Caminé hacia la sala donde Daniela estaba demasiado seria en el sillón.

–Que pasa Dany –Pregunté dándole un beso en los labios y sentándome a su lado.

–Estoy demasiado molesta contigo –Se puso de pie

–Que?! Porque que hice? —Pregunté

–La maestra Katherine me habló esta mañana y me dio la queja que Fabiolita le dijo algunas cosas –Me miró demasiado molesta y me estaba dando miedo...

–No entiendo –dije mintiendo, sabía a lo que se refería.

–Claro que entiendes Contreras! –Levantó la voz.

–Amor tranquila!! –dije con miedo

Justo en ese momento entró una niña de 6 años idéntica a mi por la puerta de aquella sala completamente asustada.

–Porque gritas tan feo –dijo corriendo a mis brazos.

–Mami me dijo que la maestra Kath le habló en la mañana –dije viéndola –Dijo que tu le dijiste algo pero no entiendo que tan grave pudiste decir.

–Nada mami solo lo que tu me dijiste –dijo inocente –Que era muy linda y que si yo fuera mas grande ya la hubiera invitado a salir.

–Ohh... –Recordé cuando mi hija me contó sobre sus sentimientos hacia su maestra. –Vayaa..

–Eres increíble Fabiola –suspiró –Como puedes hacer que tu hija le diga a eso a su maestra?!

–Lo siento amor no se lo dije para que se lo dijera.. solo fue una broma –dije tratando de no reír.

Fabiolita se bajó de mis brazos y me enfrentó.

–Eso no es cierto –dijo poniendo la misma cara que su madre cuando se enojaba –Tu me dijiste que le dijera.

–Chismosa! –Dije entre dientes –traicionera..

–Basta –Dijo Daniela –  a la próxima que tú mamá te diga que hagas algo, primero ven y me dices a mi estamos? – le preguntó a la pequeña.

–Si mami – Le dio un beso en la mejilla y se fue corriendo hasta su recámara.

–Lo siento.. – dije con cara de perrito regañado.

–Mañana tendrás que ir a hablar con la maestra –Dijo mas tranquila.

Sabía lo que me molestaba tener que ir a la escuela y hablar con las irritantes maestras pero esta vez iba a aceptar mi castigo sin decir nada.

Fui al refrigerador y tomé una cerveza y sonó mi teléfono.

Llamada:

–Diga –contesté

–Faby que gustó escucharte –Dijeron en el teléfono

–Hey! Estela como estas?! –dije animada.

–Muy bien!! Ya estoy de regreso en México, llegué ayer –Dijo feliz.

–Me alegro hay que vernos para celebrar!

–Justo quería invitarte a desayunar mañana..

–Sería genial –dije suspirando –Pero me castigaron y mañana tengo que ir a la escuela de los niños.

Al otro lado de la linea se escuchó la risa de Estela.

–Quien diría que Fabiola Contreras terminaría gobernada –se burló.

–Estelaa!! Ven inmediatamente para acá –Escuché como la llamaban a través del teléfono y reí ahora yo.

–Segura que yo soy la gobernada?? –Reí.

–Idiota, hablamos luego..

Colgó la llamada y fui directamente al patio a tomar el sol en una de las sillas.

A la mañana siguiente desperté mas temprano de lo normal y me arreglé para ir al colegio para hablar con la maestra de Fabiolita.

–Iré contigo –Dijo Daniela entrando al cuarto –Carlitos y yo te esperaremos en el coche.

–Claro amor..

Nos terminamos de arreglar y yo le Fui al cuarto de los niños quienes se encontraban viendo televisión, cargué al pequeño Carlitos y lo llevé al coche para ponerlo en su silla mientras Fabiola se subía en el otro asiento y me miraba triste.

–Mami estás enojada conmigo?? –Preguntó tímida.

–No mi amor claro que no –sonreí –Creo que yo soy culpable de esto así que yo lo solucionaré.

