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Una tarde en casa de mis primitas

en Amor filial

Una tarde con mis primitas

Algunas veces mis primas Conchín i Victoria venían con mis tíos a pasar el fin de semana con nosotros al chalet, a nadar en la piscina y a comer con mis padres y conmigo, las dos tenían la edad del pavo, con poca diferencia de edad, en esa época yo tenía la edad de las calenturas, un poco mayor que ellas.

En mi casa, a la hora de la siesta todo el mundo va a la cama, obligado, hasta las 5 de la tarde.

Para mí aquello era una molestia ya que mis primas eran muy traviesas y les gustaba molestarme entrando en mi cuarto y armar follón. En cambio a mí me gustaba estar solo y disfrutar de la siesta y alguna vez practicar el sexo en solitario, masturbándome con toda tranquilidad en la intimidad de mi cuarto.

Aquella tarde estaba tumbado en la cama, solo, dándome unas caricias por encima del bañador pensando en mi tía Yolanda que estaba buenísima cuando de repente, oí un trasiego por el pasillo acompañado de risitas, en eso entraron las dos, yo disimulé como si estuviera dormido pero ellas se lanzaron sobre mí haciéndome cosquillas y riendo.

Me levanté y me largué de la habitación, dejándolas solas en mi cuarto.

Salí primero al comedor y no vi a nadie, mis padres y mis tíos debían de estar en la piscina. Salí a la piscina y tampoco encontré a nadie. Empecé a buscar, deben de estar en el establo, pensé.

El establo es una caballeriza antigua adaptada a salón de estar y dormitorio ocasional, que mis padres decoraron con muy buen gusto y que utilizan cuando quieren estar tranquilos, o pasar el día con los amigos.

Me acerqué sigilosamente al establo y miré por la ventana, oteando todo el salón de parte a parte, de pronto mi vista se detuvo ante una escena insólita, me encontré a mi padre sentado en el sofá con el bañador en los tobillos, con la piernas abiertas y mi tía arrodillada entre ellas, a sus pies, cogida a sus testículos con el glande de mi padre metido dentro de la boca, subiendo y bajando la cabeza se metía y sacaba el pene dentro de la boca. Mi padre relajado con la cabeza hacia atrás, y la hermana de mi madre ofreciéndome la mejor vista de su culo, encarado a la ventana por donde yo estaba mirando. Toda su rajita al aire, con los labios interiores asomando ligeramente por la hendidura que forman los labios exteriores, como si fuera una boca que me sacaba la lengua en señal de burla hacia donde yo estaba, el agujero de su ano coronaba la línea donde se juntan los glúteos.

Por un momento se me olvidó que era mi padre el que estaba en el sofá y me fijé en la boca carnosa de mi tía que sacaba y metía el glande en su boca, rodeándolo con la lengua, mientras el mío empezó a hincharse dentro del bañador.

Me quedé atónito, entonces pensé ¿Donde estará Mamá?.

Di un giro con la mirada pero no la vi, me fui hacia la otra ventana que daba al dormitorio del establo y allí estaba, mi mamá, sentada a horcajadas encima de mi tío, que estaba boca arriba encima de la cama, no podía verles las caras puesto que la ventana daba a los pies de la cama, pero veía perfectamente el culo de mi madre que se levantaba y agachaba sobre el sexo del macho, clavándose lentamente aquel mástil hasta sus entrañas y sacándolo después lentamente, me quedé contemplando con una mezcla de sentimientos contradictorios de rabia y placer, viendo como aquel pene se metía dentro de mi madre y al salir sacaba el forro interior de la vagina hacia afuera para volver a introducirlo en la siguiente embestida, después mi madre se tumbó sobre mi tío, acoplando sus tetas sobre su pecho y empezó a follarlo, levantando el culo y bajándolo, apretándolo en cada embestida, con un movimiento rítmico que aumentaba paulatinamente de velocidad.

