7-Enero 2015

Oficialmente estoy asustada, mejor dicho, literalmente mis pantis tienen una mancha marrón en su parte trasera, creo que nunca en mi vida he visto algo tan horripilante, bizarro y a la vez fuera de cualquier canon de realidad.

Tal vez lo que pasa en Rusia y Europa Oriental (ya se está diseminando por países vecinos más rápido de lo que cualquier hubiera pensado) no se trata de un apocalipsis zombie, pero si no es, se “parece igualito”.

Las imágenes que circulan a cada momento por la red son increíbles, personas (o lo que sea que fueran) prácticamente con pedazos de intestinos saliendo por sus estómagos mientras marchan lentamente hacia las barricadas del ejercito.

Aunque las cadenas internacionales de noticias todavía no osan llamarlos por su nombre, nadie  puede negar que son como zombies, y aunque las comunicaciones oficiales prácticamente estén eliminadas en esa parte de Europa, en esta época cualquiera tiene un teléfono inteligente, incluso con cámaras de video HD, por eso es que las redes sociales están en llamas con videos, fotos, incluso contactos en vivo en el lugar de los hechos.

Lo que verdaderamente me impresiona y preocupa, es que con tanta tecnología bélica, tantos soldados, incluso tantas películas, series, comics, que te “enseñan” a matar a los zombies, parece que no pueden controlar la situación, claro, no debe ser sencillo disparar a una señora que puede ser tu madre sin un brazo y con medio estomago fuera, probablemente sería imposible para mi estar en esa situación.

Además de eso, casi todos los países han mandado ayuda militar, médicos, equipos, incluso el nuestro donde tenemos hospitales que literalmente se caen a pedazos, y no podemos controlar la delincuencia dentro de sus fronteras mandamos varios cientos a apoyarlos.

Sin mencionar los rumores de brotes en otras partes del mundo, como España, México o EEUU, cada momento que pasa parece más una película que la vida real, y mientras tanto, en mi Venezuela linda, la gente está más pendiente de hacer una cola por Shampoo y acondicionador, de ver un juego de beisbol, y de hacer dinerillo.

Lo único bueno de mi día fue mi despertar, anoche Paula se quedo conmigo en mi cuarto, y aunque dormí con un gran sentimiento de culpa, despertar con ella besándome el cuello y bajando lentamente hasta mis pezones ayudo mucho a mermarlo.

La visión del trasero de Paula desnudo levantado mientras en gatas chupaba mis pezones con pasión era sublime, con su lengua acariciaba la punta y rodeaba mis claras aureolas con una intensidad que prácticamente me provocaba electricidad en mi entrepierna.

Mordí mi labio con fuerza cuando su mano inexperta y curiosa buscaba mi entrepierna desnuda y completamente empapada por la estimulación de su lengua en mis pequeños pechos pecosos, mis manos apretaron las sabanas de la cama cuando sus dedos tocaron por primera vez mi sexo.

Con movimientos nerviosos empezó a masajear mi clítoris, se notaba que era su primera vez, pero el calor del momento, y las ganas de darme placer me hicieron excitarme a pesar de todo, moviendo mis caderas circularmente le indique el ritmo que debía tener su toque, lo que entendió automáticamente.

El calor se apoderaba de mi piel y una corriente eléctrica comprimió cada musculo de mi cuerpo para acompañar un orgasmo espectacular que hizo que mis jugos salieran a borbotones de mi entrepierna,  mojando completamente mi cama y la mano de Paula.

En ese momento agarre a Paula por su cabello y halándola hacia mí, la bese fuerte y apasionadamente hasta que mi alarma empezó a sonar para avisarme que  tenía que irme al trabajo.

Con desgana y luche con Paula para que me dejara levantarme y acomodarme para salir, no sin antes despedirme de ella con un rápido pero profundo beso.

 Al salir Flor estaba hablando con sus padres que por primera vez en varios años, la estaban llamando preocupados por ella, claro, es algo natural, vivimos en la capital, cualquier cosa que pasa en Venezuela primero sucedería acá, y aunque nuestra residencia esta en un complejo residencial cerrado, los muros ahora son infranqueables y gracias a nuestra situación de escases tenemos una “alacena” llena de alimentos y productos de higiene personal guardados, no se escapa que este con otras 3 mujeres solas.

A veces extraño que se preocupen por mí de esa manera, tener una familia esperándome y pendientes de cualquier cosa que suceda, pero desgraciadamente es  algo que jamás tendré, mi padre ya tiene casi 11 años muerto, y mi madre ni siquiera la conocí.

Claro, la madre de mis hermanos de vez en cuando  se acuerda de mi, pero nunca fue bienvenida en ese grupo familiar, mucho menos desde que soy abiertamente lesbiana, que se yo, tal vez piensa que se lo pegare a una de mis hermanas.

El papa de Flor quedo en transferirle dinero para que compremos un tanque de agua más grande, el que tenemos es pequeño y en donde vivimos se va el agua 3 veces por semana mínimo, además de más cosas para comer, me alegre realmente por ella, no tanto por el dinero, creo que necesitaba el apoyo de su familia.

