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Tan lejos y tan cerca

en Sexo Virtual

"¿Qué ropa interior traes puesta?", fue la última frase que Roberta pudo leer en el monitor, antes de que su padre entrara a su cuarto. Además de no permitirle tener novio a sus ya avanzados 20 años, el señor Rodríguez vigilaba celosamente que su hija no viera "cosas malas" en el internet, servicio que aceptó contratar, después de seis meses de constantes suplicas. La limitada jovencita tuvo que apagar su computadora, e irse a dormir, pensando en lo que pudo haberle seguido a aquella frase, no sin antes prometerse, que continuaría con la charla el siguiente día.

Roberta se hizo esa promesa, porque sabía que tenía el permiso de su padre para comer con una de sus compañeras de facultad. Pensó en cancelar la cita, ir a algún lugar donde rentan computadoras, y seguir lo que por culpa del amargado viejo, no pudo. Su amiga Rebeca no se molestó al saber que la comida quedaba cancelada, inclusive, le propuso llevarla a un lugar donde podría platicar más cómodamente. Roberta aceptó, y al salir de la escuela ambas se dirigieron al llamado party cyber. Tomaron un taxi y llegaron al lugar en quince minutos.

Rebeca era un cliente frecuente, se podía adivinar por el trato que recibía del guapo encargado. Heriberto era el nombre del apuesto joven, quien les asignó dos cabinas en el sótano. Las cabinas eran algo parecido a una telefónica, pero un poco más grandes y no transparentes. En el interior, además del equipo de cómputo y una silla, tenían una mesita con café y galletas. Roberta y su amiga bajaron las escaleras tipo caracol. Las cabinas que les había asignado Heriberto eran las que estaban en la esquina derecha. Entraron cada una a la suya, y se pusieron a chatear.

Roberta entró al mismo chat que la noche pasada, esperando que el muchacho con el que platicó unos cuantos minutos, también lo hiciera. Pasó un tiempo y esto no sucedía. Roberta estaba desesperada, a punto de salir de la cabina y marcharse, cuando BigDick se conectó. De inmediato le mandó un mensaje y entraron a un cuarto privado.

BigDick:

Pensé que no volvería a encontrarte después del cortón de anoche.

SadlyVirgin:

Perdón, pero entró mi padre a mi cuarto y tuve que apagar la computadora.

BigDick:

Bueno, no perdamos tiempo en reclamos tontos.

SadlyVirgin:

Tienes razón, mejor aprovechémoslo, ¿dónde nos quedamos anoche?

BigDick:

Estabas a punto de decirme que ropa interior usabas.

SadlyVirgin:

Es verdad.

BigDick:

Y dime, ¿que ropa interior traes preciosa? Empecemos por el sostén.

SadlyVirgin:

Bueno, es uno de color blanco, con encaje, transparente.

BigDick:

¿Marca bien el contorno de tus tetas?

SadlyVirgin:

Sí, las hace ver más grandes de lo que son.

BigDick:

¿Y en verdad son muy grandes?

SadlyVirgin:

Sí, bastante. Redonditas y paradas, de las que les gustan tanto a los machos como tú.

BigDick:

Tócatelas por encima de la blusa.

SadlyVirgin:

¿Así?, les doy pequeños apretones, ¿te gusta?

BigDick:

Sí, me encanta. Aprieta también tus pezones.

SadlyVirgin:

Se siente rico.

BigDick:

¿Están tan tiesos como mi verga?

SadlyVirgin:

Sí, se sienten duros entre mis dedos. Se notan a través de mi blusa.

BigDick:

Quítate la blusa, también el sostén.

SadlyVirgin:

¿Te gustan?

BigDick:

Me fascinan.

SadlyVirgin:

Tócame los pezones con tu lengua.

BigDick:

Sí, saben deliciosos, quisiera comérmelos todos.

SadlyVirgin:

Pues hazlo, quiero sentir tu saliva por todo mi pecho.

BigDick:

Ah, que rico, mis manos no pueden abarcarlos. Que tetas te cargas mamacita.

