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Por eso la dejé (3)

en Hetero: Infidelidad

Por eso la dejé 3

Desde aquellas vacaciones su carácter cambió. Se hizo como más liberal, más abierta... Ponía alguna posturita... Alguna palabrota, chistes verdes, picantes.... incluso alguna noche morbosa recordaba lo que pasó en el camping y en el bosque y follábamos hablando de ello... En fin cosas que antes... Jamás de los jamases!... Aunque eso sí, vestía algo más moderna...

Cuando volvió del congreso con Mar y Rosa fui a esperarla a la estación. La noté algo arisca, reservada, como si no la hubiera hecho gracia que la fuera a buscar. Apenas me contó nada. Que las clases muy aburridas y que algún día se habían acercado a la playa. Ya te contaré... estoy muy cansada... anda déjame en paz...

Desde ese día empecé a sospechar. Algo había pasado, pero a los dos días se me pasó el mosqueo... Hasta el día de la borrachera.

Yo sabía que la muy guarra tenía un diario. Ya sé que no está bien... pero eran mis cuernos no?. La duda y los celos empezaron a corroerme.

Como yo tenía mucha amistad con los padres y ya "entraba en casa" un miércoles, sabiendo que no estaba, con una excusa tonta fui a su casa y me puse a fisgar entre sus armarios y ... rebusca que te rebusca hasta que encuentro un cuaderno. Bueno encontré eso y un par de blusas de gasa, completamente transparentes. Me agarré un mosqueo del diecinueve. Del veinte cuando vi sus mini minifaldas...

Pero bueno, lo que quería lo tenía entre mis manos.

Cogí el cuaderno y lo abrí al tuntún. Me sentí muy mal. Que me quería mucho, que estaba encantada conmigo que qué suerte tenía.... Me puse malo por desconfiado y estuve a punto de dejarlo hasta que llegué a una especie de titulo: "Ruiz".

Me quedé de piedra. Ruiz naturalmente no existía. Ruiz era el nombre de un niño cuando estaba en el colegio. Su primer amor. A todos sus ídolos o fantasías las llamaba Ruiz.. Ruiz no era su príncipe azul, era mejor que su príncipe azul... era su fantasía inalcanzable... su héroe...

Empecé a leer por el medio. No ponía fecha solo que era un lunes.

"Ruiz me ha regalado otra blusa para que me la ponga. Es negra. También es transparente, pero mucho más que las otras y para variar no me dejará usar sujetador. Me lo ha dejado bien claro. Me ha dicho que ya me llamará y que lo haremos como el otro día. Que vergüenza. Se me ven los pechos. Enteros. Y como precisamente no los tengo pequeños voy dando la nota. En cuanto entramos en un bar todos los tíos me miran... Menos mal que nadie me conoce. Algunos me dicen auténticas burradas. Me siento muy sucia cuando me manda vestirme así, pero no puedo resistirme, me excita y me pone muy cachonda. "

Martes. "Hoy me ha dejado una nota encima de la mesa. Ponte de negro. Ya se lo que tengo que hacer pero estoy nerviosísima... Espero que no se den cuenta en la oficina. Estoy deseando que pase la tarde. Cerrar el parte, irme a casa y ponerme la blusa... la transparente... sin sujetador. Luego esperar a que suene el timbre y bajar andando las escaleras. Con los botes que me dan y el roce de la tela sobre mis pechos desnudos sé que los pezones se me van a poner durísimos... como a él le gustan. Tengo ganas de subir en su coche y que me los toque. Luego que arranque y que me lleve a cualquier sitio. Estoy deseando que me vuelva a hacer suya."

Casi me da un infarto. Resulta que la muy hija de puta se lo estaba haciendo con un compañero de la fábrica!.

Empecé a leer desde el principio. Ansioso volví a pasar unas cuantas páginas. Bobadas, tonterías del trabajo... Aquí le tengo de nuevo....

