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La venganza del pagafantas: Introducción

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La venganza del pagafantas: Introducción.

Estaba sentado en la terraza de mi casa, tomando una copa cuando sonó el teléfono, mi único amigo, había muerto en un de un infarto. Conocí a Pepe hace muchos años, cuando era un pringao que limpiaba cristales en una oficina que se dedicaba a banca privada en Madrid.

Por aquél entonces era una persona normal, anónima que tenía un curro de mierda, pero al menos tenía a mi novia y a mis amigos con los que nos íbamos de copas y de vez en cuando de acampada. No he sido nunca un deportista, de hecho era más bien gordo, no cuidaba lo más mínimo mi imagen, el trabajo de limpiacristales era a lo único que podía aspirar en mi vida, puesto que la escuela la abandoné el día que cumplí los catorce años. La verdad es que la estudiar me aburría tremendamente, por aquél entonces no entendía el motivo, pero no encontraba mi sitio. Sólo congeniaba con un par de colegas que eran tan pringaos como yo, al  menos tuve la suficiente inteligente de no engancharme a la heroína que fue lo que le pasó al par de colegas  del colegio. Me quedé huérfano muy pronto, mis padres murieron en un accidente de tráfico y mi abuela materna me crió la pobre con lo poco que tenía. Vivíamos en una casa de mierda en un barrio cutre de la capital, pero para los dos bastaba. Es cierto que durante los años que viví con mi abuela no era yo muy malo, entre otras razones debido a que la pobre estaba siempre enferma. Por lo que sólo trabajaba de repartidor de pizzas para sacar un dinerillo para aportar en la economía y permitirme algún capricho.

Por desgracia mi abuela también murió cuando tenía 19 años, la casa donde vivía era suya y al ser su único heredero me quedé con ella, por lo que el problema de la vivienda lo he tenido siempre cubierto. Ahora estaba sólo, empezaba de nuevo por que el tiempo que cuidé de mi abuela perdí toda relación con la gente. Una vez la enterré, tuve que buscar un trabajo, estuve probando infinidad de ellos, al final me coloqué gracias a un vecino en una empresa de limpieza, era muy metódico por lo que después de varias pruebas mi “querida” jefa me colocó limpiando ventanas, puesto que parecía no perturbarme por nada ni por nadie. Pero a estas alturas entenderéis que fuera así, después de las hostias que me había dado la vida, puesto que todos mis seres queridos estaban muertos. En este trabajo conocí a mis colegas con los que empezamos a salir, era un tío raro, pero no sé por qué encajaba con ellos.

Mi relación con mi jefa era harina de otro costal, era fea, olía mal y tenía una mala hostia que rayaba el sadismo, por aquél entonces lo que más temía era tener alguna reunión con ella, puesto que sabía que iba a ser sodomizado en toda regla por la puta de ella puesto que me obligaba a comerle su asqueroso coño, era tan guarra que cada vez que se lo comía estaba con diarrea un par de días, además si no le gustaba lo que hacía me violaba el culo la muy hija de puta. Tenía una posición dominante, puesto que yo necesitaba el trabajo y era el único que podía desarrollar. Por lo que me tocaba tragar, joder aún siento arcadas cada vez que me acuerdo.