Cuando por fin llegue al trabajo descubrí que de los 5 nuevos empleados que me tocaba “re-evaluar” solo había ido una chica de tal vez 19 años, en realidad, en toda la empresa faltaron cerca del 20% de los empleados, será por las noticias de Rusia, o porque llego la leche al mercado y estaban haciendo cola.

 La Chica en cuestión se llama María, estaba recién graduada de un tecnológico capitalino, y  había quedado para trabajar como secretaria administrativa, cuando entro en la sala de conferencias donde le haría la entrevista supe de inmediato porque la habían contratado.

Alta (muchísimo más que yo, tal vez 1,75) trigueña, cabello liso negro azabache hasta la cintura, unos ojos verdosos exóticos y labios carnosos, todo eso en un traje ejecutivo ceñido al cuerpo, sus grandes senos querían salir de su camisa, y su pantalón de vestir solo promovía el tamaño de sus glúteos.

Todo eso acompañado de un delicioso aroma dulce que no podía identificar, realmente solo con eso, yo también la hubiera contratado, aunque sea para verla diariamente en la oficina y tener un aliciente para jamás faltar al trabajo.  

Luego de una presentación típica y formal, pude notar el nerviosismo de María, y eso que no había empezado la entrevista, incluso me traje una laptop de la compañía para evaluar yo misma sus capacidades en la computadora.

-Tranquila María, esto es algo normal cuando se contratan nuevos empleados, solo quiero ver como te estas desenvolviendo en la oficina.- Mentí descaradamente, pero quería que estuviera tranquila.

-Hay dios señorita, perdone, es que realmente quiero este trabajo, y ahora que me tienen a prueba me pone nerviosa perderlo.- Su respuesta fue sincera y su sonrisa de nervios hermosa.

-No me señoree, solo tengo 28 años, mi nombre es Rossana, llámame Rosy si prefieres, probablemente trabajaremos juntas en algún momento, así que no te preocupes por nada, como te dije, esto es solo rutina.- Volví a mentirle, para empezar con la entrevista de la mejor manera.

-María acá dice que vives con una amiga realmente cerca de la empresa, eso es muy positivo, ¿es una residencia?- pregunte yo con interés.

-Si, bueno, más u menos, es una pieza que compartimos mi no… perdón, mi mejor amiga y yo desde que me vine a Caracas a estudiar.- respondió ella completamente ruborizada por el desliz, la María tenia novia, eso no lo vi venir.

-No te preocupes, tu secreto esta a salvo conmigo.-le dije mientras le daba un guiño confidente.

La entrevista prosiguió de manera normal, realmente es una chica humilde y se nota proactiva, el problema llego cuando le toco sentarse en la computadora a redactar un documento, y utilizar los programas contables.

María realmente tenia escasos (por no decir nulos) conocimientos en el Office, lo que me preocupo a sobre manera, ya que una mala evaluación de mi parte significaría que no quedaría trabajando en la empresa.

Ella intuyendo mis pensamientos y adelantándose a ellos me dijo mientras sus ojos se llenaron de lagrimas.- Rosy, de verdad, necesito este trabajo, estos programas de computadora los puedo aprender sobre la marcha, dame esa oportunidad.-

-María, se que tienes determinación, y ese aspecto es muy positivo, pero realmente necesitamos a alguien que sepa realizar estos trabajos básicos, tendrías que aprender ya, o mejor dicho, ayer, para que no me metas en problemas.- le conteste con el corazón arrugado por sus lagrimas.

- Te lo prometo Rosy, gracias, gracias-Me decía abrazándome por la cintura mientras estaba de pie a su lado, sus manos quedaron justo en mis glúteos y por el fragor del momento los apretó por largo tiempo.

Tal vez María se dio cuenta de eso y mirándome a los ojos se separo rápidamente de mi para incorporarse, le había dado 48 horas para aprender lo básico, si para ese tiempo no mejoraba, desgraciadamente tendría que irse.

Luego de esto mi jornada laboral se baso en buscar más noticias sobre lo que pasaba en Europa, claro, ya no había bromas de nadie entre los empleados, y las caras de preocupación eran cada vez más comunes.

Sin desviarme mucho del camino llegue a mi residencia exhausta pero con muchas ganas de ver a Paula, fue en ese momento que por cortesía de Anni y Flor, pude  ver con nitidez como una avalancha de personas, o mejor dicho, zombies chocaban contra una barricada en algún pueblo de Europa Oriental.

A pesar de la baja calidad en las imágenes se podía observar claramente como caminaban lenta pero decididamente hacia los soldados mientras los disparos muchas chocaban contra sus cuerpos sin inmutarse.

Justo en ese momento se anuncio una cadena de radio y televisión donde hablaría el presidente en cualquier momento de la noche, Paula no ha llegado, y aunque quisiera esperarla a ella y ver lo anuncios presidenciales, el sueño y cansancio me está venciendo.

Pensar que tengo que cambiar las sabanas, huelen a sexo...

Y así termino otro día aburrido, entre jugos, Empleadas y Zombies…