"Hoy me ha llamado Ruiz. Me siento fatal. Es como una droga. En cuanto me pone la mano encima me vuelve loca y hace conmigo lo que quiere. Es un cerdo, sabe que me tiene y se aprovecha. Y lo que me fastidia es que luego voy yo como una boba y me entrego a tope. La culpa la tengo yo. Le dejo hacerme de todo. Dos caricias, dos besitos y ya está, carta blanca para hacer conmigo lo que le de la gana, incluso lo que jamás haría con mi novio."

Esta frase me encendió. No solo me ponía los cuernos sino que encima le daba más que a mi. Seguí pasando páginas leyendo solo el encabezamiento, buscando más pruebas que me convencieran de lo que yo sabía ya que era verdad.

Jueves. "Tengo que parar esto como sea pero no se como. Es un cerdo, pero no me puedo resistir. En cuanto me tiene entre sus manos me hace sentir maravillas. Consigue que disfrute como una loca, mucho más que con mi novio. No es que mi novio me lo haga mal... todo lo contrario, lo que pasa es que con este es la locura. Me da rabia reconocerlo, es el mejor amante del mundo. Cada vez que lo pienso me daría de bofetadas yo sola. Además está clarísimo que solo me quiere para eso. Me hace disfrutar pero también hace que me sienta muy sucia. Y el muy guarro me lo dice y encima disfruta torturándome. Me llama puta, zorra... y en vez de cabrearme yo me muero de ganas por estar con el. Se aprovecha de mi y se ríe. Cuando le veo en la oficina me da un corte tremendo pero no puedo resistirme, me encanta cómo me lo hace... Y el morbo de lo que me dice... Sabe que estoy ocupada pero le da igual, pasa por la oficina y me dice sonriendo en voz baja: Te espero en el baño zorra... Y me invento cualquier excusa y allí voy como una loca, dejo lo que tengo que hacer y voy... No me toca... solo se saca el rabo... Y yo se lo chupo como a él le gusta... de rodillas... con las manos a la espalda, sin usarlas para nada... lamiendo de vez en cuando sus cojones... relamiendo con suavidad su capullo... hasta que se vacía en mi boca. ¿Ves como eres una puta muy obediente? Y se marcha. Sé que hago mal y que tengo que dejarlo. Pero es que no puedo, me basta oír su voz para obedecerle."

Sí.... Ya no había ninguna duda.... Se la estaba follando un tipo... y por lo que contaba en el diario no solo no lo hacía nada mal, sino que la tenía completamente dominada. Mi corazón se aceleró a tope. Todo me daba vueltas era como si me mareara. Tuve que sentarme en la cama.

Sé que no tenía que haberlo hecho pero lo hice. Seguí pasando las páginas.

Jueves. De nuevo jueves... osea que se la cepilla los miércoles... pensé...

"Ayer se pasó conmigo siete pueblos. Estuvimos toda la tarde haciendo el amor y luego nos fuimos de copas. Me hizo poner la blusa azul sin sujetador y una minifalda. Me metió en bar de lo más cutre. Todos me miraban y el pasaba de todo, se reía de mi y se burlaba. Me puse nerviosa, sobre todo cuando me insultaron esos babosos. Y él tan campante, incluso se puso a tomar copas con ellos. Me comían con los ojos. Y él les picaba. ¿Está buena eh?...

Está buenísima y menudas bolas...

Y como sino fuera con él la cosa a seguir tomándose copas y los otros a seguir diciéndome burradas. Anda que no te lo debes pasar bien con estos melones... Fíjate... si con esa blusa casi se la ven enteros... si es que además la muy guarra les va luciendo... Se me quedó mirando como si quisiera comprobar lo que decían esos borrachos. Ppppssi... La gusta presumir de pechonalidad... pero al natural son espectaculares... No jodas!... Ábrela la blusa y verás...

Fue decirlo y hacerlo. Me rodearon entre todos. Tuve que enseñárselas. Me sobaron las tetas delante de él. Pues si están buenas estas domingas... Pues no es lo mejor que tiene... Uno me levantó las faldas y el muy cerdo no paraba de reírse. Buen culo si señor... De repente me empujaron contra la barra y el camarero me sujetaba los brazos. Mucho tranquila, tranquila que no pasa nada, solo queremos ver otra vez tu culito... pero yo sabía de sobra que no se iban a conformar con mirar. Me bajaron las bragas y me tocaron todo lo que les dio la gana. Incluso me metieron sus sucios dedos en mi coñito. Aunque estaba algo excitada me daban miedo.