Mi mano se fue instintivamente sobre el bulto del bañador acariciándome el pene que estaba a punto de reventar. Mi glande había mojado el bañador abundantemente con el líquido lubricante, dejando una mancha redonda y untuosa en el lugar donde se marcaba la punta del glande, con la punta del dedo empecé a acariciar el lugar, frotando el glande húmedo, en eso mi madre se levantó desclavándose de mi tío y agarrando con la mano la almohada la colocó sobre la cama, se abrazó a ella arrodillada con el culo en pompa y sin decir nada mi tío se levantó colocando un pié a cada lado de su culo flexionó las piernas apuntando con el pene el culo de mi madre, lo dirigió con una mano a la raja, lo movió a lo largo de su chocho, arriba y abajo hasta que alojó la punta en el agujero, empujando lo metió todo en su interior, mientras mi madre levantaba el culo para que se lo clavara mejor, empezó un mete saca hasta que mi tío dando un grito empujó, se quedó quieto unos segundos y volvió a gemir, le estaba soltando la leche en la vagina a mi madre, luego se separó dejando la punta del glande a un palmo del culo y soltó tres o cuatro chorros de semen sobre el culo mientras que con un dedo lo untaba en el agujero del ano.

No podía creer lo que veía y ruborizado me fui hacia la casa, indignado pero con una erección sofocante que estaba a punto de romper el bañador.

Me metí en la habitación y allí están las chicas, acostadas aún en mi cama, antes de meterme, me detuve un momento y las miré a las dos.

Mi prima Victoria es delgada, pero tiene un culito bien formado, unos senos que empiezan a emerger, el pelo moreno liso con flequillo, nariz larga y fina boca grande y piel morena, el cabello recogido en una cola de caballo, es muy bonita. En cambio Conchín está un poco más formada ya que es la mayor, el pelo negro liso también pero con trenzas cortas en la parte superior de la cabeza, los labios muy carnosos con unos mofletes sonrosados ojos achinados de los que se cierran al reír.

Las observé con una cierta lujuria, pero me reprimí y me acosté en la cama al lado de mi Victoria, en el único espacio que quedaba, de costado como intentando dormir, cosa que el calentón que llevaba hacía que fuera imposible. En un segundo se colocaron cada una a un lado de la cama dejándome al centro, perfectamente acopladas a mi forma, con mi Conchín delante de espaldas a mí y Victoria detrás de mí.

Después de unos segundos de sosiego, un leve movimiento de Conchin acercó su culito a mí rozando mi bañador, eso hizo volver la erección a mi pene que empezó a abultar progresivamente el slip, apretándose poco a poco contra el culo de mi primita.

Yo me hice el dormido, y ella lejos de apartarse acercó levemente su culo con una cierta presión, estuvimos quietos unos minutos en esa posición, mi cara ardía del sofoco. Conchín hizo un nuevo movimiento con las caderas levantando el culo ligeramente, alojando el bulto que forma mi pene dentro del bañador a lo largo de la junta de sus nalgas, lo que hizo que sus bragas se metieran dentro de la raja del culito, aquel roce era muy sabroso y nuevo para un muchacho de mi edad, pero no conseguía quitar de mi cabeza la imagen del culo de mi madre recibiendo la leche de mi tío, ni la de la raja de mi tía abierta mientras chupaba el glande a mi padre.

Seguí simulando dormir, entonces Conchín susurrando le dijo a su hermana

Victoria,..... Juan tiene algo duro aquí abajo, que me está apretando el culo.

Victoria levantó la cabeza y observando dijo.

¿Te molesta?

Al contrario, me gusta tenerlo en el culito

Entonces Victoria se volvió a acostar pero colocó su mano por encima de mi cuerpo buscando la junta entre mi prima y yo, bajándola hasta el bulto y la tocó con la mano.

Está muy dura Conchin, parece que va a romper el pantalón, espera aparta un poco (le susurró)

Mi prima se retiró un poco, dejando espacio para que Victoria pudiera poner la mano dentro del bañador, acariciando así mi pene, comprobó la dureza y apartándose me empujó suavemente para darme la vuelta, cosa que hice disimulando, me puse boca arriba con las piernas abiertas, me bajó el bañador lentamente por debajo de las caderas, muy despacito para no despertarme. Mi pene salió disparado en un movimiento de 90 grados hacia arriba golpeando mi ombligo. Tras mirarlo durante unos segundos entre risitas, empezaron a manosearlo ligeramente.

