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Desvirgada o casi

en Hetero: Primera vez

Esta historia sucedió hace poco tiempo, cuando estábamos en casa de un conocido, una pareja de amigos, él era el propietario de la casa, Maite, una amiga con la que estaba tonteando, y yo. Habitábamos el salón de la casa, viendo una película, habíamos pedido comida a una pizzería.

Llegó el repartidor en medio de la película, las cogimos, y nos comimos las pizzas mientras veíamos la película. A la película le quedaba quince minutos, nos preparamos unas copas, y ellos se pusieron en un sofá los dos muy acaramelados, e igualmente Maite y yo nos colocamos en el otro, cogiendo una postura muy romántica, ella apoyó su cabeza en mis piernas, mientras yo se la acariciaba.

La película finalizó, y los amigos, empezaron medio en cachondeo y medio en serio a decir que ahora nos repartiríamos las habitaciones, después de un rato dándole vueltas a la cosa, se puso más seria, porque ellos nos dijeron que se iban a un cuarto, e inmediatamente partieron hacia él. Nos dejaron a los dos solos en el salón, la situación era complicada, yo sabía que Maite no quería relaciones sexuales, pues aun era virgen, aunque por otro lado yo pensaba que alguna vez tendría que ser la primera, por lo que empecé a intentar lograrlo. Maite era castaña, 168 cm, 60 kg, con un buen cuerpo en general, llevaba unos vaqueros y arriba un top.

Nos bebimos la copa que teníamos, y nos echamos otra, seguidamente empecé a lanzarle indirectas a ella, a algunas de estas no le echaba cuenta, pero a otras, supongo que algo desinhibida por el alcohol sí, incluso un par de veces me dijo en broma, cosa típica en ella, que nos fuéramos a la habitación. Maite era virgen, pero si bromeaba con todo el mundo con el sexo, parecía muy lanzada, como una chica que tuvo muchas relaciones, pero después la realidad era otra.

En una de esas bromas que teníamos, le tomé la palabra, la cogí del brazo, y empecé a dirigirme a un cuarto, ella oponía algo de resistencia, pero se dejaba llevar. Entramos en él, y cerramos la puerta, ella se sentó en la cama, algo afectada por el alcohol, me acerqué a ella, empezamos a besarnos, así estuvimos un rato, le besaba la boca, la cara, las orejas, el cuello, el nacimiento de los cabellos y los hombros. Empecé a manosearle sus senos por arriba de la ropa, y ella me quitó las manos, yo continué acariciándola y besándola por toda la parte superior del cuerpo, más tarde, retorné a tocarle las tetas, y ella ya no opuso resistencia, me dejaba acariciarlas por encima de la ropa. El calor en el cuarto era abrumador, el bochorno se dejaba notar, le quité el top, y ella no contrapuso reacción alguna, comencé a sobarle sus tetas por encima del sujetador, y ella empezaba a disfrutar del hecho. Le besé la barriga, para después subir a las partes que no tapaba el sujetador, pasado un tiempo, intenté desabrocharle el sujetador, a lo que no accedió, quitándome ferozmente las manos, continué acariciando su cuerpo, hasta llegar a sus pantalones, le quité el botón, e incluso le bajé la cremallera, dejando ver sus braguitas azules con un dibujo de una supernena. Seguí besando y acariciando la barriga, para poco a poco ir bajándole los pantalones, hasta dejar estos a la altura de las rodillas, proseguí acariciando sus muslos, a la vez que terminaba de quitarle los pantalones.

Estaba desnuda, solo su ropa interior tapaba partes de su cuerpo, subí nuevamente hacia su boca, y empezamos a enrollarnos ferozmente, esto le gustaba a ella mucho, le excitaba cantidad, cada vez estaba más comprometida, además acentuaba esto con caricias en los senos. Fui bajando mi boca, hasta llegar a las tetas nuevamente, intenté quitarle otra vez el sujetador, pero de igual forma se opuso, supuse que le daba vergüenza, por su inexperiencia, continué besando su barriga por un rato, y con mis manos acaricié su rajita por encima de las bragas, al llegar abajo, se notaban muy húmedas, era obvio que estaba excitadísima. Metí una de mis manos en el interior, ella no opuso resistencia, pude tocar sus pelitos de su monte de venus, para después meterla más, y llegar hasta su clítoris, el cual ya estaba algo húmedo, empecé a acariciarlo un poco, ella empezó a gemir flojamente.