De los colegas, Mario era con el que mejor me llevaba, además fue él quien me presentó a mi novia, Claudia una mulata dominicana que trabajaba con nosotros. Al cabo de una semana ya vivíamos juntos. Estaba profundamente enamorada de ella, era muy guapa y me consideraba muy afortunado de tener a una tía como ella a mi lado. Yo procuraba siempre tenerla contenta, por ella me saqué el carnet de conducir, me tuvo dos meses sin follar hasta que por fin aprobé el práctico. Luego por ella me compré el coche, no me dejó tocarla un pelo hasta que aparecí con mi Renault Clio, y no veas el mosqueo que se agarró por qué ella quería que me comprara otro coche que a ella le gustaba más, pero yo no podía gastarme más de 1.500 euros y demasiado que el auto era del abuelo de un colega y estaba bien cuidado, pero a ella como siempre quería más y como castigo me tuvo a pan y agua durante meses. Siempre me sacaba lo que quería, ella siempre me decía que era el hombre de la casa y que tenía que aportar todo, por lo que yo que siempre había vivido desahogado estaba siempre pillado de pasta y ello me obligaba a tener que hacer algún trabajillo extra los fines de semana y pillar todas las horas extraordinarias que pudiera, al final siempre trabajaba como un cerdo para poder pagar sus gastos, puesto que aunque ella trabajaba lo suyo era para ella en exclusiva. En lo relativo al sexo, la verdad es que siempre se lo pasaba bien conmigo, o eso creo,  en parte gracias a que por culpa de la cabrona de mi jefa había desarrollado una técnica increíble a la hora de comer chichis y así conseguir que se corriera lo antes posible y evitarme la tortura de ser enculado por ella. Pero ella siempre llevaba la voz cantante, además nunca me dejaba correrme a gusto, si ella se corría antes que yo la sacaba y yo a joderme y nada de posturas raras, ella encima y gracias. Sexo oral, no gracias, no chupo pollas y del anal mejor ni hablar. Ahora que lo pienso era un pringao de cojones, pero no sé por qué me auto convencía que era feliz y tiraba para adelante. Era un buen tío y me portaba bien con todo el mundo, pero en realidad era lo que era vulgarmente conocido como un “pagafantas”. Además, las tareas de la casa las tenía que hacer yo, ella no se molestaba para nada ni en hacer la cama, tuve que aprender a cocinar cocina dominicana porque a ella no le gustaba la española.

En el trabajo, era más de lo mismo, como os he dado un par de pinceladas. El día que conocí a Pepe, había sido especialmente duro, estaba a punto de irme para casa cuando mi jefa me llamó.

-        Tony, ven aquí, tienes que ir a esta dirección con urgencia y ponerte a limpiar esta oficina.

-        Joder, Charo. Son las nueve de la noche y llevo currando desde las siete de la mañana. No puedes mandar a otro.

-        No, ya sabes que tú eres mi pringao favorito, ¿no querrás que te lo pida de otra forma?, si es que vas a ser un desgraciao toda tu vida.

-        No, no hace falta, dame la dirección. ¿Esto me va a contar como paga extra?

-        Pues no, gilipollas. Ya sabes que yo decido lo que es y no es hora extra, te vas a currar y punto. Y por listo, mañana te quiero aquí a las seis y media de la mañana para hacerte un “expediente sancionador”.

Terminábamos bien el día y mañana era empezaría peor, joder que mala suerte la mía. Así que cogí la furgoneta y me fui a la dirección que marcaba, que por cierto estaba en la otra punta,  no sin antes avisar a Claudia, con el cabreo consiguiente de ella puesto que tendría que cocinar esa noche, bueno imagino que se comería un bocadillo y gracias, pero claro le tocaba currar. Otra semana sin sexo y aguantar la mala hostia de mi chica. Llegué al sitio, un discreto despacho de oficinas. Nada más llegar, había un guardia jurado y una de las secretarias me hizo firmar un contrato de confidencialidad, me informó que sería registrado al entrar y al salir. Tenía que pasar por un vestuario y cambiarme con la ropa que ellos me habían dado para el trabajo.

-        Oiga, señorita, esto es muy raro y se pasa un poco, ¿Qué esto el C.N.I.*?

-        No, somos una empresa de gestión de activos, nuestra clientela es discreta y no queremos que se filtre información al exterior. De ahí todas estas precauciones.

-        Ok, ¿por dónde empiezo?

-        Empieza por el primer despacho de la izquierda y vas así hasta que termines todos.

Eso hice, eran unas oficinas pequeñas, con lo que no debería de tomarme más de un par de horas en hacerlo todo, estaba yo a lo mío. Cuando Pepe salió de la oficina y me pidió con una educación que me impresionó que si podía pasar a limpiar su mesa que se le había derramado el café. Estaba haciendo en trabajo que me había pedido, cuando me fijé que estaba haciendo un sudoku, me hizo gracia, en las grandes empresas también se escaquean. Él se dio cuenta, y simplemente me dijo:

-        Es un sudoku, la verdad es que me relaja, ¿sabes cómo se hacen?.

-        Sí, a mí también me gusta hacer sudokus, creo que soy bueno en esto.

-        ¿Tú?, me dijo mirándome con cara de sorpresa.

-        Sí, ¿quiere que se lo demuestre?.

