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Cosas del amor 3

en Lésbicos

Hola a tod@s, que pena hacerlos esperar, pero ahora la espera recoge sus frutos, esta vez vuelve Tatiana contándonos lo que paso en el resto del día con Catalina, espero les guste, recuerden que los comentarios que dejen son muy importantes para mí.

TATIANA

Tatiana se encontraba divagando en sus pensamientos cuando vio que la doctora salió de su reunión, de repente noto que Catalina le regalo una sonrisa y ella sin más se la devolvió. No podía creer lo que esta mujer le hacía sentir, nunca antes había sentido esto por nadie, para ella era extraño, por su mente a cada instante se aparecía la figura de Catalina, y esto la hacía distraerse enormemente, estaba en esas cuando se acerca un hombre muy bien presentado y buen mozo, regalándole una sonrisa le dice:

Mario: buenas tardes señorita, soy Mario Duarte, vengo a buscar a la doctora Catalina.

Tatiana: buenas tardes doctor, no lo esperaba aquí, creí que habían quedado para encontrarse en el restaurante como siempre.

Mario: pues eso siempre lo hacía con Alberto, pero ahora es diferente, siendo una mujer lo menos que puedo hacer es venir a buscarla.

Tatiana: ok doctor, que pena con usted, ya se la llamo.

Tatiana cogió el teléfono y le marco a Catalina, esta contesto de inmediato y Tatiana le conto que allí estaba el doctor Mario, catalina al parecer se encontraba un poco confundida, pues no se acordaba de ningún Mario, Tatiana le recordó quien era y ella salió a los 5 minutos de su oficina para recibirlo.

Tatiana: doctor, la doctora le manda a decir que la espere 5 minutos que ella ya sale.

Mario: ok, gracias.

5 minutos después salió Catalina de su oficina, se acerco a Tatiana y le pregunto dónde estaba el doctor Duarte, Tatiana se lo mostro, pero de inmediato vio con el doctor Duarte se acerco y se presento, vio como este era tan especial con ella, de inmediato sintió una rabia en todo su ser, vio como Catalina le respondía a sus halagos y esto la enfureció demasiado, nunca antes se había sentido así, era algo no lo podía controlar, la ira que sintió en eso momento era indescriptible, además Catalina no se despidió de ella, sin más se fue, sin decir nada, esto hacia que Tatiana se sintiera muy mal, nunca imagino sentirse así por nadie.

Al subir Catalina y Mario al ascensor, Tatiana se desboronó, salió corriendo hacia el baño, comenzó a llorar de una manera impresionante, solo pensaba en lo que había pasado, en como Catalina se había olvidado de ella por culpa de ese hombre, no podía creer como Catalina le podía hacer esto, estaba en esas cuando la puerta de baño se abre y entra una de sus compañeras de trabajo y al verla así le dice:

Mariana: Tatiana, que te pasa, porque lloras así- se acerca rápidamente a ella y la abraza-

Tatiana: -secándose las lágrimas de su rostro- no nada Mariana, solo que hoy es un mal día y ya, eso es todo.

Mariana: estás segura eso no parece que fuera por un mal día, porque no me dices la verdad Tatiana.

Tatiana: esa es la verdad Mariana y si no me quieres creer pues no me creas -y se aleja de ella bruscamente-.

Marina: ok, ok, no te digo nada mas, pero vamos, límpiate esas lagrimas y vamos a almorzar que ya es hora.

Tatiana: vete adelantando yo ya llego.

Mariana: ok, pero no te demores, mira que si lo haces me voy a preocupar.

Tatiana: si tranquila, ve que yo ya voy.

En esos momentos Tatiana respiro profundo, limpio una vez sus lágrimas, mojo un poco su cara, se la seco y trato de tranquilizarse. Salió del baño y se fue directo a la cafetería donde se encontraban sus compañeras de trabajo esperándola en la misma mesa de siempre.

Tatiana: hola chichas, que más.

Chichas: hola.

