miprimita.com

Amor platónico

en Hetero: General

Hola a tod@s. Como ya sabréis los que seguís mis correrías sexuales, sabréis que hace poco tuve una sequia de bastante meses que se rompió hace poquito con un amigo mío que me hizo recordar los placeres del sexo. Antes de nada y para los que me lean por primera vez me gustaría describirme, me llamo Iris y soy una chica de 26 años gordita, rubia y con unas tetas y un culo respingón aun mas gordito jejejeje. La verdad es que estar gordita es un problema, porque aun que yo me considere una "gordibuena" (cosa que me han dicho varias veces) debido a esto no siempre resulto atractiva y  mucho chicos se van con las chicas delgadas y con un canon mas "aceptable" por la sociedad. Pues bien, no me enrollo más y voy a contaros lo que me ocurrió hace unos días...

Mi amiga Vero y yo habíamos decidido ir a pasar unos días a la playa de vacaciones, teníamos reserva en un hotelito bastante chulo y no muy alejado de la playa. Mi amiga Vero tiene el canon típico que atrae a los chicos, delgadita y resultona. Vero lo había dejado con su novio hace unos días y estaba en modo "tenemos que follar" y yo había redescubierto el placer del sexo, prometía ser un viaje curioso.

Nada mas llegar al hotel vimos la habitación, deshicimos la maleta y nos bajamos para la playa, nos pusimos a tomar el sol y Vero se puso a hacer topless. Me fije en sus tetitas, parecían son peritas pequeñitas pero no había ni un solo chico que no pasara por nuestro lado que no la mirara.

-Iris ¿por qué no te quitas la parte de arriba?

-Paso, las tengo demasiado grandes y me da algo de corte.

Todavía estaba en esa fase del proceso en el que tengo que recuperar la confianza en mí misma. Había estado aislada del sexo unos meses y eso había mermado mi autoestima.

-Mira a esos Iris, dios que tíos mas buenorros.

Seguí mirada con mis ojos y me vi al típico grupo de musculitos luciendo cuerpo al pasear por la orilla de la playa, la verdad es que ese tipo de chicos no me gustan, además, por experiencia sé que cuanto más chulos son... peor follan.

Los tíos "Buenorros" se percataron de la mirada de Vero y vinieron a acercarse, yo me estaba fumando un cigarro, así que utilizaron la excusa perfecta de... "¿Tienes fuego?" Los tres que formaban el grupo se pudieron alrededor de Vero sin percatarse siquiera de que yo existía, me sentí frustrada. Estuvieron hablando un buen rato y antes de que se fueran quedaron a las diez de la noche para salir a tomar algo. Genial, mi amiga se iba a pasar la noche follando y yo no, ¡qué bien!.

-¿Has visto nena? me ha gustado Jose, y a tÍ

-Yo no creo que salga, no me ha gustado ninguno y no creo que me quieran prestar mucha atención.

-Va Iris no seas tonta, ¿te vas a pasar la noche sola en la habitación?

-Sí, viendo la tele con una cerveza y tabaco jajajaja, eso si... si te los follas o algo no los traigas a la habitación, no quiero que me deis celos.

-Tranquila nena, ellos tendrán algún sitio en mente.

Y así fue, a las nueve y poco Vero me dejó sola, y me quede tumbada en la cama con una cervecita únicamente con las braguitas puestas, que suerte tienen algunas, si hubiera sido yo, me las abría arreglado para follarme a los tres a la vez.

Hacía mucho calor en la habitación y cuando ya iba por la tercera cerveza decidí salir a la terraza a que me diera el aire, obviamente no me vestí, tampoco reparé en ello, simplemente salí y me apoyé en la barandilla mientras veía a la gente pasar por la calle debajo de mi. Mis tetas gordas daban en la barandilla y hacía que mis pezones se pusieran duros, que gusto, que placer yo allí solita, desnuda y fumando tranquilamente, no había nada mejor, hasta que algo me corto el trance.

-Buenas noches.

La voz venía de la habitación de al lado. Era la voz de un chico, debido al efecto de las tres cervezas no me asusté, ni me dio vergüenza llevar únicamente mis braguitas.

-Hola, ¿qué tal?

El muchacho era jovencito, tendría unos veinti-pocos, bastante alto y de peso... lo normal.

-Valla calor hace ¿no?

Me incorporé un poco y mis tetas rebasaron la barandilla y quedaron totalmente colgadas mirando hacia la calle.

-No se está mal si vas como yo.

Pasaron un par de segundos en los cuales su mirada no se apartaba de mis tetas.

-¿Ocurre algo? ¿Te molesta que tenga las tetas al aire? porque parece que hoy en día a la gente le molesta ver a una chica gordita desnuda.

Todavía estaba frustrada por lo de los macarrillas de la playa.

-Al contrario, me es muy difícil apartar la visto de algo tan bonito.

-Cuidado o tú novia se va a enfadar.

-No tengo novia, he venido con unos amigos, pero esta noche no me apetecía salir, llevamos varios días desfasando, ¿y tú?

-¿Yo qué?

-¿A tu novio le parece bien que hables con un desconocido desnuda?

-No tengo novio, y la amiga con la que he venido me ha dejado tirada por tres payasos de gimnasio.

-Pues sinceramente... es una lástima que ya no se vean chicas así con un par de tetas bien puestas.

-Pues si te gustan mis dos tetitas... mi conejito ya te volvería loco.

Dejé caer una risita picarona, puede que hiciera tiempo que no follaba como una salvaje pero no se me había olvidado cómo hacer que a un chico se le ponga dura hasta reventar.

-Uffff me encantaría verlo, sobre todo si lo tienes peladito como una niña juguetona.

-No, ahí te equivocas, tengo el pelito justo para que se pueda frotar una polla contra él y no pinche.

