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Extrema noche

en Dominación

La historia que a continuación os narro aconteció no hace mucho. En mi círculo habitual de personas con las que hablo por el Messenger había una chica, Laura, la cual siempre nos estaba repitiendo que ella no había sido aun nunca saciada completamente, ni por los hombres ni por las mujeres. La gente del grupo le decíamos cosas para hacer, ella siempre estaba dispuesta, y aunque nunca pasábamos a más, un día la cosa cambió. Quedamos en vernos todos, y hacer llegar a Laura hasta un estado orgásmico completo. Decidimos vernos en Córdoba, quedamos todos en una discoteca, la cual una de las chicas que vivía allí había alquilado, nuestro grupo eran unos doce, ocho chicas y cuatro chicos. A la hora indicada estuvimos en la discoteca, pero allí éramos un montón de gente, pues cada uno había invitado a varias personas, con Laura habíamos quedado media hora más tarde.

El lugar era oscuro, entre tinieblas y luces tenues, el ambiente cargado de humo. A la hora indicada llegó Laura, inmediatamente Bea, una de las nuestras, le dio la bienvenida con una amplia sonrisa y le invitó a una copa en la barra. Laura era rubia, alta, delgada, con cara redonda de putón, labios gruesos, tetas grandes, y un culo redondo muy llamativo, vestía con una falda celeste y una camiseta crema. Cuando se tomó media copa, Bea se acercó a Laura y de la mano la llevó al centro de una especie de pista de baile con un gran foco de luz iluminando un taburete. Una vez en el centro, un montón de hombres rodeamos en silencio la pista entre la tiniebla, las chicas se quedaron fuera de este círculo. Bea hizo que se inclinara hacia delante sobre el taburete, apoyando mi vientre sobre él. De pronto unos chicos le agarraron las muñecas y se las ataron a las patas, abriéndole a continuación las piernas y atándoselas también, Laura se dejaba hacer.

A continuación, Bea le desgarró fieramente la camiseta y el sujetador, dejando que sus tetas colgasen por delante del taburete, después empezó a golpearlas para que se moviesen delante de todas las miradas, sus pezones se endurecieron, Bea los pellizcaba con las uñas y tiraba fuertemente de ellos hacia abajo, estirándole las tetas. El dolor que le causaba Bea le gustaba y excitaba, incluso Laura gemía mientras sus senos blancos iban adquiriendo un tono rosado por los golpes.

Algunos chicos le desabrocharon la falda y se la bajaron de un tirón junto con las bragas hasta los tobillos, dejando todo su mojado coño y su blanco culo a la vista de todo el mundo. Seguidamente, dos chicos con sus dedos comenzaron a abrir sus labios y tirando de cada uno hacia los laterales mostrando a todos su agujerito vaginal completamente dilatado y chorreando fluidos. Después uno fue introduciéndole dedos, uno, dos, tres y hasta cuatro metidos en su coño, moviéndolos dentro, girando la muñeca para hacer la cavidad más grande. El cuerpo de ella temblaba y se convulsionaba, se sentía cada vez más excitada, expuesta como un animal en una feria. Laura levantó la cabeza y vio a todos los hombres con nuestras pollas en la mano frotándonosla nuevamente al hombre que antes había abierto su coño, pero esta vez se fue hacia las nalgas, y le fue separando estas lo que pudo, para después irle abriendo el agujero del culo, entre escupitazos iba lubricando el culo de Laura, luego un dedo penetró el ano de la chica, llegó hasta el final, sin hacer caso al dolor que en Laura le provocaba esto, poco después otro chico se acercó, y cada uno agarró una nalga e hicieron presión cada uno hacia un lado para abrirle más el culo, dejando ver su profunda caverna oscura sin problemas. Mientras esto sucedía varias pollas de los chicos fueron pasando por la boca de Laura, la cual las lamía gustosamente.

Le separaban las nalgas hasta casi desgarrarle la raja, Bea le daba fuertes palmadas en el culo que también se iba poniendo rojo. Uno de los chicos le metió sus dedos en el agujero, abriéndolo y cerrándolo, escupiendo sobre él e introduciendo su propia saliva dentro. Al cabo de un rato, introdujo unas tenazas metálicas en su culo y lo abrió, después lo tensó e hizo que se abriese enseñando perfectamente el ano en todo su esplendor. Su culo parecía a punto de estallar, se volvía cada vez más elástico, vencido y dado de si, enrojecido, a punto de desgarrarse y romper la frontera entre los dos

agujeros. Al rato el hombre sacó las tenazas y quedó su culo abierto delante de nosotros.

Tras esto, me acerqué a la chica, y aparté al hombre, agarré mi polla y me dirigí hacia el punto donde se unen su ano y su vagina, acaricié con mi miembro esa parte y no pasó mucho tiempo antes de que empezase a presionar mi polla contra su culo, mi verga se deslizó con total facilidad en su culo, mi glande quedó enterrado, me la saqué, y sin decir nada volví a penetrar de nuevo el mismo sitio, fue fácil, sentí los músculos de su culo relajándose y abriéndose para mí, seguí entrando cada vez más hondo, ella empujaba sus caderas contra mí, lo que hizo que mi polla terminara de entrar en su interior, sacaba lentamente de su culo casi toda la longitud de mi miembro antes de volver a meterlo con fuerza, mis testículos descansaban contra sus firmes nalgas, mi mano derecha masajeaba furiosamente su clítoris, mientras que la izquierda jugaba en la entrada de su coño. Al rato otro chico se acercó a mi posición y me tomó el relevo, no quería abrirle en exceso el culo aun, y cogió unos cubitos de hielo y se los metió a presión por el agujero del culo para que la sensación de frío volviese a cerrarlo y así poder empezar otra vez la sesión, enseguida su calor interno deshizo el hielo, provocando que un hilo de líquido saliera resbalando por mi culo hacia mi coño, siguiendo por mis piernas. Momentos después, Laura soltó un sonoro pedo, y poco a continuación de su culo empezó a salir mierda líquida con algunos grumos saliendo a borbotones, su esfínter no le obedecía y por más que intentaba apretar el culo y cerrarlo la mierda seguía cayendo y resbalando por sus muslos. Bea le golpeaba las nalgas con furia, dejando marcas rojas.