Joder que caliente le tiene... Pues si supierais lo bien que folla... ¿Y se deja? A mi no me digas nada... Prueba a ver...

Uno se bajó la cremallera. Empecé a chillar y darles patadas hasta que logré salir corriendo. Estoy segura que me hubieran violado allí mismo y él no habría hecho nada. Ya sé que a él eso le excita y luego me penetra como una fiera, pero no me gustó nada que me ofreciera en ese bar tan asqueroso como una vulgar putita a esos bestias. Tardó un rato en venir al coche y no paraba de reírse. Me enfadé muchísimo con él y le dije de todo. Llévame a casa ahora mismo. Aunque me da que pasaba, que le daba igual. Le daba lo mismo que le insultara o que le pegara. Con decirme sube y calla la boca lo arregló todo. Por que no tenía dinero, si no me hubiera cogido un taxi o yo qué se. Es lo que tenía que haber hecho.

Durante todo el camino no le dije ni una palabra, ni le miré y de repente, pega un volantazo y se sale de la autopista. Tira por un camino de tierra y para el coche. Mira lo que tengo. Se había sacado el pene y quiso hacérmelo allí mismo. Le dije que no, que se había terminado, que me llevara a casa. Pero nada, solo me miraba tocándose. Vamos guarra mira que morcillona me la has puesto... Estaba enfada de veras con él. Se tiró encima e intentó besarme, pero yo le volvía la cara. Me agarró de los brazos y me soltó la falda. Me apretaba las tetas como un animal. Como pude abrí la puerta y eche a correr por el campo. Me daba lo mismo estar medio desnuda, solo pensaba en huir. Salió detrás de mi corriendo y gritando como un poseso: puta, puta te voy a follar!.

Cuando me agarró, se tiró encima de mi y me arrancó la blusa a tirones. El muy bestia la rompió entera. Se subió encima de mis muslos. Tuve que abrir las piernas. Y me penetró. Me lo hizo todo a la fuerza. Fui suya como jamás he sido de ningún hombre. Me poseyó como un auténtico animal, como una bestia. Fue la locura. No paraba de gritar y de chillar, pero es que le daba lo mismo, no paraba de darme y yo corriéndome sin parar. En mi vida he gozado tanto. Me sentía toda suya. Todo mi cuerpo vibraba. Cada vez que le sentía entrar en mi era increíble. Era como si no fuera mi cuerpo. No me obedecía. Mi cabeza decía que no y mi piel que siguiera haciéndome suya.

Como una idiota llora que te llora y moviendo la cadera buscando desesperadamente su pene. Y el mirándome con cara de perdonavidas, con los ojos brillantes, estrujándome los pechos con cara de sádico. Haciéndome chillar de dolor... y al instante de placer, de gusto, haciéndome decir lo que yo no quería. No podía pensar, aquello no me estaba pasando a mi. Me estaban violando y yo estaba gozando como una loca. Estaba como bloqueada. Solo sentía un placer inmenso, un descontrol total.

Y ya el no va más. Me mete las manos por debajo de las rodillas y me levanta las piernas hasta ponérmelas en los pechos. Así toda retorcida sentía como me traspasaba con cada empujón. Notaba cada centímetro de su polla entrando en mi... Era tremendo. No era yo. Parecíamos dos animales. El gritando a voces: Te voy a preñar so puta!!!. Y yo chillando con todas mis fuerzas. Si, córrete en mi coño!... Préñame si quieres!... No me importa!... Soy tu puta! No me la saques por favor!. Fóllame! Reviéntame el coño! Haz conmigo lo que quieras!. Soy tuya! Y su cuerpo tensándose... gruñendo de placer... y yo clavándole las uñas en el culo para que me la metiera más, para sentir sus cojones en mi entrada... corriéndome a lo loco mientras sentía como esos chorros calientes me llenaban por dentro. Es la primera vez que se corre sin nada en mi coñito sin que yo tome la píldora.