SadlyVirgin:

Son todas tuyas. Sigue besándolas que me calienta.

BigDick:

¿Te prende como las acaricio?

SadlyVirgin:

Sí, mucho. Ahora, pasa tu lengua de nuevo por mis pezones. Sí, así, ah, que delicia papi.

BigDick:

Ahora dime cómo son tus bragas.

SadlyVirgin:

No traigo. Debajo de mi falda, sólo está mi raja.

BigDick:

Eres una niña mala.

SadlyVirgin:

Sí, lo soy. Anoche me masturbé con ellas, pensando que eras tú quien me penetraba.

BigDick:

¿Las empapaste?

SadlyVirgin:

Sí, me vine como una loca.

BigDick:

Y ahorita, ¿también estás mojada?

SadlyVirgin:

Claro, mi concha parece una fuente.

BidDick:

Métete un dedo y dame de tus jugos con él.

SadlyVirgin:

¿Te agrada su sabor?

BigDick:

Me encanta. Lo quiero en mi boca.

SadlyVirgin:

Pues, ¿qué esperas?

BigDick:

Oh, que rica cueva tienes, tan mojadita y caliente.

SadlyVirgin:

Y palpitante, de lo bien que me la mamas.

BigDick:

¿Te gusta como te meto mi lengua perra?

SadlyVirgin:

Me estremece. Continúa, te lo ruego. Es tu cueva, es mi lengua.

BigDick:

Muévete, devora mi cara con tus caderas.

SadlyVirgin:

¿Así?

BigDick:

Sí, dime que te gusta como te como el coño, dime que quieres más.

SadlyVirgin:

Sí, me enloquece, continúa. Quiero todos tus dedos adentro de mí.

BigDick:

¿Así zorra? ¿Te moja sentirlos dentro, moviéndose en todas direcciones?

SadlyVirgin:

Sí, toma también mi botoncito, está ardiendo, pidiendo tu atención.

BigDick:

Lo tomo con mis dientes, lo retuerzo, lo jalo.

SadlyVirgin:

Ah, dios, sí, sí, ah, que rico, me estás matando, me voy a venir.

BigDick:

Correte con mis dedos adentro, en mi cara perrita, empápame con tus jugos.

SadlyVirgin:

Eres el mejor, me vengo, ah, aaaaaaaaaaah, sí, siiiiiiiiiiiii.

BigDick:

Como te corres, parece un río, me llena la boca, eres toda una puta.

SadlyVirgin:

Sí, aaaah, soy una puta, y, siiii, quiero tu verga.

BigDick:

¿La quieres toda? ¿Te gusta la verga puta?

SadlyVirgin:

Sí, es mi vicio, bájate el pantalón, la quiero ya.

BigDick:

No te desesperes, no se va a ir.

SadlyVirgin:

Pues sacatela ya idiota.

BigDick:

Aquí la tienes, 20 centímetros de carne masculina caliente para ti solita, golosa.

SadlyVirgin:

Es enorme, y gruesa, como palpita, que preciosidad.

BigDick:

Y es toda tuya, trágatela hasta que te llegue a la garganta.

SadlyVirgin:

Sí, la quiero hasta mi garganta, pero primero voy a comerte los huevos.

BigDick:

Sí, cómeme los huevos.

SadlyVirgin:

Están tan peludos y grandes. Los meto uno a uno en mi boca y los acaricio con mi lengua.

BigDick:

Que bien lo haces zorrita, nadie me había hecho sentir así, pero ya mámamela, ya quiero sentir la calidez de tu boca.

SadlyVirgin:

¿Así, uuuuuuum, nada más en la puntita? o ¿Así, aaaaaaaah, hasta que mi nariz tope con tus pelos?

BigDick:

Oh, así, hasta el fondo. Ahora mueve tu lengua, que bien lo haces maldita come pollas, eres la mejor.

SadlyVirgin:

uuuu, mmmm.

BigDick:

Quiero follarte por el hocico, quiero jalarte de los pelos y metértela hasta adentro, hasta que te quite el aire.

SadlyVirgin:

uuuu, mmmm.