–Yo solo dije la verdad mami –Suspiró –quiero mucho a la maestra Kath y ella se enojó conmigo..

–No te preocupes hija yo ire a hablar con ella, tú quédate tranquila.

Nos subimos al coche y Daniela iba mas callada de lo normal, yo sabía perfectamente que era lo que le pasaba pero no le diría nada para no empeorar las cosas.

Una vez llegamos bajamos Fabiolita y yo y caminamos hacia los salones, aún faltaban 20 minutos para las clases así que tenía tiempo para hablar con la maestra.

–Ve con tus amigas en lo que yo hablo con tu maestra..

Se fue corriendo hacia sus amigas y yo me acerqué a la puerta y di tres golpes antes de abrirla .

–Buenos dias –Dijo sin verme –usted debe ser la madre de Fabiola –volteó a verme y se quedó callada unos segundos..

–Así es maestra soy yo –Sonreí.

–Mucho gusto –Se puso rápidamente de pie se acercó a mi para saludarme –Su hija me ha hablado bastante de usted..

–Creo que si y es lo que vengo a hablar –dije apenada –Mi hija me contó que la quiere mucho y yo cometí el error de decirle algunas cosas en broma.. ella pensó que era verdad y se las dijo a usted.

–Háblame de tu –Sonrió de medio lado –y no hay ningún problema.. no sabía que la pequeña Fabiola tuviera una mamá tan guapa...

–Tiene dos –dijeron a mis espaldas y yo cerré los ojos, sabía la que se iba a armar en ese momento –Así es como soluciona las cosas no maestra??

–Señora Daniela buenos días! –Dijo nerviosa.

–Vámonos Fabiola –dijo y yo solo caminé y me puse a su lado. –Ponga sus ojos en otra porque ella es mi mujer –le guiñó el ojo y salió marchando de ahí  y yo salí detrás de ella como un cachorro.

–Faltó poco para que se te tirara encima Fabiola –Dijo sin dejar de caminar, se notaba la molestia en su voz –Sube al coche yo manejo.

Obedecí y a pesar que yo no tenía culpa de nada me sentía demasiado culpable..

–Perdón –Dije triste.

–No tengo que perdonarte nada amor –tomó mi mano y sonrió al ver mi cara triste. –aveces olvido a la hermosa y maravillosa mujer que tengo al lado y la tengo que cuidar de algunas perras..

–Nunca le di entrada para que se comportara así conmigo lo prometo..

–Lo se amor y te creo –Besó mi mano.

Fuimos a casa y dejé a Dany y al pequeño Carlitos y me fui directamente al despacho a atender algunos casos importantes.

Habían ya pasado 6 años los cuales todo es increíble, mi vida está completamente estable y fuera del negocio, tuve a dos pequeñitos, primero a Fabiola a quien yo decidí tener y después de cuatro años  Dany me dio otro regalo y ese era Carlitos.

Tenía todo en la vida no podía pedir mas, la felicidad que tanto había buscado al fin la tenía.

–Faby estás ahi? –Preguntaron tocando a mi puerta

–Dime Pedro.. –contesté viendo unos papeles –Pasa algo??

–No prima sólo quería saludar –Dijo sentándose frente a mi –me contó Dany lo qué pasó con la maestra –Se rió.

Dejé lo que estaba haciendo y suspiré.

–Ni lo menciones –Reí –Me metí en un lío muy grande..

–Si, cuando me lo contó noté lo molesta que estaba..

–No fue para tanto y algo me hace pensar que es otra cosa la que pasa por la cabeza de Dany que la tiene así de enojada..

–Lo mismo pensé..

–En fin.. ya investigaré –guarde los documentos. –que tal va el embarazo de Elisa? –Pregunté emocionada..

–Muy bien–Sus ojos brillaban con una intensidad difícil de ignorar –es lo mejor que me ha pasado –dijo suspirando.