Cuando terminó conmigo me quedé allí tirada en el suelo. El se levantó tan campante como si no hubiera hecho nada. Se me quedó mirando y tranquilamente encendió un cigarro. Yo le miraba desde abajo. No podía ni moverme, era como si aun le sintiera dentro. Mi cuerpo aun temblaba. Me dolían los pechos y tenía toda la espalda raspada por las piedras, arañada por las hierbas... Jadeaba como si hubiera corrido un maratón.

Venga vámonos.

No puedo ni levantarme... déjame descansar un poco...

Levanta o te dejo aquí so puta.

Haz lo que quieras.

Lo que quiera? Si?

Pero qué más quieres hacerme si soy toda tuya... Si me usas como te da la gana... Pero no me contestaba. Hasta que al final cedí... como siempre. Hazme lo que quieras.

Chulo y prepotente se sacó otra vez el pene y me lo enseñó. Lentamente tiró de la piel y descubrió el capullo... No me dijo nada pero yo sabía lo que iba a hacerme.

Me puse a llorar otra vez. Es lo que quieres? Humillarme más todavía?... Ya me has violado... No te parece bastante lo que me has hecho?

Pero el no me contestaba, solo me apuntaba con su polla.

Vale abochórname más si quieres... házmelo.

Me tapé la cara con un brazo, no quería verlo, pero me lo quitó con el pie. Me meó de arriba a bajo. Entera, aunque la parte final fue toda a mi cara.

Y allí me dejó, sucia, humillada, llorando como una bobalicona. Tuve que volver al coche caminando desnuda por el bosque. Me sentía fatal, literalmente sucia por dentro y por fuera y lo que es peor, sin voluntad.

Me estaba esperando con cara de mala leche. Sabe que me revienta que se meta con mis pechos y empezó a insultarme. Vamos tetazas! Camina joder que se hace tarde!.... Qué cojones te pasa, te pesan las ubres o qué?. Más rápido joder!... Si es que con esas sandías no me extraña! Me agarró de los pezones y tiró de ellos acercándome a él. Me hizo chillar y le quité la mano. Pero que haces so puta! Empezó a gritarme y a pegarme palmadas en las tetas. Hasta que me las agarró. Me las estrujaba tan fuerte que creí que me las arrancaba. Cabreado me agarró de los pelos y me empujó con violencia contra el capó.

Noté como se bajaba la cremallera. Vas a follarme otra vez? ¿A follarte? No jodas guarra... ya quisieras tu so zorra... Te voy a abrir el culo para toda la vida. Ni me moví. Me pegó unos cuantos azotes muy fuertes y me abrió las nalgas. Colocó tranquilamente su polla. Ahora si vas a chillar... Y claro que chillé hasta quedarme afónica. Me sodomizó haciéndome un daño tremendo. Me abría las nalgas y me penetraba con fuerza... todo lo profundo que podía... Estás muy estrecha puta!... Te la voy a sacar por la boca guarra!... Y yo gritaba... Aunque la verdad, me daba igual cómo me lo hiciera. Me sentía su hembra y le pertenecía. Y otra vez la sacaba del todo y volvía a empezar... Me daba tan fuerte que me levantaba... Y encima estaba enfadado por que no se corría y me pegaba en las nalgas...

Cuando se descargó dentro de mi, me abrió los glúteos y se quedó mirando la proeza que había hecho... Va, si es que con un culo estrenado poco se puede hacer... No entendí lo que significaba. Lo único que le dije llorando es que me había hecho daño.

Te escuece el culito bonita? Preguntó burlándose de mi... pues no sufras, que ahora te lo curo... Y otra vez a mearme.... dirigiendo el chorro a mi irritado ano y riéndose... Escuece? Apenas se subió la bragueta se montó en el coche. Yo me desplomé. Las piernas ni me sostenían.

Cogió mi falda y la rompió delante de mi tirando los pedazos todo lo lejos que pudo. Me hizo ir corriendo desnuda casi hasta la autopista para que me secara. Me dolían tanto los pechos que tenía que ir sujetándomelos con las manos. Cada bote que daban veía las estrellas y el se reía...

