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Cosas del amor 2

en Lésbicos

      

Primero que todo quiero agradecer a cada una de las personas que dejaron sus comentarios en el primer relato, de verdad me alentaron mucho y me animaron a seguir escribiendo, espero que este segundo relato sea también de su agrado, y ya saben que cada comentario es muy importante para mi sea el que sea. Muchas gracias.

CATALINA

Era ya de día y catalina se dispuso a levantarse de cama, era su primer día de trabajo, no lo podía creer, por fin después de tantos años iba a ser ella y no su hermano la presidente de la compañía de su padre, aunque fuera porque el hermano no podía hacerlo ya que este no quiso alejarse de su esposa y su hijo y hacerse cargo de la compañía de su padre, pero igual el está bien, tiene sus propias acciones y es muy trabajador, así que él no le preocupaba, ahora estaba centrada en ella, en como ahora ella era la nueva presidente.

Salió de su casa en su carro a eso de las 8:00 am, llego a la compañía a las 8:30, pero el portero la detuvo y no quiso dejarla pasar, esto enojo mucho a catalina ya que nunca le había pasado algo tan vergonzoso como esto, y menos en su propia compañía, así que llamo a su padre y le informo lo sucedido, este a su vez se comunico con el portero y le hizo saber que en esos momentos tenia retenida a la nueva presidente de la compañía, el portero estaba un poco desconcertado, y apenado, ya que todos ese día esperaban al hijo de Alberto, Miguel, no a Catalina, además esta nunca se había presentado antes en la empresa, siempre era Miguel su hermano el que le ayudaba a su padre, así que todos lo esperaban a él y no a ella, y al no conocerla pues era muy difícil el saber que era la nueva presidente.    

Catalina estaba muy enojada, nunca antes le había pasado algo así, además habían hecho que se retrasara su entrada, ya eran las 9:00 am y ella sin poder entrar a su oficina, se subió en el ascensor y llego hasta su nueva oficina, cuando se bajo diviso a los lejos a una mujer hermosa, de cabello castaño claro, su cuerpo bien bronceado y en muy buena forma, no dijo nada y siguió su camino hacia su oficina, cuando se disponía a abrir la puerta, la mujer hermosa que anteriormente había visto se le paro en frente y no la dejaba pasar, le daba explicaciones de que debía esperar a que llegara el presidente, que antes no la podía dejar pasar, catalina estaba súper enojada, no entendía porque todos estaban ese día en su contra, ¿acaso nadie sabía quien era ella y que hacia ahí?, se puso furiosa y le contesto de una manera muy descortés a la señorita que bloqueaba su paso, ella quiso decirle a esta quien era pero de un momento a otro escucho la voz de su padre saludando a la señorita, e informándole quien era ella, cuando por fin la señorita se dio cuenta quien era Catalina quito su brazo y la dejo pasar, no sin antes pedirle disculpas, catalina entro a su nueva oficina con mucha rabia y detrás de ella su padre, catalina se sentó en su escritorio y su padre se coloco a su lado y le dijo:

Alberto: tranquila hija, no paso nada.

Catalina: ¡que no paso nada papa! ¡No viste acaso como me trato esa mujer! Es increíble que no le hallas dicho  nada a nadie que era yo la nueva presidente y no Miguel.

Alberto: perdóname hija se me paso, no creí que fuera necesario, además tu también tienes la culpa por nunca venir aquí, varias veces te pedí que vieras y no quisiste, ahora vez las consecuencias, ni siquiera Tatiana que es mi secretaria te conoce.

Catalina: perdón papa, tienes razón, no era mi intención hablarte mal, pero mira ya todo lo que me ha pasado en mi primer día, no lo puedo creer.

Alberto: te entiendo hija, pero mira que te portaste muy mal con Tatiana y tienes que disculparte.

Catalina: si papa lo hare, y gracias por todo, si no hubiera sido por ti en estos momentos estaría afuera de la compañía sin poder empezar a realizar  mi trabajo. Gracias.

Alberto: no es nada hija, bueno creo que es hora de que me valla para la casa, tu mama debe estar insoportable, todavía nos falta empacar muchas cosas y ya sabes cómo es tu mama cuando viaja, se quiere llevar hasta los cubiertos de la casa, y debo impedir eso – Alberto dijo esto sonriendo a lo cual catalina también esbozo una sonrisa.

