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Webcam con Fatima

en Autosatisfacción

La historia que os narro aconteció hace aproximadamente un año, por esos tiempos tenía una novia llamada Fátima, veintidós años, rubia, alta, delgada, ojos verdes, muy guapa, muy atlética, era profesora de aeróbic, un culo duro y muy redondo, y el pecho no muy grande, pero hermoso. Fátima vivía sola en un piso en el centro de Huelva, se había independizado de sus padres, yo estaba bastante tiempo en su casa, sin llegar a vivir de forma permanente permanecía bastante tiempo en su piso.

Hacíamos muchas cosas juntos, entre las cuales estaba el hablar a través de chats y por Messenger con bastante gente. Un día llegué a su casa con una cámara web, ella no le prestó casi ninguna atención, aunque chateaba y tenía sus amistades nunca había barajado esa novedad. Nada más instalar la cámara me dediqué a ver con quién podía hablar, era algo nuevo y con todo el mundo intercambiaba imágenes, incluso poco a poco mi novia también entraba en ese juego, al fin y al cabo no era nada grave, ver las caras de otras personas y de vez en cuando algunos cuerpos o partes de estos.

Fátima poco a poco se enganchó a esto, le gustaba la idea de poder contemplar a la persona con quien hablaba. Un día estando los dos, Fátima con su nick entró en una página atestada de gente con webcam, pronto mucha gente empezó a llamarla, esto me dio rabia pues veía que como era mujer la llamaban sin parar, fueron pasando varios chicos, pero ella los fue cortando a los pocos minutos, ella se impresionaba de lo fuerte que iba la gente pidiendo cosas relacionadas con el sexo y de la poca gente que había con ganas de entablar una conversación. Tras un rato desconectamos, los dos estábamos un poco insatisfechos.

Al día siguiente volví a conectarme, yo estaba sólo, estuve un rato igual que el día anterior, hasta que al cabo de un tiempo un hombre me quería agregar, se llamaba Paco y yo en principio pasaba de él, pero tras muchos intentos de su parte lo acepté, la imagen tardó un poco en cargarse, pero finalmente pude ver la imagen de un hombre de unos cuarenta años, moreno, algo gordito, no muy guapo, más bien parecía un hombre de estos típicos que la sociedad rechaza, que las mujeres no los quieren, de esos que no logra estar con ninguna hembra. Empezamos a hablar de muchas cosas, parecía buscar al igual que yo pasar el rato y conocer gente, unos minutos después me desconecté tras agregarlo en el messenger.

Esa misma noche tras cenar me conecté, él estaba allí, hablé un rato con Paco y unos minutos después llamé a Fátima, se la presenté y ella ocupó mi sitio y empezó a hablar con él. Lo primero que le dijo de forma muy educada fue que era muy hermosa, Fátima comenzó una conversación con él, yo de mientras me fui a ver la televisión, de vez en cuando se escuchaba la risa de mi novia, se notaba que disfrutaba de la compañía de Paco.

Esa noche me quedé a dormir con ella, tras desconectarnos y acostarnos le pregunté por lo que le parecía Paco, ella sonrió y me dijo que era muy simpático, que no me debería de haber ido a ver la televisión, que podíamos haber estado los tres hablando, yo le respondí que para la próxima vez lo haría. Al día siguiente volvimos a conectarnos por la tarde, esta vez los dos juntos, pasamos un buen rato hablando los tres, él era de Alicante, era comercial en una inmobiliaria.

Las conversaciones se mantuvieron durante unos días, poco a poco se iba cogiendo confianza, si antes Fátima se ponía ropa menos sensual para hablar con Paco, ahora la confianza con él le hacía ir como si estuviera en casa, no lo hacía para excitarlo sino que al considerarlo como un amigo como alguien muy próximo ya no pensaba que le hiciera falta cambiarse de ropa para no excitar a algún pervertido de internet, solía llevar camisetas muy ceñidas a su cuerpo donde se le resaltaban sus pezones, o camisetas con tirantas, en definitiva ropa más cómoda. Este hecho no pasó desapercibidamente para Paco, el cual siempre de una forma sutil y graciosa resaltaba la belleza de Fátima, lo cual provocaba en ella una risa vergonzosa, sin duda él sabía decir las cosas de una manera tan suave que parecía que no decía nada.

Una noche estaba viendo yo en la televisión un partido de fútbol, Fátima y Paco hablaban, de fondo se oía a veces la risa de mi novia, de vez en cuando acudía a ver cómo iba la conversación, la cual poco a poco fue girando hacia los gustos que se tenían sobre muchos temas, hasta que él le preguntó a Fátima cuales eran sus gustos sexuales, ella se quedó un poco parada, no sabía qué contestar, yo estaba situado en una posición en la que Paco no podía verme, Fátima empezó a narrarle cosas íntimas, el ser una persona de una ciudad lejana le hacía abrirse, no había riesgo de que eso se supiese en nuestra ciudad, Paco sabía llevarla en la conversación y sabía hacer que dentro de la incomodidad ella estuviese cómoda contándole todas esas cosas.

