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Nos separamos y cada uno por su lado

en MicroRelatos

Nos separamos y cada uno por su lado.

 

Físicamente lo que más me ponía de ella, es que tenía unas tetas considerables. Para qué negarlo.

No hace mucho, un par de semanas, coincidimos en la inauguración de un bar. Todos de fiesta. Yo no pude ir con mi chica.  

Nos presentó a “su pareja”. No sé si realmente lo era. El tío la sacaba mogollón de años. A lo mejor la doblaba la edad. Bien vestido. Mayor. Seguro que con pasta. La muy puta… pensé.

Presumía de haber ido de rebajas y haberse comprado el vestido baratísimo. Además la gustaba el escote que tenía.

-. ¿A que es muy sexy? Y mira, tiene tres botones… para ayudar a…

No terminó la frase. No era necesario. Todos lo entendimos.

Risas. Cervezas. Algún baile.

No sé cuándo o si lo hizo adrede, pero un botón se desabrochó. Luego otro. No se molestó en abrocharlos. Era muy consciente. El meneo de esos flanes nos tenía hipnotizados... ¿Se la saldrán? Más de uno estábamos pensando lo mismo. Con el tamaño de sus tetazas y el escote nos puso a todos a mil por hora.

De vez en cuando hacia como que se colocaba el tirante. Al hacerlo, estiraba un poco la tela. De lado se la verían enteras pensé. Seguro que más de un “despistado” tuvo una magnifica visión de sus tetas.

Había mucha gente. Los tíos no parábamos de mirarla. Alguna chica también. Y desde luego, más de una con envidia. Pero a ella la daba igual.

Seguía bailando. Se acercaba a la barra y seguir bebiendo. Hablaba con unos, con otros… Era la estrella de la noche. Completamente indiferente a todas las miradas. ¿Indiferente?

A veces, casi podía verse la aureola de sus pezones. Metida en el barullo y arrimada a su pareja se daba algún que otro morreo. Estoy seguro que el tío con el que estaba no paraba de tocarla y sobarla el culo.

El pesado de Luismi, como siempre sacando fotos. Pero esa noche nadie le dijo nada. Todos sabíamos a dónde apuntaba el objetivo. Todos queríamos una copia.

Más de una vez he mirado las fotos tratando de ver si el tío tenía los pantalones abultados… En nuestro grupo, más de uno si…

Coincidimos en el pasillo del W.C. Estaba algo borracha y a solas me preguntó si me gustaba el vestido.

-. ¿Me queda bien?

-. Claro, dije que sí, dije sin poder levantar la vista de sus pechos. Ella lo sabía claro.

-. ¿No me notas nada? Dijo alejándose un poco y colocándose la falda. Al estirar la tela la mitad de los pezones asomaron. Prácticamente las tenía fuera. Hinchó el pecho. Aun no entiendo como no salieron disparadas.

Estuve tentado de decir algo de lo zorra que se había vuelto pero no me dio opción a contestar nada. Se pegó a mí. Un morreo robado. Directa a tocar mi paquete.

-. ¿De verdad que no me notas nada? Qué bobo eres… No llevo bragas… me hacen marcas….

Agarró mi mano y la llevó a sus nalgas para que lo comprobara. Me hizo tocar toda su nalga. No soltó mi paquete hasta comprobar que estaba empezando a ponerse dura…

Bruscamente se separó de mí y me miró sonriendo.

Cuando volví a la barra estaba abraza a su pareja. La tenia rodeada por la cintura. Sé donde se perdía la mano. Me sonrió con picardía mientras soltaba el último botón del escote.

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