Catalina: está bien papa, me gustaría que te quedaras un rato mas para que me guíes pero bueno, es verdad, tienes muchas cosas que hacer y que impedir,-dijo esto riéndose- bueno papa nos vemos ahora en un rato antes de que se vallan, te quiero mucho papi adiós.

Alberto: adiós hija, y tranquila acuérdate de lo que hablamos-diciendo esto le da un beso a catalina en la frente y sale de la oficina.

Catalina ya un poco más calmada levanta el teléfono y llama a su secretaria, no quería perder más tiempo y empezar a trabajar ya, pero antes tenía que saber a qué era lo que debía enfrentarse.

En eso llega Tatiana, Catalina apenas alzo la vista, miro a esa mujer hermosa que minutos antes retenía su paso, al verla noto lo hermosa que era, como sus ojos color miel hacían que su cara resaltara de una manera impresionante, la miro de pies a cabeza no podía imaginar tener tan cerca una mujer tan hermosa, aunque de un momento a otro despertó de su sueño y volvió a la tierra, se sintió un poco rara, nunca antes había visto de esa manera a una mujer, nunca imagino sentirse así, era algo completamente nuevo para ella, le dijo a Tatiana que se sentara, le pidió disculpas así como su padre le dijo que lo hiciera, se presento, y le pidió que le dijera que cosas debía hacer ese día.

Catalina la miraba atentamente sin perder ni un solo movimiento de sus labios, en realidad solo escucha sonidos, pero no tenían ningún significado para ella, ya que se encontraba embobada con aquella mujer, aunque lo disimulaba muy bien, noto más de una ocasión que Tatiana se encontraba un poco nerviosa, al parecer ella la intimidaba, y esto le gustaba de una forma inexplicable.

Al terminar Tatiana de leer todo se dispuso a irse pero catalina se apresuro a detenerla, no sabía porque lo hacía pero quería pasar más tiempo con ella, así  que invento una excusa para poder hacer que esta que quedara un poco mas. Le pidió que le diera un tour por la empresa para conocerla, la verdad es que no le importaba conocer la empresa solo quería pasar más tiempo con esa hermosura, no sabía exactamente porque lo hacía, pero era algo que no podía controlar, no paraba de mirar a Tatiana y esta se daba cuenta pero no le decía nada, a ella le gustaba como Catalina la miraba pero nunca mostro nada que lo demostrara, así se paso el tiempo, hasta que Tatiana le dijo que debían volver y ella accedió, no sin antes preguntarle a Tatiana cosas de su vida, al enterarse que no tenia novio se sorprendió muchísimo ya que Tatiana era hermosa y no entendía como una mujer así podía no tener a nadie, pero a la vez se sintió feliz de saberlo, lo cual le pareció muy extraño, nunca había experimentado esta sensación, y al saber que lo hacía por una mujer la hizo estremecer, así que se fue a su reunión de media hora que le pareció una eternidad, pero en esa eternidad solo pensaba en Tatiana, no presto mucha atención hasta ya el final cuando todo el mundo se fue y la felicitaban por su puesto.

Catalina salió de la sala de juntas y se fue hacia su oficina, no sin antes regalarle una sonrisa a Tatiana la cual al verla se puso muy nerviosa, pero le devolvió la sonrisa, Catalina entro a su oficina y trato de distraerse pero le era muy difícil hacerlo, Tatiana se encontraba en todos sus pensamientos, no entendía que era lo que le sucedía con esa mujer, en ese momento el sonido del teléfono la saco de aquellos pensamientos.

Catalina: si dime Tatiana

Tatiana: doctora para informarle que ya llego el doctor Mario Duarte.

Catalina: ¿y para que vino?

Tatiana: -con un tono de voz bajo- doctora recuerde que tiene usted un almuerzo hoy con él, se lo leí hoy en la mañana ¿no lo recuerda?

Catalina: a si, si – en realidad no lo recordaba ya que en todo momento de la lectura solo veía en movimiento de los labios de Tatiana sin prestarle atención a lo que decía- dile que me espere 5 minutos que ya salgo.

Tatiana: ok doctora

Catalina se arreglo lo mas que pudo, salió de allí y observo que en una de las sillas de la sala de espera se encontraba un hombre muy bien vestido de unos 35 años, blanco, ojos café oscuro, con un cuerpo bien marcado, parecía que hiciera ejercicio, se acerco a Tatiana y le dijo:

Catalina: hola Tatiana, me podrías decir quién es el doctor Duarte.

