Miraba el techo cuando sentí una caricia en mí mejilla y rápidamente la miré, ella me sonreía ampliamente y yo le sonreí de la misma manera.

-Como llegamos a esto -dije nerviosa.

-Pasó lo que las dos queríamos de hace mucho tiempo -dijo besando mí mejilla

-Eso es obvio -dije riendo -pero no entiendo porque hasta ahora Natalia? -dije confundida -Llevo toda mí maldita vida enamorada de ti -confesé -que pasará?

-No sé -dijo aferrándose a mí, sentía su piel desnuda completamente pegada a mí cuerpo -no quiero pensar en eso ahora.

-No voy a volver a sufrir Natalia -dije triste -Sabes perfectamente por lo que he pasado, y no quiero que se vuelva a repetir.

El silencio invadió la habitación por mucho rato, mientras sentía esa sensación tan placentera de su piel contra la mía.

-Erika -dijo despacio -No quiero lastimarte nunca -dijo casi en un susurro -Eres tan increíble..

-No lo hagas Natalia -dije apunto de llorar -Si esto no significa nada más que sexo es mejor que te vayas y me dejes antes de hacerme ilusiones otra vez.

-Erika escúchame -dijo Natalia poniendo sus manos en mí mejilla.

-No pienso lastimarte -dijo besando mis labios -te quiero conmigo..

Se recostó en mí pecho y suspiró, no tenía ni idea del porque pero me costaba creer mucho en sus palabras, esta vez no dejaría que nadie se burlara de mí.

-Natalia -dije -siempre te he querido y que me digas esto es muy raro sabes?

-Lo se Érika lo sé -dijo riendo -esque, Dios!!! Como no enamorarse de ti si eres lo que cuálquier persona quisiera?- dijo -la verdad me enoja tanto el porque las personas no lo pueden ver.

Suspiré, la gente nunca veía lo que yo era capaz de hacer por ellos y solo me usaban a su conveniencia. Yo solo había amado a una persona en la vida y esa persona estaba ahora mismo en mis brazos desnuda, me hacía ver que no todo era tan malo y que a pesar de no tener certeza de lo que fuera a pasar quería darme una última oportunidad.

Sabía perfectamente que esto podía salir mal y que podía salir muy lastimada de esto pero no iba a dejar pasar esta oportunidad que me estaba dando el destino, aunque debía admitir que Elizabeth se había metido en mi cabeza muy rápido pero sabía que con Natalia podría hacer todo diferente y de mejor manera.

-En que piensas? -preguntó Natalia

-Pues en todo esto -reí -ha sido demasiado extraño este día

-Lo dices por esto que esta pasando -preguntó viéndome fijamente

-Natalia -dije suspirando -esto me ha tomado por sorpresa créeme, yo momentos atrás estuve con Elizabeth apoyándola porque me hizo sentir un gran interés por ella y no te lo puedo negar, me gusta pero yo siempre te he querido a ti..

-Y cual es el problema entonces? -preguntó confundida -podemos dejar eso en el pasado e iniciar algo nosotras..

-Eso quieres? -pregunté viéndola fijamente - estás completamente segura que esto no solo es un capricho tuyo?

-Porque no puedes confiar en mi -dijo levantándose de la cama dejándome contemplar su desnudez total. -te quiero y no soporto verte con alguien más.. yo te quiero para mi y nada más para mi.

Caminó hasta donde yo me encontraba en la cama y se puso sobre mi y comenzó a tocarme lentamente, por obvias razones mi cuerpo comenzó a reaccionar y sentirla hacía que me calentara de sobremanera. Sus manos paseaban por todo mi cuerpo y me besaba de una manera increíble que se me hacía irresistible.

Mis manos comenzaban a cobrar vida y paseaban sin ningún pudor por su cuerpo haciendo que la situación se pusiera mucho mas intensa, de un momento a otro mi celular comenzó a sonar y al ver la pantalla vi que se trataba de Fabiola y mis alarmas se encendieron ya que era muy de madrugada y no era común.

Natalia se levantó y se hizo a un lado con mala cara y se cruzó de brazos esperando a que yo contestara, pensé unos segundos antes de contestar hasta que lo hice pero no del todo convencida.

llamada:

-Dime Fabiola, todo bien? -pregunté preocupada.

-Lamento llamar tan temprano -su voz se esuchaba algo cansada - solo que no podía dormir después de lo que pasó esta noche con mi madre, se que te dije que lo intentaras y creo que me equivoque porque no pensé muy bien en las consecuencias del dia de ayer.