Empezaron pues a comer y al terminar de hacerlo Tatiana se fue directo a su escritorio, no quería dejar de trabajar, al menos esto le mantendría su mente ocupada y de esa manera dejaría de pensar tanto en Catalina. Ya estaba más clamada y más concentrada en su trabajo, cuando de repente se abre el ascensor y de allí sale Catalina, no pudo evitar observarla de pies a cabeza, pero de inmediato trato de disimular concentrándose en su computadora y haciéndose la que estaba escribiendo, Catalina la saludo y le pregunto que si tenía algún recado a lo cual ella contesto que no, entonces Tatiana vio que Catalina se dirigía su oficina, respiro profundo, se calmo un poco y siguió son lo suyo, cuando de pronto ve a Catalina en su escritorio pidiéndole que siguieran con el tour, Tatiana estaba sorprendida, imagino que esto ya se le había olvidado, pero al parecer a esta no se le había pasado, Tatiana quería salir de ese lugar junto con Catalina pero en ese momento recordó que Catalina debía ir a recoger a sus padres a sí que no podían, al parecer a ella se le había olvidado por completo, en esos momento a Tatiana se le ocurrió pensar que tal vez esta no le había prestado ni la mas mínima atención cuando ella le leyó lo el cronograma del día, al parecer a Catalina no le importaba en lo más mínimo lo que hacía o dejara de hacer Tatiana o al menos eso era lo que ella pensaba, así pues le recordó esto Catalina y entonces esta se fue volviendo a dejar sola a Tatiana, la cual al principio sintió un poco de alivio, ya que pensaba que si estaba nuevamente cerca de Catalina no iba a ser capaz de controlarse y dejar ver lo que en esos momentos sentía por ella.

Todo trascurría con calma, cuando de pronto timbro el teléfono

Tatiana: presidencia, buenas tardes.

Mario: buenas tardes señorita, soy el doctor Mario Duarte, podría usted comunicarme con Catalina.

Tatiana: que pena doctor la DOCTORA no se encuentra en estos momentos, pero si gusta le puede dejar un mensaje.

Mario: ok, le podría decir que si por favor aceptaría a salir a comer esta noche con migo.

Tatiana: -su cara estaba completamente roja de la rabia y celos que sentía en esos momentos- claro doctor con mucho gusto yo le digo.

Mario: ok señorita muchas gracias, ¡a! y por favor le podría dejar mi número telefónico para que se comunique con migo.

Tatiana: si claro doctor dígame.

Mario: ok es ….. bueno muchas gracias, que tenga buena tarde, hasta luego.

Tatiana: lo mismo doctor hasta luego.

En el momento de colgar Tatiana estaba que no podía mas, tenía unas ganas impresionantes de alejar a Mario de Catalina, en ese momento lo encontraba como un rival muy fuerte, primero era hombre y no sabía ciencia cierta si a Catalina le llamaba la atención las mujeres, el otro punto en su contra era que el tenia mucho dinero, además era muy apuesto y caballeroso, Tatiana sabia que le iba a ser muy difícil competir con él, por un momento se detuvo, paro sus pensamientos, no era posible que estuviera pensado así,  estaba anonadada, no podía creer que estuviera celosa, y mucho menos que estuviera celando a una mujer, -tranquila Tatiana, tranquila, esto no está pasando, no es lo piensas que es- lo decía en voz alta a ella misma, - respira profundo no pasa nada, concéntrate en tu trabajo, solo tu trabajo, ya a trabajar se dijo-.

Cada vez más Tatiana divagaba en sus pensamientos, se perdía en ellos con gran facilidad, solo pensaba en catalina, pero trataba de una mil maneras cambiar eso, pero todos sus intentos fueron fallidos, de repente, se abre el ascensor saliendo de el Catalina, la saludo y Tatiana sorprendida mira su reloj, en realidad no pensó que llegara tan rápido, la verdad era que la esperaba más tarde, pero igual se dedico a darle el mensaje del doctor Mario, lo cual no le agrado, por un momento pensó en no dárselo pero lo pensó mejor ya que eso podría afectar su trabajo, entonces decidió dejarlo así y decirle a Catalina lo de la invitación, su sorpresa fue mayor cuando Catalina le dijo que llamara a Mario y le dijera que hoy no podía salir con él, lo cual le gusto mucho a Tatiana pero la dicha duro poco porque Catalina decidió salir con él al día siguiente, así que mejor cambio de tema y le dijo que era buen momento para hablar con los empleados y presentarse, Catalina accedió y se dirigió hacia su oficina.

