Ni una palabra.
Ya no me hablas como antes,
De tu boca,
Ya no salen ni murmullos.
Estás ahí,
Tirada en silencio,
Sin responder cada vez que te digo "te quiero".
No correspondes mis besos.
Mi lengua recorre tus labios,
Trata de abrirse adentro de ellos paso,
Pero tú,
Con la mirada pérdida y sin siquiera inmutarte,
Haces más difícil el amarte.
Mis manos se posan sobre tus senos,
Hago mío tu cuello,
Cubro tu cuerpo de caricias,
Y te regalo todo el amor que llevo dentro,
Pero tú,
Ni siquiera me das una sonrisa.
Mi virilidad reclama tu atención,
Aún con tu indiferencia,
A pesar de tu rechazo,
Desea perderse en tu inconciencia,
Pero por más que intenta despertarte,
Tú insistes en de mí apartarte.
Se ha ido tu humedad,
Ya no queda rastro de calor,
Tu entrepierna se ha secado,
Inutiliza toda mi pasión,
Hace una tortura el dentro de ti explotar,
Porque tú ni un poco mojada estás.
Sigues sin decir palabra,
Al menos una sola por favor,
La más mínima muestra de que no me odias te pido,
Un gesto,
Un guiño,
Por tu cruel desinterés lloro como un niño.
Y sigues ahí,
Fría como hielo,
Callada sin pronunciar palabra,
Tus cabellos ya no huelen a rosas,
Y tus huesos se deforman,
Tu piel comienza a desgarrarse.
Pero nada de eso a mí me importa,
La muerte podrá haberse llevado tu belleza,
Tu calor,
Tu aroma,
Pero aunque queden de ti solo gusanos,
Mi corazón es tuyo todavía,
Te sigo amando.