-No tienes nada de que preocuparte Fabiola, todo esta bien creeme que entiendo todo a la perfección y a veces nos equivocamos, esto solo quedará como una lección y todo seguirá tan bien como hasta ahora -dije viendo fijamente a Natalia quien se veía sumamente molesta.

-De todas formas te agradezco enormemente el apoyo que le haz brindado a mi madre

-No tienes nada que agradecer lo hice de corazón y creeme que si está en mis manos lo seguiré haciendo.

solo vi como Natalia recogía su ropa del piso y salía de la habitación dando un portazo.

-Te tengo que cortar Fabiola, estaremos en contacto

-Claro, y lo siento por llamar a esta hora. hablamos después cuídate.

Colgamos la llamada y fui en busca de Natalia quien se encontraba en la cocina sirviéndose un vaso de jugo de naranja, me recargué en la barra y la observaba atentamente y su cara de malestar me causaba risa

-Que te da tanta risa -dijo viendo mi cara de tonta.

-Te ves linda asi enojada sabias? -dije sonriendo.

-Eso no solucionara nada Erika -dijo caminando hasta la sala.

-Vamos Natalia que pasa contigo, estábamos muy bien

-Todavía preguntas que me pasa? -pregunto viéndome fijamente -yo no tolerare que sigas tratando de la misma manera a Elizabeth, para eso tiene a su hija y tu ya no tienes que estar al pendiente de ella..

-Lo sé, todo será diferente apartir de hoy..

Besé su frente y me senté a su lado en el sofá abrazándola a mi y suspiré. no entendía porqué me afectaba tanto que las cosas con Elizabeth iban a ser diferentes. Unas horas después nos arreglamos para asi ir al restaurante a resolver pendientes del lugar que abriríamos en estados unidos.

Natalia se fue por su lado y yo por el mio, ya que ella tenía otras cosas pendientes fuera de nuestro negocio. antes de salir a nuestros destinos se despidió con un beso en los labios y subió a su coche con una gran sonrisa.

Manejé sumamente pensativa hasta el restaurante y al llegar se encontraban todos en la oficina charlando y tomando un café, solo saludé y me senté en mi silla y abrí mi laptop y me puse a revisar correos solo para evitar la mirada de Elizabeth que me miraba fijamente, aún no tenía idea porque tenía tanto poder sobre mi.

Pasé algunas horas metida en mi computadora y cuando me di cuenta solo se encontraba en el lugar Laura y Elizabeth quienes también estaban en sus computadoras muy entretenidas, en ese momento se abrió la puerta y entró Natalia y me sonrió al verme, le correspondi y me acerqué a ella para besar sus labios pero se giró para que el beso terminara en la mejilla, sentí mucho coraje con esa acción y mas porque las chicas se habían percatado de aquella situación.

Tomé mi abrigo y salí del restaurante muy molesta y avergonzada, no quería hablar con nadie, prendí un cigarro para calmarme pero no lo conseguía, me había dejado como una estúpida delante de ellas y era algo que no se me iba a olvidar tan fácil.

Sentí que alguien me veía desde la puerta del lugar y al ver a Natalia parada viéndome con cara de arrepentimiento mi coraje aumento más. caminé hasta un lugar alejado, no quería que nadie me viera en ese estado.

Sentí que siguió mis pasos, yo no quería hablar con ella, con esa simple acción me había dejado en claro muchas cosas y me dolía que otra vez estaba saliendo todo mal, igual y en ese momento hubiera sido mejor dejar todo y entender de una vez que no estaba hecha para esto y dedicarme a lo que realmente me importaba que era mi trabajo., sentí como las ganas de llorar me invadían pero quieria hacerme la fuerte y tratar de aguantar como muchas otras veces había aguantado.

Sentí que me jaló del brazo pero yo me solté de su agarre, estaba sumamente molesta y no iba a permitir que me mintiera en la cara

-Que quieres Natalia? -Dije enojada

-Perdóname, no supe como reaccionar esto es nuevo para mi, y es difícil por favor quiero que me entiendas.

-Natalia por favor te pido que no seas igual que el resto -dije con lagrimas en los ojos - no me lastimes por favor.

Natalia se aferró a mi en un abrazo, sabía que comprendia lo que le decía ya que el dolor se reflejaba en sus ojos al verme de esa manera, habíamos sido amigas por toda la vida y ella mas que nadie conocía perfectamente mi historia.

No dijo nada y solo me quedé abrazada de ella con la esperanza de que esto por una vez en la vida saliera bien.

fer.