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Te amo Tania (2): Aceptando mi posicion

en Dominación

No podía creer lo que me estaba haciendo mi novia, o mi ex novia? Sentía una humillación extrema, y sin embargo mi pitito estaba duro de nuevo. En la pantalla de mi celular se leia un mensaje que decía: “le pedi a tania que se pusiera su tanguita favorita, que me vuelve loco. Pero la dejo en tu casa, y como la extraño mucho ya mismo quiero que te la pongas y me mandes un par de fotos”.

Mi cabeza no lograba comprender lo que estaba ocurriendo. Mi novia, o al menos lo era hasta hacia algunas horas, furiosa por mi pobre desempeño sexual y el pequeño tamaño de mi pene me había abandonado para volver directamente con su ex, un niño varios años menor que yo. Y ahora me encontraba de pie y desnudo en el centro de mi habitación, con mi pito erecto nuevamente, recibiendo ordenes del pequeño corneador en mi celular, y lo que es mas grave aun, obedeciéndolas. No había una razón valida para hacer lo que estaba haciendo, pero de ninguna manera quería hacer enojar a tania y perderla para siempre. Así que deje mi celular y me dirigi a mi guardarropa a buscar la prenda. Pronto la tuve en mis manos, era una hermosa y muy atrevida bombachita de tela sedosa, con textura de leopardo en colores lila. Estaba decorada con un pequeño voladito en el elástico, y un moño pequeño que quedaba justo sobre la raya de la cola. Tantas veces había visto a mi Tania meneando su colita enfundada con esa minúscula tanga, solo para  mi… y ahora yo la luciría para ella y su ex novio.

Actuando como un autómata, me puse la tanga lentamente. La sensación, el roce de la tela en mi sexo, la humillación por lo que estaba haciendo, todo era un combo explosivo que me impedía pensar con claridad. Antes de darme cuenta, ya me había tomado una foto de mi parte delantera con la bombacha puesta y la había enviado. Espere inmóvil unos segundos, como si no pudiera moverme hasta saber si había cumplido la orden correctamente. El móvil volvió a sonar. Con miedo y vergüenza abri el mensaje. Luego de una larga risa que ocupaba toda la pantalla, lei las palabras “que bonita, ni siquiera se nota que ahí abajo hay un pitito. Sos toda una nena”. Mis ojos comenzaron a soltar lagrimas. Como podía ser que un niño pequeño, que seguramente estaba cogiéndose a mi mujer, me estuviera humillando de esa forma? Y como era posible que yo simplemente lo aceptara?

La luz del celular me despertó de mi llanto. Un nuevo mensaje había llegado, pidiéndome que me tomara fotos de la parte de atrás, “sacando la colita como una buena putita”. Con cada nueva orden mi pitito daba un nuevo respingo. Sin darme cuenta me encontré a mi mismo posando con la tanga de mi novia, tomandome fotos en poses de putita y enviándoselas al pequeño ex de mi chica que se reia a carcajadas y seguía pidiéndome poses. Cada tanto me enviaba fotos de su verga. Dura y poderosa, mas del doble de grande que la mia. Podía ver en las fotos las manitos de mi novia acariciando el enorme falo, e incluso su boquita rodeándolo con dulzura. Mientras ellos se divertían yo seguía posando como putita, en 4 patas sacando cola, contra la pared con mis piernas abiertas, e incluso metiéndome bien en el culo toda la tanguita. Luego de varias fotos humillantes mi celular dejo de sonar por varios minutos. Fue terrible estar esos minutos conmigo mismo, vestido con una bombachita, y con la pija durita esperando sumisamente una nueva orden por mensaje.