Tatiana: si claro doctora mírele es ese el de allá.

En ese momento Mario se levanto de la silla, se paro justo detrás de catalina y le dijo:

Mario: apuesto que tú debes ser la hija de Alberto o bueno mejor dicho la nueva presidente de la compañía- todo esto lo dijo con una sonrisa en su boca.

Catalina: si, hola, mucho gusto doctor Duarte, Catalina Campusano

Mario: hola catalina, mucho gusto, pero por favor dime Mario, así entramos mas en confianza.

Catalina: ok Mario, entonces que, ¿nos vamos? 

Mario: tus deseos son mis órdenes – sonrió e hizo un ademan para que ella pasara primero.

Catalina estaba normal, le parecía que ese hombre era un encanto, muy caballeroso, y querido, salió de la compañía en su carro y se fueron a almorzar a un restaurante muy prestigiosos de la cuidad, comieron, hablaron de negocios, de su primer día como presidente, y de todo un poco, por primera vez en el día catalina había podido dejar de pensar en Tatiana y todo esto gracias a Mario. 

Terminaron de almorzar y Mario la volvió a dejar en la compañía no sin antes pedirle volver a verla, a lo cual catalina acepto pero le dijo que tenía que organizar con su secretaria a ver qué día podía a lo cual el accedió, y pidió su número de teléfono para estar en contacto.

Catalina llego de su almuerzo y allí estaba Tatiana en su escritorio, enfrente de su computadora, escribiendo.

Catalina: hola Tatiana, algún recado para mí.

Tatiana: hola doctora, no ninguno.

Catalina: ok, gracias

Tatiana: para servirle doctora.

Catalina iba entrando a su oficina pero se devolvió, no aguanto las ganas de estar otra vez con Tatiana, había algo en ella que la atraía de forma inusual, así que se acerco a ella y dijo:

Catalina: Tatiana, si no estás muy ocupada me gustaría que siguieras con el tour, pues si no es mucha molestia.

Tatiana: no claro que no, yo no tengo mucho que hacer pero doctora a las 2:00 pm debe estar en su casa y ya es la 1:30 pm así que no creo que lo podamos hacer ahora mismo, es mas yo creí que del almuerzo usted se iría directamente para alla.

Catalina: ¡diablos! Lo olvide por completo.

Tatiana: al parecer anda usted muy distraída hoy- como se te ocurre decir eso Tatiana, que te pasa ¿a? reacciona ella es tu jefe no le puedes hablar así- perdón doctora no quise decir eso.

 Catalina: tranquila Tatiana no es nada, además es verdad desde que llegue hoy he estado muy distraída, es que no sé que me está pasando, pero bueno menos mal te tengo a ti para recordarme todo- además también para distraerme porque la verdad he estado todo el día pensando en ella y por eso no me puedo concentrar- gracias Tatiana

Tatiana de sonrojo por lo que le había dicho Catalina pero reacciono de inmediato

Tatiana: lo hago con mucho gusto doctora además ese es mi trabajo.

Catalina: ok Tatiana nos vemos en un rato, voy a mi casa, adiós.

Tatiana: adiós, doctora.

Catalina salió de la compañía y se dirigió a su casa, allí estaban su papa, su mama y su hermano esperándola.

Miguel: hola hermanita que mas como te ha ido.

Catalina: pues bien, uno que otro inconveniente con los empleados pero de resto todo bien

Alberto: hija, apúrate que tenemos que llegar rápido al aeropuerto

Catalina: si papa vamos, súbanse que Miguel y yo subimos las maletas

Alberto: no hija tranquila que ya el chofer las lleva adelante, es que siempre salieron artas y pues no queríamos incomodarte.

Catalina: ok papa, entonces vamos

Todos subieron a su carro y llegaron al aeropuerto, registraron su tiquete y llego el momento de la despedida.

Catalina: hay mama, papa los voy a extrañar un montón- los abraza a ambos-

María: hay mi amor, tranquila que volveremos pronto ya verás cómo un año se pasa volando, no te preocupes por nosotros que tu papa y yo nos sabemos cuidar muy bien.