A continuación, Bea le colocó otra pinza esta vez en el clítoris, Laura muerta de dolor le gritaba que era una puta, Bea se reía y le retorcía la pinza para oír a Laura como le seguía diciendo puta. Al rato, Le quitaron las pinzas de la ropa y les pusieron unas metálicas, las cuales iban a un generador de corriente, tenía una en cada teta, y cuatro más en los labios de su coño. Pronto le empezaron a soltar descargas eléctricas con una intensidad media, las cuales se hacían aun más intensa ya que bastantes minutos cada uno de nosotros fue pasando por su boca, por su coño y algunos por su culo. Cuando terminó la ronda, su coño estaba enrojecido, escocido, con sus labios muy abiertos, casi sin cerrar su coño, su culo se veía abierto, con un gran diámetro, de su boca caían babas mezcladas con algo de semen. Seguidamente, sacaron una cadena de bolas de diferentes tamaños que iban de menor a mayor, desde el tamaño de una bola de golf a una bola de billar, uno de los chicos le dijo a Laura que se las iban a meter todas por el culo, Laura como casi siempre no dijo nada. Al momento empezaron a meterle las bolas, el hombre las separó ligeramente y apoyó contra su esfínter la primera bola y presionó fuertemente para que entrase a su cueva anal, las tres primeras bolas, las mas pequeñas, entraron sin problemas, luego fueron llegando las más grandes y la presión que tenían que hacer para que cada una de ellas entrase a través de su culo era mayor, el espacio que quedaba dentro de su culo era pequeño, iba a reventar, entraron todas las bolas, eran seis, su culo estaba súper abierto, se observaba parte de la última bola, ya que la última fue introducida de un golpe seco y empujando con todo la fuerza del hombre, tuvieron que forzar aun más el ano de Laura.

Así ofrecida a la concurrencia, con las tetas bailando y los electrodos enganchados, los pezones enormes a punto de estallar, con la brutal separación de los labios y un sugerente agujero oscuro con un trocito de cadena visible que enganchaban las bolas en su interior. Tras esto, algunos chicos fueron metiendo su polla bestialmente en su culo, casi no cabía pero con fuerza iban hundiendo sus vergas en su culo, se veía como su culo se estaba desgarrando, ella lloraba. Otros chicos se la metieron en la boca, empujaban hasta la garganta con fuerza, ella estaba a punto de vomitar, algunos se la fueron metiendo por el coño, moviéndola dentro, tirando de sus pollas hacia arriba para hacer más hueco y poder meterle otra polla, eso sucedió, dos chicos se la follaron a la vez por el coño.

Cuando nos la follamos por todos sitios casi todos, los chicos nos apartamos de Laura, y las chicas que había en el lugar se apoderaron de su cuerpo. Las mujeres no eran nada delicadas, su brutalidad era extrema. Una chica le empezó a meter su mano por la boca, para que se la chupase, otra no tardó en meterle el puño por el dilatado coño tras lubricarse su mano, y otra chica, le fue metiendo dedos por el culo tras sacarle las bolas, tres dedos, cuatro, hasta que le metió cinco, su culo estaba totalmente dilatado, rasgado, aceptaba lo que quisiera, por lo que no tardó en meterle el puño por el culo, tenía tres puños introducidos en sus agujeros, los cuales le follaban sus respectivos agujeros. Después vino otro turno de chicas, le metieron la mano abierta por la vagina y por el culo, se dedicaron a explorar su interior con sus dedos, otras golpeaban sus tetas con sus manos y tiraban de las pinzas con saña como si quisieran arrancarle los pezones. Las chicas iban pasando por delante de Laura, se masturbaban delante de su cara mientras le gritaban insultos tales como puta, zorra de mierda, sucia perra, guarra, cuando se corrían se limpiaban el coño en la cara de ella y pasaba la siguiente.

Cuando las chicas terminaron, los hombres hicimos un círculo alrededor de Laura, nos masturbamos y empezó la ducha de semen, le inundamos el cuerpo, le goteaba por todos sitios hacia el suelo, su pelo estaba pegajoso. Cuando todos acabamos uno le retiró las pinzas que martirizaban sus pechos, inmediatamente Laura tuvo un gran orgasmo, soltó varios gemidos de autentico placer, la putita estaba contenta.

Laura estaba sola en el centro, la desataron, y quedó por su ropa, y Bea le dio algo. Primero se puso unas bragas, nada más ponérselas pudimos ver, ella incluido que sus labios vaginales sobresalían por los laterales, de modo que Laura entre sollozos los cogió con las manos y los puso uno encima del otro para poder entrar en las bragas, su culo antes prieto ahora temblaba como un flan, sus nalgas antes juntas ahora estaban separadas bestialmente. Intentó ponerse el sujetador, pero parecía que había encogido varias tallas, así que también unió sus tetas y como pudo las introdujo dentro del sujetador, pero rebosaban por todas partes, los pezones tenían un enorme tamaño, estiraba la tela.

Al rato nos fuimos yendo del lugar, y permanecimos en contacto por internet, Laura nos contaba como iba evolucionando su cuerpo, nos decía que su cuerpo no se recuperó totalmente, que le quedaban secuelas de aquella noche.