Luego de varios minutos que parecieron eternos  mi celular volvió a sonar. Mi pito dio un salto y me puse contento y aliviado como una perrita que ve llegar a sus dueños. Cuando abri el mensaje mi alivio se transformo en desesperación al ver que era un link donde estaban todas mis fotos subidas a la web. Empece a llorar de desesperación, hasta que mis lagrimas se vieron interrumpidas por otro mensaje que solo decía “encende tu webcam”. Fui rápidamente hacia el ordenardor y encendí la cam, acepte la llamada entrante. Apareció la imagen en mi monitor, y podía claramente observar al pendejo totalmente desnudo, sentado en un sillón con sus piernas abiertas, exhibiendo su enorme verga semi erecta como si fuese un dios. El tamaño de su miembro impresionaba, y hacia que el mio se escondiera mas aun entre mis piernas. Mi novia apareció en la escena, caminando en cuatro patas hacia el, completamente desnuda, moviendo el culo como buena zorra que era. Cuando llego, se arrodillo entre sus piernas y comenzó a darle dulces besos a ese inmenso miembro, con mucha devoción mientras el acariciaba su cabello. Yo miraba atonito esa imagen hasta que la dura voz de aquel niño me despertó de mi letargo.

-          Date vuelta – empezó a decirme – mostrame ese culito lindo que tenes bonita –

Muerto de humillación, colorado de la vergüenza y con mi pitito que no sabia si endurecer o esconderse, comencé a obedecer. Di media vuelta, quedando de espaldas a la cámara. Y continue según sus indicaciones, moviendo mi cola, escondiendo la tanga entre mis nalgas, caminando en cuatro patas por la habitación. Obedecía todo sin objeciones, sin atrever a mirar de frente a la camra. Por el rabo del ojo podía ver a mi novia totalmente poseída, lamiendo y venerando esa pija descomunal.

De pronto me hizo detenerme y me obligo a ponerme de pie frente a la cámara. – Que te parece mi verga putito? – me pregunto mientras apartaba a mi novia de su entrepierna y se tomaba la pija con la mano, acariciándosela suavemente. Yo no podía quitarle los ojos de encima. El se dio cuenta y comenzó a reir, mientras me obligaba a contestarle. – es… es muy grande- dije tímidamente, bajando la mirada. Podía escuchar su exagerada risa mientras miraba mis propios pies.

-          Y la tuya como es? – pregunto divertido.

-          La mia es… es pequeñita.

-          Jajaja vaya que si. No crees que la ropita interior de nena te sienta mejor?

-          Si…. Señor.

A continuación colocó a mi novia en cuatro patas, dándole el culo a la cámara, y mientras jugaba con sus agujeros comenzó a humillarme verbalmente.

-          No crees que esta belleza de mujer, con estos agujeritos tan ricos se merece algo mejor que esa mierdita que traes entre las patas? – mi silencio lo enfureció y comenzó a gritarme que le contestara, mientras daba duras nalgadas a mi novia, quien permanecia en cuatro patas, gimiendo y dando agudos gritos al recibir los golpes.

-          Si Jorgito!.. si, señor.  – conteste apurado.

-          Si que?!

-          Si se merece algo mejor que el pitito de bebe que tengo entre mis piernas.

Mi respuesta pareció divertirlo, ya que detuvo los azotes y comenzó a dedear ambos agujeros de mi novia, que no dejaba de gemir.

-          Mostrame esa pijita a ver bonita? – dijo con una expresión de maldad en su rostro.

Tímidamente, y con la cabeza gacha, baje la tanguita de mi novia que traia puesta, dejando expuesta mi verga para las risotadas de Jorgito. Levante la cabeza y vi como ahora mi novia se sostenía solo con una mano, mientras con la otra frotaba violentamente su clítoris mientras jorge le metia dos dedos en el ano y uno en la conchita. Al ver como reaccionaba mi novia ante mis humillaciones no pude evitar que mi pito endureciera aun mas.

-          Parece que estas exitado eh? Sóbate los huevitos

-          Si señor – dije mientras obedecía, acariciando mis huevos mientras mi pito seguía endureciendo

-          Queres masturbarte nena?

-          Si…. Si señor…

-          Hacelo despacio y mirando bien como me divierto con el culito de esta putita. – me dijo fríamente. Obedeci como buena putita. Tome mi pene tan solo con tres dedos, lo cual le causo mucha risa, y comencé a masajearlo lentamente mientras gemia sin poder evitarlo.