-        Toma, haz este que es facilito.

-        Ya está. –le contesté al cabo de unos segundos.

-        No puede ser….

-        Sí, ya le dije que se me dan bien.

-        Prueba con este. -dándome otro, esta vez bien difícil..

-        Ya, ya está, esta vez me llevó un poquito más.

-        Joder, no has tardado ni dos minutos lo que a mí me lleva cerca de media hora.

-        ¿Cómo lo haces?

-        No sé, siempre fui bueno en cálculo mental en el colegio, pero las demás asignaturas siempre se atragantaban.

-        No, si ya lo veo.

-        Bueno, señor..

-        Llámame Pepe.

-        No debería.

-        Si, hombre un tío que hace un sudoku súper difícil como este en dos minutos me puede llamar Pepe.

-        Yo soy Tony.

Terminé mi trabajo y me largué a casa, estaba muy cansado así que me tome un vaso de leche con galletas y me dormí, al día siguiente, tenía una “reunión” con la negrera de Charo. Pero el día que se presentaba mal estaba comenzando a ser algo bueno, cuando llegué al curro mi jefa me esperaba con una sonrisa fuera de lo normal.

-        Pasa, desnúdate y empieza a comerme el chochín, hoy no te voy a joder mucho, me han mandado un mail desde la oficina que limpiaste ayer, te quieren allí de fijo, por fin vales para algo.

-        Hoy no, por favor..

-        ¿Te atreves a llevarme la contraria?

-        No, Charo.

-        Mi coño tiene que ser un regalo para tus ojos, gilipollas.

-        Sí, pero..esta mañana, me he levantado con una pequeña infección en la garganta y temo contagiarte algo..-uff, por primera vez en mi vida había improvisado una buena excusa.

-        Ah, bueno siendo así, sólo me vas a masturbar con el dildo.

Procedía a hacer lo que me pidió, pero no dejaba de ser una imagen nauseabunda, la verdad, no sé que le pasaba a esta tía, pero es que el chirri le olía realmente mal. Al terminar me pasó el parte de trabajo y me pagó las horas de ayer puesto que había supuesto un nuevo contrato para su empresa. El día que en principio era una mierda, al final resultaba que iba mejorando, como el primer trabajo no tenía que estar hasta las once, decidí que mejor me iba a casa a dormir un poquito, puesto que estaba realmente cansado.

Pero claro me encontré a mi novia en la cama, desnuda sólo con un tanga transparente y yo que no soy de piedra empecé a besarle las tetas y sorprendentemente me seguía el juego así que de perdidos al río, baje a beber al pilón donde su negrura la hacía francamente deseable, además no olía ni mucho menos como el de Charo, me entretuve con sus jugos vaginales hasta que no podía más y después de enfundármelo en un condón, ella se negaba a tomar la píldora, pues eso, la follé de forma salvaje, ella se dejó llevar, la verdad es que no sé si seguía dormida, pero es cierto que por primera vez disfruté de verdad en la cama con ella. Cuando creía que todo iba a terminar le di la vuelta y lo hicimos a lo perrito, mientras ella seguía en una especie de duerme vela, curioso porque nunca me deja que la folle en esta postura, la visión de su culo poderoso y firme hizo que me corriera al poco tiempo, es cierto que no me importó mucho que ella se corriera mucho o no, por lo que al terminar me quité el condón y lo tiré a la basura para acto seguido meterme en la cama a dormir. No eran las nueve y media cuando ella se despertó y me dijo que había soñado que hacíamos el amor y que le había excitado, con lo que se colocó encima de mí y me volvió a follar a horcajadas, en resumen tuvo un orgasmo fabuloso pero como siempre me dejó jodido puesto que yo no me había corrido, cosa que no  me importó mucho, puesto que lo había hecho antes. Al no poder descansar mucho, me duché, aun tenía el olorcillo a rancio de mi jefa, y me fui a trabajar.

