miprimita.com

Repartidor de leche

en Dominación

Esta mañana me he quedado en casa solita, mis padres se han ido al pueblo y me he quedado yo en casa, no me apetecía mucho irme para allá, además,  en cuanto me dijeron que si quería quedarme vi una oportunidad perfecta para hacer algo que llevo tiempo pensando, hoy iba a comer pizza jejeje.

Sobre la una me empezó a entrar un poquito de hambre, y decidí que era hora de la venganza, intentaría  follarme a aquel repartidor que hace una semana me desprecio por ser gordita, esta vez utilizaría armas más serias. Llamé al sitio e hice el pedido, me dijeron que tardarían sobre media hora en llegar, tendría que prepararme. Me fui al baño y me pinté un poquito, me puse unas medias de rejilla hasta la mitad del muslo en plan putón, una camisa blanca con algún botón de mas desabrochado, una minifalda de cuadritos en modo colegiala y también hice alguna cosita más, pero aún no os voy a contar que fue, jijiji.

Cuando ya había pasado media hora oí una moto en la calle, me asomé al balcón para comprobar si era el mismo repartidor que la última vez. ¡Bien! hoy era mi día de suerte, el repartidor era el mismo, esta vez era imposible que se me escapara.

Sonó el timbre, abrí y mientras cogía el ascensor me puse unos taconcitos para afianzar el aspecto de putoncilla, dios estaba realmente sexy, me tome unos segundos para mirarme al espejo y.....buffffffff me puse yo sola cachonda viéndome.

Por fin sonó el timbre, me fui al salón y me senté en el sofá abiertita de pierna con mi chochete bien depilado abierto de par en par.

-Pasa, está abierto, estoy en el salón.

Oí la puerta y seguidamente sus pasos hasta el salón. Entró y fijó la mirada en mi agujero, se quedó un poco boquiabierto y se acercó hacia mí.

-Joder que grata sorpresa, sabía que tenía que volver a repartir aquí. Por lo menos veo cosas que no se ven todos los días.

-Mmmmmm acércate y obsérvame más de cerca.

-A ver, no quiero ser grosero, y ha sido una grata sorpresa, pero te repito que no me gustan las gordas tía, lo siento.

Mierda, se me estaba resistiendo, era momento de darlo todo, de utilizar mi plan "B".

-Antes de irte... ¿a que nunca has visto un ojete tan abierto?

Me cambié de posición y me puse en el sofá a cuatro patas abriéndome las nalgas para que pudiera asomarse bien.

-Uffff a ver, a ver... Dios, la verdad es que está super-dilatado, ¿cómo consigues dejártelo así?

-Mira, este es mi secreto.

Apreté el culete para fuera con fuerza, y empezó a salírseme del ojete la puntita de un consolador rojo que me había metido completamente dentro del culo unos minutitos antes.

-Dios, ¿pero que te has metido ahí bestia?

Seguí apretando para que se fuera saliendo poquito a poco, acompañando con algún gemidito para rematarlo.

-Uffff que gusto me está dando según sale, me va acariciando todo el ojete por dentro, haaa haaaaaa.

Cuando ya apenas quedaba nada el repartidor lo agarró y me lo extrajo de golpe, ya era mío, ya no podría resistirse, giré la cabeza y al mirarle a la entrepierna le vi ese bultito que quería ver. Pero no me dio tiempo a mirar demasiado...

-Toma esto pedazo de guarra.

Cogió el consolador que acababa de sacar de dentro de mi culo u me lo metió a lo bestia en la boca, mmmm que calentito estaba, había estado unos minutos dentro de mi ojete, y había absorbido todo el calor de mi interior además de todo su sabor, que bueno estaba, lo saboree haciendo circulitos alrededor de él mientras el repartidor lo metía y sacaba de mi boca.

Empecé a ayudarle moviendo la cabeza para que me llegara hasta la gargantita, mientras entraba y salía de mi, mi boca hacia ruiditos parecidos a las arcadas. Al cabo de un rato me saco el consolador de la boca y me dio con él en la cara manchándomela con mis propias babas y creando hilitos de saliva desde el consolador hasta mi mejilla.

-Eres una puta cerda tía, me estas obligando a hacer cosas que no quiero con una gorda como tú.

Me di la vuelta, lo miré con cara de zorra, le desabroché el pantalón, le saqué la polla despacito y la miré con ganas de mamarla hasta que se corra.