-¿Me dejas ir a tu habitación y verlo?

-Mmmmm, no se no sé, depende, ¿y que gano yo?

-Puedes verme a mí desnudo también, y quien sabe... si te gusta lo que ves... podría mojar esas tetazas con mi leche.

-Mmmmmm no puedo resistirme a eso, pasa que te abro.

-Vale, dame unos minutos que voy a asearme antes.

-Que bien, una pollita limpita para mí, y yo que creía que dormiría sola.

-Uffff tardo dos minutos.

El chico se metió para adentro y yo hice lo mismo, me disponía a esperarlo en la cama cuando de golpe entro Vero en la habitación llorando amargamente. Al principio me asusté, pero pronto empezó a contarme que los tres macarras con los que se había ido se habían estado riendo de ella toda la noche, que si era muy escuchimizada, que si no valía ni el gasto de un condón... etc etc.

Que cabrones. Vero se sentó conmigo en la cama y nos abrazamos mientras me confesaba todo, ni siquiera le extraño verme desnuda, supongo que pensaría que como yo iba a estar sola toda la noche me habría puesto cómoda. Joder, el tiempo pasaba y el chico de la habitación de al lado iba a venir en cualquier momento, ¿pero como iba a dejar así a mi amiga? A ver, la Iris de antes lo hubiera hecho, pero quería aprovechar este "renacer" para saber compaginar una vida normal con el sexo desenfrenado.

Mi amiga estaba herida en su orgullo y yo tenía que consolarla, pero el chico vendría de un momento a otro.

-Vero ¿quieres que valla a la maquina del hall de recepción y te traiga algo?

-S...S.....Si porfavor, U....u.....una coca cola.

-Vale cielo, espera aquí, enseguida vuelvo.

Ya tenía la excusa perfecta para salir de la habitación, ahora solo faltaba el pensar que haría con las dos situaciones. Me vestí tan rápido como pude, antes de que el chico tocara la puerta y me fui de la habitación dejando a mi amiga destrozada. Nada cerrar la puerta me encontré al muchacho.

-Hola otra vez, ¿qué ocurre? ¿No entramos?

Sin decirle nada lo cogí del brazo y lo aparte de la puerta.

-Haber... tengo una movida importante y no sé cómo solucionarla.

Le conté lo que había pasado y él escuchaba con atención mientras yo trataba de que no sonara a una excusa tonta para no follármelo.

-Bufffff tía, que movidón, lo que tu amiga necesitaría ahora mismo es que alguien le echara un buen polvo y le quitara los malos rollos de la cabeza.

¡Ya está!, por mucho que me doliera ya sabía lo que había que hacer.

-Escucha, ¿qué te parece si en vez de volver yo a la habitación entras tu? le dices que la has visto esta mañana en la playa y en el hotel y que no te la puedes quitar de la cabeza, y que te has encontrado conmigo en el pasillo y te he dicho la habitación que tenemos y que os voy a dejar solos unas horas para que intiméis.

-Mmmmmmm a ver, no es por ser aguafiestas pero yo quería follarte a ti

El dio un paso hacia mí y se colocó a escasos centímetros de mi boca, se hizo el silencio, mi corazón se aceleró y mi entrepierna empezó a palpitar como nunca lo había hecho. Me agarró las manos y me susurró que era la chica más bella que había visto, que moría por pasar una noche loca conmigo, y que haría lo que fuera por un beso mío.

Cerré los ojos y lo besé, se que suena a tópico pero jamás había sentido tanto con beso, puede que fuera las ganas que tenía de que fuera mío y el pensar que se lo estaba entregando a mi amiga.

-Has dicho que harías lo que fuera ¿no?

-Oye, eso es trampa.

Lo miré fijamente a los ojos y le dije que tampoco era lo que deseaba yo, pero mi amiga lo necesitaba, si él se negaba... lo entendería pero no se me ocurría nada mejor que hacer con la situación, y quiero mucho a mi amiga para verla destrozada por tres gilipollas.

-De acuerdo, pero quiero que sepas que lo hago unicamente por ti, y por lo que me has echo sentir esta noche, sonara a broma, pero esta noche he sentido algo muy fuerte, sobre todo con ese beso.

-Lo sé, he sentido lo mismo. ¿Cuándo te vas del Hotel?

-Mañana.

Un silencio inundó todo el pasillo.

-Será mejor que entre, ¿sabes? tu amiga tiene mucha suerte de tenerte.

-Muchas gracias de verdad.

Le di la tarjeta de la puerta y cuando se disponía a abrirla...

-Por cierto, ¿cómo te llamas?

-Jesus, ¿y tú?

-Iris, jejejeje.                                                                  

-¿Por qué te ríes?

-Porque te llamas Jesús y te vas a sacrificar por mi jajajaja.

Jesús se rió y entro a la habitación. Yo me fui de allí. Me sorprendí a mi misma llorando al salir del hotel, estuve un par de horas dando vueltas sin saber qué hacer y a donde ir, hasta que al par de horas volví al hotel.

En cuanto entré en la habitación Vero me abrazó riendo y me conto lo que había pasado, obviamente le pedí que obviara los detalles. Me sentía triste, pero feliz por ella, muy feliz.

-Por cierto Iris, me ha dado su número de teléfono, lo raro es que me ha dicho que era para tí, para ver si algún día podríais quedar, lo veo difícil porque me ha dicho que es de Madrid pero bueno... le habrás caído bien.

No me lo podía creer, había sido yo tan tonta de no pedirle el número de teléfono y él se las había apañado para que me llegara.

-Gracias Vero, ¿estás bien?

-Me siento como nunca nena, muchas gracias.

Sé que esta anécdota no es muy pornográfica, pero tenía que contárosla y espero que os guste.

Besos.