El día no fue ni mejor ni peor que el resto, salvo cuando volví a la oficina de Pepe, después de los trámites de rigor, me puse con lo mío. Hasta que llegué al despacho de mi nuevo amiguete, que estaba haciendo un sudoku como el que yo hice el día anterior en menos de dos minutos, según me dijo llevaba más de media hora y todavía no lo había resuelto, yo lo cogí y lo terminé en menos de treinta segundos. Parece que le jodió un poco y me dijo que envidiaba mi capacidad para los números, pero yo lo único que le respondí que yo si le envidaba a él, puesto que el era alguien importante. Pepe, se sintió alagado y me lanzó una proposición,

-        Te apuesto veinte a uno que no eres capaz de hacer este en menos de cinco minutos.

-        Vale, ahí van veinte euros.

-        Ok, vamos allá.

El muy cabrón había buscado uno realmente difícil, pero no sé por qué, pero lo conseguí hacer en cuatro minutos con cuarenta y siete segundos. Al corregirlo, cogió su cartera y con cara de satisfacción me dio el dinero, lo iba a coger, pero le dije.

-        ¿Hacemos otra cosa?

-        Dime Tony.

-        Ábrame cuenta como cliente, con ese dinero y vemos de verdad hasta donde podemos hacer crecer este dinero.

-        Ahora sí que me has sorprendido.

-        ¿por qué?, es demasiado poco.

-        Bueno en condiciones normales, nosotros no aceptamos clientes de menos de un millón de euros, pero como soy el dueño de todo esto, voy a hacer una excepción contigo, lo voy a meter en mi cuenta y operaré con él como si fuera mi dinero. Todos los días te dejaré el importe de tú dinero encima de mi mesa, pero de todas maneras toma este libro para que puedas entender algo de inversiones.

-        No sé si lo voy a entender.

-        Bueno, no te preocupes. Sí no entiendes algo me lo preguntas al día siguientes y yo procuro explicarte.

-        Muchas gracias.

Cuando salía del cuarto entraba una secretaria que estaba muy buena, pero hasta el día siguiente, no me imaginé hasta que limpié el despacho de Pepe, que el muy cabrón se la follaba en la oficina.

El tiempo transcurría como venía siendo habitual, salvo por el motivo que mi amigo Marcos se había quedado en la calle y yo le ofrecí que se viniera a mi casa al fin y al cabo había dos habitaciones y nos sobraba una, curiosamente, Claudia aceptó encantada la invitación. El me lo agradeció dándome un abrazo y jurándome que era algo temporal, que cuanto saliera de la racha se iría.

Mientras tanto, me leí el libro y la verdad es que salvo un par de conceptos, no tuve mayor dificultad, además mi preciosa inversión había sido multiplicada por dos en cosa de un año. En un par de años más tendría para comprarme otro coche, lo cual me hacía muy feliz. Estaba contento, mi jefa últimamente no me molestaba salvo en contadas ocasiones, un día al pasar a limpiar los cristales de un lotero, este se había equivocado al hacer un boleto de euro-millones y me lo ofreció, como había un bote importante, se lo compré aunque tampoco tenía mucho en los juegos de azar, el por si acaso toca, hizo mella y accedí. No le presté más atención al boleto, puesto que faltaba una semana hasta el sorteo.

Mientras tanto, mi relación con Pepe seguía siendo muy buena, el me ponía nuevos desafíos de cálculo mental y yo los iba solucionando poco a poco, además le alucinaba lo fácil que cogía los conceptos de la matemática financiera. Eres un diamante en bruto, me decía. Yo me limitaba a limpiar y a sonreír.

Había pasado otro mes, cuando volví a limpiar el escaparate del lotero, el señor con cara risueña, me dijo.

-        Estaba sospechando de ti…pero no, tú no eres..

-        No soy qué..

-        ¿Nos sabes que se selló aquí el billete premiado con 150 millones de euros del euromillones?

-        No, no soy yo.

-        ¿lo has comprobado?

-        Sí pero no soy yo.

-        Es que no sale el ganador por ninguna parte, desde luego hay gente muy rara por ahí.

Sin más, memorice la combinación ganadora y hice mi trabajo y me largué de allí como siempre. Una vez sentado en la furgoneta cotejé el billete y….era el mío, ¡¡¡había ganado 150 millones de euros!!!., decidí que me tomaría el día libre así que simulando un trancazo, terrible dejé el coche aprovechando que Charo no estaba dejé la furgoneta y me fui a casa tan contento para celebrarlo con mi novia, pero al llegar, escuché un ruido raro, pensando que era un ladrón, fui con cuidado a mi habitación la puerta estaba entreabierta por lo que se veía lo que pasaba, pero en ese momento, mi corazón dio un vuelco. Era Mario que se estaba follando a mi novia, el muy cabrón estaba enculando a la muy puta de ella y a mí me decía que no, además ponía una cara de gusto. Hija de puta, y después va y se corre en la boca de ella. Entre tanto ella va y dice.