Tatiana hizo lo que Catalina le había dicho y llamo a cada uno de los jefes de plantas y en media hora ya tenía todo organizado, así que llamo a Catalina para hacérselo saber.

Catalina: si, dime Tatiana.

Tatiana: doctora, para informarle que ya esta lista la reunión, en estos momentos la están esperando.

Catalina: ok, ya salgo.

A los pocos segundo Catalina salió de su oficina se dirigió donde Tatiana y le dijo:

Catalina: ¿lista?

Tatiana: ¿lista para qué?

Catalina: como que para que, pues para ir conmigo, como se supone que voy a saber yo donde están reunidos todos si todavía no conozco bien las instalaciones.

Tatiana: a si, qué pena con usted doctora, deme unos segundos, listo, ¿vamos?

Catalina: pues vamos

Las dos se dirigieron al ascensor, en el momento de cerrarse las puertas el clima estaba lleno de tensión por parte de ambas, cuando de un momento a otro se escucho un estruendo en el ascensor, se detuvo sin más, ninguna sabía que había pasado, todo era confusión en ese momento.

Catalina: que pasa Tatiana porque se detuvo esto

Tatiana: no lo sé doctora,- tocando cada uno de los botones del ascensor- ha de ser alguna falla mecánica.

Catalina: no me digas eso, por favor.- comenzó también a tocar cada uno de los botones.

Tatiana: tranquila doctora, tranquila

Catalina: como me puedes decir que me tranquilice, ¡no vez que estamos aquí atrapadas, en un ascensor!-en su voz se notaba ya la desesperación.

Tatiana: yo sé doctora pero si se altera no va a lograr nada, esperemos unos minutos que esto ya lo deben de estar solucionando.

Catalina: más te vale que sea verdad, porque si no es así no respondo, no soy capaz de estar mucho tiempo aquí, esto es lo peor que me ha pasado en la vida.

Tatiana: ¿mucho mas peor que nadie de su propia empresa la reconozca y no la deje pasar a su empresa? –dijo esto sonriendo, buscando distraer un poco a Catalina, la verdad era que no le gustaba verla tan angustiada así que trato de cambiar el tema-

Catalina: pues sí, aunque eso más que un mal rato fue algo vergonzoso, a lo cual tú también participaste así que no te hagas la santa.

Tatiana: en ningún momento trate de serlo doctora, además, tranquila en unos minutos estará parada enfrente me toda la empresa presentándose así eso nunca volverá a pasar.

Catalina: eso espero.

El silencio rondo en el ascensor por unos segundos, cuando de pronto Tatiana y Catalina alzan su mano en busca del botón de emergencia del ascensor, teniendo así un roce mínimo entre ambas, Tatiana sintió como un choque eléctrico paso por todo su cuerpo, su brazo encontraba completamente erizados, voltio su mirada hacia ella, mordió su labio inferior, pero al darse cuenta de lo que pasaba dio un paso atrás y se quedo pasmada, sin saber que hacer o que decir, catalina al darse cuenta de esto le dijo:

Catalina: qu… que… pena contigo Tatiana no quería incomodarte.

Tatiana: ¿incomodarme? No ¿Por qué doctora?- que idiota soy, que obvia, no pude tan siquiera quitar mi mano y  ya, estúpida, estúpida, -pensaba esto mentalmente-

Catalina: no por nada

Tatiana no sabía qué debía hacer o decir, simplemente se quedo en el rincón del ascensor sin decir nada, cuando de pronto escucha a catalina

Catalina: Tatiana, dime qué te pasa, porque estas así, pareces distante.

Tatiana. No me pasa nada doctora, no se preocupe, solo que no se, nunca me había quedado encerrada con alguien en el ascensor y muchos menos con alguien que- cerro su boca de inmediato y no articulo palabra alguna-

Catalina: que, que Tatiana, porque te callas

Demonios Tatiana que te está pasando como se te ocurre hablar más de la cuenta casi le dices que te gusta, no no no, que voy a hacer ahora- decía esto mentalmente mientras sentía que catalina la observaba detenidamente.