Catalina: lo sé, mama, lo sé, pero igual me van a hacer mucha falta, pero bueno por fin llego el momento de disfrutar después de tanto trabajo, ambos se lo merecen.

Alberto: gracias hija, pero mejor nos vamos ya, antes de que nos deje el avión, te cuidas y te quiero mucho, cuida mucho la empresa, yo se que la de dejo en las mejores manos.

Catalina: gracias papa y lo hare, los quiero mucho, adiós

Miguel se despide de ellos y luego se va junto con Catalina a la casa, durante el trayecto hablaron de cómo le había ido en la empresa, de novedades que se presentara, pero Miguel conocía muy bien a su hermana y notaba algo raro en ella.

Miguel: hermanita que te pasa, te veo como diferente, algo extraña, además desde que salimos de la casa te veo un poco pensativa.

Catalina: cómo crees, a mi no me pasa nada, esas son suposiciones tuyas.

Miguel: si claro, suposiciones mías, como no. Para mí que fue que encontraste a alguien que te gusto.

Catalina de inmediato se ruborizo y no pudo contenerlo, se sentía muy apena de que su hermano se diera cuenta, y lo peor de todo era que supiera que el motivo de su cambio era por una mujer y no por hombre.

Miguel: aja, yo sabía, mírate como te pusiste, es que tú no me puedes engañar, a ver quién es el afortunado, algún hombre de la empresa, un directivo, un trabajador, pero habla mujer que esperas.

Catalina: nada de eso Miguel, no empieces que tu bien sabes que no me gusta hablar de eso, ahora déjame en paz y hablemos de otra cosa por favor.

Miguel: ok hermanita, pero tarde o temprano me enterare quien es el hombre por el que te ruborizas de esa manera.

Catalina: deja ya de molestar y cuéntame más bien como están Andrea y mateo que hace días que no los veo.

Miguel: pues bien como siempre, mateo esta inmenso, ha crecido un montón y cada día más se parece a mí-una leve sonrisa de orgullo apareció en su rosto-

Catalina: me alegra que mi sobrino y mi cuñada estén bien.

Pasaron así los minutos hablando de todo un poco hasta que llegaron a la casa, catalina dejo a su hermano y se fue directo para la compañía, llego y de inmediato subió a su  oficina y allí estaba Tatiana, hermosa como siempre, catalina sentía como si no la hubiera visto en años, ella necesitaba estar cerca de Tatiana, no sabía porque pero Tatiana en un solo día se había convertido en su necesidad.

Catalina: hola Tatiana, como estas

Tatiana: bien doctora, la espera más tarde-dijo mirando su reloj-

Catalina: pues mis papas son un  poco acelerados así que decidieron entrar lo antes posible a la sala de espera porque de pronto podrían perder el viaje, así que Salí un poco antes de lo esperado.

Tatiana: a ya, doctora recibió una llamada del doctor Mario Duarte, era para decirle que si podía salir esta noche a cenar con él.

Catalina: esta noche, no lo sé, estoy un poco cansada, más bien llámalo y dile que hoy no puedo que mejor mañana en la noche y que gracias por la invitación.

Tatiana: ok doctora.

Catalina: ¿algo más?

Tatiana: si doctora, eee, ¿recuerda que debe ir a presentarse a los empleados?

Catalina: lo había olvidado por completo, que haría yo sin ti, gracias Tatiana.

Tatiana: no es nada doctora, además debería aprovechar que llego temprano para hacerlo, antes de que se vallan, porque algunos salen más rápido que otros.

Catalina: ok Tatiana, entonces llama a los jefes de planta y diles que citen a todos los empleados que la presidente de la compañía se va a presentar ¿ok?

Tatiana: ya mismo lo hago doctora.

Catalina entro a su oficina encantada por aquella dulzura, no podía creer que ella haría que volviera a sentir esas mariposas en el estomago, que aletean cada vez con más fuerzas, no sabía se sería capaz de disimularlo por más tiempo y solo pensaba en un nuevo plan para acercarse a Tatiana.

Pd: este segundo relato decidí enviarlo rápido, ya que tuve el tiempo suficiente para terminarlo este fin de semana, con los otros no les prometo mucho porque igual es muy complicado realizarlos entre semana, pero voy a tratar de hacerlo lo más rápido posible para que los puedan disfrutar.

Chau y que lo disfruten