-        Tony sólo sirve para comerme el coño, no sabe darme caña como tú.

-        Tu novio es un puto pagafantas, tonto como él solo.

-        El muy gilipollas dormirá esta noche tan a gusto, en estas sábanas lefadas.

-        Si, el pobre es un pringao de marca mayor, a veces me da pena.

-        Pena de ese gilipollas, -dijo ella con cara divertida, no pienso parar hasta que me compre un coche.

Salí de allí disparado, cerré de un portazo y me fui corriendo, no sabía qué hacer ni a donde ir, en un momento de desesperación cogí mi coche y salí a aclarar mis ideas, no sé por qué pero al final estaba cerca de la oficina de Pepe. Por lo que pensé que él sería el que mejor me podía asesorar. Una vez dentro de la oficina, le pedí a la secretaria si me podía recibir Pepe.

-        Tony, Pepe está ahora en una reunión con unos clientes, porqué no le haces la consulta cuando vengas esta noche a limpiar.

-        No puedo, he dejado el trabajo, de verdad que no te lo pediría si no fuera muy urgente casi de vida o muerte. ¿Podría esperarle aquí?.

-        Mira tiene para toda la tarde, por qué no te vas y a las siete vuelves. Mira, aquí cerca hay unos multicines, vete a ver una peli y vuelves…¿vale?

-        Bueno, pero por favor, que no se te olvide.

Al final estaba tan excitado que no podía si quiera prestar atención a la peli y eso que era de acción que son las que me gustan, pero mi cabeza era un auténtico hervidero. El tiempo de espera se hizo eterno, pero al final llegó la hora acorada con la secretaria de Pepe. Cuando llegué a la oficina, Pepe estaba sonriendo y me dijo.

-        ¿qué es eso que no podía esperar?

-        Esto, -limitándome a enseñarle el boleto ganador…

-        ¿qué es esto?

-        El boleto ganador del euromillones, vale 150 millones de euros.

-        ¿Estás seguro?

-        Créeme, he tenido toda la tarde para estar seguro. ¿qué debo hacer?, he pensado que el único que me puede ayudar eres tú.

-        Has hecho muy bien, ¿lo sabe alguien más?

-        No, ni siquiera mi novia, además estoy solo, no tengo ninguna familia.

-        Déjamelo, te haré un resguardo de entrada con el sello de la empresa.

-        De eso nada, Pepe.

-        Te parece bien si llamamos al notario de abajo para que levante fe pública.

-        Eso está mejor.

-        Ok, mientras viene este hombre, ¿qué vas hacer?

-        No lo sé, Pepe, además la puta de mi novia me la está pegando, hoy estoy muy jodido.

-        Bueno, Tony, si quieres te pago una habitación de hotel para que no hagas ninguna tontería, llámala desde aquí y si quieres dile que te he entretenido y que llegarás muy tarde, te vas a la ferretería del centro comercial y compras una cerradura nueva…y en cuanto puedas cambias la cerradura sacas sus cosas fuera y que se jodan.

-        Sí, eso voy a hacer yo, pero no sé si llevaré bastante.

-        Toma, llevo encima mil euros cógelos ahora vete, haz lo que te he dicho y por favor ten la cabeza fría y no hagas ninguna locura.

Una vez firmado los papeles y el contrato de cliente, decidí seguir con el plan así que me volví a casa. Una vez allí…cogí a Mario por banda y le dije:

-        Mario, esta noche me encuentro fatal, sé que habíamos quedado para salir los tres pero creo que tengo fiebre.

-        Te entiendo, pero es que no tengo un duro.

-        Eso ya me lo imaginaba toma cincuenta euros y os vais por ahí a dar un voltio, así por lo menos puedo descansar un poco y Claudia no se mosquea conmigo.

-        Vale..

