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AÑO 2112 - Capítulo IV

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CAPITULO IV

Fuera del despacho, Brian permanecía a la espera de ser llamado. Estaba nervioso y preocupado por la joven. La espera se le hacía eterna y no paraba de imaginar lo que podía estar sucediéndole dentro. Finalmente se abrió la puerta.

P- Brian, pasa por favor

B- Sr. Person…

Al entrar pudo contemplar a la joven de espaldas. Estaba terminando de abrocharse la blusa.

P- Llévala a los baños de las mujeres y que se ponga una compresa.

B- Enseguida Sr. Person

 

De camino a los baños, Brian no pudo reprimir su preocupación

B- ¿Ha ido todo bien?

M- El Sr. Person se ha portado muy bien conmigo.

La forma de caminar de la chica evidenciaba que había quedado dolorida

B- ¿Seguro que ha ido todo bien?

M- Si, el Sr. Person ha quedado satisfecho.

Una vez en los baños buscó alguna compresa en el botiquín.

B- Ya disculparás pero aquí hay muy pocas mujeres trabajando y no tenemos ninguna compresa. Casi todas son replicantes y no tienen la regla. Pero podemos ingeniarnos algo con estas gasas y un poco de celulosa. ¿Sangras mucho?

Marie se levantó la falda. Llevaba los muslos ensangrentados.

B- Pobrecilla, no has tenido que pasarlo nada bien. Anda, lávate bien que yo preparo la compresa.

Mientras se lavaba, Brian no podía retirar la vista de su sexo herido, sangrante y dolorido, el mismo sexo que unos minutos antes había visto puro y virginal. Y a pesar del sacrificio al que se había entregado, no parecía estar especialmente disgustada, como si diese por bueno todo lo ocurrido con el fin de escapar de una vida de penurias.

B- Bien, ya está. Y con esta venda fabricaremos unas braguitas que te la sujete, aunque si tienes que ir al baño habrá que hacer otras nuevas. Solo son de un uso.

Una vez hubo limpiado su sexo de los restos de sangre y colocado la compresa,  tomaron de vuelta el camino hacia las oficinas.

B- ¿El señor Person eyaculó dentro de ti?

M- Creo que si lo hizo

B- ¿Y te dio una píldora después?

M- Si, la tomé en su despacho. Me dijo que era para no quedar embarazada.

B- Bueno, eso me tranquiliza

M- Es usted muy amable conmigo Sr. Brian.

B- No digas eso. Nada de esto tendría que estar sucediéndote

 

Ya frente al despacho, Brian llamó a la puerta haciendo esperar fuera a la chica

B- ¿Se puede?

P- Adelante Brian

B- La chica ya está limpia y esperando sus instrucciones.

P- Pasa Brian y cierra la puerta

B- Claro Sr. Person.

 

Mientras cerraba la puerta dirigió una mirada a Marie. Algo le dio mala espina. Algo no iba como se esperaba.

 

B- Usted dirá Sr. Person

P- Tengo un problema con esta chica, no sé donde ubicarla, es demasiado bonita como para que mi mujer no se percate de su presencia, y si se entera de que entró virgen se acabó mi matrimonio. Y esta empresa es suya, la heredó de su padre.

B- Puede decirle que es una replicante. Desde luego es tan perfecta que lo parece.

P- Diana no es tonta, tarde o temprano lo descubriría y sería peor.

B- Entonces, ¿qué piensa hacer?, ¿la va a devolver fuera?

P- Aun no sé lo que voy a hacer con ella. Me ha costado mucho dinero como para devolverla sin más. De momento la mantendré apartada para que no la vea mi esposa. Quizá en los sótanos pueda hacer algo, allí nunca baja mi mujer. Mientras tanto pensaré algo. Por cierto Brian, necesitaré que me hagas un favor.

B- Claro Sr. Person, siempre es un placer para mí poder ayudarle.

P- Quiero que hasta que todo esto se solucione te lleves la chica a tu casa. No quiero que vuelva a los barracones.

B- ¿A mi casa?

P- Si, a tu casa. Vives solo y tienes espacio para alojar a otra persona ¿no?

B- Si…si, claro… en mi casa estará bien.

P- No te preocupes, todos los gastos corren de mi cuenta y recibirás una gratificación por ello.

B- Gracias señor pero no es necesario. Lo haré gustoso.

 

Cuando Brian se disponía a abandonar el despacho

 

P- Una cosa más Brian. Procura no aprovecharte de la situación. Si me entero de que le pones una mano encima, despídete de tu trabajo.

B- Descuide Sr. Person, ni se me había ocurrido tal acción, la trataré como si fuese su propia hija.

P- Gracias Brian, se que puedo contar siempre contigo.

 

A la salida, Marie le esperaba inquieta.

 

M- ¿A quedado satisfecho el Sr. Person?, ¿tiene alguna queja de mi?

B- No, ninguna, no te preocupes de eso. Además tengo una sorpresa para ti.

M- ¿Si?, ¿de que se trata?

B- Ya no vuelves a los barracones. Me ha pedido que te acoja en mi casa

M- ¿En serio?, ¿en una casa de verdad?, ¿con usted?

B- ¡Ja, ja!, si, en una casa de verdad, en mi casa. Ya verás, te gustará. Aunque es un piso de soltero y ya se sabe lo que pasa con los pisos de soltero. De todas maneras viene dos días a la semana a limpiar una replicante.

M- Sr. Brian, ¿usted tiene novia?

B- ¿Yo?, no, ¡que va!, yo no tengo novia

M- ¿Tampoco replicante?

B- Tampoco, aunque las replicantes no son novias. Solo estás con ellas para tener un poco de sexo.

M- A eso me refería.

B- Mira, las cosas en la residencial son muy distintas a los asentamientos. Ya irás descubriendo por ti misma todo. Preocúpate solo por hacer un buen trabajo y ganarte el puesto. De momento no podemos ofrecerte nada mejor que la limpieza de los sótanos. Pronto encontraremos algo mas digno para ti.