–Espera a tener a tu pequeño en tus brazos, te darás cuenta que no hay comparación.. –Suspiré y rápidamente se vinieron a mi mente mis dos pequeñitos.

Mientras seguimos platicando tocaron la puerta y nos sorprendimos ya que por lo regular a esa hora no esperábamos a nadie.

Pedro se levantó y abrió la puerta y Estela entró con una gran sonrisa.

–Hola amiguitos!!

Abrazó a Pedro y vino corriendo a mi dándome un gran abrazo.

–Te extrañe –dijo después de que se soltó de nuestro abrazo.

–Ese viaje fue muy cansado no? –Pregunté

–Si algo así –Dijo fastidiada –este trabajo me tiene un poco cansada..

–Te entiendo –dije sentándome nuevamente en mi lugar al igual que pedro.

–Y que planes hay –Preguntó animada.

–Hasta ahora no hay planes –dijo Pedro  –Tienes algo en mente?

–Claro! Ya pasó mucho desde la ultima vez que nos reunimos todos –comentó Estela –Deberíamos hacer una reunión familiar y festejar mi regreso..

Mientras Pedro y Estela planeaban la reunión, pensaba en todo lo que mi vida había cambiado y para bien, Estela era una muy buena amiga junto con Ruby nos volvimos inseparables hasta que tuvieron que viajar a Estados Unidos a un caso.

Todo iba bien hasta que regresó a mi mente la molestia de Daniela y tenía que hablarlo con ella para poder solucionarlo cuanto antes mejor.

–Chicos si me disculpan iré a solucionar unas cosas –dije guardando todo y tomando mi maletín y mi abrigo –Pónganse de acuerdo para la reunión y me avisan –salí de ahí dejándolos con la palabra en la boca.

–Daniela –grité y ella salió de la cocina y me miró extrañada por mi hora de llegada

–Que pasa?

–Vamos al cuarto necesitamos hablar.

Caminé hasta la habitación y me senté sobre la cama esperando a que Daniela llegara minutos después.

–Que pasa Faby –Dijo cerrando la puerta –Es raro que vengas a casa a esta hora y luego que quieras hablar conmigo con esa seriedad –Se cruzó de brazos.

–Tengo en la cabeza el problema que tuvimos con la maestra..

–Ah es eso –suspiró molesta y ahí comprobé que no era mi imaginación y había algo mas.

–Si eso.. que pasa? –dije caminando hasta ella y tomé sus manos e inmediatamente se soltó.

–No se! –dijo molesta –Quiero que mi hija sea normal –me miró con los ojos llenos de dolor y sentí un nudo en la garganta al escuchar eso.

–Mi hija es normal Daniela.. –Dije enojándome

–Lo es! Pero esta yendo por nuestro mismo camino –dijo viéndome fijamente –cuando crezca no sabemos que vaya a pasar, sufrirá mucho Fabiola y no quiero que pase lo mismo qué pasó conmigo.

–No pasará nada amor –Dije tomando su mano –lo que tu pasaste fue diferente porque tu familia no aceptaba tus preferencias.. y nosotras sabemos respetar amor..

–La gente puede ser muy cruel Fabiola...

–Lo es amor.. pero no nos adelantemos a algo que aún no sabemos si pasará –Dije viéndola –Es una bebe y no se el día de mañana le puede gustar su amiguito, yo que se! Déjala que ella descubra lo que quiere y cuando lo sepamos nosotros la apoyaremos y la defenderemos de cualquier idiota que la quiera lastimar mi amor.

Me abrazó y lloró en mis brazos.

–No se que haría sin ti –dijo y yo la abracé aun mas fuerte.

–Yo tampoco se que haría sin ti amor –dije besando su frente –Son mi vida, y créeme que haría lo que sea por cuidarlos..

–Te amo

Después de un rato de estar abrazadas decidí que fuéramos con los niños a jugar un rato.

