Todo ello fue filmado por Alex.

No voy a decir que al siguiente día mis agujeros estaban adoloridos, pues mentiría

Me sentía totalmente abierta y sensible, Alex tuvo que colocar la palma de su mano cubriéndome el sexo para quedarme dormida y soñar con mi próximo cumpleaños.