BigDick:

Ah que rico, que bien que me la mamas, siento que me va a reventar. Quiero venirme en tu boca, quiero llenarte la garganta de leche.

SadlyVirgin:

No, no te vengas todavía, aún no me has atravesado con tú enorme espada de carne.

BigDick:

¿También la quieres ahí, verdad puta?

SadlyVirgin:

Sí, mi concha se siente vacía, ruega por una verga cabezona como la tuya que le quite la virginidad.

BigDick:

Pues aquí la tienes, siéntate sobre ella, hasta que la sientas salir por tu boca.

SadlyVirgin:

Aaaaaaah, si, está entrando la punta. Aaaaaaaay, me duele, la tienes tan, aaaaaaaah, gorda, apenas y me entra.

BigDick:

No te detengas, sigue bajando, ya pasara el dolor perra.

SadlyVirgin:

Ya tengo la mitad adentro, me llenas por completo, que rica polla tienes papito.

BigDick:

Y es para ti sola, si, bájate más, hasta que tu culo choque con mis bolas.

SadlyVirgin:

Aaaaaaaaaaaaaaaaah, aaaaaaaaaaaaaaaay, siento que me parte en dos, que me llega al corazón, que enorme que estás.

BigDick:

Que apretadita estás, que ricura, me abarcas como nunca otra.

SadlyVirgin:

Ahora cabálgame como a una yegua, sin piedad, con violencia, como si quisieras matarme.

BigDick:

¿Así maldita puta? ¿Te gusta como te la ensarto, hasta el fondo?

SadlyVirgin:

Sí, dámela más, más fuerte, la quiero toda.

BigDick:

Eres una putita insaciable, pero vas a ver lo que es bueno.

SadlyVirgin:

Ah, que bien te mueves, siento que me voy a venir de nuevo, oooooooh, siiiiiiiiiii, no pares, dámela toda papi.

BigDick:

Y tú apriétame con tu conchita, como si estuvieras ordeñándome la polla, como si quisieras toda mi leche en tu chonchito.

SadlyVirgin:

Sí, quiero tu leche, lléname con ella, dámela toda.

BigDick:

Espera un poquito, ya falta poco, aaaaaaaah, que rica que estas, me fascian cogerte.

SadlyVirgin:

A mí también me enloquece, ya viene otra vez, ya vieeeeeeeeeeeeee....aaaaaaaaah, siiiiiiiiii, siiiiiiiiiii.

BigDick:

Yo también me vengo, falta poco, fal

BigDick no terminó la frase, se concentró en disfrutar de su potente eyaculación que manchó toda la pantalla y el teclado. SadlyVirgin, que en verdad no estaba tan caliente como lo escribía, escuchó unos fuertes gemidos provenientes de alguna de las otras cabinas. Le pareció mucha coincidencia, por lo que le preguntó a su cyber amante dónde se encontraba.

SadlyVirgin:

¿Dónde estás?

BigDick:

En un cyber cerca de mi casa.

SadlyVirgin:

¿En qué cabina?

BigDick:

En la número catorce, pero, ¿por qué me preguntas eso?

Roberta ya no respondió a la pregunta de BigDick. Salió de su cabina, y caminó a la número catorce. La puerta no estaba cerrada por dentro. Entró sorprendiendo al muchacho en su interior, y a la vez, quedándose boquiabierta con lo que veía. En la silla estaba sentado un joven de alrededor de 25 años, con los pantalones en los tobillos. A pesar de haberse corrido, según lo decían los restos de semen en el equipo de cómputo, su verga seguía dura y levantada. Ambos supieron de inmediato quienes eran. Roberta se sorprendió de que BigDick no estuviera mintiendo, en verdad le medía unos 20 centímetros. BigDick apuntó a su polla erecta, haciendo un gesto que traducido a palabras hubiera dicho algo como, "es toda tuya, cométela". La joven, que entendió a la perfección la señal, se lanzó a los pies de su ahora, personificado amante. BigDick cerró la puerta de la cabina, sintiéndose afortunado, ya que podrían hacer, todo lo que antes escribieron.

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