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Con la webcam

en Sexo Virtual

Tengo normalmente bastante gente cada día al abrir el Messenger que desea que le agregue, y dada la gran cantidad de demanda sólo me quedo con los que en teoría más me atraen, dependiendo del nick, de si tiene cámara web, de si les gusta jugar con ellas y disfrutan cuando se les observa manteniendo relaciones sexuales, ya sean unipersonales o con más gente, de si usan mis relatos ya sea para masturbarse o para mantener relaciones leyéndolos o usando lo que se expone. Un día acepté a una de estas personas, se llamaba Vanessa, de Madrid, y como después pude ver era morena con el pelo por los hombros, ojos marrones, cara infantil y morbosa, labios bonitos, estatura media, unos sesenta y dos kilos, senos medianos redondos y culo redondito. Me dijo que me había agregado tras leer un relato publicado por mí en el que yo veía a una chica masturbarse, que eso le encantaba, tanto leerlo como hacerlo, yo le respondí que a mí me encantaba ver a las chicas masturbarse por la cámara web, que estaba muy bien, que me gustaba ver a las mujeres que lo hacían, que me sentía muy bien cuando una chica se masturbaba leyendo mis relatos o contándole yo alguna de mis vivencias, que normalmente fomentaba el que las chicas me agregasen para poder verlas a través de la webcam, todo esto que le dije hizo que se empezara a ponerse contenta, así me lo comentó y me dijo que me iba a poner la cámara para que yo viera como se masturbaba, que le encantaba eso y que así yo le ayudaba a hacerlo, yo acepté encantado.

Al momento pude verla, tenía un pijama puesto, era verde, pantalón corto y parte alta de tirantas, la cual dejaba ver su canalillo provocado por sus pechos. Momentos después, ella me dijo que mirase, y seguidamente se puso de pie, estaba espectacular, después se empezó a acariciar el cuerpo por encima del pijama, sus pechos, su barriga, sus piernas y su culo. Pronto comenzó a moverse de forma sensual, se contoneaba, movía su barriga, sus pechos, sus piernas de forma muy atrayente, mientras lo hacía me escribió que si me gustaba como lo hacía, le respondí que estaba muy bien para ir empezando, que tenía un cuerpo angelical, ella sonrió y continuó con su baile sensual. Vanessa llegado el momento se bajó un poco el pantalón del pijama, mostrando la parte alta de la braga blanca, señalando con uno de sus dedos a su ropa íntima. Más tarde, se empezó a quitar su parte alta del pijama, primero levantándosela un poco, enseñando la barriga mientras danzaba, después mostrando un poco de su sujetador blanco, para finalmente quitársela, dejando contemplar su blanca ropa interior, el cual dejaba entrever sus pechos, se había quedado con la parte baja del pijama y arriba con el sujetador como única ropa.

Posteriormente se apretó los pechos con sus manos, con fuerza, agarrándolos como si quisiera arrancárselos, después bajó sus manos por su barriga, se agarró su entrepierna y después se acarició sus piernas, poco después se bajó un poco el pantalón del pijama, dejando ver el filo de su braga, me preguntó que si quería que se lo bajase, le dije que sí, y lentamente fue desprendiéndose de su pantalón, dejando ver su braga blanca, llevaba toda su ropa interior del mismo color, una vez que se quitó el pantalón del pijama se quedó solo vestida por su ropa interior.

Minutos después Vanessa se sentó en la silla y después se quitó el sujetador, quedándose sus tetas libres, sus senos redondos estaban ante mí, se le podía notar sus pezones duros y erectos, con una gran aureola por sus alrededores, sus tetas eran hermosas, le dije que me encantaría lamerlas, y ella empezó a acariciárselas, las agarraba con fuerzas, se las subía, se las juntaba, se acariciaba con sus dedos los pezones, la visión era deliciosa. A Vanessa le encantaba que la mirasen masturbarse, le ponía cachonda, estaba feliz, me mandaba besos a la vez que se agarraba ambos pechos con las manos y se los levantaba, apretándolos por los alrededores para destacar más aun sus pezones, después se los acariciaba por encima, dándole un suave masaje a sus pechos. Minutos después me preguntó si me estaba tocando, por esos entonces yo me había bajado la bermuda que llevaba puesta y tenía ya mi mano masturbando mi polla suavemente, así que le respondí que sí, a la vez que le dije que tenía unas tetas hermosas, que estaban muy bien, que tenían que estar deliciosas. Tras esto se puso de pie y comenzó a contonearse, para después de un rato bailando sensualmente sentarse nuevamente, enfocó la cámara hacia su entrepierna y pude contemplar su braguita tapando su coñito, tras contemplarlo unos segundos le dije que se veía todo muy delicioso, que las braguitas estaban mojadas, ella me respondió que claro, que estaba muy caliente, dicho esto se apartó las bragas a un lado, dejando ver su rasurado coñito, se acarició la rajita con el dedo corazón arriba y abajo, estaba muy lubricada por lo que no tenía dificultad para correr por toda su extensión, seguidamente se metió medio dedo en la vagina, hizo círculos con él durante unos segundos y después empezó a meterse medio dedo y a sacárselo del coñito, una y otra vez, el dedo se perdía entre sus rosados labios, continuaba follándose su vagina, lentamente una y otra vez iba entrando su dedito en su coño, eso le encantaba, se acariciaba toda su rajita subiendo y bajando su dedo, entreteniéndose con su clítoris, para después introducírselo de nuevo. Un rato después se recompuso su braguita, tapándose su rajita, y elevó la cámara, tenía cara de felicidad, una sonrisa iluminaba su cara, sus pezones continuaban erectos apuntándome.