-Si si, tu insúltame, dime gorda, o lo que quieras, pero veo que tu polla tiene el capullo mojadito, y eso es que te pongo cachondo cabroncete, y ahora... me apuesto lo que quiera a que ninguna chica delgada te ha hecho esto.

Cogí su duro rabo y me lo metí hasta la garganta, como el consolador, moví la cabeza lo mas bestia que pude, a su vez le agarraba el culo y lo apretaba hacia mí para que se me clavara bien.

-Joder, que mamada me estás haciendo gorda, jamás nadie me la había chupado así, para que me corro, para joder.

No le hice ni puto caso, seguí chupando y chupando hasta que me dio una hostia en la cara y me tumbo en el sofá.

-¿Qué haces bestia?

-Ni bestia ni nada, te dije que pararas, que me iba a correr, y es demasiado pronto.

Me agarró de la cintura y me puso a cuatro patas, se agarro la polla y me la clavo en el coño de golpe.

-HAAAA tío no te pases ¿vale?

Giré la cabeza mientras se lo decía para mirarlo y entonces me escupió en la cara, me agarro del pelo y me estiró para clavármela con fuerza.

-Haaaa haaaaaa para cabrón para.

Me estaba follando a lo bestia, me empotraba contra el soba mientras su saliva se escurría de mi cara. Cada embestida me llegaba hasta el fondo, dándome golpecitos en el final de mi vagina, su polla me recorría las paredes de mi chocho con una violencia un poquito dolorosa, cada vez que lo hacía me daba un azote fuerte en el culo que me provocaba un grito. Agarró mi minifalda y mi camisa y me las arrancó rompiéndolas y tirándolas al suelo.

-Pégame, azótame, hazme lo que quiera pero haz que me corra cabrón de mierda.

Esas palabras salieron de mí casi sin pensarlo. Me agarró del pelo con más fuerza y me levanto hasta tocar su pecho con mi espalda  y me mordió el cuello mientras sus manos se dirigieron a mis tetazas para apretarlas con fuerza, terminó de morderme y volvió a agarrar del pelo, me levanto del sofá y sin soltarme me tiró encima de la mesa.

-Estoy apuntito de correrme pero quiero probar tu culo.

Me puse encima de la mesa boca arriba y me cogió la punta de los tacones, me levantó los pies hasta que las rodillas me aplastaban las tetas y puso su capullo en mi ojete, apretó y me la clavó por mi ya dilatado ojete, llevé mi mano como pude hasta mi clítoris y me toque mientras me daba por culo.

-Joder nunca me había follado a una zorra así por el culo, me corro, se me sale ya.

-Espera que nos corramos juntos hijo de puta.

Me la metió entera en el ojete y la dejo ahí para correrse, empezó a gritar como un cabrón y aceleré mi mano para correrme pero no me dio tiempo, terminó de vaciar su polla en mi culo y la saco rápidamente.

-Tranquila puta, sigue tocándote.

Mientras yo seguía tocando mi clítoris, es se arrodilló y me chupó el ojete, metiéndome su lengua dentro, ese placer de su lengua en mi sucio culo recién follado me hizo correrme como una loca, mientras me corría grité y puse en tensión todo el cuerpo, noté como la leche que me había metido en el culo se me salía según me estaba corriendo, no creo que me importara porque no despegó la lengua en ningún momento he incluso lo oí relamerse.

-Dios que corrida más intensa he tenido cabrón.

Se levantó me miró fijamente, me ayudó a levantarme se subió los pantalones.

-Quería disculparme por cómo te he tratado, en este rato me has hecho darme cuenta de muchas cosas.

Todavía fatigada le conteste que tranquilo, que no tenía por qué preocuparse.

-Me gustaría que volvieras a pedir pizza pronto.

Nos dimos un beso, se llevó el dinero y se fue rápido antes de que el jefe lo llamara.

Por fin me lo había follado y aunque fue lo que yo llamo un polvo exprés estoy segura de que en otro momento podremos repetir y hacer muchas más cosas.

Espero que os haya gustado, a mi aun me tiemblan las piernas y tengo los agujeros abiertos mientras escribo esto, y recordar, no juzguéis a una persona por si es gordita o delgada, Juzgarla por como os chupa la polla.

Besos.