-          Pero acá hay algo mal – dijo Jorgito – las nenas no tienen pito y no se masturban así, y vos sos una nena, no es cierto mariconcito?

-          Si… señor. Soy una nenita.

-          Jajaja claro que si! Entonces quiero que busques el vibrador de tu novia y se lo pidas prestado. Dale, pedicelo marica!

Ante la violencia de su orden solo atine a buscar el pequeño vibrador y preguntarle a la computadora: - tania, me prestas tu vibrador para masturbarme, por favor? – su respuesta fue un estruendoso “siii putito, siii” pronunciado entre gritos y gemidos.

Tal como Jorgito me ordeno, me subi la tanga nuevamente y meti adentro mi mano con mi vibrador, frotándolo contra mis huevitos y mi pijita como si tuviera una concha. Inevitablemente, comencé a gemir con mis ojos cerrados. – las nenas gimen mas suave! – me gritó el pendejo. Intente imitar los gemidos de una nena mientras seguía masturbándome. Mi obediencia y la humedad de mi novia lo motivaron. Rápidamente aumento el ritmo y la violencia con la que masturbaba a mi chica, a la vez que ella aumentaba el vigor de su mano que jugaba en su clítoris, así como sus gritos desaforados y gemidos agudos. Sus ordenes hacia mi comenzaron a ser mas violentas. Mientras dedeaba y nalgueaba a mi novia, que parecía que se iba a desmayar de placer, me gritaba cosas como “mas rápido putita métetelo mas rápido, hasta el fondo!” “frota puta frota”.

Yo seguía cada vez mas exitado, y justo en el momento que el metió sus dedos hasta el fondo del interior de Tania, y su otra mano descargaba tremendo azote, mi novia y yo acabamos explosivamente. Ella comenzó a chorrear sus jugos por sus piernas, los dedos de Jorgito, y hasta el suelo, mientras yo empapaba la tanga con mi leche tibia. Mi novia se dejo caer al suelo y siguió acariciándose la conchita suavemente por unos segundos, hasta que se incorporo y sin esperar ninguna petición, se acerco a Jorgito y comenzó a lamer sus dedos. El la dejo hacer mientras se reia de mi. – a ver como quedo ese vibrador linda? – me pregunto con tono sarcástico. Yo lo saque de la tanga y se lo enseñe, estaba húmedo y manchado con leche. – no queremos que tu novia se enoje, limipaselo como hacen las putas – me dijo. Yo entendí lo que estaba ordenandome, y mirando al suelo me meti el pequeño consolador en mi boca. El gusto era extraño, mezcla de mi sudor y mi leche, que por suerte no era mucha. Me sentí una autentica nena viciosa. Por suerte me ordeno detenerme rápido, y me hizo bajarme la tanga.

-          Mira como quedo esa conchita toda sucia, limpiala con la boca bebe – obedeci al instante. – y ahora métetela en la boca jajajaja – dude unos segundos, pero obedeci nuevamente. Mi cara ardia de humillación, y ahora no contaba con la exitacion para que nublara mi juicio. Estaba 100% consciente de lo que estaba haciendo: metiendo en mi boca la bombachita de mi novia, llena de mi leche, mientras su ex novio me observaba divertido y ella le lamia su mano..

-          Ahora, así como estas, desnudita, vas a ir hasta el lavadero con la tanga en la boca, y la vas a lavar a mano. Vos sabes que esa es mi favorita y Tania la va a ir a buscar mañana.

Habiendo tocado fondo, solo me quedaba decir “si señor” y caminar hacia el lavadero. Mientras lavaba con cuidado aquella prenda, podía ver a lo lejos el monitor, donde Jorgito se cogía a mi novia a cuatro patas, tomandola del pelo y dándole nalgadas, mientras ella respondia con gemidos y gritos que decían “me volves loca Jorgito, partime al medio! Soy tuya, soy tu putita!”

Continuara..