Seguidamente se puso de pie, con sólo sus bragas como ropa, se metió los dedos pulgares dentro de estas, uno a cada lado, y se puso a moverse de un lado a otro, moviendo sus caderas, al rato se dio la vuelta, enseñándome su culito, el cual no dudó en mover de un lado a otro y arriba y abajo, pasados unos instantes nuevamente se dio la vuelta, colocó una mano en su cintura y la otra se la introdujo dentro de la braga, acariciándose su parte alta del coño, para después pasar a su rajita, sobándosela por dentro de la braga, ella gemía de placer, le encantaba hacer eso, mi polla estaba muy erecta con el espectáculo, se lo dije y ella sonrió complacida. Después de un rato sacó la mano, continuó danzando, acariciándose su cuerpo con sus manos, desde sus pechos hasta su barriga, para seguidamente echarse un poco del lubricante que tenía en la mesa en los pechos, los tenía húmedos, se los frotaba, pasaba sus manos por sus pechos, rozando sus aureolas y pezones, se agarraba las tetas por debajo, elevándolas, así una y otra vez, su cuerpo brillaba por el efecto del lubricante, por la forma de extendérselo con sus manos, se frotaba todo el cuerpo, su cara era de placer, de lujuria, sus tetas eran elevadas una y otra vez, sus pechos eran aplastados por sus manos, eran juntados, todo esto mientras danzaba su cuerpo. Un poco después se sentó en la silla y se empezó a pellizcar los pezones, una y otra vez, ella tenía cara de placer, sus labios hacían una o, después sacaba la lengua pasándola por sus labios, para finalmente reírse, esto lo hizo varias veces.

Momentos después se dio la vuelta, y fue moviendo el culo en círculos, para después ponerse en la posición inicial y se bajó la braga y se la subió al instante, poco después cogió su braga por cada lado con su mano, fue bajándola levemente y después subiéndosela, así varias veces, se dio la vuelta y bajó la braga hasta la mitad, viéndosele medio culito, lo movió un poco más y se dio otra vez la vuelta, tras esto se desprendió de su braga, quedando desnuda completamente, se quedó inmóvil, como si en una exposición estuviera, tras poderla contemplar un rato perfectamente ella comenzó a bailar, poniéndose de lado para que pudiera contemplar su cuerpo, su culo, agachándose a veces para que su culito quedara expuesto y sobresaliendo, a continuación se empezó a acariciar los pechos, amasándoselos, a veces de frente agachaba su culito de forma sensual, como imitando una penetración. Poco después se sentó, se abrió de piernas y me enseñó toda su raja en su plenitud, húmeda y expectante de acción, tras esto se tumbó en la cama y empezó a sobarse sus pechos, su barriga, su coñito, su cara se giraba de un lado a otro, estaba muriéndose de placer. Después se puso de pie, y apoyó sus manos en la silla, colocando el culo delante mía, se podía contemplar desde atrás su coñito, así como su ano, pasado un rato, se sentó en la silla de nuevo con las piernas abiertas y puso una mano en su rajita, se la fue acariciando, mojaba sus dedos en su boca y se acariciaba su húmedo coñito, esto lo hacía repetidas veces, hasta se tumbó en la cama, la cual estaba detrás de la silla, pronto comenzó a penetrarse su vagina con sus dedos, ella gemía, movía la cabeza para todos lados, con la otra mano se amasaba sus pechos, se pellizcaba los pezones, se los acariciaba.

Su cara radiaba felicidad, yo le decía que estaba preciosa, que mi polla estaba súper erecta, ella saboreaba sus dedos con la boca, y nuevamente se los metía en su coñito, lo mismo hacía con la otra mano, mojando sus pechos de saliva, los cuales se juntaban por el efecto de sus manos para crear un canalillo muy hermoso, Vanessa se estiraba los pechos, sus dedos continuaban masturbándose el coñito, a veces saboreaba los jugos de su vagina con su boca, le encantaba tener sus dedos chorreantes de sus flujos en su cavidad bucal, tras esto continuaba masturbándose. Luego levantó un poco una de sus piernas, para abrirse más su coñito, se pudo contemplar toda su raja, sus labios, su clítoris, su vagina, todo ello muy brillante debido a la lubricación que ya poseía, Vanessa se abría con sus dedos su coñito para que pudiera verlo bien, sacaba la lengua y hacía como si lamiese algo, se amasaba sus tetas.