Tatiana: que es mi jefe, doctora-valla por fin pensaste en algo, ojala se lo crea-

Catalina: ya, pero tranquila que por ser tu jefe no me hace una persona diferente, sabes algo, a mi no me gusta etiquetar a la gente, que por que este hace esto o lo otro lo tengo que tratar de una forma u otra, para mi todos somos iguales.

Tatiana: que bien que piense así doctora, en realidad hay muy pocas personas como usted en este mundo, y es bueno saber eso de usted.

Catalina: gracias me halagas con el cumplido.

 Tatiana no pudo evitar sonrojarse, ya que cada vez que hablaba con Catalina sentía que no podía mas, que cada segundo a su lado era una extrema agonía sabiendo que no podía besar sus labios, tocar su cuerpo, todo lo que se le pasaba por la mente era besarle, pero no se atrevía, tenía miedo de que ella no le correspondiera, y por eso se abstuvo de hacerlo.

De un momento a otro decidieron sentarse ya que habían pasado ya vario minutos y nadie aprecia para socorrerlas, Tatiana se sentó primero en el mismo rincón donde se encontraba ya hace vario minutos, después catalina se acerco un poco a ella y se sentó a su lado.

Tatiana trataba de manejar su respiración, pero no podía controlarla, por más que trataba no podía y su respiración se escuchaba fuerte, todo esto producto de la excitación que le producía estar tan cerca de Catalina, de un momento a otro siente como una mano cálida empieza a rozarla, no lo podía creer, es mas en un momento llego a pensar que todo era producto de su imaginación, pero no, era verdad Catalina está rozando su mano, poco a poco se iba acercando a ella haciendo que su respiración se acelerara cada vez más, Catalina acerco su cara a la de ella, la miro fijamente a los ojos y le dijo con una voz baja y sensual:

Catalina: yo se que tu lo deseas tanto como yo.

Tatiana: cómo es posible que me conozcas tanto

Ambas sonrieron y poco a poco sus labios se fueron acercando, rozándose unos contra otros, sintiendo como la exhalación e inhalación de su respiración se sentía cada vez más cerca, las ganas de besarse les gano y empezó un beso despacio, fue un beso tierno, lleno de amor y dulzura, poco a poco el beso fue creciendo, haciendo de su boca un campo de guerra donde sus lenguas se pelaban tratando cada una introducirse en la boca de la otra. Tatiana tenía sus manos abrazando fuertemente a Catalina, la cual poco a poco fue bajando sus manos acariciando lentamente la espalda de Tatiana, pararon por un instante solo para mirarse la una a la otra, pero de inmediato retomaron su juego, Tatiana un poco mas desinhibida decide acariciar a Catalina, empieza a tocar sus senos, las dos están a mil, súper excitadas,  cuando de pronto se escucha un ruido en el ascensor, en ese momento las dos paran, caen en cuenta de lo que está pasando y se paran de inmediato, a lo lejos se escuchaba una voz poco inteligible, al parecer es el hermano de catalina que la llama a lo lejos.

Catalina: ¿Miguel?, MIGUEL- dijo ya gritando- es mi hermano vino a rescatarnos.

Tatiana: ¿el doctor Campusano esta aquí?

 Catalina: eso parece, por fin vamos a salir de aquí- lo dijo con un tono de alivio.

Al escuchar esto Tatiana se sintió una tonta, ¿tan mal la estaba pasando Catalina con ella que quería salir de ahí dejando a tras todo lo que había pasado?, no podía creerlo, para ella el beso que había compartido con Catalina había sido lo mejor que le había pasado en la vida, pero al parecer para Catalina lo fue, ya que quería salir corriendo de allí.

Al cabo de uno minutos se abrieron las puertas de ascensor, allí estaban Miguel, con 5 bomberos, los cuales ayudaron a sacar a  Tatiana y a Catalina del ascensor.

Catalina: hermanito, que gusto verte, gracias, mil gracias por sacarme de allí.

