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Confesiones 21

en MicroRelatos

Confesiones 21.

Hoy he querido hacer el jueguecito de la nata en el culete otra vez.

Me he desnudado y me la he metido por mi ojete tragoncete.

Justo cuando iba a ir a mi habitación ha llegado mi madre de comprar cargada de bolsas y me ha pillado desnuda.

Se ha quedado un poco en shock pero le he dicho que me iba a duchar y se lo ha creído.

Tenía el culete lleno de nata por dentro y no se le ocurre a mi madre nada mejor que decirme que baje a por el resto de la compra que la tiene el portero.

Genial mamá, no tenía nada mejor que hacer, me he vestido rápido y he bajado, según llegaba mi tripita me iba pidiendo saltar todo eso.

En el portal estaba el portero esperándome, yo quería coger rápido las bolsas pero él se ha puesto a hablarme.

Empezaba a notar retortijones en la tripa y no sé cuanto más podría aguantarlo, ya sabéis que no tengo un ojete estrecho precisamente.

He terminado rápido la conversación y me he agachado para coger las bolsas.

Según me agachaba he notado como se me salía la nata del culo, me he quedado durante un segundo petrificada.

La salida no ha sido sonora así que espero que el portero no se haya dado cuenta.

Me he puesto roja, he cogido las bolsas y he subido para arriba.

En el ascensor estaba intentando contraer el ojete pero no podría mucho más, me temblaban las nalgas y hasta las piernas, ¿por qué me pasan estas cosas a mí?

He llegado a casa, he dejado las bolsas en la entrada y he ido al baño lo más rápido posible.

Por el pasillo me he quitado los pantalones para ahorrar tiempo.

Tendríais que haberme visto, era muy cómico.

Por fin he llegado al baño, he cerrado la puerta y justo cuando iba a la taza del váter me ha dado un retortijo grandísimo.

 Mi ojete se ha abierto de golpe y ha empezado a salir toda la nata de golpe, instintivamente me he puesto de cuclillas.

Ya que no había llegado a tiempo y lo estaba echando en el suelo decidí que... ¿que importaba un poco más? asique apreté y lo eche todo.

Toda la nata salía a presión, he de confesar que después de haberme aguantado tanto, hacer eso me dio un placer indescriptible.

Fue como un orgasmo por el culo, fue mi eyaculación de nata por el ojete.

Gemí debo admitir que gemí, apreté para que no quedara nada dentro y eso me produjo lo que a partir de ahora voy a llamar mi orgasmo anal.

Termine de echarlo todo, que desastre, tenía que limpiarlo, pero antes cogí un puñado de nata y me unte todo el coño.

Con la nata en el coño me toque el clítoris y me corrí, uffffff diréis que soy una cerda pero me encantan estas cosas.

La próxima vez quiero meterme la nata y que un chico me bombee el ojete.

Hasta la próxima perversión.

Besos.