Entreabrí los ojos y las vi a las dos arrodilladas una a cada lado, entonces mi prima Conchín agarró mi glande con dos dedos lo levantó y empezó a mover lentamente la piel del prepucio a arriba abajo, mientras Victoria susurraba

Cuidado que se despertará

Conchin sonrió y siguió moviendo el pene hasta que cerré los ojos para que no me pillasen, entonces noté como una cosa húmeda y caliente envolvía mi glande, mientras que Victoria dijo

¿Que haces?. ¡No lo hagas¡

Volví a entreabrir los ojos y Conchín estaba sorbiendo la punta de mi glande como si fuera un Chupa-Chups, no pude mas mis testículos me dolían de la presión del esperma acumulado y reprimiendo mis movimientos solté sin rechistar un chorro de leche que llenó la boca de mi primita. Aquello significó una explosión de gusto hasta ahora desconocida para mí, un placer que recorría todo mi cuerpo. Conchín se apartó rápidamente pero sin soltar el pene de la mano, aquello parecía una manguera soltando chorros de leche que untaron mi abdomen y la cara de mis prima, mientras Victoria reia al ver mi prima sorprendida y pringada totalmente.

Te lo dije, suelta eso

Se apartaron rápidamente soltando mi pene que se pegó a mi abdomen soltando el resto de la leche, esperaron a que parara de correrme y lentamente me subieron el bañador con todo el cuidado del mundo, con risitas y de puntillas salieron de la habitación, me quedé exhausto sobre la cama y me dormí.

Esa misma tarde nos juntamos todos en el comedor a cenar, mis padres y mis tíos hablando normalmente, cenando como si no hubiera pasado nada, mis dos primas me miraban y cuchicheando se miraban y reían, yo seguía disimulando como si no hubiera pasado nada.

La semana siguiente volvimos a ir a casa de mis tíos, y después de pasar la mañana en la piscina, después de comer me fui al cuarto a acostarme para la siesta, cuando me estaba adormeciendo oí los pasos de mis primas que entraban al dormitorio de puntillas cuchicheando, me hice el dormido acelerando la respiración, entraron y se colocaron cada una a un lado de la cama Conchín delante de mí apretando el culo contra mi pene y Victoria detrás aprisionando mi culo con su pubis, cuando mi pene se hinchó se colocó entre las nalgas de Conchín que dijo

Victoria se está hinchando otra vez

Se incorporaron las dos y despacito me bajaron totalmente el bañador hasta los pies, lo sacaron con mucho cuidado para no despertarme y lo tiraron al suelo, después mi prima Conchín se quitó las bragas y las tiró al suelo, quedándose solo con el vestido minúsculo que llevaba.

Victoria dijo

Así será mejor, no te apretará

Se colocan las dos en la misma posición del principio, acercando Conchín su culito y Victoria por detrás de mí con la mano cogía a mi pene y como si fuera a perderlo lo guió para alojarlo entre las piernas de Conchín, justo en la rajita que va del culito hasta la vagina, está muy mojada y con un movimiento de su culo se alojó toda en la raja, asomando el glande por delante, entre las piernas de Conchín. Victoria no dejaba de manosear los testículos muy delicadamente para después seguir la trayectoria del mástil por entre las piernas de Conchín.

Mi primita levantó el culo y moviéndolo hacia delante alojó mi pene justo a la entrada de la pequeña y húmeda vagina, posteriormente disimulando, empujó hacia atrás muy despacito, clavándose toda la punta en su interior dando un leve suspiro. La sensación fue de un placer enorme, aquel chochito caliente y sedoso, muy mojado hizo que los testículos fabricaran esperma en cantidades industriales llenando mi pene hasta la punta.

Conchín callaba con el glande en su chochito pero Victoria notó algo extraño y se levantó totalmente y se puso delante de Conchín, exigiendo en voz baja

¿Qué estás haciendo?. Te la estas metiendo en la vagina

Solo la puntita,...... quiero saber cómo es

Victoria, dudó entre obligarla a apartarse pero terminó asintiendo y le susurró

¡Déjame que lo vea!

Entonces Conchín que estaba acostada de lado levantó una pierna para abrirse, para que Victoria pueda observar como mi glande entraba dentro del chochito, entonces Conchín empezó a mover las caderas en vaivén clavándosela cada vez mas profundamente en su interior.