Con cada palabra que decía Catalina, Tatiana se sentía mas y mas tonta, pero decidió dejarlo así, así que salió del ascensor y se fue de inmediato para su oficina, tomo aire, respiro profundo, no podía aguantar las ganas de llorar, se sentía muy mal, no sabía qué era lo que iba a pasar con ellas después de esto, no tenía la más remota idea de lo que le iba a decir a Catalina, no sabía nada, se cuestionaba una y otra vez porque lo hizo, hasta que de pronto una voz la despejo de sus pensamientos.

Miguel: hola Tatiana, ¿como estas?, ¿todo bien no te paso nada estando allí en el ascensor?.

Tatiana: hola doctor, no gracias a Dios nada me paso, estoy perfecta, un poco en shock, pero todo esta normal.

Miguel: eso veo, si ni siquiera esperaste a que te sacaran del ascensor para venirte a trabajar.

Tatiana: jajajaja, pues si doctor, usted sabe, primero el trabajo.

Miguel: pero mujer que dices, si acabas de pasar por un trauma -al escuchar esto Tatiana sonrió recordando lo que había pasado en el ascensor- no se tu pero mi hermana esta como una loca, no te imaginas como esta, debió haber pasado los peores minutos de su vida encerrada allá- al oír esto aquella sonrisa que tenia se fue desvaneciendo-

Tatiana: pues no lo sé doctor, de pronto es que yo sea un poco más fuerte que la doctora, o hasta puede ser que todavía no halla asimilado por lo que acabo de pasar.

Miguel: pues eso puede ser una opción, pero bueno viene aquí para ver como estabas y a decirte que Catalina te manda a decir que te tomes lo que queda del día libre.

Tatiana: no creo que sea necesario doctor, yo estoy bien.

Miguel: pues eso veo, pero igual tómatelo Tatiana, veras como un descansito no te queda nada mal.

Tatiana: pero doctor todavía tengo muchas cosas que hacer, no me puedo dar ese lujo.

Miguel: ok, Tatiana como tú quieras, al parecer por las buenas no entiendes ¿no?, señorita Tatiana Arango le ORDENO que se tome el resto de la tarde libre, y como esto es una ORDEN me la tiene que obedecer, así que por favor apague ese computador y vámonos de aquí.

Tatiana: está bien doctor, como ordene.

En esos momentos Tatiana organizo sus cosas, apago el computador, dejo todo muy bien ordenado y salió de la oficina, Miguel se quedo y la acompaño, tomaron el ascensor, el cual ya había sido arreglado y llegaron a la primera planta.

Tatiana: bueno doctor muchas gracias, hasta luego, que le vaya bien.

Miguel: para donde creer que vas mujer, ven que yo te llevo a tu casa.

Tatiana: no doctor como cree, no se preocupe yo me voy sola no hay ningún problema.

Miguel: Tatiana, no me hagas hacer lo mismo que acabo de hacer arriba, por favor deja de ser tan terca y sígueme.

A Tatiana no lo quedo más que seguir a Miguel hasta le parqueadero, él muy caballerosamente le abrió la puerta de su vehículo y ella entro sin percatarse que allí se encontraba Catalina.

Catalina: hola Tatiana como estas

Tatiana: ho…hola doc..doctora perdón no sabía que estaba usted aquí.

Catalina: pues sí, desde hace rato que los estoy esperando.

Miguel: que pena hermanita, pero es que tienes una secretaria muy pero muy terca.-al decir esto Tatiana no pudo evitar sonrojarse-

Tatiana: que pena doctora, de verdad que no sabía que usted estaba aquí esperando, si hubiera sabido no la hago esperar tanto.- al decir esto catalina le sonrió y el carro arranco-

Todos iban muy silenciosos, en ese instante se dirigían a la casa de Tatiana, la cual quedaba un poco lejos de la compañía, así que el viaje era un poco largo, y sin decir palabra se hacia un poco más largo, así que Miguel decidió romper el hielo.

Miguel: bueno y ustedes porque tan calladitas, si algo caracteriza a las mujeres es que hablan hasta por los codos, y vean preciso me toco las mujeres menos comunicativas de todas.

Tatiana y catalina esbozaron una sonrisa, pero igual siguieron calladas.

Miguel: bueno, pero digan algo, no sé, a ver Tatiana ¿Qué te pareció la compañía de mi hermanita por más de 20 minutos que estuvieron encerradas en ese ascensor?

