miprimita.com

Orinando delante de mi

en Voyerismo

El siguiente relato me acaeció el fin de semana pasado, concretamente el sábado. Me encontraba tomándome unas copas en un pub con mis amigos, estuvimos hablando y bebiendo durante bastante tiempo, el bar estaba muy lleno, estaba ambientado.

Al cabo de unas horas, me entraron unas ganas terribles de ir al servicio a orinar, por lo que me dirigí al aseo de caballeros, los baños se encontraban subiendo unas escaleras muy oscuras, allí estaban los de chicas y los de chicos.

Una vez en el lugar, observé que había una gran cola para el de chicas, pero nadie esperando para entrar en el de hombres, así que al llegar llamé a la puerta, no contestó nadie, y seguidamente abrí la puerta.

Para mi sorpresa me encontré dentro a una chavalita de unos veinte años bajándose los pantalones, los dos nos llevamos una gran sorpresa, y yo inmediatamente salí a esperar. Estuve fuera unos minutos esperando a que saliera, recordando lo visto, la chica morena, con el pelo corto, parecía que con pocas tetas, guapita, delgada y de estatura media, con sus bragas blancas, las cuales pude ver un poco y con su cara de sorpresa.

El aseo era rectangular y pequeño, el lavabo a la izquierda, y el water al final, o sea que si dejabas la puerta abierta se veía todo. La chica debía de estar meándose y por eso se metió en el de caballeros, no podría esperar la cola para entrar en el de chicas.

La chica tardaba en salir, yo llevaba unas copas de más, y además estaba reventando, esperé unos segundos más y volví a entrar, ella se encontraba con los pantalones por los tobillos, las braguitas blancas a la altura de las rodillas y ligeramente inclinada sobre la taza, sin sentarse pues estaba muy sucio el water, la miré a la cara y después no pude resistirme a mirar el hilito de pis que ella dejaba caer.

Inmediatamente y sin poder parar ella, me llamó guarro y me dijo que saliese del aseo, no le hice caso, y le respondí que era el baño de los hombres, a la vez que cerré la puerta del aseo, sus ganas de mear debían de ser enormes, pues aunque protestaba no podía parar de orinar.

Segundos después, sus protestas cesaron y noté como incluso empezaba a gustarle la situación, se calló, yo continué mirándola, recreándome en su monte de Venus poblado, en sus braguitas blancas, en su cara de placer por evacuar, ella seguía derramando su chorrito dorado.

Al rato empezaron a caerle sus ultimas gotas, estaba terminando, fue a coger papel higiénico pero no había, puso cara de frustración, saqué pañuelos de papel que tenía en mi bolsillo y se los di, sonriendo me dio las gracias y se puso a secarse bien su coñito, después se subió las bragas y posteriormente el pantalón.

Me dejó el water libre y sonriéndome se marchó, yo pude evacuar mi vejiga, la cual estaba a punto de reventar, aunque el espectáculo de esa chica había parado un poco las ganas.

Cuando salí del baño me fui hacia donde estaban mis amigos, estuvimos un rato más en ese pub, y después nos dispusimos a cambiar de aires, al abandonar el local ella estaba en la puerta con unas amigas, me dirigió una mirada cómplice y con una pequeña sonrisa nos dijimos adiós, no volví a verla más en toda la noche.