Pasamos la tarde corriendo por toda la casa persiguiendo a los pequeños.

Mientras descansábamos en el sofá sonó mi teléfono y contesté rápidamente al ver que era Estela.

Llamada:

–Dime amiga –contesté.

–Está todo hecho mi querida amiga –dijo feliz –Mañana viernes a las 7 en mi casa.

–Perfecto! Nos vemos ahí entonces –dije animadamente tenía ganas de ver a todos.

–Si! No te olvides de traer a mis enanos, ya los quiero ver.

–Claro! Nos vemos!

Colgamos y Daniela me miraba extrañada, había olvidado completamente de decirle del regreso de Estela y lo que estaba planeando..

–Era Estela.. está de regreso en la ciudad  y organizó una gran reunión en su casa para festejar su regreso..

–Que bien! Cuando será? –preguntó

–Mañana a las 7 y quiere ver a los niños –dije cargando a Carlitos quien estaba tirado en el piso dormido.

–Será genial –comentó con una sonría.

–Si no tuviéramos que irnos ya, te haría muchas cosas aquí mismo –Dije mordiendo el cuellos de Daniela quien soltó un pequeño gemido al sentir mi boca.

–Los niños pueden vernos Faby –dijo con los ojos cerrados.

–Admite que no quieres que pare –Dije dándole otra ligera mordida. –Puedo cerrar la puerta..

Se separó de mi y caminó hasta la salida y me vió con burla.

–Se hace tarde amor vamos!

Salió y me dejo como tonta viendo como me dejaba con las ganas.

Manejé hasta la enorme casa de Estela y mis hijos iban muy felices ya que verían a su tía Estela y su tía Ruby.

Llegamos y me asombré al ver demasiados carros en el lugar pero traté de no tomarle importancia. Me estacioné y nos bajamos del coche, tomé en brazos a Carlitos y Daniela tomó de la mano a Fabiola quien iba muy sonriente.

Tocamos el timbre y una sonriente Ruby nos abrió la puerta, nos saludó con un gran abrazó y nos invitó a pasar ya que casi todos habían llegado.

Entré y vi a gente que no esperaba ver, a lo lejos pude ver a mi hermano y Yaz platicando con mi madre y su esposa, traté de acercarme pero alguien me detuvo por la espalda.

–No piensas saludarme? –Dijeron e inmediatamente sonreí

–Alondra!!! –rápidamente la abracé ya que tenía mucho tiempo de no verla.

–Me da mucho gusto verte después de tanto!!

–A mi igual me da mucho gusto que vinieras –dije sonriendo –hace mucho tiempo que no nos veíamos!!

–Si! Han pasado muchas cosas y tenemos que platicar –Dijo viendo a Daniela y a mis pequeños hijos.

–Claro que si Al, hay mucho de que platicar..

–Nos vemos en un rato! Ve a saludar a tu familia!

–Si Al gracias te veo en un rato!

Fui a saludar a mi familia y me quede charlando animadamente con todos.

Unos minutos después me sentí un poco acalorada y subí al segundo piso y desde ahí podía ver a toda la gente que se encontraba en el lugar, no se como había pasado, todos mis amigos y familia se encontraban en el lugar y un extraño sentimiento me invadió.

Ver como todo había cambiado, como había aprendido a perdonar y ver las cosas de diferente manera, entendía perfectamente que todo lo que había vivido había servido para llegar justamente a donde estaba ahora parada, con una hermosa familia y sin ninguna preocupación.

Me llenaba de alegría ver como viejos amores se convirtieron en grandes amigos, en los que podía confiar mi vida sin dudarlo, había ganado maravillosos amigos al largo de mi camino.

Nunca me había imaginado que esa navidad cuando leí la carta que mi madre me dejó me iba a traer hasta aquí y lo agradecía infinitamente.

Mientras pensaba, algo en la entrada de la casa llamó mi atención y se trataba de Melissa quien cargaba a mi pequeño que lloraba desconsoladamente y ella se veía asustada al no saber de quien era.

