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Confesiones 18

en MicroRelatos

Confesiones 18

Hoy tengo el culete escocido.

Después de lo que pasó en el parque se me ha escocido el ojete.

He cogido un espejo y me he desnudado entera, me he tumbado en la cama me he puesto las rodillas en el pecho y he colocado el espejo para vérmelo.

Estaba rojito entero, pobrecito, con lo que me gusta a mí hacer cositas con él.

Me pase un rato con el espejo abriéndolo y cerrándolo, me gusta mucho hacer eso, a pesar de tenerlo escocido.

Cogí un tarrito de pomada y unté el dedito índice en el.

Me lo puse en el centro del ojete, ufffff que fría esta la pomada.

Extendí toda la cremita por el ojete, a ver si se me mejora prontito.

Terminé de echármela, pero estaba algo cachondita ya que me había dado gustito y morbo ponerme la pomadita en mi culo.

Me bajé al suelo y se me ocurrió como hacer que la próxima vez que venga el pizzero me folle sin pensarlo.

Empecé a caminar a gatas por el suelo de mi habitación desnuda como una perrita, despacito y sensual, practicando para el repartidor.

Creo que si le hago el numerito de la perrita en el suelo gateando con cara de puta hacia él no va a poder resistirse.

Me recorrí el suelo de mi habitación a gatas varias veces, cada vez me salía mejor.

Guau guau, la perrita quiere salchicha.

Tengo una mente muy viciosa jejejeje.

Pensé también en hacer otra cosita, mmmmmm.

Agarré una comba de cuando era pequeñita y me la puse en la boca, tipo mordaza, los extremos me los coloqué por la espalda y me los até en los muslos.

No se si me explico bien pero intentar vislumbrarlo.

Uuuuufffffff así he de admitir que estoy muy muy violable, no creo que se resista.

Hasta la próxima perversión.

Besos.