Su rasurado coñito se veía hermoso, ella metiéndose su dedo corazón en su vagina, mientras los que estaban a su lado abrían los labios del coñito, así estuvo unos instantes. Seguidamente sus dos manos cogieron sus dos pechos, agarrándolos con fuerza, su coñito se quedó de exposición, se podía contemplar como los labios sobresalían de su rajita al igual que su clítoris, Vanessa pasaba su lengua por sus pechos, lamiéndoselos, absorbiendo sus pezones. Después con sus dos manos se abrió los labios vaginales, pudiéndose contemplar perfectamente su rajita rosada, su clítoris sobresaliente y su agujero vaginal, así estuvo un rato, dejándome ver aquello tan hermoso, sus dedos de sus manos estiraban su coñito, para dejarlo lo más abierto posible. Seguidamente continuó abriéndose su coñito con una mano y la otra se la llevo a la boca, chupó sus dedos un tiempo y después bajó hasta su rajita y se metió un dedo en su vagina, entrando y saliendo repetidas veces, Vanessa gritaba de placer, se continuaba masturbando, estaba muerta de gusto, su cara la delataba, la otra mano acariciaba su clítoris y subía hasta su boca para lamerla, esto lo cabía frecuentemente.

Tras un rato ella se dio la vuelta, apoyó sus brazos en la cama y puso su culo delante de la cámara, después se apoyó con su cabeza y se abrió con las dos manos su culito, se podía ver su abierta rajita y su cerradito ano, tras esto empezó a meterse un dedito en su vagina, una y otra vez iba entrando y saliendo, ella apoyada por un brazo, follándose con sus dedos, y con la cara girada mirándome con la lengua fuera. Más tarde, se sentó en la silla, se abrió de piernas y pasó su mano por su coñito, acariciándoselo, arriba y abajo, una y otra vez, su coñito rasurado estaba brillante, metiendo un dedo dentro de su vagina, todo esto lo hizo bastantes veces, cada vez más rápido, estaba muy excitada, se abría el coñito con una mano y la otra lo masturbaba, después mientras una mano follaba su coñito la otra se acariciaba los pechos, se pellizcaba sus pezones, su boca abierta suspiraba de placer. De repente se puso de pie y comenzó a bailar de nuevo desnuda, para coger un consolador seguidamente y comenzar a metérselo mientras bailaba, lo pasaba por su raja y se lo metía en la vagina, así varias veces, elevaba una pierna y se introducía más su consolador. Poco después se sentó en la silla de nuevo, y se empezó a acariciar los labios para después abrirlos y dejar al aire su vagina, mostrando claramente su agujero, poco después se metió su consolador, una y otra vez iba entrando y saliendo, ella se mordía los labios, una mano se introducía el consolador y la otra se amasaba los pechos. Tras esto dejó el consolador y cogió un bolígrafo, se lo pasó por la raja varias veces y después se lo introdujo en la vagina y comenzó a follarse con el boli, su otra mano seguía sobándose las tetas y sus dientes mordían su labio inferior, pronto empezó a gemir y a gritar alocadamente de placer. Tras el bolígrafo cogió un plátano, lo pasó por su rajita para lubricarlo y después se lo metió en la vagina, le entró medio, tras esto no tardó en follarse con el plátano, Vanessa estaba disfrutando, se lo metía cada vez más rápido, así estuvo un gran rato.

Cuando ya estaba muy húmeda y excitadísima se retiró el plátano y cogió de nuevo el consolador, levantó las piernas todo lo que pudo, y se pasó el consolador por la rajita para lubricarlo, una vez logrado se lo puso en la entrada del ano, hizo unos círculos para mojarlo aún más y después apretó un poco, entrándole unos centímetros en el culo. Poco después el consolador le fue entrando con continuidad, hasta que lo tuvo entero dentro, tras esto empezó a follarse el culo, su culo se iba abriendo, aceptando cada vez mejor el consolador dentro, a ella le gustaba. Cuando ya estuvo acostumbrada cogió de nuevo el plátano y se lo metió en la vagina, quedó doblemente penetrada, cada cosa cogida con una mano, y ambas entrando y saliendo, estaba masturbándose por los dos lados. No aguantó mucho más y se corrió, se pudo observar como sus fluidos iban bañando toda su zona de la entrepierna, ella se quedó quieta, sintiendo el orgasmo.

Poco después me corrí, empezaron a salir borbotones de semen de mi polla, los cuales iban cayendo sobre mi pecho en principio y después sobre mi mano, estaba totalmente embadurnado de mi leche, cuando terminé de expulsar mi semen me dirigí al baño a asearme, Vanessa hizo lo mismo. Cuando regresé ella no estaba aun, poco después llegó, estaba vestida ya, me dijo que estaba contenta por lo que había echo y feliz por haberse masturbado delante mía, yo le dije que eso era lo que más me gustaba, observar como se masturbaban las chicas mientras hablaba conmigo. Poco después me desconecté al igual que ella, quedamos en repetirlo otros días.