Tatiana: -al recordar lo que allí había pasado sus brazos se erizaron y su cara se ruborizo  de inmediato, le daba pena que Miguel se enterara que era lo que había pasado allí dentro-  no pues, normal.

Miguel: normal, nada más, no lo entiendo, pasaron 20 minutos juntas y ni así pudiste conocer un poco a mi hermana, no hicieron nada, no hablaron, no se conocieron, ni siquiera le dijiste nada, yo no creo que se hayan quedado ahí por más de 20 minutos sin hacer nada, eso sí es casi imposible.

Catalina: pues si hablamos pero fueron cosas sin importancia, además tú crees que con esa desesperación que teníamos allí encerradas se nos iba ocurrir hacer algo.

Miguel: ok, ok, yo solo decía.

Gracias a la intervención de Catalina, Tatiana se sintió aliviada el solo hecho de saber que alguien más se enterara de lo que había pasado allí dentro la desconcertaba enormemente, le hacía dar un miedo impresionante, nunca imagino encontrarse en una situación como esa, nuca antes había sentido deseos por una mujer, y mucho menos había besado alguna, pero lo que había sentido era maravilloso, no lo podía describir con palabras, el sentir sus labios rozando los suyos la llevaban al cielo, el solo hecho de recordar aquel instante hacia que perdiera el control de sí misma, solo imaginaba ese momento una y otra vez en su mente, repasaba cada segundo que paso junto con Catalina en ese ascensor, recordaba cómo sus manos tocaron sus pechos, y como Catalina acariciaba su espalda, cada momento, cada instante quedo guardo en su memoria, de un momento a otro escucho la voz de miguel que le decía algo que no entendió.

Tatiana: que me decía doctor.

Miguel: que si esta es tu casa.

Tatiana: a si doctor que pena estaba distraída.

Miguel: al parecer no eres la única- al decir esto miro a catalina, la cual de repente salió de sus pensamientos-

Catalina: ya llegamos

Miguel: al parecer si

Tatiana: bueno, muchas gracias por todo, doctor Campusano, doctora, que tengan una buena tarde y noche, gracias por todo.

Miguel: fue un placer Tatiana, trata de descansar, hasta mañana.

Tatiana: hasta mañana doctor.

Catalina: Tatiana, gracias por tu compañía esta tarde en el ascensor, de verdad no se que habría hacho si tu no hubieras estado ahí, mil y mil gracias.

Tatiana: -se encontraba anonadada, no pensó que la despedida de Catalina fuera a ser así, trato de Salir rápido de su asombro para que no se dieran cuenta- de nada doctora, igual a usted muchas gracias por todo, que tenga un feliz día, hasta mañana.

Catalina: hasta mañana Tatiana que descanses.

Después de esto Tatiana entro a su casa, fue directamente a la cocina, se tomo un vaso con agua, se dirigió a su habitación, se quito su ropa y se coloco su ropa de dormir, pensaba que era una buena oportunidad para descansar, ya que hace muchos días que no lo hacía, se dispuso a dormir, pero los recuerdos de aquella tarde navegaban como naufrago en el mar por todo su cerebro, evitando así que Tatiana pudiera dormir tranquilamente, daba vueltas en su cama tratando de encontrar el mejor ángulo para poder arrancarla de su mente, pero todo era imposible, hasta que después de unas horas por fin pudo conciliar el sueño, pero ni siquiera durmiendo era capaz de olvidarse de aquella mujer, de esa que con sus labios la hizo estremecer, la que con un beso le demostró lo que es el verdadero amor.  

Pd1: este relato lo quiero dedicar a dos personas que estuvieron conmigo en el momento de la escritura y que me animaban para que siguiera escribiendo, a nathi que me acompaño la mayoría del tiempo, gracias nathi por estar ahí y a mi hermanita perdida que me insistía para que lo publicara rápido así no perdía el hilo de la historia jajajaja y pues gracias a todos ustedes que se toman unos minutos de su tiempo para leer mi relato.

Pd2: la cuarta parte está un poquito demorada, he tenido una semana muy difícil así que perdonaran de nuevo la demora.