Tuve que volver a casa desnuda, ni siquiera me dejó algo para taparme. No paraba de insultarme. Zorra, puta, cerda... y lo que más me dolía... tetazas... Tuve que ir todo el camino aguantando sus vejaciones y sus burlas. No me dejaba cubrirme los pechos... Cada vez que lo intentaba me los pellizcaba... quería que me los vieran... Intenté darle un beso de despedida pero nada, me volvió la cara. Si quieres ya sabes dónde. Ni se bajó la cremallera, tuve que hacerlo yo. Su pene apestaba y aun sabía a orín.

Venga vete ya de aquí so puta. Me dijo que ya me llamaría cuando le apeteciera follarme. Me devolvió el bolso y las llaves de casa. Esperamos que no pasara nadie y me echó del coche. Llorando como una idiota bajé corre que te corre, tapándome con las manos como podía. "

Me quedé de piedra. La verdad, lo primero que sentí fue un cabreo enorme. La hubiera matado. Si la tengo delante en ese momento me la cargo!.... Un disgusto tremendo, me sentía traicionado, incrédulo... decepcionado.... Y lo peor... con una sensación de imbécil..... pero no podía dejar de leer. Y para colmo mi polla se estaba poniendo a cien.

Tres páginas más adelante volví a leer lo de siempre. Hoy me ha llamado a la oficina... Ya no tuve fuerzas para más... solo leí entre líneas... mis ojos solo se paraban donde más dolía... el sabor de su semen... me hace suya... cómo disfruto cuando me penetra... Cerré el cuaderno casi llorando de ira y volví a colocarlo en su sitio

Me fui para casa hecho polvo. Cada vez que me acordaba de todo lo que la había dado... No sé cual era lo que más podía dentro de mi, si lo de ridículo o lo de patético ... Y encima cornudo, apaleado, engañado.... vamos que yo tenía mas cuernos que un ciervo y me cabreaba, pero en cuanto me la imaginaba allí... follando con otro... se me ponía la polla...

Y una de las cosas que más me jodía además de la terrible sensación de ridículo era la envidia... Si... envidiaba a ese hijo de puta... Ligarse a una tía que estaba tan buena... con ese cuerpo... y poder follársela así... Hacerla todo lo que le daba la gana... y además tenerla a sus pies... El tío metiéndola el rabo en la boca y yo suplicando para hacerla cualquier cosa que se saliera un poco de lo normal... Y encima ella decía que ese hijo de puta que se la cepillaba mejor que yo... que solo él la hacia sentirse mujer.

Llegué a casa hecho polvo. No se me iba de la cabeza... La veía allí, corriendo desnuda por el bosque... con sus tetazas dando botes... y el otro detrás con la polla preparada... Y cuando la alcanzaba el tío se subía encima violándola... no violándola no.... ella quería su rabo... El culo del tío subiendo y bajando a toda pastilla... follándosela como un campeón... tratándola como a una puta cualquiera... haciendo lo que ella a mi jamás me hubiera dejado hacerla... Y de postre lo mejor... metiéndola el rabo por el culo a lo bestia... como yo soñaba que la hacía en mis más perversos sueños... y la muy cerda chillando de placer... aguantando carros y carretas para que él la siguiera follando... entregándole todo su cuerpo...

Yo la daba todos sus caprichos... mimos... cariño... ¿Qué conseguía?. Nada. El otro cabrón pasaba de todo y se la cepillaba, y si no quería la metía unas hostias, la llamaba puta y qué conseguía? Follársela entera, hasta por los ojos... Yo rogándoselo... y al cabrón le bastaba ordenárselo para que la muy puta se la chupara y hasta le lamiera los huevos!...

Aquello era patético...Yo tirado en la cama... Echo una mierda... llorando de furia... de ira... sabiendo que ese miércoles estaría con el.... y haciéndome pajas mientras me imaginaba a la puta de mi novia poniendo las mismas caritas de placer que conmigo mientras el otro la daba por el culo...

undia_esundia@hotmail.com

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