Victoria no se conformó con mirar y empezó a tocar mis testículos moviendo su mano a lo largo del tronco de mi sexo llegando hasta el punto donde está el Clítoris de Conchín y empezó a acariciarlo con dos dedos.

Aquello estaba todo untoso y totalmente lubricado, sus dedos, mi pene y la vagina de mi primita eran todo un universo de jugos entremezclados y yo estaba muy excitado por la experiencia, nueva para mí, de tener mi capullo dentro de aquella sedosa, húmeda y apretada flor de mi primita Conchín.

Al cabo de unos minutos, Conchín se quedó totalmente inmóvil, mientras Victoria le daba movimiento a su clítoris con mi pene metido hasta la mitad dentro de su vagina, aunque me moría de ganas de empezar a bombear el chochito de mi prima yo también permanecí inmóvil como pude, hasta que noté como su estrecha vagina empezó a dar apretones a mi glande, cortos al principio y aumentando en duración hasta apretar todo mi pene dando un quejido seguido de varios suspiros, eso fue lo que desencadenó la apertura de la puerta que cierra el esperma y entonces me moví hacia atrás sacando el pene de la vagina, empujándolo posteriormente entre sus piernas, saqué la punta por delante donde tenía los dedos Victoria manoseandole el clítoris, Victoria al ver como asomaba mi capullo mojado lo frotó con los dedos unos segundos, al mismo tiempo que derramé un largo chorro de semen que untó sus dedos y las piernas de Conchín. Victoria se sorprendió de aquello apartando los dedos, entonces me vino un segundo chorro de esperma menos abundante pero que salió con más fuerza alcanzando la cara de Victoria, el resto de la leche se derramó entre las piernas de Conchin.

Hice como si me fuera a despertar y ellas saltaron las dos apartándose, abrí los ojos y las vi, Conchín con el vestido levantado arrodillada en la cama con las piernas untadas de esperma con la cara ruborizada y Victoria con la cara mojada de semen, sentada sobre la cama enseñando las manos también mojadas.

Me miré, todo desnudo y con un poco de teatro me tape con las manos diciendo

¿Que ha pasado aquí?

Nada (Contestó Victoria tartamudeando), estábamos jugando cuando de repente se te ha salido este líquido de dentro de tu …….rabo.

Puse cara de mala leche y me cubrí con la sábana, pero ellas se me acercaron cada una por un lado rozándome y apretándose a mí y Victoria dijo

Tete, nos ha gustado mucho, .....queremos más....

Por fin pude mirar.

Mi primita Conchín se quitó el vestido y se quedó totalmente desnuda, era como un ángel, con ese culito redondo salido hacia atrás y las tetas pequeñitas. Victoria se quedó en braguitas con cara maliciosa y los labios hinchados de la excitación, es una visión celestial.

Conchín me quitó la sábana de tirón y lentamente y se abalanzó como a cámara lenta sobre mi pene aún deshinchado, levantándolo le baja el prepucio dejando el glande al descubierto y lo chupa con la lengua.

¿Podemos?

Vale pero solo un poquito (dije)

Victoria se acercó por el otro lado chupando también. Poco a poco mi pene se plantó como una palmera, mientras me la chupanban entre las dos, Victoria estaba un poco ladeada con el culito casi a la altura de mi hombro, con una mano lo conducí hasta mi cara colocándole una pierna a cada lado de mi cuerpo, arrodillada en la cama con las manos apoyadas y chupando con Conchín mi capullo como si fuera un caramelo.

Huy que rico está

Dijo Victoria cogida a mis testículos, mientras Conchín se lo metía todo en la boca, pasando la lengua por todo el glande.

Tenía ante mis ojos todo el chochito de Victoria con las bragas puestas, a unos centímetros de mi nariz, con un dedo aparté su braguita a un lado, y salió su preciosa almejita con unos pocos pelitos negros y lisos marcando el contorno de su entrada, con la otra mano abrí la rajita para mirar en su interior, tenía un agujero rosado y limpio, totalmente mojado, untado por los jugos vaginales. Metí el dedo en su interior para explorar esa preciosidad, busqué su clítoris y lo dejé al descubierto como quien abre una fruta y la admira antes de comérsela, le acerqué la lengua y empecé a chupar aquel botón de un color rojo casi amoratado por la excitación.

