CAPITULO XVI

Al día siguiente, una vez terminada la jornada laboral y ya de vuelta en casa, Brian quiso mantener una charla con su esposa con relación a lo sucedido el día anterior.

B- ¿Cómo te encuentras?

M- Bien, ¿Por qué me lo preguntas?

B- Es que no sé si ayer hice lo correcto. Me dejé llevar por el deseo y te puse en una situación muy comprometida.

M- No te preocupes ahora por eso. Te dije que haría lo que me pidieses y no tengo nada de que arrepentirme. Era algo que querías que pasase y me alegro de habértelo dado.

B- Lo sé, pero también sé que no te referías a eso cuando me lo dijiste.

M- No le des más vueltas cariño, al final todo fue muy bien y tú disfrutaste de tu fantasía.

Brian no sabía como decírselo, pero después de lo sucedido el domingo necesitaba que Marie le hablase de su relación con el Sr. Person..

B- Escucha Marie, creo que ya ha llegado el momento de que hablemos de lo que sucedía dentro del despacho del patrón.

M- Acordamos que eso era agua pasada y que lo dábamos por superado. Fue un precio que ambos tuvimos que pagar y que no debe afectar a nuestras vidas. ¿Para que volver otra vez con ese tema?

B- Porque necesito saberlo. Porque no es justo que asumas para ti sola esa carga. Porque yo también fui responsable de lo que te sucedió y porque si tú ahora tienes que soportar mis caprichos con Carlota, yo también debo ser partícipe de lo que te sucedió con el Sr. Person. Incluso aunque me duela.

Marie se quedó dubitativa durante unos segundos

M- Pero yo no quiero hablar de ello

B- Si no lo haces nunca llegaremos a superarlo. Aun recuerdo tus palabras llenas de dolor cuando me dijiste “cuando por fin me tengas no te quedará nada para estrenar”. No sé que tipo de prácticas te obligaba a hacerle pero solo con imaginarlas mi tormento no tiene límite.

M- ¿Y que quieres que te cuente?, ¿qué tu jefe era un pervertido? ¡Pues lo era!

B- Quiero que me digas lo que te obligaba a hacerle

M- ¡Me follaba!, me follaba cuando y como quería. Eso es todo.

B- Necesito más detalles

M- ¿Quieres más detalles?, pues ves a ver a tu amiga Carlota y que te enseñe lo que tiene grabado. Así lo verás con tus propios ojos.

Claro, las cintas grabadas donde se veía a Marie con el Sr. Person y que usó Diana para divorciarse. ¿Pero querría Carlota enseñárselas? ¿Las conservaría todavía? Aunque lo que de verdad necesitaba era oírlo de los labios de su amada.

B- ¿Y que se ve en esas grabaciones?

Entonces Marie rompió a llorar.

B- ¡Hey, hey, hey, tranquila mi amor, es mejor para ti que descargues de una vez por todas esa angustia que te oprime.

Entre sollozos, Marie trató de explicarle lo sucedido.

M- Diana descubrió que yo había entrado a trabajar un mes antes de casarme contigo, y que todavía era virgen cuando me contrató. Por lo visto Carlota se hizo con mi expediente de admisión y así lo descubrieron todo.

B- ¿Y eso cuando ocurrió?

M- Cuando ya trabajaba para ella. Sospechaba de él y por eso me apartó de su lado

B- Entonces, si ya estabas con Diana, ¿de cuando son esas grabaciones?

De nuevo Marie intensificó su llanto

M- ¡Perdóname cariño, perdóname!

B- ¿Perdonarte?, ¿Qué te tengo que perdonar?

M- Yo no quería hacerlo, de verdad, pero no tuve otra opción.

B- Pero “hacer” ¿el que?

M- Entregarme una vez más al Sr. Person para que pudiesen grabarlo.

B- ¡Entonces todo fue una trampa!

M- Si, Diana quería pruebas para poder divorciarse

B- Y te usaron a ti como cebo a pesar de que ya estabas liberada de tu compromiso.

M- Habían descubierto mi expediente y estaba a merced de ellas. ¿Qué podía hacer?

B- ¿Y por que no me lo habías contado?

M- ¿Para que? Todo se había resuelto y empezábamos a ser felices. Pero tú te empeñas en preguntar y en saber cosas que no conviene que sepas.

Brian estaba confuso. Se sentía dolido porque no había hecho nada por liberar a su amada del pervertido de su jefe, al contrario, la había animado a que le complaciese en todo. Y por otra parte, tanto Diana como Carlota habían chantajeado a Marie para que se entregase una vez más y pudiesen obtener pruebas del adulterio. Todo aquello le consumía, y por destructivo que pareciese, todavía necesitaba saber con detalle lo que Marie se vio obligada a hacer con su ex jefe. Pero su dulce Marie no estaba en condiciones para continuar con el interrogatorio.

Al día siguiente en la oficina, Brian llamó a Carlota para que se pasase urgentemente para tratar un tema de máxima trascendencia.. Carlota, preocupada, fue a verle lo más rápido que pudo.

C- ¿Se puede saber que asunto es ese tan importante que he tenido que dejar todo para venir?

B- Quiero que me des la grabación de Marie

C- ¿De que me estás hablando?

B- De la grabación que tienes de Marie teniendo sexo con el Sr. Person.

C- ¿Y tú como sabes eso?

B- Porque me lo ha contado Marie

C- ¿Qué ella te lo ha contado? ¡No me lo puedo creer!, con lo que insistió para que sobre todo tú no te enterases…

B- Pues me he enterado y quiero esa grabación

C- Escucha Brian, siento que Marie tuviese que pasar por ello, pero este no es un asunto de tu incumbencia. Esto es privado entre Diana y Eduard y solo a ellos les compete. Además, no creo que sea conveniente que la veas con otro hombre.