Más tarde él empezó a halagarla, diciéndole que tenía un cuerpo hermoso, siempre aludiendo a lo poco que podía observar, ya que la cámara no dejaba ver mucho de su cuerpo, ella siempre le decía que no fuese así, que estaba casada, Fátima decía esto con una risa en su cara, como siguiéndole el juego, ella me miraba riéndose, Paco no podía advertir mi presencia. Estábamos en pleno verano, hacía bastante calor, y en una de estas conversaciones Fátima dijo que tenía mucho calor, él entre risas le dijo que por él no había problema de que se quitase la camiseta, ella se echó a reír y le respondió preguntándole que si él no tenía calor, él le contestó que la verdad era que tenía mucho, pero que no estaba bien el quitarse la camiseta hablando con una dama como ella, Fátima se echó a reír y le preguntó que si ella podía como que él no, Paco le respondió que era cierto, y seguidamente se despojó de su camiseta, tenía un cuerpo algo grueso, poco afortunado la verdad, Fátima se quedó mirando un poco sorprendida.

Al rato Paco le dijo que ya se la había quitado, preguntándole que ahora qué pasaba, ella le dijo que ahora que de qué, él le respondió que le tocaba a ella para estar en igualdad de condiciones, la conversación se puso tensa, él repitió la frase, terminando preguntándole que a qué esperaba, ella me miró y después se despojó de su camiseta de tiranta, se quedó en sujetador, era negro, dentro estaban sus dos pechos redondos y medianos, se le resaltaba su prominente canalillo, su cuerpo atlético se podía contemplar en su parte superior, él se quedó mirando, estaba muy emocionado, y le dijo a Fátima que tenía un cuerpazo, pidiéndole perdón por su franqueza y sus palabras directas, siguió diciéndole que hacía mucho tiempo que no veía a una chica tan hermosa como ella, eso pareció halagarla mucho y siguieron hablando así. Pasaban los días y a ella le importaba poco chatear con él en sujetador, ya casi los había visto todos, a mí no me importaba mucho la situación, consideraba a Paco un amigo. Una noche estábamos hablando los tres, cuando Paco nos confesó que le excitaba mucho Fátima, que no podía evitarlo, dicho esto se disculpó por el atrevimiento, mi novia sonrió avergonzada y seguidamente me pidió que me fuera para hablar con él a solas, me estaba hablando en clave, ella quería que me pusiese donde él no pudiese verme. Tras esto empezaron a hablar y ella le dijo que quizás había sido culpa suya que no debía haberse puesto así y que no era para tanto, Paco le respondió que sí era para tanto, y a continuación bajó la webcam y apuntó hacia su entrepierna, con su pantalón de chándal negro, Fátima y yo nos quedamos alucinados mirando cómo se desarrollaba la escena, él se sacó su pene totalmente erecto, a Fátima se le salían los ojos de la pantalla, nunca había visto eso por la webcam, aunque el tío no estaba nada bien la situación morbosa del momento hacía que a Fátima le gustara el ambiente, hubo un silencio, él empezó a acariciársela poniéndosela si cabe más dura.

De repente Paco le preguntó a Fátima si no le importaba, siguió acariciándose pasando de caricias a masturbarse, ella todavía parecía impresionada, miraba atónita, la mano de el subía y bajaba sobre su pene, Fátima estaba inmersa en una situación muy morbosa y excitante. Al rato Paco le pidió que se despojase del sujetador para poder terminar de masturbarse, mi novia se quedó petrificada, él se lo volvió a suplicar, Fátima me miró y seguidamente ella dejó caer su sujetador al suelo, sus dos bonitos pechos estaban al aire, desnudos, siendo vistos por Paco, el cual siguió masturbándose cada vez más rápido, bramaba mientras su mano subía y bajaba, hasta que de su pene empezaron a salir chorros de semen que iban cayendo sobre su abdomen, dejándolo bañado de su semen, tras esto hubo un silencio y a continuación se cortó la imagen. Fátima me miró entre un poco avergonzada y conmocionada aún, no sabía si me iba a enfadar por lo hecho, la miré con una sonrisa tranquilizadora, dándole a entender que no se preocupase que no pasaba nada.

Al rato nos acostamos, comentamos lo ocurrido, ella seguía disculpándose diciéndome que no sabía que le había pasado, para seguidamente meterse debajo de la sábana y empezar a mamarme la polla, quería resarcirse del daño realizado, estuvo chupándome y lamiéndome el pene durante un rato largo, para después írselo metiendo en la boca todo lo que le entraba y sacándoselo a continuación, para hacer esto durante bastante tiempo, hasta que finalmente me corrí en su boca, ella se lo tragó, tras esto ella salió de debajo de la sábana, me pidió de nuevo disculpa, y poco después nos quedamos dormidos.

No supimos nada más de él hasta pasados unos días, todos estábamos cortados, y la situación se iba haciendo tensa, así que poco a poco fuimos perdiendo el contacto, hasta que dejamos de hablar con él.