De vez en cuando paseaba la lengua por la rajita llegando hasta el agujerito de su culito metiéndola un poquito en su interior, Victoria suspiraba de gozo, aumenté el ritmo del movimiento de mi lengua sobre el clítoris y le metí lentamente el dedo dentro de su ano, Víctoria ya no chupaba, tenía la cabeza levantada mirando al frente como ausente, pensando en el placer que le daba mi lengua, solo Conchín estaba pendiente de mi pene, Victoria dio unos quejidos y apretó su chochito contra mi cara, noté como apretaba y soltaba rítmicamente mi dedo dentro del ano, untándome toda la cara con los jugos de su chochito a los pocos segundos cayó rendida encima de mí.

Conchín dejó de chupar y se apartó, agarró a Victoria de la mano y la levantó diciendo

Ven aquí tienes que probarlo tú también.

La colocó de rodillas apoyando la cara en la almohada, con el culo levantado, le pasó la mano por la rajita, la abrió mirándome a la cara me invitó a probar aquel fruto, yo me acerqué con el pene totalmente erecto y lo acerqué a la entrada de la vagina de Victoria, Conchín cogiendo el pene lo guió hasta la puerta del placer colocándolo en la boca de su chochito, yo empujé suavemente, en cuatro o cinco embestidas entró totalmente en su interior.

Conchín me rodeó con sus brazos por el cuello y cogiéndome la cabeza me dio un beso en los labios, metiéndome la lengua en el interior de mi boca durante unos segundos, después se apartó y se colocó tras de mí, me abrazó recostando su cabeza sobre mi espalda tiernamente, al mismo tiempo, bajó las manos hasta la raíz de mi pene y lo agarró por la base, acompañándolo en su mete y saca dentro de la vagina de Victoria, unos segundos después, me dio un mordisco en la espalda que después chupó, bajando con lengua por toda la espalda hasta llegar al culo siguiendo por las nalgas hasta la abertura de mi ano, se agachó y abriendo mis nalgas con las manos chupó mi ano con delicadeza dejando mi agujerito totalmente engrasado con su saliva, entonces se detuvo y se volvió a acoplar a mi espalda, me chupó el cuello y la oreja, mientas bajando la mano, noté como su dedo se había camino dentro de mi culo ensalivado, primero un poquito, masajea la entrada con la punta del dedo, luego empujando un poco más, hasta que me clavó totalmente su dedito dentro del ano.

Con el dedito de Conchín jugando dentro de mi ano, empecé a aumentar el ritmo del bombeo en el chochito de Victoria, que cada vez me acompañaba mas con los movimientos de su culito, Conchín con la boca en mi oreja empezó a susurrarme.

Así primito, folla mi hermanita, métele todo tu rabo dentro de su chochito. Así me gusta, me gusta mucho ver como se la metes, ahora dale toda tu lechita, suéltala toda.

Las palabras de Conchín me sorprendieron enormemente, no pensaba que fuera capaz de decir lo que estaba oyendo, lo que sí que sé, es que mi excitación fue tal que no aguanté ni un segundo mas, mi bomba empezó a lanzar la leche hacia el exterior de mi pene, entonces apreté clavándolo hasta el fondo de Victoria levantándola un palmo le solté un chorro largo de semen que golpeó en el fondo de su vagina luego saqué el pene rápidamente del interior, venciendo la presión del culo de Victoria que empujaba hacia atrás para que no saliera mi pene de su chochito, Conchín lo cogió inmediatamente con una mano y lo dirigió hacia el agujerito del culito de Victoria, que aun tenía la grupa levantada, apretó mi glande contra el ano de Victoria sin clavarlo dentro y allí solté los chorros de esperma que quedaban, presionando contra su culito. Mientras que parte del semen entró en su culo, una buena cantidad rezumó chorreando a lo largo de la rajita de dulce primita, Conchín respondió recogiendo la leche con la mano y embadurnando mi pene y la vagina de Victoria, mirándome a los ojos con una sonrisa maliciosa en los labios.

Nos quedamos rendidos en la cama los tres y nos dormimos, yo al medio recostado de lado agarrando los pechitos de Victoria, que está delante de mí de espaldas apretada a mí y Conchín detrás, con la mano agarrada a mi pajarito por dentro del bañador.