B- ¿Por qué?, si ya la he visto con otra mujer

C- No es lo mismo

B- Por favor Carlota, necesito verla.

Carlota no entendía ese absurdo interés por hacerse daño, pero si tanto deseo tenía de verla…

C- Como tú quieras, pero te advierto que no te va a gustar lo que vas a ver. Pásate esta tarde por mi casa y te la enseñaré. Pero no pienses que te vas a llevar una copia. De eso nada de nada.

Las horas no parecían transcurrir y la jornada nunca llegaba a su fin. Cada minuto que pasaba estaba más nervioso. Empezó a dudar de si hacía lo correcto porque sabía que no le iba a gustar lo que viese, pero al mismo tiempo no podía dejar pasar esta oportunidad de poder verlo con sus propios ojos, ya que Marie no se sentía con fuerzas para hablar de ello.

Finalmente se hizo la hora y Brian salió como una flecha a casa de Carlota. Al llegar la puerta se abrió al ser detectado y la voz de Carlota sonó por la estancia con un “pasa y ponte cómodo”.

C- Hola Brian, si quieres servirte algo ya sabes donde está todo

B- No, gracias. Solo vengo a lo que vengo.

Carlota había aparecido vestida únicamente con una especie de camisón semitransparente y sin ningún tipo de ropa interior.

C-  Tranquilo Brian, no tenemos ninguna prisa. Seguro que le has contado a Marie una buena excusa para poder retrasarte.

B- Ahora no Carlota, ahora solo quiero ver esa grabación.

C- ¿Y que es lo que esperas ver?

B- No lo sé, cualquier cosa, eso es precisamente lo que me reconcome, lo que puedo llegar a ver…

C- Pues me parece que te vas a llevar una decepción

B- ¿Qué quieres decir?

C- Pues que lo que hay solo es un trabajito rápido. Lo suficiente para que Diana pudiese deshacerse de semejante bribón.

B- ¿Qué clase de trabajito?

C- Solo una mamada, y no se ve muy bien, no hay primeros planos ni nada de eso.

Durante unos segundos Brian quedo pensativo.

C- ¿Te sigue interesando verla?

B- A eso he venido

C- Como quieras. Yo ya te he advertido.

La grabación no duró más de cinco minutos y solo dos eran propiamente de sexo. Tal y como dijo Carlota las imágenes eran evidentes pero nada explícitas. La larga melena de Marie impedía ver con claridad como se la chupaba. Lo más impactante fue ver como al final el Sr. Person se corría mientras Marie continuaba chupándosela. Exactamente igual que lo que le hizo a él hacía solo unas pocas noches.

Una ves finalizado el visionado, Brian no supo que decir.

C- ¿Satisfecho?

Tras unos segundos de silencio, Brian preguntó

B- ¿No hay nada más?

C- ¿Mas? ¡Pero que esperabas ver! No hay nada más. Las cámaras se colocaron únicamente para esa ocasión.

B- ¿Y de todo lo que sucedió antes?

C- Lo que sucedió antes solo lo saben Eduard y Marie. Tendrías que preguntárselo a ellos.

Extrañamente, el visionado de la grabación le había excitado y la imagen de Carlota desnuda bajo una gasa casi transparente le resultaba muy provocativa.

B- ¿Tú sabes chuparla como lo hace Marie?

C- Tengo que admitir que tu joven Marie es toda una experta en esa faceta. Yo no estoy a su altura.

B- Me gusta cuando me la chupa así y cuando me corro y continúa chupándomela. Me gustaría que tú también me lo hicieses.

C- ¿Quieres correrte en mi boca?

B- A ti te gusta que me corra dentro

C- Pero en mi coño, no en mi boca. Nunca lo he hecho y no creo que me gustase.

B- ¿Y en tu culo?

Carlota se quedó bastante sorprendida por su pregunta y no supo como reaccionar

C- ¿Ahora quieres follarme el culo?

B- Solo digo que si te gusta que se corran también dentro de tu culo.

Carlota dudó que responderle

C- Supongo que me gustaría, pero me gusta más por delante.

B- ¿Supones? ¿Aun eres virgen por detrás?

C- No, no soy virgen, pero eso no es de tu incumbencia

B- ¿Y te gusta hacerlo por ahí?

C- ¿A que viene tanta pregunta sobre mi culo?

El rostro de Brian se entristeció

B- Una vez, cuando Marie todavía estaba con el Sr. Person,  me dijo entre sollozos que cuando finalmente pudiese estar con ella ya no me quedaría nada para estrenar. Y esa frase es la que desde entonces me ha estado atormentando.

C- Entiendo lo que me quieres decir, pero no tiene sentido que te martirices.

B- Me la imagino siendo sodomizada por el cerdo de Person y me pongo enfermo. Yo todavía no la he tocado por ahí. No me atrevo a  pedírselo para no recordarle aquel sufrimiento.

C- No puedes estar todo el tiempo pensando en eso, al final te vas a volver loco. Ven, déjame que te relaje un poco…

La visita de Brian terminó tal y como Carlota había previsto. Follaron y lo hicieron casi con rabia, sobre todo Brian, quien terminó por correrse una vez más dentro de Carlota, como a ella le gustaba.

Cuando Brian llegó a casa, su amada Marie le recibió con todo el cariño con que ella era capaz de recibirle.

M- ¿Qué tal hoy en el trabajo?  Llegas muy tarde.

B- Lo siento Marie pero, estoy muy cansado. Creo que voy a acostarme.

M- ¿Sin cenar?

B- No tengo hambre –respondió mientras se metió en el dormitorio-