Esa noche, la verdad es que la muy puta se vistió bien sexy, no pudo disimular la alegría cuando le dije que me encontraba mal y que no iba a salir con ellos. Bueno, hizo el paripé, diciendo lo típico que si qué rabia, ya sabes qué no me gusta salir sin ti, etc…Pero no forzó mucho como cuando ella quiere las cosas. Se despidió de mí con un beso en la mejilla diciéndome:

-        Eres el mejor cariño, ¡¡¡Cuánto te quiero!!!

-        Tú te lo mereces, mi vida.

Cambié las cerraduras en cuanto se fueron y una vez recogidas las cosas de los dos, las saqué fuera del piso, limpié la nevera, desconecté el gas una vez hecho mi equipaje, desconecté las luces y con una pequeña bolsa de viaje, me fui de la casa. Cogí mi coche, y me fui a dormir a un hotel. Al día siguiente cogí el coche y lo vendí casi regalado en una casa de compra y venta. Hecho este último trámite me fui a la oficina de Pepe. Al llegar, me recibió la secretaria y con cara sonriente me dijo.

-        Me ha dicho Pepe, que ahora eres cliente nuestro, así que te tengo que tratar como a tal.

-        Gracias Puri, eres un encanto, de momento, ¿puedes pedirme algo para desayunar?

-        Claro que sí….

Cuando llego Pepe, me hizo pasar a su despacho, estaba todo en orden y había sido autentificado el billete en hacienda esa misma mañana, el dinero quedaría ingresado a lo largo del día en una cuenta que había abierto a mi nombre en un banco de inversiones con el que colaboraba, sólo tenía que firmar los documentos para mandarlos con Puri a dicha entidad. Una vez hecho estos trámites, Pepe, me pregunto:

-        ¿qué vas a hacer con dinero?

-        No lo sé..estoy hecho un lío.

-        Bueno, tienes tres opciones…

-        Dímelas…

-        Una persona tonta, lo gastaría y al final acabaría peor que cuando no tenía nada, una persona inteligente, lo ingresaría aquí y viviría de puta madre con los intereses, pero está expuesto a que me equivoque y también pierda. Pero tú, no estás en ninguno de los dos grupos.

-        ¿No?, entonces…

-        Mira Tony, me caes muy bien, eres un tío inteligente pero la vida siempre te ha golpeado fuerte, eso ha hecho que fueras un indolente y te diera todo igual, al final de las dos opciones acabarías aburrido y enganchado a la droga, o peor volviéndote un gilipollas. Hazme caso, te va a costar diez millones de euros pero va a merecer la pena con creces,  hay una escuela “especial”, donde van los hijos de la gente inmensamente rica. Allí los preparan para vivir como gente de dinero en todos los aspectos, Ese dinero no es nada comparado con lo que puedes ganar. El dinero que inviertas lo vas a multiplicar por mil, además necesitas irte bien lejos de aquí y olvidar tu pasado.

-        No sé, nunca he sido bueno en los estudios.

-        Tony, esto no es una escuela al uso, te van a putear a base de bien, vivirás bajo un régimen militar estricto donde no tendrás, ningún derecho hasta el último año donde te enseñarán modales. Vas a tener que emplearte al 200% durante los dos primeros años, pero verás cómo al final me lo agradecerás. Esta escuela es secreta y sólo la conocemos gente que como yo asesora a la gente millonaria, a esta van los hijos vándalos de la gente muy rica, en la mayoría de los casos para enderezarlos y hacer de ellos gente respetable. De los que empiezan, sólo terminan el 5%, pero los que lo consiguen acaban siendo gente importante. ¿Qué me dices?

-        Pepe, siempre has sido bueno conmigo, no pierdo nada más que 6,66% del dinero que he ganado, estoy seguro que tú me harás recuperarlo antes de que termine el primer año. Adelante, sé que no va a ser peor que lo que he vivido últimamente.

-        Ahora, fírmame estos poderes para poder actuar en tu nombre, una vez termines, baja que te está esperando un coche te va a llevar a comprar ropa y mientras voy tramitando la matrícula con esta gente.