Bajé lentamente las escaleras algo nerviosa, no había vuelto a saber de ella desde hace años, solo que se había ido del país pero nunca supe de su regreso.

Me acerqué y ella estaba tan concentrada en hacer que Carlitos dejara de llorar que ni siquiera me vio llegar.

–Creo que se perdió –Dije asustándola

–Fabiola..

–Melissa.. –Sonreí..

Carlitos al verme rápidamente pidió que lo cargara y ella me lo entregó.

–Es muy travieso y aveces se escabulle para buscar con quien jugar..

–Es tu hijo? – Preguntó sorprendida

–Si.. es Carlitos mi bebe –Sonreí embobada viendo a mi pequeño.

–Mamá!!! –Llegó a mi lado Fabiolita algo asustada pero al ver a Carlitos en mis brazos suspiró –Estaba jugando con el y luego ya no estaba y me puse como loca a buscarlo porque mami me iba a regañar..

–No pasa nada pequeña ya está conmigo.

–Y quien es ella? –Preguntó mi hija viendo a Melissa que veía impresionada a mi pequeña clon.

–Ohh... ella es.. Melissa –Dije nerviosa –Una vieja amiga..

–Mucho gusto –Dijo mi hija extendiendo su pequeña mano –Fabiola Contreras

Melissa se rió y tomó la pequeña mano de mi hija.

–Melissa Alvarez, el gusto es mío.. –dijo con una amplia sonrisa.

–Eres muy bonita –Dijo mi pequeña –algún día te gustaría salir conmigo??

Un ataque de tos me invadió al escuchar el comentario de mi hija y la risa de Melissa no se hizo esperar.

–Igual que la madre –se rió –Claro pequeña algún día.

Traté de irme de ahí y evitar que mi hija dijera algún otro comentario.

–Fue un gusto saludarte Mely –dije con una sonrisa –nos vemos..

–Claro Faby cuídate..

Caminé hasta donde estaba mi esposa quien me miraba desde lejos y al verme llegar sonrió.

–Todo en orden?? –Preguntó viéndome.

–Claro amor..

–Segura? –insistió y yo solamente pude reír..

–Puede ser que nuestra hija haya invitado a salir a Melissa...

La risa de Daniela no se hizo esperar y fue tan fuerte que todos nos voltearon a ver..

–Vaya! Tiene tus mismos gustos –dijo tratando de dejar de reír.

–Daniela por favor –dije molesta

–Lo siento amor.. –dijo tratando de ponerse seria pero no pudo y volvió a estallar en una carcajada. –Es inevitable..

La dejé parada y salí por la pequeña puerta que estaba cerca de ahí y daba a un pequeño balcón.

–Amor perdón –Dijo Daniela detrás de mi –No quiero que te molestes.. solo fue una broma..

Me abrazó por la espalda y yo sonreí al sentir su contacto.

–Quisiera parar el tiempo Justo aquí –Dije acariciando sus brazos –Que no pasara el tiempo y conservar a mis hijos pequeños o al menos que el tiempo se pasara mas lento y así poder disfrutar mucho mas de este momento..

–Lo disfrutaremos cada día –dijo besando mi hombro –Juntas..

–Sabes.. hace un rato pensaba en todo mi pasado, en todo lo que viví, el sufrimiento y el peligro por el que pasé valió la pena –dije dándome la vuelta y quedando frente a frente.. –pensé que nunca podría ser feliz, y ahora mírame! Soy la mujer mas feliz del puto mundo.. –dije con lágrimas en los ojos –Tengo amigos, familia y sobre todo te tengo a ti.. –besé su frente. –Recuerdo perfectamente el día que me fui del país buscando paz y felicidad y agradezco tanto esa decisión porque ahora mírame aquí de regreso y con la persona que mas amo en la vida y la que me enseñó a volver a creer.

Fer.