Tras esto, saqué mi mano, ella me miró con cara de pena, puse mis manos en ambos lados de sus braguitas, y se las bajé, al principio intentó resistirse, pero después su calentón hizo que se dejase. Ante mí tenía su coñito, estaba recortado por los lados, dejando solo pelos en el interior, desde arriba hasta donde mi vista llegaba, ella se puso muy nerviosa, era la primera vez que lo enseñaba, y su ignorancia le hacia tener miedo ante lo desconocido.

Pasé acariciando y manoseando su precioso coño un rato, para dejarla súper excitadísima, después, me agaché, y empecé a besar sus muslos, me aproximé a su coño despacio, siempre chupando y besando lo que tenía entre mi boca, hacía dibujos con la punta de la lengua, después chupé el pliegue donde las piernas se juntan su coño, para a continuación pasar a acariciar mi cara con su arbusto, así un rato, me cepillaba mis labios sobre su raja sin presionar, excitándola. Ella estaba moviéndose, tratando de forzar que me acercara más a ella, entonces puse mis labios en la superficie de su raja, la besaba suavemente, después más fuerte, para posteriormente suavemente apartar los labios superiores con mi lengua, dejando a la vista los internos, que empecé a chuparlos, pasaba mi lengua de arriba a abajo. Después bajé hacia su vagina, estaba empapada de jugos, empecé a saborearlos, para seguidamente empezar a introducirle lo que podía de la lengua, intentaba follarla con la lengua, estaba desvirgando a Maite, aunque su vagina no tenía el aspecto de ello, así estuve un rato.

A continuación, separé las partes superiores del coño, hasta encontrar el clítoris, el cual estaba ya muy excitado, se había vuelto muy duro, llevé mi lengua hasta la parte superior de su raja, sentía su clítoris, después me despegué. Suavemente pero rápidamente a continuación, metí mi lengua contra el clítoris, provocando que sus piernas se estremecieran, empecé a chupárselo primero suavemente, ella lo soportaba bien, después un poco más rápido, para terminar aceleradamente. Más tarde, introduje un dedo en su apretado coñito, asegurándome que estuviera húmedo, lo deslicé hacia dentro despacio, por lo que además de mamar, también la penetraba con mi dedito, la follaba rítmicamente, acelerando solo cuando ella lo hacía, escuchando su respiración alterada, la estaba estimulando bestialmente.

Sus pezones se endurecieron, los cuales sobaba aun a veces por encima del sujetador, estaba más colorada, temblaba algo, ella levantaba la pelvis al aire con la tensión del orgasmo viniéndole, me movía con ella, hacía sus mismos movimientos, ella gemía de placer, además yo sentía que estaba alcanzando el orgasmo, por lo que tomé el clítoris con mi boca, ella me decía repetidas veces que no parase, ella se estaba corriendo, pero yo no solté su clítoris para que fuera más monstruoso el orgasmo. Cuando empezó a decaer el orgasmo, presioné mi lengua contra el lado inferior del clítoris dejando que mis labios cubrieran la parte superior, movía la lengua hacia dentro y fuera de su coño, y con los dedos aun dentro, los moví un poco suavemente.

Después de esto ella quedó extasiada, había conseguido su primer orgasmo, al menos con otra persona, yo me subí, y empecé a besar su boca, para cambiar tornas, o desvirgarla, pero al momento llamaron a la puerta, salí y era mi amigo, que se iban al salón, yo les dije que ahora iba, deseando follar con ella, pero Maite se puso en pie, y se empezó a vestir, le dije que aun no habíamos terminado, y respondió que estaban al lado que pasaba. De esta forma terminó el día, por culpa de mi amigo no pude desvirgar a Maite.