Efectivamente, el coche me llevó a una tienda exclusivísima donde me esperaba una persona que me estuvo asesorando y compramos todo lo que estimamos oportuno, una vez bien vestido, me pasaron a un cuarto y un fotógrafo me hizo unas cuantas fotos, para mí sorpresa, pero no me dijeron la finalidad. Cuando terminamos volví a la oficina de Pepe, y el con cara sonriente me dijo que mañana a las seis de la mañana me recogería el coche del hotel Villamagna, donde me llevaría al aeropuerto, allí cogería un vuelo privado que me llevaría al sitio en cuestión.

-        Ya, tan pronto…

-        Sí, ¿es que tienes algo mejor que hacer?

-        No, la verdad es que no, mejor así, pero no tengo pasaporte.

-        Eso ya lo he arreglado, ¿por qué te crees que te ha hecho las fotos?, ¿para el book de modelos?.

-        Una última cosa, ¿has dicho en el trabajo que te vas?.

-        No

-        Mejor así…te despides a la francesa y punto.

Llegué al hotel a media tarde, cuando estaba instalado, sonó la puerta y al abrir, entró Puri la secretaria de Pepe, sin más, me cogió de la mano y me tiró en la cama, me desnudó…y comenzó a comerme la polla con una calidad digna de una profesional, lo hizo tan bien y yo como no estaba acostumbrado, me corrí enseguida. Entonces se desnudó, tenía un cuerpo precioso duro con todo en su sitio, no aparentaba lo que tenía con la ropa normal del trabajo. La buena de ella, se sentó sobre mí mientras, me cabalgaba yo agarraba su culo que era muy duro, con mis manos de obrero le amasaba los glúteos como si de un pan de pueblo fuera, mientras ella apretaba mi polla con sus paredes vaginales proporcionándome un placer antes inimaginable por mí, al final nos corrimos y estuvimos abrazados un rato descansando.

-        Nunca pensé que uno se lo podía pasar tan bien follando.

-        Es que nunca has estado con una mujer de verdad.

-        Puri, ¿por qué me has hecho este regalo?

-        Mira Tony, eres un buen tío, te mereces sólo lo mejor…además desde que mi jefe te conoció, no sabes lo bien que se trabaja ahora en ese sitio. No sé por qué pero os habéis hecho mucho bien mutuamente. El te trata como un pupilo, más bien, como un padre.

-        La verdad es que para mí es una figura en la que fijarme, yo me quedé huérfano muy pronto, y el no tener una figura paterna cerca, creo que me ha hecho bastante bien.

-        Pero eso no es el verdadero motivo, ¿verdad?

-        Bueno, siempre he sentido una atracción física hacia ti…..y yo soy de la opinión de que no tengo que lamentar los polvos que he echado sino todo lo contrario, además he de decir que lo he pasado bien y no estás mal dotado.

-        La puta de mi ex nunca me dijo eso, pero claro viendo el percal, seguro que por su coño han pasado de todas las medidas y colores.

-        Bueno, me tengo que ir, ¿quieres que haga algo por ti?

-        Pueess, sí mira, me fui de mi casa sin dejar nada desconectado, podrías mandar a alguien para que la limpie, desconecte todo y se dé una vuelta cada cierto tiempo.

-        Vale, lo haré yo misma. Aunque pensándolo mejor, ¿por qué no me la alquilas?, estoy buscando piso por una zona que esté bien y con mi sueldo no me llega para independizarme.

-        Mira, haré una cosa mejor, si quieres, te puedes quedar en él a cambio que lo tengas bien atendido y sólo tienes que pagar los cincuenta euros de comunidad.

-        ¿Estás seguro?

-        Sí, a estas alturas, espero que no me haga falta.

-        Gracias, cariño, te lo agradeceré con creces.

Dicho esto y con una sonrisa traviesa, me hizo una cubana con sus tetas preciosas, yo simplemente la agarré de la cintura una vez puesto a punto, y me la coloqué a cuatro patas para follarla a lo perrito, cosa que la puta de mi ex nunca me dejaba hacer. Mis embestidas se iban cada vez a más, mientras ella gemía como una perra en celo, e iba combinando con azotes cariñosos en los cachetes de su culo, al final no podía aguantar más y me corrí sobre su cintura. Estuvimos abrazados un rato, pedimos que nos subieran la cena a la habitación y nos dedicamos una preciosa jornada romántica. Al final ella tenía que irse y yo descansar un poco antes de irme, al día siguiente, tenía que levantarme a las cinco, porque mi avión salía a las seis de la mañana.